Tijuana.- El disparo fue directo a la cabeza. El estruendo
del balazo retumbó en algunos salones de la secundaria número 24;
decenas de alumnos observaron después cómo sacaban a una persona con
manchas de sangre en su ropa.
“Nosotras estabamos ahí cuando llegó la Policía, luego abrieron la casa y salieron. Pero nomás escuché un disparo, no sabemos si le dispararon al señor o solito se disparó”, narró una estudiante.
Salió del salón de clases al escuchar el ulular de las patrullas. Observaron a los agentes caminar sobre lo que era la cerca de malla ciclónica.
Con fuerza tocaron la puerta de la casa número 27771-10 de la privada Helsinki del fraccionamiento El Laurel II, ubicada en un cerro en la Zona Este de la ciudad.
Nadie les abrió, pero escuchaban desde el interior de la pequeña casa los gritos de auxilio de un adolescente.
Minutos antes, una vecina llamó al número de emergencias para advertir sobre un posible robo a la vivienda de su vecina, quien en ese momento se encontraba laborando.
“Salió una vecina de la puerta de al lado y gritó están robando. Me asomé porque no había nadie afuera y empezaron a llegar las patrullas”, relató una vecina.
Los policías asignados a la Delegación La Presa abrieron por la fuerza la puerta, encontraron en la recámara a un adulto.
Ya había apuñalado a Rolando con un cuchillo que tomó de la cocina de la vivienda. Se lo colocó en el cuello.
Amenazó a los agentes con degollar al también estudiante de la secundaria número 24. Si no se iban lo haría.
Los agentes empuñaron sus armas de cargo en contra del agresor, José Guadalupe López Monzón, de 33 años de edad.
Le gritaron en repetidas ocasiones soltara el arma, nunca les hizo caso. Trató de mover la mano donde tenía el arma, tal vez para cumplir la advertencia. Entonces se escuchó el único disparó que después de hacer blanco en el rostro del agresor, terminó por romper la ventana trasera de la casa.
Al ser informado de los hechos, llegó el secretario de Seguridad Pública de Tijuana, Alejandro Lares Valladares. Confirmó el abatimiento del padrastro por herir al menor.
El adolescente tiene heridas en tórax, estómago y una oreja. Al parecer se encontraba con su hermana menor, hija de su mamá y López Monzón.
Llegó el padrastro y exigía ver a su hija. Eran alrededor de las 11:45 de la mañana cuando Rolando salió a la calle, encaró a José Guadalupe, quien empezó a decirle groserías al referirse a su mamá.
Le quitó a su hermana, la jaló con fuerza. El menor hizo una llamada por teléfono y después entraron todos a la vivienda, relató otro testigo.
Rolando vivía separado de la mamá del adolescente lesionado. Casi tres horas después de terminadas las diligencias por los detectives de la Unidad de Homicidios Dolosos, personal del Servicio Médico Forense trasladó el cadáver del agresor a la morgue.
En el lugar de los hechos, el personal de Servicios Periciales encontró dos cuchillos y recolectó un casquillo percutido.
“Nosotras estabamos ahí cuando llegó la Policía, luego abrieron la casa y salieron. Pero nomás escuché un disparo, no sabemos si le dispararon al señor o solito se disparó”, narró una estudiante.
Salió del salón de clases al escuchar el ulular de las patrullas. Observaron a los agentes caminar sobre lo que era la cerca de malla ciclónica.
Con fuerza tocaron la puerta de la casa número 27771-10 de la privada Helsinki del fraccionamiento El Laurel II, ubicada en un cerro en la Zona Este de la ciudad.
Nadie les abrió, pero escuchaban desde el interior de la pequeña casa los gritos de auxilio de un adolescente.
Minutos antes, una vecina llamó al número de emergencias para advertir sobre un posible robo a la vivienda de su vecina, quien en ese momento se encontraba laborando.
“Salió una vecina de la puerta de al lado y gritó están robando. Me asomé porque no había nadie afuera y empezaron a llegar las patrullas”, relató una vecina.
Los policías asignados a la Delegación La Presa abrieron por la fuerza la puerta, encontraron en la recámara a un adulto.
Ya había apuñalado a Rolando con un cuchillo que tomó de la cocina de la vivienda. Se lo colocó en el cuello.
Amenazó a los agentes con degollar al también estudiante de la secundaria número 24. Si no se iban lo haría.
Los agentes empuñaron sus armas de cargo en contra del agresor, José Guadalupe López Monzón, de 33 años de edad.
Le gritaron en repetidas ocasiones soltara el arma, nunca les hizo caso. Trató de mover la mano donde tenía el arma, tal vez para cumplir la advertencia. Entonces se escuchó el único disparó que después de hacer blanco en el rostro del agresor, terminó por romper la ventana trasera de la casa.
Al ser informado de los hechos, llegó el secretario de Seguridad Pública de Tijuana, Alejandro Lares Valladares. Confirmó el abatimiento del padrastro por herir al menor.
El adolescente tiene heridas en tórax, estómago y una oreja. Al parecer se encontraba con su hermana menor, hija de su mamá y López Monzón.
Llegó el padrastro y exigía ver a su hija. Eran alrededor de las 11:45 de la mañana cuando Rolando salió a la calle, encaró a José Guadalupe, quien empezó a decirle groserías al referirse a su mamá.
Le quitó a su hermana, la jaló con fuerza. El menor hizo una llamada por teléfono y después entraron todos a la vivienda, relató otro testigo.
Rolando vivía separado de la mamá del adolescente lesionado. Casi tres horas después de terminadas las diligencias por los detectives de la Unidad de Homicidios Dolosos, personal del Servicio Médico Forense trasladó el cadáver del agresor a la morgue.
En el lugar de los hechos, el personal de Servicios Periciales encontró dos cuchillos y recolectó un casquillo percutido.
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