Un pasivo laboral de 2 billones de
pesos, un eventual conflicto con el sindicato, el desplome de los precios del
petróleo y un recorte de 100 mil millones de pesos en su presupuesto es lo que
enfrenta hoy en día Pemex. El Gobierno ayer lanzó un plan para rescatar la
ahora empresa productiva del Estado
Pemex debe realizar un importante desembolso al
despedir a uno de sus trabajadores, en condiciones que son superiores a las que
establece la Ley Federal del Trabajo
"Tenemos que concentrar esfuerzos en facilitarle
las cosas a Pemex, con lo que me refiero a darle incentivos para que se
mantenga en la buena senda”
Luis Madrazo Lajous
jefe de la Unidad de Planeación Financiera de la SHCP
2 billones de pesos es el pasivo laboral de la empresa
40 trabajadores por día dejaron -en promedio- de
pertenecer a Pemex
10,553 plazas pidió Emilio Lozoya a la SHyCP se
cancelaran para este año
Petróleos Mexicanos (Pemex)
no enfrenta en las mejores condiciones la apertura del sector energético en
México.
Un recorte de 100 mil
millones de pesos anunciado para este año; la caída en los precios
internacionales del petróleo; la baja en la producción; las deudas con sus
proveedores; el pasivo laboral de 2 billones de pesos, y el gasto que deberá
hacer por los despidos que vendrán en los próximos meses, son una pesada carga
para la ahora llamada empresa productiva del Estado.
A todo esto se suman las condiciones
que el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) ha
impuesto a la empresa, que pueden significar el último clavo del ataúd que
sepultará a la empresa.
La Secretaría de Hacienda ya
ha anunciado un posible rescate a la empresa del Estado pero, ¿podrá
recuperarse Pemex con la carga de los beneficios que debe pagar?
EL REMEDIO MILLONARIO
Pemex comenzó desde el año
pasado con ajustes de personal para combatir sus problemas financieros, pero el
remedio puede salirle muy caro y costarle miles de millones de pesos.
De acuerdo con información de
la propia empresa, a principios del 2015 su planta laboral era de 153 mil 085
trabajadores; para finales de ese año, eran 138 mil 391 empleados. Hubo una
reducción de 14 mil 694 plazas en 2015; esto es, un promedio de 40 trabajadores
por día dejaron de pertenecer a Pemex. Para 2016, la empresa productiva del
Estado ha anunciado que realizará un recorte de más de 10 mil plazas de
trabajo.
En una de sus últimas
acciones antes de su salida como director de Pemex, Emilio Lozoya Austin pidió
a la Secretaría de Hacienda la cancelación de 10 mil 553 plazas para este año.
El hecho de que las plazas
sean canceladas implica no solo que saldrán los trabajadores que están en
activo, sino que ahora será imposible que las “hereden” a sus familiares –como
era práctica común en la empresa.
Sin embargo, esto no
necesariamente será barato para Pemex.
INDEMNIZACIONES Y LIQUIDACIONES
Las condiciones que el
sindicato, dirigido por Carlos Romero Deschamps, negoció con la empresa
significan desembolsos millonarios para pagar las indemnizaciones y
liquidaciones a sus trabajadores.
De acuerdo con el Contrato
Colectivo de Trabajo que rige las relaciones laborales de los empleados
sindicalizados con Pemex, la empresa debe realizar un importante desembolso al
despedir a uno de sus trabajadores.
Como pago por liquidación,
Petróleos Mexicanos debe entregar a sus ex trabajadores cinco meses de salario
ordinario; 20 días de dicho salario por cada año de servicios, y una prima de
antigüedad de 20 días de salario ordinario por cada año de servicios.
Estas condiciones son
superiores a las que establece la Ley Federal del Trabajo.
En dicha ley se establece que
los patrones deben pagar, a un trabajador que despidan, tres meses de salario y
el importe de 20 días por cada año trabajado.
