lunes, 21 de marzo de 2016

NORBERTO RIVERA PREPARA SU RENUNCIA; LA ENVIARÁ AL PAPA


Marginado del primer círculo del Vaticano, distanciado de la vida social que acostumbraba con los hombres del poder en México, referente de confrontación al interior del de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) y distante de la exhortación del Evangelii Gaudium para el mundo actual, el arzobispo primado de la Ciudad de México, cardenal Norberto Rivera, prepara la renuncia para su jubilación como obispo diocesano.

Tras 50 años de sacerdocio, casi 20 de Arzobispo primado y en plena cuenta regresiva para su dimisión, Rivera Carrera se prepara para cumplir con lo establecido en el Derecho Canónico (norma jurídica que regula a la Iglesia católica), en medio de constantes diferendos con la CEM, tras la reciente visita a México del Santo Padre.

El Derecho Canónico establece que al cumplir los 75 años de edad, todos los obispos deben presentar al Papa una carta de renuncia al ejercicio pastoral de sus diócesis, y Norberto Rivera nació el 6 de junio de 1942, por lo que este año cumplirá 74 años y a más tardar en junio del año próximo deberá enviar su carta correspondiente a Roma.

El cardenal Rivera Carrera tiene la expectativa de que Su Santidad le rechace la renuncia como lo hizo con los arzobispos de las arquidiócesis de Morelia y de San Cristóbal de las Casas, Alberto Suárez y Felipe Arizmendi, respectivamente, ante los eventos políticos que se avecinan en el país, con la elaboración de la Primera Constitución Política de la Ciudad de México y los procesos electorales rumbo al 2018.

El Papa tiene la facultad exclusiva de aceptar o rechazar la renuncia de los obispos. Y una vez aceptada ésta, éstos se convierten en arzobispos u obispos eméritos, sin ninguna responsabilidad en sus Diócesis o Arquidiócesis. Conservan su cardenalato hasta los 80 años y se convierten en cardenales eméritos, sin derecho a voto.

A la fecha, no hay elementos de juicio ni tendencia alguna para la elección de los sustitutos, toda vez que también esa es una facultad exclusiva de Su santidad. Norberto Rivera es uno de los cinco cardenales mexicanos, junto con Alberto Suárez Inda, (Morelia); Juan Sandoval Íñiguez (cardenal emérito de Guadalajara; José Francisco Robles Ortega (Guadalajara), y Javier Lozano Barragán (Zacatecas).

EL EMINENTÍSIMO ARZOBISPO PRIMADO

El arzobispo primado de México, Eminentísimo Norberto Rivera Carrera, nació en La Purísima, municipio de Tepehuanes, del estado de Durango, es el trigésimo quinto sucesor de Fray Juan de Zumárraga y custodio de la imagen de la Virgen de Guadalupe del Tepeyac.

Fue ordenado sacerdote en Roma el 3 de julio de 1966 por Su Santidad el Papa Pablo VI, en la Basílica de San Pedro. Se ha desempeñado como Vicario cooperador de la parroquia de Río Grande, estado de Zacatecas de 1966 a 1967; Profesor de Teología Dogmática, Asesor Diocesano del Movimiento “Jornadas de Vida Cristiana”, Prefecto de disciplina de alumnos de Filosofía y Miembro del Consejo Presbiteral, entre otros.

En 1995 fue electo Obispo de Tehuacán. En la CEM, fue presidente de la Comisión Episcopal para la Familia, Representante de la Región Pastoral Oriente, Participante del Sínodo de los Obispos de América Latina en 1997, presidente de la Comisión Episcopal de Cultura, Participante de la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, y Miembro del Consejo Superior de la Universidad Pontifica de México, de 1993-1995.

En 1995, fue designado Arzobispo Primado de México, como el Trigésimo Cuarto Sucesor del Obispo Fray Juan de Zumárraga, por Juan Pablo II. El 18 de enero de 1998, fue declarado en la Basílica de San Pedro, en Roma, Cardenal.

Rivera Carrera fue también uno de los cardenales electores que participaron en el cónclave de abril de 2005 en el que fue elegido Benedicto XVI, y participó en el Cónclave de 2013, en el que fue elegido Jorge Mario Bergoglio como papa, tras la renuncia de Benedicto XVI.

Recibió al papa Juan Pablo II, la canonización de Juan Diego Cuauhtlatoatzin, el primer santo indígena del continente americano, pero cuya construcción de su Parroquia (ubicada en Avenida Montevideo) esta desde hace años abandonada, por lo que no se optó por el silencio sobre la misma durante la reciente visita papal.

