Llama a "investigar quiénes son los
responsables de ponerle en bandeja de plata a esta empresa un negocio que ahora
mismo podría ser el más rentable para Petróleos Mexicanos".
En Petróleos Mexicanos se
sigue operando “mediante lavado de dinero con empresas contratistas; mediante
el robo de hidrocarburos, que por cierto este año llegó a un récord en el
número de tomas clandestinas; y mediante el cobro de derecho de piso a los empresarios
contratistas… son delitos cada vez más silenciosos porque a los empresarios les
queda claro que no hay autoridad en México capaz de respaldarlos o de
garantizar su seguridad”, indicó Ana Lilia Pérez, periodista y autora de Pemex
RIP.
En entrevista para
#AristeguiEnVivo, aseveró que “en esta negativa a reconocer que Los Zetas
siguen operando como la principal organización criminal dentro de la industria
petrolera radica también que no se combata realmente, como no se ha hecho”.
A propósito de los Papeles
del Paraíso, señaló que en su libro “despliega toda la estructura que utiliza
Petróleos Mexicanos para operar con 60 empresas privadas desde diferentes
paraísos fiscales”.
La periodista sostuvo que “en
la transición del gobierno de Miguel de la Madrid y Carlos Salinas, en
Petróleos Mexicanos oficialmente se ideó una reestructura corporativa de la
petrolera, es cuando Pemex se divide en subsidiarias, esa era la reestructura
formal, pero paralelamente se comenzó a abrir empresas privadas, aquí hay que
subrayar el carácter de privado, en un momento en que oficialmente Petróleos
Mexicanos todavía era paraestatal, hay que recordar que Enrique Peña Nieto la
convierte en la llamada empresa productiva del Estado; durante todos los años
noventa y por lo menos hasta la administración de Emilio Lozoya se crearon poco
más de 60 empresas privadas, de Petróleos Mexicanos en paraísos fiscales”.
“¿Qué significa? Que en
esencia, y atendiendo eso de que Pemex es de todos los mexicanos, los mexicanos
estamos operando a través de Pemex en paraísos fiscales, como Bermuda, en
varias regiones de las antillas holandesas. El libro comenta toda esta
estructura, cómo se fueron creando esas empresas y algo muy curioso: muchas de
estas empresas se llevó dinero a esos paraísos… por ejemplo, al día siguiente
del proceso electoral donde se anuncia como ganador a Carlos Salinas de
Gortari, se lleva dinero a un paraíso fiscal para abrir una empresa privada de
Pemex. En aquel entorno donde el país vivía la conmoción por el asesinato del
obispo Posadas Ocampo se lleva más dineros a otros paraísos fiscales para abrir
otras empresas. En un momento en que se registró una pelea récord entre Julio
César Chávez y un boxeador estadounidense se lleva más dinero para abrir otras
empresas, de tal suerte que son más de 60 empresas; solo en la administración
de Emilio Lozoya se crearon casi la mitad de estas empresas… ¿con qué
finalidad? para triangular operaciones desde paraísos fiscales que llevaron a
privatizar plantas de Petróleos Mexicanos”, expuso.
Respecto al caso Odebrecht,
detalló que es “un capítulo del libro al que yo llamo la era Odebrecht, la era
de los sobornos“.
Se trata de un “modus
operandi que ha funcionado en Pemex desde hace dos décadas por lo menos”.
Precisó que esta brasileña en realidad llegó a México desde el sexenio de
Carlos Salinas de Gortari cuando obtienen su primer contrato de obra en
Sinaloa.
Lo que encontró es que “desde
el gobierno de Vicente Fox se fue priorizando con sobreejercicios, con desvío
de recursos, el proyecto estelar que la misma empresa Odebrecht anuncia como la
joya de la corona”.
Los contratos con Pemex “son
para Odebrecht propinas, ¿por qué?, porque tiene en México, en Veracruz, ese
consorcio mundial tiene en Veracruz su principal negocio, y es esta planta que
tiene la empresa Braskem en sociedad con la mexicana Idesa“. Esto, en
referencia al Proyecto Etileno XXI.
Apuntó que “desde el sexenio
de Fox se fue paralizando la producción propia del área de petroquímica. Desde
entonces en el ámbito internacional se decía que este siglo XXI era la era de
la petroquímica, lo que iba a tener más valor era la petroquímica. México tuvo
en los años setenta una industria petroquímica que la colocó como la número uno
del mundo ¿Qué pasa? Vicente Fox llega con un proyecto que se llamó Proyecto
Fénix, que se anunciaba como el renacer de petroquímica mexicana; entre Fox y
Calderón compartieron un mismo director en Pemex-Petroquímica. ¿Qué pasa? Que
supuestamente este proyecto lo llevaría Petrólos Mexicanos pero al poco tiempo
ese presupuesto que se recibía para petroquímica se empieza a priorizar el
proyecto que cambió de Fénix a Etileno XXI… hubo un ejercicio premeditado para
que al final de la historia la empresa brasileña se quedara con este negocio
que repito ellos anuncian como la joya de su corona de todos sus negocios
globales”.
Sin duda, dijo, “se debe
investigar esas irregularidades en sus contrataciones; está el tema de los
sobornos con tintes políticos o finalidades electorales, pero también
investigar quiénes son los responsables de ponerle en bandeja de plata a esta
empresa un negocio que ahora mismo podría ser el más rentable para Petróleos
Mexicanos”.
“Si ellos apostaron o
acompañaron esta campaña de Enrique Peña Nieto, como han dicho, es porque ya
antes habían hecho negocios, ya tenían claridad de que sus principales negocios
estaban en México y no querían perderlos, porque ya lo habían hecho durante el
gobierno de Felipe Calderón donde se les dieron todas las facilidades para que
al final pudieran tener este negocio que pudo ser la joya de la corona de
nuestra industria petrolera”, abundó.
Por ello “se debe revisar
quiénes privilegiaron el interés privado sobre el interés público, para
entregarle en bandeja de plata el principal negocio que podría ser de Petróleos
Mexicanos”, concluyó.
(ARISTEGUI NOTICIAS/ REDACCIÓN AN/ NOVIEMBRE 9, 2017
11:01 AM)
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