En Pemex, los trabajadores
que son despedidos reciben cinco meses de sueldo y 40 días de sueldo por cada
año trabajado.
Otro de los beneficios que
tienen los trabajadores de Pemex que serán despedidos es que, si en el último
año de servicio tuvieron dos salarios diferentes, para su liquidación se tomará
el promedio de ambos; pero si éste es menor que el último percibido, el
trabajador recibirá el más alto.
Los beneficios de liquidación
de Pemex alcanzan también a los trabajadores que voluntariamente presenten su
renuncia.
Si un empleado de la empresa
con 15 años de antigüedad renuncia a su puesto de trabajo, Pemex debe pagarle
20 días de salario ordinario por cada año de servicio; además, una prima de
antigüedad de 20 días de salario por cada año de servicio.
SINDICATO DECIDE
En la última negociación
contractual que rige el contrato colectivo de trabajo del 2015 al 2017 se
establece que si bien Pemex tiene “amplias facultades” para modificar su
estructura en pos de mejorar su productividad, la decisión recae en un órgano
en el que participa el STPRM.
“Para la reducción de puestos
y supresión de departamentos, previamente deberá exponer al sindicato las
razones fundadas que originen esto.
“La Comisión Nacional Mixta
de Reacomodo (…) tendrá amplias facultades para determinar e identificar
plenamente cuales son los trabajadores de planta que deban quedar disponibles y
establecer la forma más conveniente de su reacomodo, jubilación o liquidación,
según proceda”, expone la cláusula 20 del Contrato Colectivo de Trabajo.
La Comisión Nacional Mixta
está conformada, según el propio Contrato, por miembros del STPRM y de la
subdirección de relaciones laborales de Pemex.
Empero, si en algún momento
hay un desacuerdo entre ambos miembros de la Comisión, el asunto será resuelto
directamente por el subdirector de relaciones laborales de Pemex y el
secretario general del STPRM.
Es decir, el control último
de quién se queda y quién se va está en manos de Carlos Romero Deschamps, el
líder del sindicato.
Además del costo de las
liquidaciones, Pemex arrastra un pasivo laboral de billones de pesos por las
jubilaciones de sus trabajadores.
Sin embargo, con los cambios
que se pactaron en meses recientes para intentar disminuir el pasivo laboral,
al aumentar la edad de jubilación y otras modificaciones, el monto bajó.
A finales del 2014, el pasivo
laboral de Pemex se ubicaba en 1.47 billones de pesos; al cierre del 2015,
dicho pasivo ya se encontraba en 1.27 billones de pesos.
El pasivo laboral es la deuda
que la empresa tiene tácitamente con cada uno de sus trabajadores en caso del
pago de liquidaciones por despido o por el pago de pensiones.
PRODUCTIVIDAD, EN DUDA
A pesar de que el Gobierno
federal repitió sin parar el discurso de que la reforma energética serviría
para fortalecer a Pemex, la realidad es que la empresa va de mal en peor.
Un análisis del Centro de
Investigación para el Desarrollo (CIDAC) sostiene que los cambios promovidos
por la reforma energética no han sido suficientes para levantar a una empresa
en crisis.
“Si bien la reforma
energética tuvo como objetivo modernizar y convertir a Pemex en una empresa
productiva del Estado capaz de competir con actores privados nacionales e
internacionales, a casi tres años de su promulgación, la eficiencia y
productividad de Pemex siguen a la baja”, sostiene el análisis del CIDAC.
Uno de los más graves
problemas que identifica el Centro es el pasivo de la empresa.
En cinco años, el pasivo
total de Pemex ha crecido un 107 por ciento. El pasivo de largo plazo en el
2014, sostiene el CIDAC, llegó a 2.56 billones de pesos; alrededor del 50 por
ciento de esa cantidad corresponde al pago de prestaciones y jubilaciones de
empleados de Pemex.
