MÉXICO,
D.F. (Proceso).- El pasado 4 de marzo, al festejar sus 86 años, el PRI anunció
nuevos tiempos. Pero entre sus candidatos a diputados, gobernadores y
presidentes municipales no se distingue un rostro joven ni representativo de la
sociedad. Esa noche llamaba la atención la actriz Carmen Salinas, la única
candidata externa, quien confesaba a los reporteros: “No tengo ningún
proyecto”.
Se
trata de “la restauración del PRI autoritario. El presidente Enrique Peña Nieto
y un pequeño grupo del Estado de México están dominando todos los espacios de
poder”, sostiene el exembajador de México en Irlanda Agustín Basave, quien
advierte que ni siquiera durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari había
tal cerrazón y censura en los medios.
Para
la expresidenta nacional priista Dulce María Sauri Riancho, ahora en el PRI la
discrepancia interna está limitada y la crítica sólo se ejerce hacia el
exterior, hacia los adversarios políticos.
“El
PRI vive la etapa del ‘partido-muégano’, donde todas las partes, incluso las
más distintas y discrepantes, se encuentran unidas por las mieles del poder”,
asegura en entrevista.
El
4 de marzo, en las primeras filas del auditorio Plutarco Elías Calles
resaltaron algunas figuras: David López Gutiérrez, aspirante a una diputación
federal y coordinador de prensa de Peña Nieto desde que era gobernador; César
Camacho, presidente, e Ivonne Ortega, secretaria general del PRI, quienes se
hicieron candidatos a diputados; y la directora de la Lotería Nacional, María
Esther Scherman.
Igualmente
había personajes salpicados por escándalos de corrupción e impunidad, como el
dirigente de los trabajadores del Metro, Fernando Espino, acusado varias veces
de desvío de recursos públicos; Guillermina de la Torre Malváez, madre del
expresidente del PRI en el DF, Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, quien pese a
haber sido acusado de armar una red de prostitución en el instituto político,
mantuvo el control de al menos 10 candidaturas a diputados y delegados en la
Ciudad de México, entre ellas la de Alejandra Barrios, líder de los ambulantes.
Los
lazos consanguíneos también tuvieron lugar en ese ritual, con las candidaturas
de Mariana Moguel Robles, hija de la secretaria de Desarrollo Social, Rosario
Robles, así como la de Sylvana Beltrones Sánchez, hija del coordinador priista
en San Lázaro, Manlio Fabio Beltrones…
Fragmento
del reportaje que se publica en la edición 2005 de la revista Proceso,
actualmente en circulación.
(PROCESO/
REPORTAJE ESPECIAL/ JOSÉ GIL OLMOS
8
DE ABRIL DE 2015)
No hay comentarios:
Publicar un comentario