viernes, 5 de abril de 2013

ROBO Y SILENCIO



Águeda Barojas Ontiveros
Cuando me dijeron, hace como dos semanas, que al alcalde Otto Claussen Iberri, le habían robado una table o un teléfono celular, la verdad no creí.

Y es que suena increíble.  Sin embargo, resultó cierto y gracias a que al presidente municipal le robaron, San Carlos se libró de una banda de ladrones que quién sabe desde cuándo estaban cometiendo estos ilícitos.

¿Por qué el presidente se quedó callado? ¿Por qué si sabía que se aproximaba el periodo vacacional de Semana Santa no alertó a lo vacacionista para que extremaran precauciones?

No lo hizo por cuidar su imagen, más que la del destino turístico. Dejó a merced de esa “banda” de ladrones a miles de personas.

Desde el día en que le robaron y gracias a que el restaurante donde se encontraba le proporcionó el video cuando se observa cómo abren su carro, es que pudieron dar con ellos.

De no ser por el video, la victoria no se estaría presumiendo. Así de sencillo.

Una vez esclarecido su robo el alcalde filtró a través de su director de Seguridad Pública, a uno cuantos medio la detención de esta familia dedicada al robo en ese lugar.

Ojalá le robarán más seguido al alcalde, Guaymas sería otro. Y es que el robo es el pan nuestros de todos los días.

¡BURROSS!

Los que demostraron padecer el síndrome de Enrique Peña Nieto, fueron las autoridades municipales de Guaymas, quienes por ignorancia, indiferencia o valemadrismo, dejaron ir la oportunidad de que el Librobus de Conaculta estuviera unos días en esta ciudad.
Como se sabe,  el Librobus es un proyecto que pretende accesar material bibliográfico y productos culturales a bajo costo, con el cometido de incentivar el interés de las nuevas generaciones por el hábito de la lectura.

En un país en donde está comprobado que se lee poco, proyecto como estos deben ser impulsados y apoyado, pero a las autoridades de Guaymas les pasó de noche.

Los encargados del proyecto intentaron solicitar el permiso correspondiente para instalar el Librobus y nunca fueron recibidos por las autoridades. ¿Dónde he escuchado esto?

El proyecto llegó hace una semanas a Empalme, Huatabampo, Navojoa, Nogales, entre otros municipios, menos Guaymas.

Los encargados del Librobus se fueron con un mal sabor de boca y por supuesto que sus comentarios fueron que en esta ciudad las autoridades nunca los recibieron.

EL COBIJO EN EL ABANDONO

Hace uno días un conocido guaymense, el señor Chago Castro, denunció a este medio que haría una huelga de hambre en el Cobijo San José para protestar por las irregularidades y malos tratos cometidos contra los ancianos.

Bastó con que iniciara su protesta para que el DIF enviara personal al lugar a regañarlo.

El también inquilino de ese lugar hizo serias acusaciones relacionadas no solo con los malos tratos que dan a los ancianos sino con el robo del dinero que algunos tienen por su pensión.

Dio nombres y apellidos y ancianos a los que mes a mes le quitan de su tarjeta la pensión.

Es una acusación muy seria, que debería investigarse, pero mientras la protesta sirvió para que el DIF y sus “benefactores” despertaran y se acordaran que tienen un compromiso con ese lugar.

Ahora mismo el DIF y su “benefactor” Marco Antonio Llano Zaragoza, promovió el cambio del Patronato.

Queda claro que nadie se acordaba del Cobijo, tan no se ocupaban de ese lugar y sus ancianos que después de la protesta de Chago Castro, reaccionaron.

En el boletín de prensa enviado a los medios  lo reconocen todo: “con el fin de cambiar el estilo de vida, eficientar el servicio y brindar una mejor atención a los adultos mayores que se encuentran asistidos en ese lugar, impulsamos la renovación del Patronato. O sea, las cosas sí andaban mal.

(EL PORTAL DE LA NOTICIA/ Águeda Barojas Ontiveros/ Jueves, 04 de Abril de 2013 19:38)

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