El
hombre se accidentó en una camioneta en 1999 junto con otros inmigrantes.
Sufrió daños cerebrales y perdió la capacidad de hablar. Fue llevado a un
hospital donde estuvo 16 años con vida asistida, hasta que la Patrulla
Fronteriza lo identificó gracias a sus huellas. La familia pidió que su
identidad se mantenga en secreto.
Ciudad
de México, 4 de diciembre (SinEmbargo).- En febrero pasado la historia salió a
la luz y provocó estremecimiento. Un joven mexicano indocumentado había sido
identificado después de pasar 16 años con vida asistida en la cama de un
hospital de San Diego, California.
El
hombre llegó al hospital en 1999 después de sufrir un accidente de carretera
junto con otros inmigrantes que habían entrado al país por la frontera con
México.
El
choque de la pick up en la que viajaban ocasionó al hombre daños cerebrales
que, entre otras afectaciones, lo dejaron incapacitado para hablar.
El
joven, entonces de entre 18 y 20 años, fue trasladado a un hospital en Villa
Coronado, donde fue declarado en “estado vegetativo permanente”.
Ningún
documento de identidad le fue encontrado tras el percance. Nadie sabía su
nombre y el personal médico decidió bautizarlo como “Garage 66”, por el nombre
del negocio de chatarra de autos al que fue llevada la camioneta después del
accidente.
Durante
los 16 años de su estancia, su atención hospitalaria tuvo un costo de 700
dólares diarios, que fueron cubiertos a través del programa Medi-Cal, que
asegura recursos estatales para la atención médica de las personas más pobres
del estado.
La
historia fue difundida originalmente a través de las páginas de The California
Sunday Magazine.
Año
tras año, “Garage 66” recibió en su habitación la visita de una mujer que
sería, al final, pieza clave para que su identidad, después de más de tres
lustros, fuera revelada, de acuerdo con un reporte del diario británico Daily
Mail.
Lemus
publicó en Facebook una fotografía del hombre y le pidió a sus contactos que la
compartieran en sus redes.
“Es
muy importante que lo ayudemos a reunirse con su familia, que puede pensar que
está muerto o que se olvidó de ellos, cuando en realidad parece ser que es él
de quien se han olvidado”, escribió Lemus en el comentario que acompañaba la
imagen.
Al
final, la foto llegó a un grupo de Facebook dedicado a encontrar a personas
desaparecidas y, con el tiempo, Lemus fue inundada con mensajes de personas que
pensaban que el hombre olvidado en el hospital era un ser querido.
Lemus
dedicó horas a responder los mensajes en Internet, así como llamadas de personas
que, en muchos casos, terminaban decepcionadas al darse cuenta que sus
historias no correspondían a la del inmigrante abandonado.
De
acuerdo con el reporte del Daily Mail, la foto atrajo a la atención de Liliana
Lara, una inmigrante mexicana que vivía en McAllen, Texas, cerca de la
frontera.
Lara
se había mudado a Houston cuando tenía veintitantos años. No había visto a su
hermano Gilberto Lara Cerón en más de 14 años.
Sabiendo
que su hermano tenía intenciones de cruzar sin documentos de México hacia
Estados Unidos, Liliana lo reportó como desaparecido ante el Consulado
mexicano, que le respondió que había muchas familias en su situación.
Liliana
supo entonces que para ese momento las autoridades mexicanas calculaban en 30
mil los casos de mexicanos que habían terminado en calidad de desaparecidos
después de ingresar sin documentos a Estados Unidos.
En
contraste, los casos de personas desaparecidas que terminaban siendo
localizadas se contaban a penas por decenas.
Liliana
pensaba que el hombre de la foto era su hermano. Viajó a San Diego y una prueba
de ADN le confirmó que no era su familiar. Sin embargo, la joven publicó una
foto del sujeto en su muro de Facebook, que terminó siendo compartida más de
300 mil veces y al caso finalmente atrajo la atención de la prensa.
En
2014, de acuerdo con la nota del Daily Mail, el hospital decidió compartir con
la prensa la historia del hombre con la intención de localizar a su familia.
Un
periodista de San Diego hizo contacto con Enrique Morones, de Border Angels,
una organización no lucrativa que, entre otras cosas, se dedica a abastecer
estaciones de agua en las rutas en el desierto que siguen los migrantes que
ingresan a EU sin documentos.
Morones
buscó a un contacto con las autoridades estadounidenses que mantienen una base
de datos con las huellas dactilares de inmigrantes detenidos.
Cuando
la Patrulla Fronteriza comparó las huellas de “Garage 66”, descubrió que
correspondían a las de un inmigrante indocumentado que había sido arrestado
meses antes del accidente.
“Por
primera vez desde el accidente, las autoridades pudieron relacionar un nombre
con el paciente anónimo”.
Las
autoridades diplomáticas mexicanas fueron notificadas del hallazgo y pudieron
hacer contacto con la familia del hombre en Oaxaca.
Una
hermana del sujeto, que había pensado durante 16 años que su hermano había
muerto, quedó en shock cuando escuchó que todo ese tiempo estuvo vivo.
Una
muestra de ADN tomada poco antes de la Navidad del año pasado confirmó al
identidad del hombre. Finalmente, en febrero, la familia se reunió en el cuarto
del hospital.
“Hubo
lágrimas, como puedes imaginarte”, dijo el Cónsul de México en San Diego a la
California Sunday Magazine.
No
sólo la familia estaba completamente sorprendida. También lo estaba el personal
del hospital, que durante 16 años no supo el nombre de ese paciente.
La
familia pidió que la identidad de “Garage 66” no fuera revelada.
(SIN
EMBARGO.MX/ REDACCIÓN / DICIEMBRE 4, 2016 - 4:30 PM)
No hay comentarios:
Publicar un comentario