lunes, 17 de marzo de 2014

EL "CHAPITO", EL SUCESOR

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Una de las primeras inquietudes provocadas por la recaptura de Joaquín Archivaldo Guzmán Loera el 22 de febrero pasado, fue quién sería el sucesor. se han manejado diversos nombres, que van desde los capos históricos, hasta cachorros que, has- ta ahora, han sobresalido solo en la farándula buchona. pero el relevo tenía una lógica familiar que no podía transgredirse. por eso la responsabilidad de dirigir una de las organizaciones criminales más poderosas de este país, ha recaído en Iván Archivaldo Guzmán Salazar, el Chapito.

Formado en el seno de una familia narca, donde unos trasiegan drogas, otros lavan el dinero que les produce y muy pocos se salvan de estar involucrados, Iván Archivaldo Guzmán Salazar fue ungido como el nuevo líder de la organización que forjó Joaquín Guzmán Loera y que forma parte del llamado cártel de Sinaloa.

El nombramiento del nuevo jefe se dio pocos días después de la recaptura del Chapo en Mazatlán, en medio de especulaciones sobre el posible sucesor.

“No había muchas dudas sobre quién debía suceder al Chapo —dijo una fuente a Ríodoce—, pero de todas maneras se respetaron las formas”.

Junto con Iván Archivaldo, aparece en el mando del cártel su hermano Alfredo Guzmán Salazar, hijo también de la primera esposa del Chapo, María Alejandrina Salazar Hernández. Y en la operación, brazo derecho de Joaquín Guzmán, habría quedado Manuel Alejandro Aponte Gómez, el Bravo, un exmilitar que desde hace años es señalado por las autoridades mexicanas como el jefe de seguridad de Guzmán Loera y quien lo habría llevado a Mazatlán dos días antes de que lo capturaran.

“Días después de que cayó el apá —como le dicen al Chapo—, el Bravo se reportó con el Ivancito para ponerse a sus órdenes”, explicó la fuente.

De acuerdo a la información lograda por este semanario, los acuerdos para el relevo del Chapo Guzmán se tomaron en familia y luego “socializados” en un grupo cerrado de operadores, donde participaron líderes de la organización en varios estados de la República. nunca se consideraron los nombres de Ismael Zambada García ni el de Juan José Esparragoza Moreno, con los cuales el Chapo ha tenido siempre una relación amable y de negocios. Tampoco el de Dámaso López Núñez, un colaborador de Guzmán Loera al que le concedió la venia para hacer sus propios negocios.

Fue una decisión familiar, dijo la fuente de Ríodoce, aunque aclaró que el apoyo y la experiencia del Mayo y del Azul serán muy importantes para que el liderazgo del hijo se consolide.

Los primeros pasos

Nacido el 15 de agosto de 1983, según declaró él mismo ante la PGR, Iván archivaldo siguió los pasos de su padre desde muy joven, aunque se incorporó de lleno a las actividades criminales cuando Joaquín Guzmán Loera se fugó del penal de Puente Grande, en enero de 2001.

Fue detenido en junio de 2005 en Zapopan, Jalisco, acusado de lavado de dinero y de dos asesinatos, pero absuelto tres años después. Recuperó su libertad en medio de una polémica sobre la actuación de los jueces. a partir de entonces, el Chapito llevó una vida semiclandestina, casi todo el tiempo en Culiacán, donde se sentía más seguro.

Se incorporó a las operaciones del cártel de su padre en la frontera, sobre todo nogales, y últimamente en la capital sinaloense, donde se fue adueñando de la seguridad de la ciudad, incluso contraponiendo su poder bélico al de grupos armados de Ismael Zambada, como Los Ántrax, que comandaba Rodrigo Aréchiga Gamboa, el Chino Ántrax, detenido el 30 de diciembre de 2013 en Holanda.

Quienes lo conocen afirman que no tiene el porte de un “señor” y que más bien, sintiéndose protegido por su padre, se relajaba en un comportamiento pendenciero de vida nocturna frecuente, adicto a los coches de lujo y a la velocidad. Hace apenas un mes tuvo un accidente que pasó desapercibido. Fue atendido en la clínica Cemsi de Culiacán, de heridas internas en la boca.

Diez años atrás, el 20 de diciembre de 2003, había tenido otro percance, pero éste sí fue mortal para un acompañante. Iván Archivaldo conducía un BMW, modelo 2004, color amarillo, con placas JDB-4610 del estado de Jalisco. Lo acompañaba Alejandro Magno Niebla Mendoza, quien murió en el acto.

