El
plan de infraestructura federal para 2015 implica un desembolso histórico. Para
el siguiente año –cuando se renovará el Congreso y nueve gubernaturas– el
gobierno propone gastar casi 50 mil millones de pesos en obras como el nuevo
aeropuerto del DF y un tren bala a
Querétaro. Pero como la economía mexicana está prácticamente estancada, esa
fiebre constructora deberá pagarse con dinero prestado. Si la administración de
Enrique Peña Nieto no ha manifestado mayor talento para dinamizar las finanzas
nacionales, sí lo ha mostrado para endeudarse: en sólo dos años contrató
créditos por un billón 235 mil millones de pesos.
MÉXICO,
D.F. (Proceso).- El gobierno del presidente Enrique Peña Nieto está por dar
otra prueba del regreso del viejo PRI al mando del país. En 2015 –año
electoral, en el que se renuevan nueve gubernaturas estatales, 17 congresos
locales, la Cámara de Diputados federal y las alcaldías de 16 entidades–
destinará centenas de millones de pesos para construir grandes obras de
infraestructura de “alto impacto social”.
Ya
las había anunciado el presidente Peña Nieto el martes 2 con ocasión de su
Segundo Informe de Gobierno, y en el paquete económico para 2015, entregado a
las cámaras legislativas el viernes 5, se determina lo que se gastará en esas
obras.
Para
el nuevo aeropuerto de la Ciudad de México se proyectan 16 mil 200 millones de
pesos, y para la construcción de los trenes de pasajeros México-Toluca,
México-Querétaro (de alta velocidad) y el tren eléctrico de Guadalajara se
piden 15 mil 100 millones de pesos.
Tan
sólo esos proyectos consumirán 31 mil 300 millones de pesos: 65% del total de
48 mil 300 millones que plantea destinar a los proyectos de “alto impacto
social”, según el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para el
siguiente año.
Los
restantes 17 mil millones de pesos se ocuparán para emprender –entre otras
obras de alto rédito electoral– la extensión de la Línea 4 del Metro, de Martín
Carrera, en el Distrito Federal, a Ecatepec, en el Estado de México; la
expansión de la Línea A del Metro, de La Paz a Chalco, en el Estado de México;
la extensión de la Línea 9, de Tacubaya a Observatorio, en el Distrito Federal,
y la ampliación de la Línea 12, de Mixcoac a Observatorio, en el Distrito
Federal.
“En
total –dijo Peña Nieto el martes 2– estos cuatro proyectos de transporte masivo
en el Valle de México tendrán una longitud de 43.5 kilómetros, y mejorarán la
calidad de vida de nueve millones de personas. Esto significa que el Sistema de
Transporte Colectivo Metro tendrá un crecimiento de casi 20%”.
(Fragmento
del reportaje que se publica en la revista Proceso 1976, ya en circulación)
(PROCESO/
REPORTAJE ESPECIAL/ CARLOS ACOSTA CÓRDOVA/13 DE SEPTIEMBRE DE 2014)
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