En
la cárcel, los acusados de disparar contra el alcalde y funcionarios de Choix,
pero los autores intelectuales siguen prófugos
Era
un sujeto amable, caballeroso, saludador, platicador, pero ocultaba algo; su
mirada era dura, recelaba, se cuidaba. Sus manos siempre estaban en sus
bolsillos. Así describen comerciantes a Hermes Etzhany Castro Armenta, el
supuesto líder de la célula que atentó contra el alcalde de Choix, Juan Raúl
Acosta Salas, su esposa y tres funcionarios más del gabinete serrano.
Originario
de esta sindicatura del municipio de El Fuerte, Hermes Etzhany, un día que
nadie desempolva abandonó el poblado y se supo que se dirigió a la frontera
norte del país. Los residentes no recuerdan en qué ciudad fronteriza se asentó,
pues, dicen, no era de su incumbencia.
Pero
cuando retornó, en esos primeros días de marzo, comenzaron a verlo comprar
alimentos, poco no mucho. Adquirió varias tarjetas telefónicas y en ocasiones
depositó saldos a teléfonos ajenos. Incluso compró plásticos que se utilizan
para depositar y retirar en tiendas de conveniencia. Recibió al menos dos
depósitos y realizó un par más.
Vestía
como cualquier persona de su edad. Nadie dice haberlo visto con ropas de
combate o calzado táctico. Mucho menos armado. Pero los que se animan a brindar
su testimonio tienen su propio recelo, pues en esta comunidad, que en los años
ochenta tenía la bonanza de estar bajo el cobijo de Miguel Ángel Beltrán Lugo,
el Ceja Güera, capo regional en el Cártel de Sinaloa y bandido generoso que
alivianaba a pobres y enfermos, saber cómo se conduce un sujeto armado que
pretende pasar desapercibido se aprende desde la infancia.
“Algo
ocultaba en su auto, porque siempre llevaba un brazo extendido”, reflexionan.
Para
las mujeres dependientes de los comercios, saber que Hermes Etzhany era el jefe
de un grupo de asesinos a sueldo, según la investigación de la Procuraduría
General de Justicia del Estado (PGJE), es sorprendente. Para los hombres no.
De
Jimmy Omar Rodríguez Villareal, el acompañante de Hermes Etzhany cuando según
versión de la Procuraduría, ambos fueron detenidos con fusiles AK-47 cuerno de
chivo,abastecidos con cargadores de disco, los lugareños no refieren buenas
cuentas.
“No
era un tipo de fiar para personas buenas”, concluyen bajo anonimato, pues
aseguran que hablar de ese caso es enfrentarse a células de hombres agresivos y
peligrosos.
Y
de la pareja, Víctor Agustín Reyes Macedo y Nora Haimme Espinoza Acuña, los
lugareños los ubican como perfectos desconocidos, pues no eran locales, sino
avecindados temporales.
El
ataque contra el alcalde fue el 6 de marzo, en la comunidad de Tetamboca,
cuando la comitiva se dirigía a El Fuerte. Aunque todos ellos fueron heridos y
permanecieron hospitalizados en la ciudad de Los Mochis, cabecera municipal de
Ahome, todos lograron mantenerse fuera de peligro y solo uno sigue internado en
el hospital Fátima.
TORTURA
Familiares
y la defensa legal de los sanblaseños Hermes Etzhany Castro Armenta y Jimmy
Omar Rodríguez Villareal, denunciaron que los dos jóvenes fueron torturados por
agentes ministeriales para declararse culpables del atentado contra del
alcalde, Juan Raúl Acosta Salas, su esposas y tres funcionarios más de su
gabinete.
Fueron
enterrados en una fosa y dispararon pistolas en sus orejas, precisaron.
La
denuncia de tortura fue interpuesta en la Visitaduría Zona Norte de la Comisión
Estatal de Derechos Humanos (CEDH).
El
procurador Marco Antonio Higuera Gómez rechazó la denuncia de tortura
interpuesta.
“Es
un ardid legal”, ahondó.
Hasta
ahora, los implicados en el atentado se encuentran formalmente presos, debido a
que el Juez Mixto de El Fuerte decretó esa resolución luego de calificar como
legal la detención.
El
proceso que enfrentan los cuatro detenidos lo llevarán privados de la libertad,
es decir, en prisión.
Según
la investigación realizada por la PGJE, el atentado contra el presidente
municipal deChoix, Juan Raúl Acosta
Salas, se produjo bajo contrato de Hermes Etzhany Castro Armenta, quien a su
vez empleó a Víctor Agustín Reyes Macedo para disparar en contra del munícipe,
y a Jimmy Omar Rodríguez Villareal, como conductor del auto en el que huyeron.
Los dos primeros se conocían desde Nogales, Sonora,porque eran parte de una
célula para el reempacado de tabiques de mariguana, procedentes de Sinaloa, y
el tercero por ser paisano.
La
versión de la PGJE agrega que la mujer se implicó en el atentado al ser llamada
por su pareja, Víctor Agustín Reyes Macedo, para trasladar a Nogales una
vagoneta que recibiría como pago del atentado.
La
pareja fue la primera en ser detenida en el caso Acosta Salas, pues en la
camioneta en que perpetraron el atentado abandonaron maletas con documentación
propia y celulares.
Estos
delataron a sus jefes y finalmente se completó el cuadro de autores materiales.
Los autores intelectuales, quienes pagaron por privar de la vida al presidente
municipal de Choix, continúan prófugos.
(RIODOCE/
Luis Fernando Nájera/ 5 abril, 2015)
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