Aparatoso el choque, el auto quedó destrozado. Iván Archivaldo sufrió fractura del húmero derecho y politraumatismo. Fue trasladado en helicóptero a Guadalajara, donde se recuperó. Después del accidente poco venía el Chapito a Sinaloa. Se especuló que en diciembre de 2004 tuvo otro accidente en Guadalajara, pero no se conocieron datos. Se habló de nuevo de un BMW. Y no se supo más de él hasta que fue aprehendido en Zapopan Jalisco, en 2005, un episodio que más bien le sirvió de entrenamiento al capito, pues salió absuelto tres años después.

El jueves 10 de abril del 2008, después de tres años de encierro, Iván Archivaldo fue liberado de la cárcel de máxima seguridad del altiplano, luego que José Guadalupe Luna Altamirano, magistrado del Tercer Tribunal Unitario de la Ciudad de México, lo absolviera de los cargos por lavado de dinero y asociación delictuosa.

La absolución echó por tierra las argumentaciones de la PGR que lo vinculaban con la muerte de una joven canadiense y la de un muchacho vecino de Guadalajara, al salir de una discoteca en Zapopan; sin embargo, por falta de pruebas, Archivaldo fue liberado.

El boletín de EU

Después de esto no se sabía que Iván Archivaldo Guzmán Salazar tuviera procesos pendientes con la justicia, hasta que el 8 de junio de 2012, el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos colocó a dos hijos del Chapo Guzmán en la lista de cabecillas del narcotráfico y embargó todos sus bienes en ese país.

Otro de sus hermanos Ovidio Guzmán López, fue también incluido en la lista. esa vez, el Departamento del Tesoro incluyó además en la lista a Noel Salgueiro Nevares, identificado como jefe del cártel en el estado de Chihuahua, así como a Ovidio Limón Sánchez, detenido en Culiacán, el 9 de noviembre de 2011.

Ovidio tenía ya una acusación por narcotráfico en una corte federal de California. Adam Szubin, director de la Oficina para el Control de los Bienes Foráneos (OFAC) de Estados Unidos, dijo esa ocasión que “la meta es identificar a todos esos individuos que facilitan el tráfico de drogas a Joaquín el Chapo Guzmán, incluyendo a todos los miembros de su familia que laboran para él”, explicó.

El argumento expuesto por parte de la OFAC, es el “papel significativo” que ambos hijos tienen en las actividades de narcotráfico de la organización que lidera su padre. al momento de hacerse público el boletín del Tesoro, ni Ovidio ni Iván Archivaldo tenían cargos en su contra en Estados Unidos, aun cuando el segundo ya había sido arrestado en Jalisco acusado de lavado de dinero.

Otro de los hijos de Guzmán Loera, Alfredo Guzmán Salazar, está acusado desde febrero de 2008 en una corte de Chicago, Illinois, de ayudar a su padre a traficar cocaína y trasladar dinero de procedencia ilícita de los Estados Unidos hacia México.

Chapo organización

El portal de noticias sinembargo.mx publicó recientemente que posee copia de la causa penal 48/2005 abier- ta en contra de Iván Archivaldo por el Juzgado Octavo de Distrito de Procesos Penales Federales. en la acusación, la Procuraduría General de la República (PGR) presentó el testimonio de un testigo protegido identificado con el nombre de “Peña”, quien admitió participar en la transportación de dinero de distintas ciudades de estados Unidos a México. Y que en ese trasiego participó el hijo del Chapo.


El misterio del Mar and Sea
Fue el jueves 6 de febrero pasado. Decenas de elementos del Ejército Mexicano catearon el restaurante Mar and Sea, antes llamado el Farallón.

Personal de administración informó que aproximadamente a las 14:30 horas llegaron al lugar varios elementos castrenses para solicitar información sobre los espacios privados de que disponían.
Hasta ese momento, los empleados no se habían percatado de que vehículos artillados, camionetas y un camión repleto de soldados rodeaban el restaurante y cateaban los vehículos aparcados en el estacionamiento.

Los soldados que entraron al área de mesas fueron atendidos por personal de la administración, que los condujo a los espacios disponibles. en uno de ellos se encontraba un grupo de comensales y después de verlos salieron del lugar. Claudia, la gerenta del lugar, informó que las mesas fueron revisadas una por una por los soldados, poniendo atención en los comensales.

