XALTIANGUIS,
Gro. (apro).- Habitantes del poblado de Xaltianguis, municipio de
Acapulco, decidieron esta noche mantener el bloqueo sobre la carretera
federal México-Acapulco –en apoyo al grupo de autodefensa que mantiene
retenidos a más de 15 soldados del 56 Batallón de Infantería–, aunque
también decidieron acudir este jueves a una mesa de diálogo propuesta
por representantes de la Secretaría de Gobernación (Segob).
Luego
de que fueran rebasadas las autoridades estatal y municipales para
destrabar el conflicto, Jaime Martínez Veloz, comisionado nacional para
el Diálogo con los Pueblos Indígenas, hizo llegar a los inconformes la
propuesta de la Segob para reunirse el jueves 25 en las oficinas de la
dependencia en la Ciudad de México.
Antes, los manifestantes, más
de mil personas entre niños, mujeres y hombres, habían rechazado la
propuesta de que una comisión se dirigiera a Acapulco para entablar un
diálogo con el alcalde de Acapulco, Luis Walton Aburto.
El rechazo
se extendió hasta el gobernador Ángel Aguirre, quien los atendería
este jueves en la residencia oficial Casa Guerrero en Chilpancingo.
Los
habitantes de este lugar, unidos por historias de terror relacionadas
con asesinatos, secuestros y extorsiones, acordaron mantener el bloqueo
para exigir el retiro del Ejército, que incursionó en este histórico
poblado a partir de la decisión de ciudadanos de armarse para confrontar
directamente a la delincuencia.
La acción de los pobladores
ocurre a dos días de que el comandante de la 27 Zona Militar, Mario
Lucio González, advirtió que se desarmaría al grupo de autodefensa y
consignaría a sus dirigentes ante las autoridades porque, advirtió, el
Ejército jamás se va a coordinar con civiles armados que se encuentran
fuera de la ley.
Cerca de las 15:25 horas, y después siete horas
de bloqueo, el asesor del Ejecutivo estatal, Ernesto Aguirre Gutiérrez,
arribó al lugar de la protesta acompañado por el dirigente de la Unión
de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), Bruno
Plácido Valerio, y otros funcionarios, a bordo de un helicóptero oficial
que aterrizó en la cancha de futbol del poblado.
El sobrino del
gobernador Aguirre se dirigió al líder del grupo de autodefensa de
Xaltianguis adherido a la UPOEG, Miguel Jiménez, a quien le notificó la
propuesta oficial y lo exhortó a liberar la importante vía que conecta
con el centro turístico de Acapulco.
Enseguida, Aguirre Gutiérrez
–quien ha asumido de facto las funciones del secretario de Gobierno–
ordenó al activista Bruno Plácido difundir el mensaje oficial al resto
de los manifestantes, quienes se mantuvieron en la carretera y, cinco
minutos después, se retiró del lugar en la aeronave, dando por
descontado que el conflicto estaba resuelto.
Incluso, en sintonía
con el discurso oficial, a las 17:10 horas la Secretaría de Seguridad
Pública (SSP) estatal en su cuenta de Twiter informó:
“En estos momentos se encuentra libre la circulación en carretera federal Acapulco-Xaltianguis, conduzca con precaución”.
Sin
embargo, cuando el dirigente de la UPOEG, Bruno Plácido, se dirigió a
los inconformes y, micrófono en mano pidió liberar la vía argumentando
que autoridades municipales y estatales atenderían a una comisión para
destrabar el conflicto, los manifestantes lo abuchearon y rechazaron el
ofrecimiento.
Entonces decidieron mantener el bloqueo y exigieron
la presencia en el lugar del gobernador Aguirre y del alcalde porteño,
Luis Walton.
“Cuando los políticos andan pidiendo el voto, van
directamente a las comunidades. Por eso las autoridades tienen que venir
al lugar de la protesta”, expresó una mujer.
Otro poblador, con
lágrimas en los ojos y voz entrecortada, reprochó el hecho de que a
partir de la conformación del grupo de autodefensa el Ejército ha
intensificado su presencia en Xaltianguis para hostigar a los ciudadanos
que decidieron armarse para confrontar directamente a los
narcotraficantes.
“Si los soldados hubieran estado aquí en otro momento, los delincuentes no habrían matado a mi padre”, acusó el joven.
La
multitud estalló en gritos de reproche a las autoridades
gubernamentales y rebasaron al dirigente de la UPOEG, que se tuvo que
replegar para hacer llamadas desde celular.
Luego los ciudadanos
acordaron resguardar a los niños en las casas y reforzar los dos puntos
donde mantienen bloqueada la carretera federal, así como cinco accesos a
este poblado que también se encuentran obstruidos.
Hasta las
23:00 horas de este miércoles, el bloqueo carretero se mantenía y los
habitantes de este lugar, ubicado a 50 kilómetros al norte del puerto de
Acapulco, se mantienen a la expectativa del resultado de la mesa de
diálogo que se realizará al mediodía con representantes de la Segob.
Desde
las 8:00 horas los inconformes bloquearon la carretera federal 95
México-Acapulco para manifestar su respaldo al grupo de autodefensa
adherido a la UPOEG.
Unos 15 militares destacamentados en el lugar
permanecen rodeados por pobladores que demandan la presencia de
autoridades gubernamentales para que asuman el compromiso de no desarmar
al grupo de autodefensa.
La queja reiterada de los pobladores es
que cuando la violencia estaba en su punto más alto, ninguna autoridad
resguardó la zona.
Y fue a partir de la conformación del grupo de
autodefensa respaldado por la UPOEG que el Ejército emprendió una
campaña de hostigamiento en contra de los ciudadanos que decidieron
armarse para defender sus vidas.
Los inconformes señalaron que
desde el viernes 19 los militares llegaron al lugar con el pretexto de
implementar campañas de labor social, hecho que fue calificado como algo
insólito.
No obstante, autoridades castrenses se han enfocado en
hostigar a los dirigentes del grupo de autodefensa y, en respuesta, los
pobladores salieron a manifestarse para exigir la salida del Ejército.
/24 de julio de 2013)
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