Televisa / Ciudad de México.-
Son Ocho 37 de la noche del sábado 11 de julio de 2015, "el Chapo"
Guzmán está acostado viendo su mini televisión.
Cinco minutos más tarde
cambia de canal.
Se escucha a Omar Chaparro en
el audio.
A las ocho 46 de la noche un
ruido de construcción, de los que ya se habían revelado en Primero Noticias,
interrumpe el audio del programa.
A pesar de la claridad del
sonido, a esa misma hora en el Centro de Monitoreo del penal, a cargo de
elementos de la Policía Federal, nadie se alerta, como muestra el video dado a
conocer en exclusiva por Primero Noticias.
Aparentemente es un martilleo
y se escucha al menos cuatro veces más en los siguientes cinco minutos.
A las 20:49, en el Centro de
Monitoreo todo sigue como si no pasara nada en la celda número 20. A pesar de
la repetición de los ruidos, los monitoristas siguen sentados y no se ve señal
de alarma.
A las 20:50, "el
Chapo" decide pararse, estira su cobija y va a la letrina. Aparentemente
orina, mientras sigue el martilleo.
Instantes después, a las 8:
51 de la noche con 11 segundos, Guzmán Loera se acerca a la regadera y se
escucha un ruido como si cayera tierra y se moviera una placa.
Se aleja, se vuelve a acercar
y se escucha una voz indescifrable procedente del agujero.
Vuelve a hacer el mismo
movimiento, desaparece de la imagen por unos segundos y luego regresa a
cambiarse de zapatos...
Es a las 8:52 de la noche y
14 segundos que entra al túnel.
Y de nuevo lo mismo, en el
Centro de Monitoreo nadie parece estar preocupado por lo que se acaba de ver y
escuchar.
Es hasta las 9 de la noche
con 17 minutos que los monitoristas de la Policía Federal se reúnen frente a
dos pantallas y platican, pero sin mostrar alarma. Habían pasado 25 minutos de
la fuga.
Las autoridades calculan que
el reo tardó alrededor de 15 minutos en recorrer y salir del túnel.
Vicente Flores Hernández,
jefe de esa área de Monitoreo, envía a dos custodios a la celda. Son Juan
Ignacio Cuarenta Orozco y Esteban Estrada Ramírez.
Llegan a las 9 de la noche
con 18 minutos. Le gritan por su apellido:
"Guzmán Loera Guzmán
Loera Guzmán Loera".
Segundos más tarde Cuarenta
Orozco y Estrada Ramírez, los custodios, aparecen por completo en la imagen.
Hacen una revisión desde afuera de la celda y se comunican por radio:
--Comandante ¿Me escucha?
--¿Qué pasó?
--Hay un hoyo en la regadera.
--¿Qué pasó?
--Hay un hoyo en la regadera,
comandante, hay un hoyo en la regadera.
--¿Hay un hoyo?
--Afirma, afirma, en la
coladera de la regadera hay un hoyo.
--¿De qué tamaño?
--Grande comandante,
grande...
--Oye ¿Pero el interno no
está ahí?
--No comandante, no está.
--inaudible.
--Lo más rápido posible
porque se nos va.
Ambos custodios se retiran.
A las 9 de la noche con 22
minutos y 54 segundos una voz no identificada llama desde lo lejos al Chapo,
pero ahora por su nombre y con el tratamiento de Don, como se referían a él el
resto de los reclusos.
"Don Joaquín... Don Joaquín... Don Joaquín".
Un minuto después, los
barrotes de las celdas contiguas comienzan a ser golpeados, pero el motivo no
queda claro. Los investigadores deducen que los internos creyeron que Guzmán
Loera estaba sufriendo un infarto y que a los funcionarios no les importaba.
A partir de este momento hay
gritos y groserías que podrían resultar ofensivos para los televidentes. (Se
recomienda discreción y tomar las precauciones necesarias).
--Venga oficial por favor a
la 20...
--No se pasen de verga...
valen pa pura verga, pinches putos.
--Ya vienen los primeros
auxilios... a ver si así trabajan.
A las 9: 25 con 56 segundos,
un custodio pide que se abra la celda donde permanecía Guzmán Loera.
Se le permite el acceso,
ilumina con una lámpara y desaparece, pero los gritos y los golpes continúan
durante tres minutos más.
--Ya valiste verga, puto, eh
--Valen pa pura verga...
--A ti también, pinche
Canicón, tú también pinche abuelo....
Es hasta las 9 de la noche
con 29 minutos y 25 segundos, casi 40 minutos después de la desaparición del
"Chapo", que dos personas entran a la celda.
De acuerdo con las
declaraciones iniciales presentadas aquí en Primero Noticias, son Roberto Cruz
Bernal, supervisor de Custodios, y Emanuel Galicia Conchillos, uno de los
monitoristas de la Policía Federal.
--Vámonos comandante,
vámonos....
Ambos ingresan al agujero,
mientras los gritos a lo lejos continúan. Otro elemento entra a la celda y
permanece en la regadera.
A las 9:31 con 40 segundos
vuelve a haber comunicación entre el personal vía radio:
--Jefe, hay un hueco pero al
parecer está tapado del otro extremo.
--El de la regadera no jefe,
pero ya bajaron y está tapado abajo.
De inmediato se escuchan una
serie de golpes.
Estos fueron los realizados
por los elementos de Seguridad del penal para quitar una especie de traba
dejada por Guzmán Loera y sus cómplices al dar los primeros pasos dentro del
túnel de un kilómetro que desembocó en la construcción en obra negra.
El código rojo fue activado
casi tres horas después.
(ZOCALO/ Agencias/ 14/10/2015 - 10:22
AM)
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