Escuelas cerradas, casas abandonadas,
comercios con las cortinas abajo –y los pocos abiertos lucen estantes vacíos–
es lo que ha dejado en San Miguel Totolapan la violencia atribuible a “El
Tequilero”, contra quien desde el lunes se rebelaron los pocos habitantes que
quedan en este pueblo y pretenden hacerle frente con escopetas hechizas y
rifles de bajo calibre, hasta acabarlo. Los vecinos dicen que el líder criminal
lleva 10 años sembrando violencia y que cuenta con el respaldo del gobierno. Un
miembro de la autodefensa aseguró que unas mil 800 familias dejaron la
comunidad y solamente quedan unas 400.
Autodefensas de Totolapan, Guerrero,
intercambian a madre de líder narco por ingeniero secuestrado (VIDEO Y FOTOS)
Zacarías Cervantes
Ciudad de México, 15 de
diciembre (SinEmbargo/ElSur).- La historia criminal de Raybel Jacobo de
Almonte, “El Tequilero”, vecino de San Antonio de La Gavia, municipio de San
Miguel Totolapan, comenzó hace unos 10 años, sin embargo la impunidad que según
vecinos le ha dispensado el gobierno lo empoderó y lo llevó a cometer cada vez
actos de mayor osadía a partir de hace unos tres años.
Escuelas cerradas, casas
abandonadas, comercios con las cortinas abajo –y los pocos abiertos lucen
estantes vacíos– es lo que ha dejado en San Miguel Totolapan la violencia
atribuible a Raybel, contra quien desde el lunes se rebelaron los pocos
habitantes que quedan en este pueblo y pretenden hacerle frente con escopetas
hechizas y rifles de bajo calibre, hasta acabarlo.
La violencia provocada por el
grupo criminal Los Tequileros cambió la vida radicalmente en este pueblo desde
hace aproximadamente un año, aunque el líder del grupo criminal comenzó a
cometer delitos en la cabecera municipal y en pueblos vecinos hace aproximadamente
10.
Un miembro de la autodefensa
aseguró que a partir de entonces unas mil 800 familias dejaron el pueblo y
solamente quedan unas 400, cuyos integrantes son los que cansados de los
secuestros, asesinatos, extorsiones, robos, violaciones amenazas y
humillaciones se armaron y enfrentaron luego de que se convencieron de que
cuenta con el respaldo del gobierno.
Un trabajador del Colegio de
Bachilleres recuerda que una mañana del mes de mayo de hace tres años llegó un
grupo de personas armadas a esa escuela y pidió hablar con el director, quien
los recibió sin saber para qué lo buscaban.
“¿Usted conoce a estos?”, le
preguntó uno de los desconocidos al profesor quien les recibió un papel con una
lista de nombres. Contestó, sin saber para qué era la consulta que sí, dos eran
maestros y tres administrativos. Entonces le pidieron al director que los fuera
llamando por separado.
La señora María Félix de Almonte
Salgado, madre del presunto líder de la banda de Los Tequileros. Foto:
Cuartoscuro
A todos ellos les dijeron que
iban de parte “del Jefe” a quien en adelante tenían que mandarle la mitad de su
salario. Tres años después los dos maestros abandonaron la escuela antes que
pagar la cuota, dos administrativos desaparecieron misteriosamente y un tercero
el lunes pasado se sumó al grupo de autodefensa que se propone enfrentar al
líder del grupo criminal conocido como Los Tequileros.
“Ya no era posible seguir
soportando más, este hombre nos va a acabar”, se quejó el trabajador
administrativo de Bachilleres quien el mediodía de ayer portaba una escopeta y
el rostro cubierto.
Agregó que esa lista de cinco
nombres, actualmente se ha ampliado a unos 200 de gente de la cabecera
municipal, “casi la mitad de los habitantes que quedan en este pueblo”, dijo el
trabajador, quien agregó que entre esa lista estaba el ingeniero Isauro de la
Paz Duque, secuestrado la tarde del domingo pasado por Los Tequileros y que fue
la causa de que el lunes se armaran e integraran un grupo de autodefensa, para
protegerse del grupo criminal.