Esta situación, sostiene el
Centro, es producto de una política de beneficios especiales para sus
trabajadores, como el derecho a una pensión después de 25 años de servicio y la
falta de aportaciones propias para el retiro.
“Esto quiere decir que un
trabajador que comenzara a trabajar en Pemex a los 30 años de edad podría jubilarse
a los 55 años, sin haber aportado recursos para su retiro. Dada la esperanza de
vida actual, Pemex tendría que continuar el pago a este trabajador por un poco
más de 20 años en promedio. A pesar de que este esquema fue modificado en el
2015, la gran carga del pasivo laboral se terminará de solventar en las décadas
por venir”, señala el CIDAC.
Un análisis de la Auditoría
Superior de la Federación (ASF) señala que el pasivo laboral de Pemex terminará
de pagarse hasta el 2055.
Esto ocurre a pesar de que
los trabajadores de Pemex han sido catalogados como los menos productivos en la
industria petrolera, a nivel mundial.
El mismo CIDAC, en el estudio
“3 dilemas, un diagnóstico para el futuro energético de México”, publicado en
el 2013, explicó que los trabajadores de Pemex tienen una productividad hasta
50 por ciento más baja que otras empresas, a nivel internacional.
Los trabajadores de Pemex,
por ejemplo, producían en ese entonces 16.7 barriles por trabajador; en tanto,
los de la brasileña Petrobras producen 32.1 barriles por empleado; la
estadounidense Shell, 37.9 barriles; o la noruega Statoil, 43.1 barriles por
trabajador.
El CIDAC sostuvo que la
existencia del STPRM ha sido perjudicial para Pemex por la politización que ha
acarreado a las decisiones de negocio.
Cualquier medida para mejorar
la productividad y quitar privilegios a los trabajadores, sostiene el Centro,
siempre ha sido frenada por el temor de la clase política a enfadar a los
sindicalizados y perder así el apoyo y el de sus familias.
HACIENDA, AL RESCATE
El recorte presupuestal y el
alto nivel de endeudamiento de Pemex –que supera los 86 mil millones de
dólares, unos mil 500 millones de pesos- han prendido los focos rojos en la
Secretaría de Hacienda, que ya prepara un rescate financiero. Luis Madrazo
Lajous, jefe de la Unidad de Planeación Financiera de la Secretaría de
Hacienda, sostuvo en una entrevista con Bloomberg que la dependencia estudia ya
todas las alternativas que tiene para ayudar a Pemex.
“Todo está en consideración”,
dijo Madrazo, “tenemos que concentrar esfuerzos en facilitarle las cosas a
Pemex, con lo que me refiero a darle incentivos para que se mantenga en la
buena senda y mejore”.
Entre las soluciones que se
consideran está transferir capital a la empresa o disminuir su carga fiscal.
Sin embargo, la ayuda no vendrá de forma gratuita.
La Secretaría de Hacienda, a
cargo de Luis Videgaray, ha condicionado la entrega de recursos a la
demostración de que Pemex hace su mejor esfuerzo para mejorar sus áreas de
oportunidad y sus oportunidades de negocio, asociándose con otras empresas.
Pemex tuvo pérdidas por más
de 30 mil millones de dólares en el 2015 por la caída en los precios del crudo,
a lo que se suma la baja en la producción.
El capital que podrían llegar
a Pemex provendría de ingresos especiales que recibirá el gobierno a finales de
abril, como parte del superávit operativo del Banco de México. Madrazo afirmó,
sin embargo, que todavía no es una decisión tomada y se están estudiando todas
las posibilidades del caso. Entre las medidas que Pemex ha llevado a cabo se
encuentran el recorte de personal y la compactación de ciertas áreas, que
significarán ahorros en la operación, como anunció su nuevo director, José
Antonio González Anaya.
(REPORTE INDIGO/ IMELDA GARCÍA - Jueves
10 de marzo de 2016)
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