Desde 2007 y hasta la fecha, ha fungido como Capellán del Estado México-Sur de Los Caballeros de Colón en México. Siendo Obispo de Tehuacán, Puebla, fue Capellán del Consejo de esa Diócesis hasta su traslado a la Arquidiócesis de México en 1995.

Norberto Rivera ha sido acusado públicamente de encubrir a curas pederastas, y se le involucró en las averiguaciones del caso del presbítero Nicolás Aguilar Rivera, perseguido por la policía de Los Ángeles, como presunto responsable de abuso sexual a más de un centenar de menores, tanto en Estados Unidos como en México.

En 2006, su nombre fue incluido en una demanda levantada por Joaquín Aguilar Méndez, donde se le acusó de presumiblemente ayudar al sacerdote Nicolás Aguilar para evitar que fuera procesado por actos lascivos contra menores.

Rivera Carrera respondió que no se encontraba laborando en dicha diócesis en las fechas que indicaban sus acusadores, por lo que no es posible pudiera encubrir a nadie. La Suprema Corte de Justicia del Estado de California, en Estados Unidos, declaró improcedente dicha demanda en 2009.

ALBERTO SUÁREZ Y FELIPE ARIZMENDI

En enero de 2014, el entonces arzobispo de Morelia, Alberto Suárez Inda, presentó su carta de renuncia al papa Francisco, quien rechazó la dimisión. En su carta expresaba su deseo de que pronto fuese sustituido por un nuevo pastor, pero en los primeros días de 2015 el Papa designó al arzobispo Suárez Inda Cardenal, aun siendo proveniente de una Arquidiócesis que nunca antes había tenido un purpurado.

Con la elección de Suárez Inda, Jorge Mario Bergoglio rompió una tradición interpretada como un mensaje para el Episcopado Mexicano, que sólo había tenido obispos de la Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey.

Alberto Suárez Inda nació el 30 de enero de 1939, en Celaya, Guanajuato, se ordenó como sacerdote en 1964 en la Arquidiócesis de Morelia y al crearse la diócesis de Celaya en 1973 formó parte de la nueva circunscripción. En 1985 fue nombrado obispo de Tacámbaro y en 1995 el papa Juan Pablo II lo designó como el octavo arzobispo de Morelia.

Suárez Inda se ha mantenido alejado de los reflectores, y lejos de utilizar su influencia para codearse con grupos de poder, ha utilizado su encargo para condenar la violencia que ha golpeado Michoacán en los últimos años y criticar a las autoridades que permiten esa situación. “Ya basta, no queremos más sangre, muertes, desaparecidos, dolor ni más vergüenzas”, dijo.

En mayo de 2015, el obispo de la diócesis de San Cristóbal de las Casas, Felipe Arizmendi Esquivel informó que con motivo de cumplir hoy 75 años de edad, había enviado su renuncia al Papa Francisco, por medio del Nuncio Apostólico en México, Christope Pierre.

El mismo representante diplomático del Vaticano en México, le informó que de Roma le habían respondido con la solicitud de continuar un tiempo más en este ministerio pastoral en la diócesis, sin determinar cuánto tiempo sería esta prolongación.

Arizmendi Esquivel dijo no tener inconveniente en acceder a la petición. “Mientras Dios, por medio del Papa, no me comunique el término de mi servicio en esta diócesis, seguiremos trabajando juntos en la consolidación del proyecto de Iglesia de nuestro respetado y querido Tatik Samuel Ruiz García, como una Iglesia autóctona, liberadora, evangelizadora, servidora, en comunión y bajo la guía del Espíritu Santo”.

LA ARQUIDIÓCESIS DE NORBERTO

Durante su arzobispado y con el apoyo del empresario Carlos Slim se ha ampliado y modernizado el segundo Santuario católico más visitado del planeta, la Basílica de Guadalupe y en unión con gobierno e iniciativa privada, ha logrado la restauración de la Catedral Metropolitana, propiedad federal, que amenazaba con colapsarse.

Se ha preocupado por crear una de las oficinas de comunicación arquidiocesanas más importantes del país, desde donde se difunde la vida y el magisterio de la Iglesia Católica en publicaciones como L’Osservatore Romano (edición española para México y EU), así como el semanario católico “Desde la fe”, diario que cuenta con la mayor difusión en América Latina (más de 450 mil ejemplares).

