Los problemas para Citibank y
Banamex por el caso Oceanografía siguen creciendo. El banco arrastra un fraude
de miles de millones de pesos contra sus clientes, en el cual se vieron
involucrados algunos de sus más altos ejecutivos, de acuerdo con una denuncia
en la Corte de Distrito del Distrito Sur de Florida, que dibujó “la ambición y
deshonestidad” de esa institución contra el negocio y los inversionistas. Más
de 30 firmas afectadas por el banco presentaron la denuncia en Miami con la
petición de un juicio público, en cuyo texto incluyeron alegatos que podrían
ser embarazosos no sólo para la institución, sino para algunos de sus clientes.
En la demanda de 90 páginas,
los demandantes subrayan la investigación del Departamento de Justicia por
lavado de dinero en contra de Citibank y su filial Banamex, así como las
relaciones del banco con Carlos Hank Rhon y su negocio financiero, dentro de la
averiguación sobre los controles de la institución en el lavado de dinero. El
nombre de Hank Rhon ha estado vinculado desde hace tiempo a Oceanografía.
Cuando Banamex denunció a Oceanografía en 2014 por un fraude de más de 500
millones de dólares, un enviado del entonces director de Pemex, Emilio Lozoya,
le ofreció al dueño de la empresa, Amado Yáñez, que no procederían legalmente
contra él, a cambio de que le entregara a Hank Rhon la compañía.
Yáñez se negó y comenzó una
lucha legal ampliamente descrita en la demanda presentada en la Corte de
Florida. Los demandantes afirmaron que para ocultar su fraude, Citibank y Banamex
se victimizaron y buscaron culpar a terceros, cuando en realidad fue la
institución la que se benefició durante los años en que trabajó con
Oceanografía. “El caso surge de un esquema que Citigroup, el cuarto banco más
grande de Estados Unidos, desarrolló con su cliente, Oceanografía, para ganar
millones de dólares en intereses”, dice la demanda. “Este esquema provocó que
mucha gente inocente, incluidos tenedores de bonos en Estados Unidos y
acreedores, perdieran colectivamente más de mil 100 millones de dólares”.
Cuando menos cuatro
ejecutivos de alto nivel incurrieron en presuntos actos criminales, y más de
una docena renunció o fue despedida, entre los que se encuentran las dos
figuras de mayor rango durante ese periodo, Manuel Medina-Mora, el poderoso
vicepresidente de Citigroup, y Javier Arrigunaga, quien era director general de
Banamex. La demanda expone detalladamente el esquema del fraude del que acusan
al banco, que incorpora las investigaciones por lavado de dinero como un
ejemplo de cómo los controles internos y los protocolos de seguridad de la
institución en Nueva York fueron vulnerados por sus ejecutivos en México.
De acuerdo con la agencia
Bloomberg, el Departamento de Justicia inició una investigación en julio del
año pasado para determinar si Citigroup permitió que sus clientes movieran
dinero ilícito a través de Banamex. Previamente, los reguladores estadunidenses
encontraron que la filial Banamex USA había incurrido en esa práctica, lo que
motivó una multa de 140 millones de pesos y su posterior cierre.
En un despacho de prensa en
noviembre pasado, Bloomberg explicó con un caso real la forma como operaban ese
banco. Tomó por ejemplo a Antonio Peña Argüelles, el empresario mexicano
sentenciado en 2014 por lavado de dinero y narcotráfico, colaborador del
exgobernador de Tamaulipas, Tomás Yarrington, que abrió una cuenta en Banamex
USA en 2005, mediante documentos que decían que tenía un pequeño negocio de
ganado, y que depositaría 50 dólares el mes.
Una semana después,
transfirió 7 millones de dólares de una cuenta en la Ciudad de México,
presuntamente de Los Zetas. En total, hizo movimientos financieros por casi 60
millones de dólares sin que el banco reportara a las autoridades los
movimientos irregulares. “La administración y la supervisión del consejo en los
asuntos del banco ha sido críticamente deficiente”, estableció un reporte
confidencial de la Corporación Federal de Depósitos de Seguros y del
Departamento de Supervisión de Negocios de California, consultado en aquel
momento por Bloomberg. “Su disposición a mantener la relación con un cliente
identificado con una actividad ilícita importante, es reveladora por el apetito
del consejo por los riesgos en su reputación y de lavado de dinero”.
Las investigaciones sobre el
lavado de dinero en Citibank y Banamex están en curso y poco se ha sabido de
tres empresas sobre las cuales hay presunción de que tuvieron operaciones
ilícitas. Dos de ellas, Interacciones y Hermes, son presididas por Hank Rhon,
mientras que la tercera es Monex, que durante la campaña presidencial de
Enrique Peña Nieto fue investigada por haber participado en financiamientos
ilícitos, de lo que finalmente fue exonerada por los órganos electorales.
Las líneas de investigación
en el Departamento de Justicia tocan a empresarios y banqueros con conexiones
al Estado de México. No pasaría de ser sólo una coincidencia, a no ser que
desde que Peña Nieto era candidato existían sospechas en Washington de una
eventual laxitud en el combate al narcotráfico. No fue así durante el primer
trienio, pese a que en los primeros ocho meses varios de sus colaboradores
alimentaron con acciones fallidas esa suspicacia.
La demanda en Florida podría
abrir una nueva ventana en esa dirección, que empataría en tiempos con la
agonía del sexenio. Como resultado del Caso Oceanografía, Citigroup cambió a
sus ejecutivos en México, pero hasta ahora, ni el corporativo ni Banamex, han
dado su opinión sobre el juicio que se pidió en Estados Unidos.
(ZOCALO/ COLUMNA” ESTRICTAMENTE
PERSONAL” DE RAYMUNDO RIVA PALACIO/ 10 DE MARZO 2016)
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