SOY EL ESTERO
El Estero por muchos años, siglos durmió un
sueño de sanos, y soñó su grandeza de bellezas y recursos naturales que atrajo
a comunidades desde los indígenas hasta ahora. Su agua dulce, ambiente lleno de
abundante camaron azul, bagre, lisa, robalo y pargo, entre otros que abundaban
los mangles del estero, sus carrizos, por no demasiado abundantes, aves de todo
tipo, y los nativos humanos que permitia vivir esta agua era su cuerpo.
Pero despertó porque ya
estaba demasiado enfermo para dormir, y se vio a si mismo y se asustó.
Estoy muy enfermo pensó,
aunque muchos humanos me aman y dicen querer ayudarme, me llenan de excremento
y siguen permitiendo que más humanos se acerquen a mi cuerpo para hacer lo
mismo. Además de los incendios intencionales que he sufrido y de los que me he
repuesto con mucha dificultad.
Mi agua dulce, la cual es
todo el acuífero de San José del Cabo, la parte visible, se manifiesta ante los
humanos como el estero, pero la mayoría esta bajo tierra, siendo que asomo mi
cabecita como el estero.
Muchos humanos creen que soy
el estero, pero soy mucho más que un atractivo turístico, porque sin mi, no
existieran los humanos adheridos a mi cuerpo. Por esto no entiendo porque los
humanos hacen todo las cosas que llevaran a mi muerte.
Veo que extraen mi agua dulce
para todos los humanos de el alrededor, quienes pagan un especie de energía que
llaman dinero a un organismo o animal denominado OOMSAPAS, quien se lo come
todo sin regresarme nada de cuidado a cambio, únicamente, excremento. Dicen por
falta de esta energía dinero, no hay otro lugar que echar el excremento excepto
en mi.
Les quiero decir a los
humanos que si están utilizando mi agua, y este crea el dinero, porque no usar
este para poder echar el excremento en otro lado, en vez de comerse el dinero,
como lo hace el OOMSAPAS.
Si no quieren que muera,
humanos también despiertan, porque como
parte de mi cuerpo, también ustedes están enfermos.
(COLECTIVO PERICU/ REDACCION/ MAYO 18,
2016)
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