CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La
Auditoría Superior de la Federación (ASF) detectó pagos irregulares por mil 250
millones 555 mil pesos a la empresa brasileña Odebrecht, lo que derivó en
sobreprecios en el mantenimiento y conversión de residuales en las refinerías
de Tula, Hidalgo y Salamanca, Guanajuato, así como en un quebranto para el
gobierno.
Las irregularidades se
presentaron principalmente en 2015, año en que Emilio Lozoya Austin aún fungía
como director de Petróleos Mexicanos (Pemex) y jefe de Petróleos Transformación
Industrial (PTI). Los programas de mantenimiento para ambas refinerías
arrancaron en 2013 (Tula) y 2014 (Salamanca).
Según declaraciones de ex funcionarios
de Odebrecht, esta empresa “acompañó” a Enrique Peña Nieto durante su campaña
presidencial, época en que Lozoya Austin fungía como encargado de relaciones
internacionales. El dueño de la empresa brasileña, Marcelo Odebrecht, declaró a
fines de 2016 en Estados Unidos que pagó sobornos por 10.5 millones de pesos a
funcionarios mexicanos.
El 4 de abril de 2017, ante
el Supremo Tribunal Federal, Hilberto Mascarenhas Alves da Silva Filho, Luis
Alberto de Meneses Weyll y Luis Antonio Mameri, declararon durante el juicio
que se le lleva a la empresa, que entregaron cinco millones de dólares a Emilio
Lozoya Austin.
Al asumir la Presidencia de
la República, Peña Nieto nombró a Lozoya director de Pemex y de inmediato se
entregaron contratos de manera directa, es decir, sin licitar, a la subsidiaria
de Odebrecht en México.
Hoy, la Auditoría Superior de
la Federación, al entregar la segunda de tres partes de la revisión de la
cuenta pública de 2016, confirmó la transmisión irregular a la empresa de
Odebrecht, vía sobreprecios.
La revisión concluyó apenas
el pasado 13 de octubre y en ella se establece una recuperación probable de mil
250 millones 555 mil pesos. El organismo realizó 21 observaciones de las cuales
solo siete fueron solventadas. De las 14 restantes, la ASF elaboró ocho pliegos
de observación.
LOS HALLAZGOS
Según la revisión de la
Auditoría, los descubrimientos fueron los siguientes:
-“Pagos improcedentes por 936
millones 783 mil pesos, “debido a que no se revisó que el costo y rendimientos
que la contratista consideró en la integración de los precios unitarios fueran
razonables y convenientes en relación con las obras o trabajos similares.
-“Pagos en exceso por 110
millones 900 mil pesos en virtud de que en un concepto extraordinario no se
verificó que ya estaba considerado en el alcance del concepto de obra original.
-“Pagos en exceso por 31
millones 400 mil pesos debido a que en los elementos estructurales de concreto
reforzado no se descontó el volumen que ocupa el acero de refuerzo.
-“Pagos improcedentes por 13
millones 639 mil pesos debido a que en la propuesta presentada por la
contratista se incluyeron porcentajes de herramienta menor y equipo de
seguridad mayores que los de otros contratos similares.
-“Pagos improcedentes por 11
millones 466 mil pesos, en virtud de que en el cálculo de porcentaje de
financiamiento que la contratista presentó, no se consideraron todas las
diferencias que resultan entre los ingresos y egresos, así como la amortizaicón
el anticipo otorgado a los proveedores.
-“Pagos improcedentes por 139
millones 923 mil pesos, debido a que en la ejecución de los trabajos por un
monto superior al contrato dentro del mismo plazo de ejecución no se efectuaron
los ajustes en los costos indirectos, de la utilidad y de los cargos
adicionales.
-“Pago improcedente por 49
millones 782 mil pesos, al no considerar cambios en los alcances de los
trabajos y no se ajustó a las nuevas condiciones convenidas”.
Esta es solo una parte de la
revisión de la cuenta pública, Pemex Transformación Industrial aún tiene un
plazo de 30 días para tratar de justificar las irregularidades.
Mientras tanto, Lozoya Austin
sigue litigando en los juzgados electorales para preparar su defensa por el
presunto soborno que habría recibido de Odebrecht y luego destinarlo a la campaña
presidencial de Enrique Peña Nieto.
En tanto, el propio Marcelo
Odebrecht empezó a trabajar en México en el año 2006 al construir la presa
Francisco J. Mujica, en Michoacán, mediante un contrato de “llave en mano” y a
pesar de lo cual también tuvo un costo mayor al contratado.
Luego, en 2010, con Felipe
Calderón Hinojosa como presidente de la República, decidió cabildear para
quedarse un contrato a 25 años de etano, a costa de las pérdidas de las
petroquímicas mexicanas. En 2011, Odebrecht se entrevistó con Peña Nieto, según
las declaraciones de exfuncionarios de la empresa brasileña, y en febrero de
2013, ya siendo presidente Peña Nieto, finalmente se echó a andar la empresa
Etileno XXI que es la que recibe el etano.
Según la propia declaración
de Marcelo Odebrecht, los sobornos habrían iniciado en 2010 en México, años que
forma parte de la trama internacional.
(PROCESO/ JESUSA CERVANTES/ 1 NOVIEMBRE, 2017)
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