Guillermo Padrés no podía
contener su amor por los caballos. Presumía fotografías melosas con algunos de
sus corceles más finos y se metió en problemas legales por presunto despojo de
tierras en Hermosillo para construir clubes hípicos. Contrató a Nicolás Pizarro,
un jinete mexicano multipremiado, para que entrenara a sus hijas y lo
introdujera a los mercados de caballos en Alemania y Holanda, donde se mezclan
el deporte y los negocios. Las obsesiones siempre generan problemas. La
hipomanía, por ejemplo, la obsesión por los caballos que colocó a Padrés por
primera vez al descubierto y sujeto de escrutinio público. Su descuido al salir
del pequeño mundo de la equitación y socializar su amor por los animales le dio
el primer empujón al despeñadero que hoy lo tiene en la cárcel, acusado por las
autoridades federales por delitos de delincuencia organizada.
En mayo del año pasado, el
líder del PRI en Sonora, Alfonso Elías Serrano, acusó al entonces Gobernador
Padrés de ser dueño de tres clubes hípicos donde tenía más de 120 caballos,
pura sangre y hannoverianos, que como su nombre lo indica, son originarios de
Hannover, Alemania, y es una de las razas templadas de mayor renombre en el
mundo. Según Elías Serrano, pariente del ex Gobernador y ante quien perdió la elección
hace poco más de seis años, el costo de sus caballos fluctuaba entre 15 mil y
60 mil dólares cada uno, incluido un ejemplar de casi un millón de dólares,
llamado “Mr. Pilot”, un ganador All American muy conocido en los estados del
sur de Estados Unidos, que había sido propiedad de José Treviño Morales,
hermano de Miguel Ángel, llamado “Z-40”, durante largos años jefe de Los Zetas.
Adicionalmente, Elías Serrano
que los tres clubes hípicos en donde estaban los caballos, San Juan de Italia,
Mezquital Kino y el Club Hípico Internacional en Hermosillo, eran propiedad de
familiares y amigos del entonces Gobernador. El caso del Club Hípico
Internacional se ventiló en tribunales prácticamente desde que se inauguró en
mayo de 2014, porque hubo una demanda por despojo en contra del entonces
Gobernador que nunca procedió. La demanda fue interpuesta por Óscar Camou Cano,
hijo de la propietaria del predio de 22 hectáreas, María de Jesús Cano
Hermosillo. En la demanda explicó que Padrés intentó apoderarse del predio en
un principio mediante una triquiñuela, al solicitar en 2013 a la Secretaría de
Desarrollo Urbano y Territorial, la donación del predio, a fin de construir un
parque botánico. La solicitud fue negada porque existían terceras personas en
posesión y no podían hacer la afectación.
El segundo intento, describió
Camou Cano, fue mediante una escritura falsa, avalada por un notario público
sonorense, donde el predio aparecía como propiedad de José Luis Otañez Andrade.
Con esa escritura falsa, añadió el afectado en aquél entonces, “venndió” el
predio a Mauro López Madrid. Cuando el pleito terminó en tribunales, Otañez
Andrade aceptó que él no era el propietario y que López Madrid lo había
empujado a cometer el delito. López Madrid, quien era director del Departamento
de Investigación de Accidentes de Tránsito Municipal de Hermosillo, era
colaborador de Padrés pese a que había estado involucrado, como acusado, en
causas penales en Sonora desde 2004. De cualquier forma, se consumó un segundo
traspaso, del entonces funcionario, a David Tinajero, quien era vicepresidente
del Fideicomiso Impulsor, que dependía de la Secretaría de Economía estatal.
El Club Hípico Internacional
abrió sus puertas y se convirtió en el lugar preferido por Padrés. Ahí es donde
el afamado jinete mexicano Nicolás Pizarro, comenzó a entrenar a sus hijas y
donde estableció una fuerte relación que los llevó más adelante a viajar a
Alemania y Holanda, grandes centros hípicos, en donde el ex Gobernador se
introdujo aún más en los negocios equinos. El nombre de Pizarro, quien también
entrenó algún tiempo a Karime Macías, la esposa del prófugo Gobernador de
Veracruz con licencia, Javier Duarte, es mantenido con reserva. En todo caso,
no se tiene conocimiento de que hubiera participado en ningún tramo de la red
criminal que investigan la PGR y la Secretaría de Hacienda.
Tampoco hay información que
su nombre se encuentre en la lista de investigaciones de la Fiscalía Anti
Corrupción del gobierno de Sonora, dentro de su amplia indagatoria para conocer
cómo llegaron a México decenas de caballos acreditados en propiedad a Padrés
con un valor superior a los 100 millones de pesos, que sospechan las
autoridades entraron a México de contrabando a través de la empresa
Comercializadora V&A de Nogales, S.A. de C.V.
En las pesquisas se señala
como operadora de la importación a Bella Aurora Valenzuela, esposa de Luis
Sierra Jr., hijo de Luis Sierra Valenzuela, líder de la Unión Ganadera Regional
de Sonora. Sierra Jr. es uno de los dueños de los clubes hípicos en Hermosillo,
junto a los cuñados de Padrés, Roberto y José Dagnino, y ex funcionarios de su
Gobierno. Otro rancho, donde están las caballerizas en San Pedro El Saucito,
aparece a nombre de Iveth Dagnino, esposa del ex Gobernador.
Mucha familia involucrada en
esta red presuntamente criminal, pero la defensa de Padrés la ha minimizado.
Antonio Lozano Gracia, abogado defensor del ex Gobernador, no le presta mucha
atención pública. Afirma que no eran 120 o 450 caballos los que tenía, como se
le acusa, sino escasos 30. No está en el radar de la defensa o de Padrés,
quieren transmitir, pero sí de las autoridades.
rrivapalacio@ejecentral.com.mx
twitter: @rivapa
(NOROESTE/ ESTRICTAMENTE PERSONAL/
Raymundo Riva Palacio/ 22/11/2016 | 01:00 AM)
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