Hay otro que tiene 12 años en gaveta
Eduardo VILLA
MEXICALI.- Más de 18 años son
los que ha permanecido el cadáver de un individuo en los frigoríficos
del Servicio Médico Forense, el cual no ha podido ser enviado a la fosa
común debido a la displicencia del Ministerio Público que no ha mandado
su liberación, pese al tiempo que ha transcurrido en esta condición.
Francisco Acuña Campa, titular del SEMEFO, señaló que este cuerpo
llegó a las instalaciones desde 1995 y hasta la fecha no se tiene ningún
dato referente al occiso, es decir, no tiene identidad, ni sitio de
hallazgo, ni mucho menos causa de muerte.
La razón por la que no ha podido ser enviado a la fosa común es porque la Procuraduría General de Justicia del Estado señaló en su momento que había elementos para considerar que el cuerpo podría haber sido asesinado, y solicitó la retención para investigar el caso.
Sin embargo, en todo este tiempo no se ha presentado un solo avance en la investigación, y cuando los funcionarios de la dependencia solicitan la carta de liberación, estos argumentan que se está indagando el posible homicidio, por lo que necesitan retener el cuerpo.
Esta respuesta se ha repetido desde hace 18 años, por lo que el cuerpo, que cabe señalar se encuentra en estado de cristalización por la temperatura a la que permanece expuesto, ha sido olvidado en el interior de una gaveta en el rincón de uno de los cuartos posteriores del SEMEFO que tiene una capacidad para albergar a 50 difuntos.
Así como este caso hay otro en similares condiciones descubierto en el año 2001.
Se trata de una osamenta localizada a la altura del kilómetro 28 de la carretera Mexicali-Tijuana que se presume es de una mujer, y de igual manera se desconocen las causas de su muerte e identidad, pero debido al poco interés de los agentes investigadores, ha permanecido literalmente congelada desde hace más de 10 años.
Se desconoce si su muerte fue violenta, pero debido a las características en las que fue encontrada, se catalogó de esta manera.
Pese a que se realizó la necropsia correspondiente en ambos casos, en ninguno se pudo determinar la causa de la muerte, toda vez que no existían elementos físicos para hacerla, ya sea por falta de tejidos o por las condiciones mismas del occiso.
De igual manera, este fenómeno ha ocurrido en el resto de la entidad, pero estos dos casos son los más extraordinarios que se tienen registrados.
Acuña Campa indicó que desde la entrada del Nuevo Sistema de Justicia Penal en Mexicali, el Código de Procedimientos Penales señala en su artículo 254 que los cadáveres que lleguen a la institución dependiente del Poder Judicial, permanecerán por dos semanas en los frigoríficos, y si no son identificados después de este lapso, serán enviados a fosa común salvo que el MP solicite una ampliación justificada.
Pese a que la Ley establece esto, solo en Mexicali hay 33 cuerpos que debían haber sido enviados desde hace meses, pero como el MP no ha realizado su trabajo correspondiente, permanecen resguardados, ocupando lugares que algunas veces son requeridos cuando tienen sobrecarga de trabajo.
Al ser cuestionado sobre si existe un hueco en la legislación, Acuña Campa rechazó la posibilidad y dijo que más bien la Procuraduría no está haciendo su trabajo, pues la Ley es muy clara en esta situación y no se ha respetado.
Una solución que propuso el propio Acuña es que cuando lleguen cuerpos en estas características, se extraiga un pedazo de tejido, para efecto de ser utilizado en caso de que se requerir una prueba de ADN para cualquier objeto, y con ello poder enviar los restos a la sepultura.
Referente a los cuerpos que son enviados a la fosa común, el funcionario señaló que de todos los cadáveres que llegan para la necropsia, el 1.5 por ciento de estos es enviado, pues la mayoría llegan a ser reclamados por sus familiares.
Aunque remarcó que muchas familias, sin saber decir una cifra exacta, prefieren enviarlos a la fosa común pese a que son identificados pues no cuentan con recursos económicos para solventar los gastos funerarios.
(EL MEXICANO/ Eduardo VILLA/ 25 de Julio 2013)
La razón por la que no ha podido ser enviado a la fosa común es porque la Procuraduría General de Justicia del Estado señaló en su momento que había elementos para considerar que el cuerpo podría haber sido asesinado, y solicitó la retención para investigar el caso.
Sin embargo, en todo este tiempo no se ha presentado un solo avance en la investigación, y cuando los funcionarios de la dependencia solicitan la carta de liberación, estos argumentan que se está indagando el posible homicidio, por lo que necesitan retener el cuerpo.
Esta respuesta se ha repetido desde hace 18 años, por lo que el cuerpo, que cabe señalar se encuentra en estado de cristalización por la temperatura a la que permanece expuesto, ha sido olvidado en el interior de una gaveta en el rincón de uno de los cuartos posteriores del SEMEFO que tiene una capacidad para albergar a 50 difuntos.
Así como este caso hay otro en similares condiciones descubierto en el año 2001.
Se trata de una osamenta localizada a la altura del kilómetro 28 de la carretera Mexicali-Tijuana que se presume es de una mujer, y de igual manera se desconocen las causas de su muerte e identidad, pero debido al poco interés de los agentes investigadores, ha permanecido literalmente congelada desde hace más de 10 años.
Se desconoce si su muerte fue violenta, pero debido a las características en las que fue encontrada, se catalogó de esta manera.
Pese a que se realizó la necropsia correspondiente en ambos casos, en ninguno se pudo determinar la causa de la muerte, toda vez que no existían elementos físicos para hacerla, ya sea por falta de tejidos o por las condiciones mismas del occiso.
De igual manera, este fenómeno ha ocurrido en el resto de la entidad, pero estos dos casos son los más extraordinarios que se tienen registrados.
Acuña Campa indicó que desde la entrada del Nuevo Sistema de Justicia Penal en Mexicali, el Código de Procedimientos Penales señala en su artículo 254 que los cadáveres que lleguen a la institución dependiente del Poder Judicial, permanecerán por dos semanas en los frigoríficos, y si no son identificados después de este lapso, serán enviados a fosa común salvo que el MP solicite una ampliación justificada.
Pese a que la Ley establece esto, solo en Mexicali hay 33 cuerpos que debían haber sido enviados desde hace meses, pero como el MP no ha realizado su trabajo correspondiente, permanecen resguardados, ocupando lugares que algunas veces son requeridos cuando tienen sobrecarga de trabajo.
Al ser cuestionado sobre si existe un hueco en la legislación, Acuña Campa rechazó la posibilidad y dijo que más bien la Procuraduría no está haciendo su trabajo, pues la Ley es muy clara en esta situación y no se ha respetado.
Una solución que propuso el propio Acuña es que cuando lleguen cuerpos en estas características, se extraiga un pedazo de tejido, para efecto de ser utilizado en caso de que se requerir una prueba de ADN para cualquier objeto, y con ello poder enviar los restos a la sepultura.
Referente a los cuerpos que son enviados a la fosa común, el funcionario señaló que de todos los cadáveres que llegan para la necropsia, el 1.5 por ciento de estos es enviado, pues la mayoría llegan a ser reclamados por sus familiares.
Aunque remarcó que muchas familias, sin saber decir una cifra exacta, prefieren enviarlos a la fosa común pese a que son identificados pues no cuentan con recursos económicos para solventar los gastos funerarios.
(EL MEXICANO/ Eduardo VILLA/ 25 de Julio 2013)
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