“En un principio —dijo—, nos dijeron que su jefe vendría a comer, pero no fue así; siguieron revisando todas las áreas”. entrevistado en el lugar, un teniente que no quiso pro- porcionar su nombre dijo que se trataba de una revisión de rutina y que permanecerían en el restaurante hasta que lo consideraran necesario.

Los soldados controlaron los accesos al lugar y la salida de vehículos, los cuales fueron revisados minuciosamente. el operativo terminó a la media noche con el aseguramiento de cinco vehículos que los comensales dejaron abandonados: un Juke Nissan placas VMN-6646; una camioneta Cayenne Porsche placas JKL-2207 y un Mercedes Benz C 200 color blanco placas JTK 2399, del estado de Jalisco; un Jetta placas VMP-4846 y una Tacoma blanca placas UC-9260.

En el interior de uno de los vehículos fueron encontrados cargadores para rifles de asalto AK 47. Alrededor de las 23:00 horas se presentó en el lugar el comandante de l a Novena Zona Militar, el general Miguel Hurtado Ochoa, pero luego se marchó.

Dijo dos días después que durante un rondín de rutina, sus elementos vieron a dos personas armadas bajar de un vehículo y que por eso montaron la revisión. Pero luego trascendió en círculos policiacos no oficiales, que en realidad esa tarde se encontraban comiendo en el lugar Iván Archivaldo y Alfredo Guzmán Salazar.

Una versión indica que al ubicar la presencia de los soldados pudieron huir, uno vestido de mesero y otro por una puerta lateral que conduce a una obra en construcción aledaña al restaurante. La otra versión es que pagaron varios millones de dólares por no ser detenidos. Alfredo Guzmán tiene un proceso pendiente en una corte de Chicago.

El anuncio en Twitter

El miércoles 12 pasado, una cuenta de Twitter a nombre de @Ivanarchivaldo escribió:

“Ya tengo el pie en el estribo, ya no puedo renunciar al puesto que mi padre me ha dado y que mucho le ha costado. La era Guzmán sigue reinando”.


Por su parte, Alfredo Guzmán, en su cuenta @_alfre- doguzman_ escribió: “ya déjense de mitotes de quién será el sucesor, si mi apá bien dijo, que cuando él no esté, está Iván Archivaldo para respetarlo”.

ALEJANDRO APONTE.Las dos cuentas habían tenido un comportamiento regular hasta que fue detenido en Holanda Rodrigo Aréchiga Gamboa, el Chino Ántrax, y se especuló que su protagonismo tuvo que ver en el seguimiento que de él hicieron las agencias de los Estados Unidos. Sin embargo, su autenticidad no ha sido confirmada.



Manuel Alejandro Aponte Gómez, el Bravo, ha sido ubicado por el gobierno federal como jefe de seguridad de Joaquín Guzmán Loera desde hace diez años. Exmilitar de élite, es egresado del Colegio Militar, de la generación 1993-1996.

Se le atribuye el complot para ejecutar a Rodolfo Carrillo Fuentes, el Niño de Oro, la tarde del 11 de septiembre de 2004 en la Plaza Cinépolis, de Culiacán.

El rostro del Bravo se conoció a principios de marzo del 2005, cuando en Monterrey y en Culiacán fue pegado por elementos del ejército un cartel con tres fotografías del Chapo e imágenes de 35 de sus pistoleros.

El primero de ellos, de izquierda a derecha, es Aponte Gómez. De acuerdo a información proporcionada por la Secretaría de la Defensa nacional (Sedena) vía ley de acceso a la información, y publicada por Juan Veledíaz en El Universal, el Bravo es oriundo de Chilpancingo, Guerrero.

Graduado como subteniente en 1996, quedó encuadrado en una de las unidades de infantería destacadas en labores de combate al narcotráfico. En los siguientes cinco años estuvo de servicio en filas, hasta que en 2001 hizo un paréntesis que, a decir de quienes lo conocieron, cambió su vida, ya que tomó sus primeros cursos especiales como oficial en servicio.

A partir del 2001 y hasta abril de 2003, estuvo adscrito a la Séptima Compañía de Infantería no encuadrada (grupos conocidos en el medio castrense por su abreviatura como CINE), un tipo de unidades de no más 200 efectivos que se mueven de poblado en poblado en zonas rurales del país.

