En
algunos lugares se cree que fomenta la fidelidad de las mujeres hacia sus
parejas y se hace con navajas de afeitar
CIUDAD
DE MÉXICO, 3 de julio.- Cada vez en más países se prohíben la mutilación y el
corte de los genitales femeninos. Sin embargo, todavía hay muchas mujeres
víctimas de esta práctica en el ámbito mundial, que aparte lo viven en
situaciones sumamente riesgosas.
Daily
Mail viajó a Kenia y averiguó que la sesión de corte se realiza con hojas de
afeitar. Se cree que si no las mutilan, las mujeres no controlarán sus
emociones.
Anna-
Moora Ndege comenzó a mutilar los genitales de las niñas hace 70 años. Al
principio, usaba una navaja de unos 15 centímetros afiliada con una piedra. Hoy
usa una navaja para afeitar.
Se
mutila a las niñas para asegurarnos de que se mantengan fieles a sus esposos.
Cuando realizas el procedimiento no serás una prostituta que esté buscando
hombres por ahí. Por el contrario, serás dócil y estarás a la espera de un
marido, porque después de realizar la mutilación el sexo es para tener hijos,
no para nada más”, explica.
En Estados Unidos, unas 500 mil mujeres
también lo han sufrido
De
acuerdo con Dixion Kibagendia, uno de los líderes de la tribu Kisi, en Kenia,
aseguró que ponerle fin a la MGF "volvería a las africanas esclavas de
Occidente”.
Algunas
familias africanas que se mudan a Europa o a Estados Unidos pierden esa
costumbre, pero de acuerdo con Kibagendia “esas niñas no tienen disciplina y no
muestran respeto hacia sus familias”.
El
hombre agrega que una mujer con clítoris no puede distinguir a su esposo de
otros hombres:
No
pueden controlar sus emociones si tienen clítoris", asegura.
700 mil víctimas de la mutilación genital
femenina viven en Europa, 140 mil de
ellas en Reino Unido y 100 mil en Francia.
Por
si fuera poco, el líder de los Kisi asegura que una mujer que no se sometió a
la MGF vale menos, y que por lo tanto, su familia nunca recibiría una dote.
Existen
3 formas de mutilación genital femenina: la parcial, o la remoción total del
clítoris; la parcial o total remoción del clítoris y los labios menores; y el
estrechamiento del orificio vaginal.
Waris,
de 13 años, relató su experiencia al diario británico y su aterrador testimonio
es éste:
Fui
mutilada cuando era una niña nómada en el desierto somalí. Casi muero por tanta
sangre que perdí, así como por la infección que tuve después de la brutal
tortura. Sufro de pesadillas, flashbacks y dolores crónicos”.
(EXCELSIOR/
ActitudFEM/ 02/07/2015 16:20)
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