Veracruz .- El segundo comandante de la policía municipal de
Aquila, Adán González Vega, confesó ante autoridades de la PGJE que
mató al alcalde Gerónimo Manuel García Rosas porque se negó a pagarles
unas quincenas, es más, dice que el munícipe contestó burlón, “se los
voy a dar cuando yo quiera”. Fuente: lapoliciaca.com
En la Investigación Ministerial 305/2013, Adán González Vega relató que
el domingo 21 de julio un amigo lo invitó a una fiesta de cumpleaños de
un niño de seis años, en una casa que se localiza en la entrada de
Aquila, sobre la calle principal.
Aún cuando estaba de servicio, como a las siete de la noche del domingo llegó a la fiesta, con su arma de cargo, un revolver Taurus calibre 38, con sus elementos Alfonso Puga Rosas y Ramón Cansino Puga, quienes iban armados también.
Adán González detalló frente al fiscal Jaime Pizano Hernández que casi de inmediato les sirvieron de comer mole de panza, también unas cervezas, pues en los pueblos poco importa que el policía tome durante el servicio.
Mencionó que en un rato se llegaron a tomar diez cervezas cada uno, en la fiesta estaba como invitado el alcalde Gerónimo Manuel García Rosas, quien se encontraba conviviendo con unos amigos.
Después de un rato, contó el homicida, el alcalde fue hasta donde ellos se encontraban y se puso a convivir con sus policías, los cuatro estaban de pie y allí, entre cerveza y cerveza, también se tomaron una botella de litro de tequila, con refresquito de toronja.
Recuerda que habrían sido como a las once de la noche cuando le reclamó al alcalde el por qué no les había pagado las quincenas, pues él necesitaba su dinero, y asegura que el munícipe le contestó, “se los voy a dar cuando yo quiera”, pues argumentaba que no habían llegado sus pagos.
El segundo comandante sostiene que esa respuesta del alcalde le molestó mucho y también se enojaron sus elementos, “nos molestamos por lo que nos contestó el alcalde”, reconoció.
Después ocurrió la tragedia, “saqué mi arma de cargo y le disparé en dos ocasiones en el pecho, el alcalde cayó al piso lesionado”, explicó con una enorme sangre fría.
Tras el hecho, sus policías salieron corriendo y él también escapó rumbo al centro de Aquila y posteriormente se jaló hacia la barranca, pero a poca distancia lo alcanzaron unas personas que ya lo iban siguiendo, “ya no supe donde quedó mi arma de cargo”.
El segundo comandante permaneció sometido por los civiles hasta que se presentaron en Aquila elementos de la Policía Estatal, en tanto los otros dos policías pudieron huir rumbo a las Cumbres de Aquila.
Así, con la confesión detallada del crimen por parte del asesino y pruebas recabadas por el fiscal Jaime Pizano Hernández, anoche, la PGJE ejercitó acción penal en contra del segundo comandante Adán González Vega por los delitos de homicidio, abuso de autoridad e incumplimiento de un deber legal.
Aún cuando estaba de servicio, como a las siete de la noche del domingo llegó a la fiesta, con su arma de cargo, un revolver Taurus calibre 38, con sus elementos Alfonso Puga Rosas y Ramón Cansino Puga, quienes iban armados también.
Adán González detalló frente al fiscal Jaime Pizano Hernández que casi de inmediato les sirvieron de comer mole de panza, también unas cervezas, pues en los pueblos poco importa que el policía tome durante el servicio.
Mencionó que en un rato se llegaron a tomar diez cervezas cada uno, en la fiesta estaba como invitado el alcalde Gerónimo Manuel García Rosas, quien se encontraba conviviendo con unos amigos.
Después de un rato, contó el homicida, el alcalde fue hasta donde ellos se encontraban y se puso a convivir con sus policías, los cuatro estaban de pie y allí, entre cerveza y cerveza, también se tomaron una botella de litro de tequila, con refresquito de toronja.
Recuerda que habrían sido como a las once de la noche cuando le reclamó al alcalde el por qué no les había pagado las quincenas, pues él necesitaba su dinero, y asegura que el munícipe le contestó, “se los voy a dar cuando yo quiera”, pues argumentaba que no habían llegado sus pagos.
El segundo comandante sostiene que esa respuesta del alcalde le molestó mucho y también se enojaron sus elementos, “nos molestamos por lo que nos contestó el alcalde”, reconoció.
Después ocurrió la tragedia, “saqué mi arma de cargo y le disparé en dos ocasiones en el pecho, el alcalde cayó al piso lesionado”, explicó con una enorme sangre fría.
Tras el hecho, sus policías salieron corriendo y él también escapó rumbo al centro de Aquila y posteriormente se jaló hacia la barranca, pero a poca distancia lo alcanzaron unas personas que ya lo iban siguiendo, “ya no supe donde quedó mi arma de cargo”.
El segundo comandante permaneció sometido por los civiles hasta que se presentaron en Aquila elementos de la Policía Estatal, en tanto los otros dos policías pudieron huir rumbo a las Cumbres de Aquila.
Así, con la confesión detallada del crimen por parte del asesino y pruebas recabadas por el fiscal Jaime Pizano Hernández, anoche, la PGJE ejercitó acción penal en contra del segundo comandante Adán González Vega por los delitos de homicidio, abuso de autoridad e incumplimiento de un deber legal.
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