De acuerdo con documentos de la dependencia, la séptima compañía estuvo por esos años de campaña en el poblado Serrano de Badiraguato, Sinaloa, en una de cuyas comunidades nació el Chapo. en su contestación, la dependencia no precisa las causas por las que el oficial fue procesado a partir de esa fecha y, debido a que estuvo en el llamado “grupo de sueltos”, como se conoce a los militares procesados pero que permanecen en libertad, pudo ser una falta no tan grave la que ameritara su juicio.

chapito 1
En agosto del 2003 concluyó su litigio y fue a dar a “la banca” en la Dirección de Infantería, como se le llama en el medio militar el no tener comisión y “estar a disposición” del arma a la que se pertenece. Fue catalogado como desertor en mayo del 2004 y, meses más tarde, reapareció al frente del comando que actuó contra el clan de los Carrillo Fuentes.



El 24 de febrero, dos días después de la detención de Joaquín Guamán Loera, el sitio de noticias www.sinembargo.mx publicó, de la pluma de Humberto Padgett, una extensa semblanza de Iván Archivaldo Guzmán Salazar, donde expone parte del perfil sicológico del hombre que ahora toma las riendas del imperio que forjó su padre.

El 19 de mayo de 2005, dice el reportaje, las autoridades del Reclusorio Sur le practicaron un estudio social. Ahí se indica que nació el 15 de agosto de 1983 en Durango, que tiene por apodo el Chapito, que con 21 años de edad solamente había concluido la secundaria, que vivía en Zapopan, Jalisco, y que su ocupación era soldador de automóviles.

El reo identificó como su padre a Joaquín Guzmán Loera, entonces de 48 años de edad, pero negó conocer cualquier dato relacionado con él: su estado civil, ocupación o domicilio; del Chapo sólo dijo que había estudiado la primaria.

El Chapito dijo que su madre es Alejandra (en realidad se llama María Alejandrina) Salazar Hernández, una mujer que en la época contaba con 47 años de edad y se dedicaba a los bienes raíces.

Mencionó a sus hermanos: César y Gisel, mayores que él cinco y tres años, y Alfredo, tres años menor. Un trabajador social describió el aspecto familiar:

“La dinámica familiar primaria se desarrolla completa, desintegrada, funcional, refiriendo el entrevistado que cuando tenía 12 años sus padres se separan principalmente por los problemas judiciales de su padre, de quien desconoce su paradero desde la fuga del penal de Puente Grande (Jalisco)”.

Menciona que lo visitaba en la cárcel al igual que sus demás hermanos y madre. “Ella es la principal figura de autoridad y proveedora económica, a pesar de que el interno tiene una actividad remunerada.

Su madre le proporcionaba una cantidad al mes para cubrir sus gastos personales. Las relaciones intrafamiliares de sus hermanos y madre son favorables.

Durante los cien días de arraigo recibió visita, apoyo  moral y económico de su familia. Indica que de su padre no sabe nada y no recibe ningún tipo de apoyo ni ha vuelto a tener comunicación con él”.

Iván Archivaldo reprobó el tercer año de primaria. Inició la preparatoria en un sistema escolarizado, pero desertó y se apuntó en un bachillerato abierto que dejó por su detención y encarcelamiento.

Inició su vida económicamente activa a los 17 años de edad como mensajero de un despacho de abogados y, entre 2003 y 2005, se ocupó en un taller de hojalatería y pintura, aseguró en la entrevista.

También aseguró que sus ahorros ascendían a 40 mil pesos. Aseguraba que compartía su tiempo libre con su novia, que bebía alcohol de manera habitual, pero que no fumaba ni utilizaba drogas.

En el estudio de personalidad al Chapito, el especialista anotó que el muchacho negaba tatuajes o cicatrices, pero apuntó la existencia de mezquinos en las manos. También describió su actitud: “Se muestra ansioso, suspicaz, reservado y evasivo, con hostilidad encubierta. Se torna sensible”.

El psicólogo lo consideró lúcido y orientado, con la memoria conservada y dueño de un pensamiento con nivel concreto y de contenido lógico, coherente y congruente, con curso rápido tanto inductivo como deductivo, pero con una realidad de contenido bloqueada y pobre y con una formación conceptual de subvaloración. La primera impresión no arrojó ninguna alteración.

El hijo del Chapo mostró una capacidad de juicio crítica disminuida, tanto de sí mismo como de los demás, y una capacidad de organización y planeación irregular. Tanto su capacidad de análisis como síntesis fue considerada media baja.

