México,
D.F.- Ariadna, una joven de 17 años de nacionalidad española y padres
ecuatorianos, ya no podrá celebrar la mayoría de edad el próximo mes de
octubre.
El
pasado miércoles por la tarde se ahorcó en una casa del distrito de Chamartín.
Tres días antes había sido supuestamente agredida sexualmente por un joven
ecuatoriano al que conoció por internet. Fuente: El Mundo
Desde
que Ariadna acudió a la comisaría junto a su padre, Marcelo Mejías, para
denunciar la supuesta violación hasta el día de su muerte la menor sufrió un
largo calvario médico, policial y judicial, según relata su progenitor.
"Declaraciones
interminables ante los agentes, exámenes médicos en el Hospital de La Paz, y
citaciones en el juzgado", enumera. Es la única respuesta que da su padre
para explicar el desafortunado final de su hija.
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Y
es que Ariadna, no dio muestras de lo mal que lo estaba pasando y aparentemente
no exhibió ningún estado de debilidad. Tampoco se lo transmitió ni a sus
familiares ni a sus amigas más íntimas. Nada hacía presagiar el trágico
desenlace.
El
presunto agresor sexual, de nombre David y de 20 años, fue detenido el mismo
día que la chica acabó con su vida. Tras su declaración ante el juez el pasado
jueves en la que negaba que hubiese violado a la chica, y tras confesar una y
otra vez que eran novios dentro de una relación consentida, fue puesto en
libertad. David se enteró del suicidio de la chica nada más salir del juzgado.
No sabía nada.
La
relación sentimental entre David y Ariadna acababa de comenzar, de manera
virtual, tras haberse conocido por Facebook. Se gustaban mutuamente por lo que,
tras largas conversaciones, decidieron dar el paso y conocerse en persona.
Eligieron
el sábado 6 de septiembre, a las 16.15 horas. Quedaron dentro del metro de
Pueblo Nuevo, junto a los tornos. Tras una buena primera impresión, decidieron
ir a dar un paseo por la Casa de Campo tomando la línea 5.
Una
vez allí, David compró un par de botellas de vino tinto en una tienda de
alimentación regentada por un chino para animar la cita. Ariadna no estaba
acostumbrada a beber. Tras tomarse un par de vasos se empezó a marear.
Sin
darse cuenta, a la joven pareja les dieron las 20.30, hora en la que Ariadna
había quedado con su padre. Éste la llamó para ir a buscarla, pero David la
incitó a que no contestara el teléfono.
La
menor se puso nerviosa y sin querer, en una de las muchas llamadas que le hizo
su progenitor, descolgó el móvil por error. Marcelo únicamente escuchó la voz
de un hombre diciendo "no le cojas más el teléfono". Acto seguido
colgaron.
En
la denuncia presentada por Ariadna en la comisaría de San Blas se refleja cómo
David consiguió convencer a la joven de que lo mejor era que sus padres no la
vieran en semejante estado de embriaguez y que lo mejor sería descansar un
poco.
Los
jóvenes se dirigieron a la Gran Vía llegando a esta céntrica calle sobre las
21.30. Buscaban algún hotel para pernoctar. Como los precios se salían de su
presupuesto, David llamó a su amigo Hair para que les brindará su casa. Hacia allí
pusieron el rumbo.
La
casa de Hair estaba cerca del metro de El Carmen. Mientras se dirigían hacia
ella, Marcelo seguía llamando al móvil de Ariadna sin que ésta lo contestase.
Según la denuncia, hubo un momento en el que la menor se sentía tan mal que
decidió llamar a su padre pero David le quitó el móvil para que no pudiera
avisar a nadie.
Antes
de subir a la casa de Hair, David compró otras cuatro botellas de vino tinto.
Dentro de la habitación de Hair, los tres jóvenes empezaron a beber, pese al
notable malestar Ariadna. Tras conversar durante un rato, decidieron echarse a
dormir.
Hair
se acostó en la única cama que había en la sala, mientras que David y Ariadna
lo hicieron en el suelo sobre una sabanas. La víctima afirmó en su denuncia que
una vez se apagó la luz, el supuesto agresor "empezó a besarla en la boca
y a realizarla tocamientos por los pechos y por debajo de la ropa". La
menor intentó resistirse, pero su estado de embriaguez hizo que careciese de
fuerzas para poder "quitárselo de encima".
Ariadna
continúo denunciando como se despertó sobre las 07.30 de la mañana sin ropa
interior y con sus partes más intimas "húmedas y melosas". Al
preguntarle a David que había pasado horas atrás, éste le respondió que
"no había pasado nada, nada malo". Continuaron hablando hasta las
09.20, hora en la que abandonaron la habitación de Hair.
Tras
este suceso Ariadna no exteriorizó su tristeza. El martes, un día antes de
acabar con su vida, habló con su madre que se encontraba en Ecuador atendiendo
unos asuntos personales. "No te preocupes amor (apodo con el que Ariadna
llamaba a su progenitora), no hace falta que vengas. De verdad que estoy
bien", recordaba la madre mientras relataba la historia a este diario
junto con Marcelo.
Un
Marcelo que tampoco vio nada raro en el comportamiento de su hija. "El
miércoles la dejé en su trabajo y me dijo que la recogiera por la noche, como
siempre. No sé que ha podido pasar", evocó el padre.
Hasta
el momento hay muchos interrogantes en el aire. Sin ninguna nota de suicidio en
el lugar de los hechos, los padres tampoco se explican cómo la Policía no se
llevó el teléfono de Ariadna para investigar los motivos, ya que, por ejemplo,
todos los WhatsApp del móvil estaban borrados.
(ZOCALO
/ Agencias/ 15/09/2014 - 05:42 PM)
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