lunes, 17 de marzo de 2014

NOTARIO ADMITE QUE SOLAMENTE FIRMA, NO REVISA




El fedatario Emilio Cárdenas Estrada, que protocolizó la empresa de la esposa del “Z-40” en Monterrey, dice que no tiene capacidad para verificar domicilios, ni identidad de sus clientes

El notario Emilio Cárdenas Estrada asegura que no tenía las capacidades legales para verificar si la empresa de insumos médicos que escrituró, vinculada con Los Zetas, estaba relacionada con el crimen organizado.

El fedatario dice que su participación consistió en darle formalidad a la compañía, la cual cumplió con todos los requisitos técnicos, pero reconoce que aún hay lagunas en el sistema notarial y registral de Nuevo León para identificar ese tipo de actos.

Reporte Indigo publicó ayer que el titular de la Notaría Pública Número 33, dio fe del acta constitutiva de la empresa Distribuidora e Importadora de Productos Médicos del Norte, S.A. de C.V., que supuestamente opera en Monterrey con domicilios falsos.

Cárdenas Estrada fue el que protocolizó el documento de la empresa, fichada por la Oficina de Control de Bienes Extranjeros de Estados Unidos (OFAC, por sus siglas en inglés), por lavar dinero del narcotráfico en ese país.

 


La compañía está relacionada con el líder preso de Los Zetas, Miguel Ángel Treviño Morales, “Z-40”.

“Los notarios ni tenemos la capacidad instalada para andar verificando los domicilios, pero lo más importante es que no tenemos ninguna obligación legal de hacerlo y no tenemos tampoco las facultades para hacerlo”, dice.

“Ni tiene tampoco facultades para andar haciendo investigaciones de, si algunas de las personas que hizo alguna operación en la notaría, pueda tener algún nexo con algún criminal”.

La principal accionista de la compañía es Juanita del Carmen Ríos Hernández, esposa del “Z-40”, quien fue incluida el pasado 14 de febrero en la lista negra del Departamento del Tesoro estadounidense, pues la sociedad era una fachada de Los Zetas.

Las investigaciones de la Agencia Antidrogas estadounidense, la DEA, y el Departamento del Tesoro, la señalaron como una de las cabecillas más importantes de esta organización criminal que se constituyó en Monterrey.

La Oficina para el Control de Bienes Extranjeros emitió el mes pasado una designación en la que identificó tres domicilios de la empresa en la capital regia, que resultaron falsos o con otro tipo de giros.

El también expresidente del Colegio de Notarios de Nuevo León, Cárdenas Estrada, inscribió a la sociedad en la escritura pública número 14 mil 715, pero asegura que esta operación cumplió con todos los requisitos técnicos.

El fedatario asegura que tanto la esposa del “Z-40”, como su suegra, María del Carmen Hernández Lara, se presentaron con toda la documentación legal.

Insiste en que esa operación no cayó en ninguno de los cuatro supuestos que marca el Artículo 78 de la Ley Notarial del Estado, como actos que atentaran a las buenas costumbres, o que le impidieran su imparcialidad.

“Yo no puedo negarme, si ellos reúnen la capacidad para poder llevarla a cabo”.

Pese a que la compañía “fantasma” fue constituida por dos personas dedicadas al hogar, el notario les confirió amplias capacidades, como la adquisición, exportación, fabricación, importación y suministro de productos médicos.

Sin embargo, Cárdenas Estrada dice que él sugirió a sus clientes ampliar el objeto de la sociedad y modificar los estatutos, para que abarcara más funciones.

Afirma que la protocolización de la empresa no es un acto reprochable, porque fue algo instantáneo y “perfectamente” registrado.

“No tenemos ninguna lista negra hasta la fecha. Entonces yo no tengo manera de imaginarme, de intuir, de adivinar que la persona que está enfrente, requiriéndome el servicio en los términos del Artículo 78, pueda tener algún nexo con algún criminal.

“El notario no tiene facultades para investigar, esas facultades le corresponden al Estado”.

El fedatario, con 21 años de experiencia, dice que la empresa vinculada con el “Z-40” ha sido una de las 19 mil escrituras públicas que han pasado por la notaría a su cargo, y que por eso no puede recordar aquel 11 de noviembre de 2009, en que sus clientes acudieron a su oficina.

Ayer, Cárdenas Estrada pidió al Archivo General de Notarias, a cargo de Reynold Banda Cantú, una inspección a la Notaría Pública Número 33, para revisar la protocolización de la escritura pública relacionada con la empresa “fantasma”.

El objeto de la diligencia, según el oficio que giró al director de la dependencia, es para verificar y, en su caso, evaluar la actuación del notario.

(REPORTE INDIGO/Javier Estrada /  Jueves 13 de marzo de 2014)

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