En los rasgos del carácter, su tolerancia a la frustración, su capacidad de demora y su control de impulsos fueron considerados por el técnico en una escala media baja. “(El manejo de la agresión) Adecuado: canaliza hacia el estudio. Desplaza (hacia) actividades recreativas como el automovilismo.

Inadecuado: probable violencia sicológica hacia personas que no considera de su nivel socioeconómico”. Para el psicólogo, el hijo del narcotraficante y supuesto narcotraficante observaba conflicto con la autoridad, un rol de grupo sumiso y pasivo, una introyección parcial de normas y valores y un aprovechamiento limitado de la experiencia.

Se lee en el apartado de la dinámica de la personalidad: “Sujeto de 21 años. Proviene de una familia incompleta, aparentemente organizada y funcional con un nivel socioeconómico alto.

“Se muestra como una persona con baja motivación al logro, con niveles medios bajos de capacidad de demora, tolerancia a la frustración y control de impulsos. Con tendencia a canalizar la agresividad hacia la violencia psicológica. Inmaduro en su desarrollo e inseguro.

“Denota necesidad de apoyo y afecto. No obstante, es suspicaz y sensible a la opinión que los demás tengan de él. Percibe a la figura paterna protectora y poderosa, como concepto, pero distante y ausente en la relación psicoafectiva. Idealiza a la figura materna atribuyéndole cualidades de guía, cuidado y protección dependiendo de ella para tomar decisiones.

“El tipo de relaciones que establece es utilitario y de dependencia o de dominación hacia personas que considera de menor rango o nivel. Utiliza como mecanismo de defensa la negación, la represión y la fantasía”.

Y concluyó: “Debido a las características de personalidad resulta vulnerable por su proclividad a afiliarse a grupos para y antisociales. Asimismo representa un riesgo institucional”, apuntó en referencia a la seguridad del Reclusorio Sur del Distrito Federal, la prisión de mediana seguridad en que estaba interno.

En ese mismo ejercicio, Iván Archivaldo Guzmán Loera resolvió, entre otros, el test de frases incompletas. También dibujó un hombre, una mujer y una casa con sus respetivas historias.

Lo que respondió el hijo del criminal, quien hasta el sábado 22 de febrero era el “más buscado del mundo”, muestra cómo la vida íntima de los narcotraficantes está hecha exactamente de lo mismo que de quienes no lo son.

Estos son algunos de sus reactivos y su complementación textual por parte del hijo del Chapo. 

1. Pienso que mi padre rara vez… “come carne”.
2. Cuando llevo la de perder… “aceptar las cosas”.
3. Siempre quise… “un carrito”.
4. Si yo tuviera autoridad… “fuera justo”.
5. El futuro me parece… “justo”.
6. Los hombres que son mis superiores… “se les respeta”.
7. Sé que es tonto pero tengo miedo… “a estar solo”.
8. Pienso que un verdadero amigo… “esta en las buenas y malas”.
9. Cuando era niño… “jugaba mucho”.
10. Mi idea de mujer perfecta… “mi mamá”.
11. Cuando veo a un hombre y una mujer juntos… “alegría”.
12. Comparada con la mayoría de las familias, la mía… “es buena”.
14. Mi madre… “es lo que mas quiero”.
15. Haría cualquier cosa por olvidar la vez que… “le contesté mal a mi mama”.
16. Ojalá mi padre… “estuviera conmigo”.
20. Anhelo… “ser mejor”.
22. La mayoría de mis amigos no saben que tengo miedo de… “estar solo”.
23. No me gusta la gente que… “es presumida”.
24. Antes de la guerra, yo… “ago paz”.
46. Siento que mi padre es… “buena persona”.
47. Cuando la suerte me es adversa… “la acepto”.
48. Cuando doy órdenes a los demás… “los respeto”.
52. Mis temores me obligan a veces… “aguantarme”.
54. Mi recuerdo infantil más vívido… “jugando futbol”.
57. Cuando era niño, mi familia… “hacia piñatas”.

El Chapito escribió lo siguiente al reverso de la hoja en que trazó un muchacho sonriente. La transcripción es textual: “Erase una vez un niño de 10 años y le hicieron una fiesta muy bonita estaban todos sus amigos y siguio cumpliendo años aoraya tiene 16 y esta muy bien se yeva bien contodos juegafutbol en la escuela estudia y trabaja en el fututo va a encontrar a una persona que se quieran y respeten mutuamente y se casen y tengan hijos bonitos en lo que le gusta y estar bien”.

  (RIODOCE/  Redacción/ )

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