Para
Edizon Lanza, relator especial para Libertad de Expresión, de la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), es altamente preocupante lo que pasa
en México en materia de ejercicio periodístico, represión gubernamental y
violencia generada por el crimen organizado.
“Hay
una alta preocupación por la situación del periodismo en México. La violencia
contra periodistas afecta muchos derechos, afecta la vida la integridad de la
víctima pero también es la expresión fundamental de un periodista en el espacio
público, lo que afecta a toda la sociedad, porque justamente al que se persigue
es aquel que está aportando información relevante sobre el crimen organizado,
la corrupción, sobre temas importantes para el control ciudadano”, señaló.
Dijo
que ante el hecho de que los periodistas sean perseguidos “y que queden zonas
enteras del territorio silenciadas, es una preocupación muy grande y un
problema para México. Estamos trabajando y alentando a las autoridades para que
pongan en práctica mecanismos de protección y se investiguen casos ya
ocurridos, para que el clima de impunidad no alimente estas prácticas”.
El
relator, quien participó en el Seminario Internacional Mirada Global sobre la
Libertad de Expresión, organizado por la organización Artículo 19, en la Ciudad
de México, al que asistieron como ponentes periodistas de Centro y Sudamérica,
dijo que este país tiene entre los problemas más graves, a diferencia de otros,
el de la violencia.
—¿Ustedes
ubican a México como uno de los países con las condiciones más críticas del
continente para el trabajo periodístico?
—Bueno,
hay de todo en el continente. México tiene problemas más graves que otros sobre
todo en materia de violencia, y después tiene problemas que comparte con otros
países, como la asignación de la policía oficial o no regulada, y que puede dar
lugar a la arbitrariedad o al ejercicio de censura indirecta, la concentración
de medios en pocas grupos, en fin, la represión de las manifestaciones
pacíficas.
Esos
son problemas que México comparte con muchos países de la región y también
algunos avances que esperamos se consoliden, como la institucionalidad en el
acceso a la información pública y una ley de telecomunicaciones que había
despertado en principio el optimismo en la región por un avance en estos temas.
—¿Perciben
ustedes que hay un retroceso ante la represión y la censura, y que el ejercicio
periodístico esté dando pasos atrás en la cobertura de la violencia?
—El
año pasado registramos 19 asesinatos de periodistas en la región, siete de
ellos en México, y eso genera autocensura en el resto de los colegas, en una
región. No se les puede pedir a los periodistas que sean héroes o que pongan en
riesgo a la familia por informar, sin embargo aquellos que son asesinados
generan una situación de retraimiento de otros que temen que pase algo similar
con ellos.
—¿Se
puede hablar de que no hay condiciones en México para hacer periodismo?
—Eso
es muy determinante. Hay algunas zonas y en algunas de esas zonasno hay
condiciones y en otras sí las hay. Por ejemplo en el Distrito Federal hay una
variedad de medios y hay posibilidades de hacer periodismo e igual en otras
zonas, pero es heterogénea la situación de acuerdo con diferentes regiones.
—¿Y
cómo evalúan a Enrique Peña Nieto? porque hay un ambiente de represión contra
el activismo y también contra los periodistas y los medios.
—Bueno,la
comisión está siguiendo de cerca estos temas y también la relatoría,tanto a
través delos informes que emite la relatoría como a través decartas que le
hacemos llegar al Estado y de audiencias o del mecanismode medidas cautelares
que la comisión ha dictado para pedir al Estado Mexicano que proteja a
determinados periodistas,su vida e integridad.
Estamos
haciendo un monitoreo muy cercano sobre todo esto. La buena noticia es que el
Estado acude a las instancias de la CIDH y acoge las recomendaciones, y hay un
diálogo con el Estado, y trataremos de incidir siempre positivamente en esta
región.
—Y
en cuanto al caso del cese de Carmen Aristegui, ¿cuál es la lección?
—Aquí
estoy manifestando la preocupación de la relatoría por el hecho de que una voz
periodística independiente, con una importancia muy grande para la democracia
en México, sea sacada del aire por mecanismos totalmente desproporcionados.
Por
lo tanto, en primer término llamar la atención a un mecanismo de diálogo e
intermediación para que Aristegui pueda cumplir con su contrato. Creo que
pierden todos por el hecho de que Aristegui haya sido sacada del aire en esa
forma: está perdiendo el programa de mayor rating, pierde el equipo
periodístico porque no tiene una plataforma para hacer llegar la información,
pierden los ciudadanos porque ven restringido su acceso a la información de
interés público, y pierde también el gobierno porque hay una duda en la
comunidad internacional sobre esta situación.
—Hay
una versión en muchas regiones del país, en la que los periodistas afirman que
le temen más al gobierno que a los narcos, en términos de agresiones.
—En
algunos casos puntuales nosotros hemos recibido información de que algunos
gobiernos locales han intentado intervenir y hostigar a comunicadores, y no
digo que sea generalizado, pero hay casos puntuales que hemos recibido.
—¿Dónde?
—Tamaulipas,
Guerrero, Michoacán… sobre todo Tamaulipas y Guerrero, hemos recibido
información sobre estos temas.
(RIODOCE/
Javier Valdez/ 5 abril, 2015)
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