En esta misma Oficina funciona una Agencia de Publicidad, un Instituto de Educación para los Medios (que responde a su interés por formar formadores que orienten en el uso responsable de los medios de comunicación, como una necesidad de la actuales familias) una Dirección de radio y televisión, otra de Sistemas y un departamento de Pastoral de la Comunicación.

Lo anterior le validó las críticas de padres y diáconos de la CEM y de parroquias de la misma Arquidiócesis, que señalan a su portal y el mismo diario Desde la Fe como órganos más políticos que evangelizadores.

La Arquidiócesis de México tuvo su origen, después de la llegada de los conquistadores. La Iglesia católica envió misioneros a los territorios recién conquistados que, con el paso del tiempo, formarían parte de la Nueva España y de la primera diócesis de México, que estuvo en Yucatán e incluía todo el territorio desde Tlaxcala hasta la Península.

Los límites de la Diócesis de México al principio no se encontraban bien definidos, de la Arquidiócesis de Tlaxcala se desprendería el territorio de la original diócesis de México.

Al concluir el sitio de México-Tenochtitlán en 1521, los españoles deseaban hacer de Puebla la capital del nuevo territorio, sin embargo el peso político, demográfico y militar de la antigua Tenochtitlán los obligó a abandonar esos planes y a establecer la capital en lo que es ahora la Ciudad de México.

Desde 1500 hasta 1863, la Arquidiócesis de México se extendía del Atlántico al Pacífico, específicamente de Tampico a Acapulco. Actualmente, su territorio ocupa únicamente el territorio de la Ciudad de México.

Su primer obispo y arzobispo fue el franciscano fray Juan de Zumárraga. La Arquidiócesis Primada de México está dedicada a la Asunción de María y cuenta con un territorio de mil 479, que abarcan el Distrito Federal.

Ha tenido 34 arzobispos, de los cuales siete llegaron a ostentar al mismo tiempo el cargo de Virrey de la Nueva España, conjuntando así los principales cargos del Reino; en el siglo XIX, el arzobispo Labastida fue regente durante el imperio de Maximiliano de Habsburgo, siendo el último que ostentó poder político.

A partir del arzobispo Miguel Darío Miranda, todos los arzobispos primados de México han sido electos cardenales por el Papa. Los antecesores de Norberto Rivera abarcan desde Fray Juan de Zumárraga (1468-1548), hasta Ernesto Corripio y Ahumada (1919-2008), quien dejo el cargo a Rivera Carrera, nombrado Arzobispo el 13 de junio de 1995.

¿EL DISTANCIAMIENTO SERÁ EL OLVIDO?

A pesar de este vasto y largo camino, el cardenal Norberto Rivera Carrera, hoy vive un camino de desencuentro con sus cofraternos de la CEM, y que se hizo evidente no solo a raíz de su virtual marginación del comité organizador de la visita pastoral de Francisco, sino también después ésta con las diferencias de opinión sobre los mensajes dejados por el Vicario de Cristo.

La “prudente” distancia observada toda la estancia papal, entre el papa Francisco y el cardenal Carrera, se materializó en las diferencias de opinión exhibidas sobre la realidad de México manifiestas por la Arquidiócesis de México, a través de su semanario “Desde la Fe”, y las declaraciones hechas por la CEM.

Las máximas autoridades eclesiásticas se vieron en la necesidad de aclarar que “Desde la Fe” no era del órgano oficial de la Iglesia católica de México, ni la Arquidiócesis la máxima autoridad católica del país.

“Son estilos”, dicen sonrientes sacerdotes y párrocos, para quienes, hoy por hoy, Norberto Rivera, está lejos de la “Exhortación apostólica Evangelii Gaudium del Santo padre Francisco a los obispos, a los presbíteros y diáconos a las personas consagradas y a los fieles laicos sobre el anuncio del evangelio en el mundo actual”.

Igual sonríen asertivos, cuando se les pregunta si los mensajes papales contra los príncipes, la ostentación, la vanidad y los acuerdos por debajo de la mesa, llevaban dedicatoria por aquellas convivencias y reuniones de golf, cartas y comilonas, en las grandes residencias de estancias y habitaciones lujosas, con amplios jardines y albercas.

En menos de tres meses, el próximo 6 de junio, durante el cumpleaños 74 del Arzobispo primado de México se verá si es como “Dicen que la distancia es el olvido…”, pero en 14 meses no habrá vuelta de hoja, Norberto deberá enviar a través de la Nunciatura Apostólica su carta de renuncia al Papa Francisco para su jubilación.


(DOSSIER POLITICO/ Tomado de: Salvador Pavón / El Sol de México/ 2016-03-21)

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