Una hermana de la Paz Duque
contó que efectivamente a su hermano primero quisieron extorsionarlo con la
amenaza de que sería levantado, lo que finalmente ocurrió.
Dijo que por eso, “toda la
gente que ve usted que está aquí, está con miedo”, expresó en referencia a los
hombres y mujeres armados y encapuchados que rodeaban el mediodía de ayer la
casa del ingeniero secuestrado que fue liberado la tarde de ayer.
Agregó que a pesar de eso
están en el movimiento porque ya quieren quitarse ese yugo que “El Tequilero”
ha mantenido sobre los habitantes de este pueblo.
“En las redes sociales se ha
publicado la lista de las víctimas de ese señor y es inmensa, no solamente de
este pueblo, de los otros vecinos de por aquí “, dijo la mujer quien celebró
que “la gente haya respondido ahora sí al llamado para organizarse y frenar los
abusos y humillaciones de ‘El Tequilero’, porque dijo que el movimiento que
comenzó el lunes tras el secuestro de su hermano, no es particular ni de una
familia o de un grupo, “es una lucha de todo el pueblo.
“Usted lo va a ver, hoy
vienen unas personas, mañana otras y así sucesivamente, porque la problemática
es general, no es particular ni algo que se haya presentado de la noche a la
mañana, lleva ya muchos años gestándose, desde que comenzó esta situación de
violencia”, contó la mujer.
SECUESTRADOS EN SU PROPIO PUEBLO
En este pueblo, la gente está convencida de que Raybel
Jacobo de Almonte cuenta con el apoyo del gobierno. Foto: El Sur
La gente de este pueblo
recuerda que “El Tequilero” comenzó a delinquir en la cabecera municipal y en
los pueblos vecinos desde hace 8 o 10 años, cuando comenzaron a hacer las
denuncias de los ilícitos, pero que desde entonces el gobierno lo ha protegido,
“porque sabe dónde se mueve, dónde está pero lo protege”, acusó Juana Castro,
otra de las mujeres que participan en el movimiento civil armado.
“Vamos a ver cómo actúa (el
gobierno) ahora, esperamos que esto (el movimiento armado) sea el agua que se
derrame del vaso y que realmente se pongan a trabajar, porque no les exigimos
que hagan más de lo que sabemos es su trabajo, que es darle seguridad y paz a
un pueblo, como habitantes pagamos impuestos y es lo mínimo que podemos
recibir”, reprochó.
Otro vecino de este pueblo,
quien como muchos se cubre el rostro y evitar dar su nombre, recordó que hace
20 días el fiscal Xavier Olea Peláez aseguró en San Jerónimo el Grande, un
pueblo cerca de aquí, que llevaba instrucciones del Gobernador Héctor Astudillo
Flores “de darle pa’bajo” a “El Tequilero”, pero añadió que después el
funcionario se arrepintió y que todavía están en espera no de que le den
pa’bajo, pero sí que lo detengan para que se termine la cadena de crímenes que
ha cometido.
En este pueblo, la gente está
convencida de que Raybel Jacobo de Almonte cuenta con el apoyo del gobierno,
“no es posible que en 10 años que lleva cometiendo delitos por aquí no haya
podido ser detenido, y a ver explíqueme usted, el Gobernador dice que están
negociando para la liberación del ingeniero, eso quiere decir que sabe quién es
y donde está, pero en vez de detenerlo negocia con él para que entregue a los
que tiene secuestrado”, se quejó el hombre rodeado de otros de edad adulta como
él, quienes somnolientos se guarecen del candente sol bajo la sombra de las
cornisas de las casas de puertas cerradas y enmohecidas por el abandono.
ESTE CONTENIDO ES PUBLICADO POR SINEMBARGO CON
AUTORIZACIÓN EXPRESA DE El Sur
(SIN
EMBARGO.MX/ REDACCIÓN / DICIEMBRE 15, 2016 - 12:30 PM)
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