sábado, 11 de mayo de 2013

CELEBRAN MADRES; MARCHAN Y EXIGEN JUSTICIA


 
México, DF.- María Herrera no sonríe. Su ceño es fruncido y su mirada lúgubre siempre está fija en el suelo.

A sus 63 años de edad carga un dolor infinito en el alma. Se cuestiona por qué no ha muerto, y se responde que la memoria de sus hijos es lo que le da aliciente a su vida.

“Raúl me daba mucha esperanza, decía que, como era el más pequeño, estaba destinado a ser el báculo de mi vejez; Salvador tenía una mirada de paz y tranquilidad, jamás lo vimos enojado, siempre lleno de ternura y cariño”, cuenta.

“Luis, de temperamento fuerte, me ayudaba cuando me veía haciendo algo; me quitaba el trabajo de la mano. Gustavo, el bromista, buscaba la forma de hacerme salir de mi paso”, detalla en entrevista.

En dos años, de 2008 a 2010, la violencia en México le desapareció a cuatro de sus ocho hijos, sin que hasta el momento las autoridades sepan sus paraderos.

Ayer, en el Día de las Madres, al igual que unas 150 mujeres, María marchó sobre Paseo de la Reforma para exigir, implorar, suplicar al Gobierno atender la problemática y buscar a los ausentes.

La cita fue a las 10:00 horas en el Monumento a la Madre. Vestidas de blanco y con la esperanza de volver a abrazar a sus familiares, las mujeres se encaminaron hacia El Ángel de la Independencia con un tapabocas con la leyenda en rojo: “¿Dónde están?”.

La protesta,fue convocada por la organización Familias unidas por nuestros desaparecidos en México, con el apoyo del obispo de Saltillo, Raúl Vera y el sacerdote Pedro Pantoja.

Allí estaban presentes familiares de desaparecidos del norte, centro y sur del país, incluso de Centroamérica. Las mujeres cargaban enormes mantas con fotografías de niños, adolescentes y adultos de ambos sexos.

Según cifras oficiales, más de 26 mil personas desaparecieron durante el gobierno de Felipe Calderón (2006-2012), en medio de una estrategia de combate frontal en contra del crimen organizado. 

Hacen llamado a EPN

Cada uno imploraba la aparición de su hijo o hija. No obstante, el llamado se convertía en uno solo al reprochar el desdén de la administración del Presidente Enrique Peña.

“Que se haga una búsqueda inmediata, porque desde que entró la Ley de Víctimas no hemos tenido la respuesta que el Presidente había dicho. Nos sentimos muertas en vida”, expresó Beatriz Flores, mamá de José Antonio Ángeles, un sordomudo desaparecido con otros cuatro hombres en febrero de 2012.

“Nuestros expedientes crecen, pesan más, sin embargo, la investigación de campo y de búsqueda no existe, puro diálogo, no hay trabajo aún”, reprochó Irma Leticia, cuyo hijo fue secuestrado el 11 de enero de 2011.

“Este amor tan grande es el que nos hace movernos. Nos dicen que si tenemos miedo, pero el miedo ya se quedó chiquito ante tanto dolor. Es terrible que una madre esté marchando el 10 de mayo, vengo de Chihuahua buscando a mi hijo, diciendo al Presidente (Peña) que nos ayude, que no sean promesas, que ellos pueden buscarlos porque el que busca encuentra, pero no hay avances, vamos y nos dicen que sí, pero salimos y no vemos resultados”, criticó la mamá de Mario Morales, desaparecido en Chihuahua.

“Aquí estamos para visibilizar y pedirles que trabajen, que hoy investiguen que sea una búsqueda real, que busquen, que no simulen como el sexenio anterior ¿Qué tenemos que festejar? Nada, no tenemos un hijo que nos venga abrazar, no queremos regalos, queremos a nuestros hijos.

“Dicen que no tienen presupuesto, pero se dan lujos, no tienen para darnos copia de un expediente, pero sí para comprar carros nuevos; queremos que nos apoyen para encontrarlos con vida, porque ellos quieren que nos contentemos con fosas clandestinas, con cadáveres en Ceferesos”, expresó Yolanda Morán, quien busca a su hijo desaparecido desde 2009.

Las madres, vestidas de blanco y cargando flores colocaron retratos de sus hijos en las escalinatas y brindaron testimonio de sus casos.

Los participantes de la movilización gritaron consignas contra el Gobierno, colocaron fotos de desaparecidos y pusieron carpas para hacer una comida.

En febrero pasado, Amnistía Internacional hizo un llamado al gobierno de Enrique Peña Nieto para investigar los casos, mientras que Human Rights Watch denunció que México vive “una de las peores crisis en materia de desapariciones que se hayan producido en América Latina”. 

“Somos madres angustiadas, llenas de dolor pero lo convertimos en fuerza para venir a exigir que encuentren a nuestros hijos”, dijo Carmen Ortiz, madre de Héctor Rangel Ortiz

Tres carriles de Avenida Reforma fueron ocupados por la manifestación cobijada por el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, Amnistía Internacional, académicos e integrantes de centros de derechos humanos.

La parada obligatoria fue el edificio central de la Procuraduría General de la República (PGR) donde las mujeres se hermanaron con aquellas que desde el jueves están huelga de hambre afuera de la dependencia, para exigir resultados concretos sobre la desaparición de sus hijos.

“Un sexenio nos ignoraron, esperamos que este Gobierno se ponga a trabajar, aquí estamos para visibilizarlos, pedirles que trabajen, que hagan una investigación científica, una búsqueda en realidad, que no simulen como el sexenio anterior. Estamos sufriendo, ¿qué tenemos que festejar nosotros hoy?, ¡nada!, no tenemos un hijo que nos venga a abrazar”, reprobó Yolanda Morán.

“Les pedimos una búsqueda en vida y ellos quieren contentarnos con fosas clandestinas o cadáveres en Ceferesos”, sostuvo otra mujer que busca a su hijo Dan Jeremeel.

El pase de lista de los desaparecidos duró unos tres minutos, cinco listas con 25 nombres cada una.

“Dejar de llorar es empezar a morir”, expresaron antes de retirarse.

Primera huelga de hambre

La primera huelga de hambre ciudadana para hacerse oír por el gobierno de Enrique Peña Nieto inició la mañana del jueves, una decena de madres con hijos desaparecidos, acompañadas por familiares con víctimas de la violencia del sexenio pasado, quienes instalaron un campamento frente a la PGR para exigir que cesen las excusas institucionales y las autoridades encuentren a sus familiares.

Las mujeres y el puñado de hombres llegaron de Michoacán, Jalisco, San Luis Potosí, Estado de México, Chihuahua, Coahuila, Veracruz y Distrito Federal, para instalarse en la lateral de la avenida Reforma. No probarán bocado hasta que el procurador Jesús Murillo Karam o Peña Nieto las atiendan.

A la cabeza se encuentra Margarita López, madre de Yahaira Guadalupe Baena –veinteañera desaparecida en Oaxaca el 13 de abril de 2011–, quien había realizado un ayuno de diez días frente a la Secretaría de Gobernación apenas en noviembre anterior.

Ella y las demás manifestantes mostraron su enojo debido a que, desde que comenzó el gobierno priista, en la Procuraduría General de la República (PGR) les han dicho que no tienen recursos para hacer las diligencias correspondientes para encontrar a sus hijos vivos o muertos, y que Províctima tampoco tiene presupuesto para atenderlas.
 
 (ZOCALO/ Agencias/ 11/05/2013 - 03:00 AM)

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