miércoles, 3 de abril de 2013

UNA MUJER CONTROLARÁ A LOS ZETAS EN PRISIÓN



Gregoria Salazar Robles es por ahora la responsable del penal del Topo Chico, en NL, donde esa banda delictiva tiene preeminencia

Aracely Garza/ Excélsior
MONTERREY, 27 de marzo.- El vocero de seguridad en la entidad, Jorge Domene, confirmó que la responsabilidad del penal del Topo Chico está actualmente en manos de una mujer.

En rueda de prensa, reconoció que Gregoria Salazar Robles funge actualmente como encargada de ese centro penitenciario.

“El tema que sea mujer o no, no le condiciona o le resta méritos; es una persona que lleva ocho años dentro de la administración y ha estado en varios cargos dentro de distintos penales”, sostuvo el funcionario.

Domene agregó que Salazar Robles llevaba un año como subdirectora de ese centro de reclusión y dentro del sistema de administración penitenciaria ha ocupado cargos jurídicos y de operación.

Indicó que no ha recibido el nombramiento oficial, pero ya tiene todas las pruebas y actualmente se están viendo todos los movimientos y ajustes que se hacen en el sistema, por la aprehensión de los funcionarios involucrados con los hechos del penal de Apodaca, el pasado 19 de febrero.

La mujer quedó como encargada del penal del Topo Chico debido a que el director Fernando Domínguez Jaramillo ahora ocupa el cargo de director de Administración Penitenciara en el estado.

El del Topo Chico es un penal con sobrepoblación. Tiene más de 3 mil 500 reos del fuero común y federal, y en él se han registrado muertes de reos a manos de otros grupos.

Se ha mencionado desde hace meses, de manera extraoficial, que el control de ese centro penitenciario lo tienen los propios delincuentes.

En agosto del año pasado, custodios permitieron la entrada de dos vehículos con cuatro empistolados que llegaron a los locutorios para matar a un reo.

En junio de ese mismo año, un comando que viajaba en varias camionetas lanzó cuatro granadas al penal y al Palacio de Justicia; una estalló en el estacionamiento y dejó lesionado a un guardia privado y a un custodio.

También se ha comentado que el control del interior lo tienen Los Zetas, que operan en un aparente pacto de no agresión con miembros de otros grupos también presentes en el centro, como el cártel del Golfo y los Beltrán Leyva.

En el interior del penal, los capos viven con lujos y cada fin de semana organizan fiestas con mujeres que son llevadas desde el exterior.

Además, los cabecillas cobran cuotas a los reclusos desde que ingresan al penal y por cualquier motivo ordenan golpizas y torturas, según testimonios de personas que han estado recluidas.

Con información de gabinete
(EXCELSIOR/ Aracely Garza / 27/03/2012 10:41)

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