sábado, 10 de mayo de 2014

VEJACIÓN EN WALMART DENUNCIA UNIVERSITARIA


c20Empleados la obligaron a desnudarse acusándola de falso robo

Una joven de 20 años, estudiante de arquitectura, denunció que fue humillada, insultada y vejada al ser obligada a desnudarse, por empleados de un Walmart, tras ser acusada en forma injusta de robar un lápiz labial de 95 pesos con 50 centavos, por el cual tuvo que pagar el doble del precio para que ser liberada.

El martes por la noche, Erika Guzmán y su madre arribaron al supermercado de Walmart poniente de Tuxtla Gutiérrez, para comprar un tinte de cabello. Indicó que se dirigieron al área de cosméticos, donde aprovechó un espejo para sacar el lápiz labial que ella traía en la bolsa trasera de su pantalón, para retocar sus labios.

Dijo que al pasar por los probadores hicieron uso de algunos productos, lo que seguramente confundió un vigilante de seguridad, que la acusó después de haberse robado un lápiz labial.

En entrevista, Erika Guzmán dijo que al llegar a la caja número 01 fue interceptada por un agente “de prevención”, llamado Alexis “N”, quien le dijo que no se podía retirar hasta pagar el lápiz labial que se había metido a su bolsa.

Indignada, la joven se alteró de ver la acusación grave que le adjudicaba el empleado de esa tienda, quien en más de una ocasión le dijo que era una “ratera” y que debería de acompañarla a un privado para que la registraran.

Le dije que me llevara al lugar donde según él había yo tomado el labial; me dijo que por favor le dijera dónde estaba, a lo que le dije que no sabía nada de ello; a lo que le dije que si según él me vio ponérmelo o tomarlo, que me indique dónde está. No encontró tal labial

“Después me llamó ratera, que lo llevaba en mi pantalón; le dije que lo buscara si es que así era. Me dijo ratera y que llamaría a la policía, le dije que me estaba difamando. Llegué con la gerente Eunice “N” y le dije que si podía ver el video donde según el señor yo tomaba el labial; contestaron que no podía que porque era de ellos. Les dije que conocía mis derechos, de los cuales me privaron posteriormente.

“Me metieron a una bodega. Me volvieron a llamar ratera. Me desnudaron. Me hicieron quitar la blusa y me tocaron los senos. No dejé que me quitaran el pantalón. Revisó mi lápiz labial, que de por sí llevaba, y se percató que no era de la tienda. No encontraron nada. Notificó a la gerente Eunice “N” que no llevaba nada, pero me retuvieron hasta que dieron la orden de soltarme”, narró.

Su madre, harta del acoso psicológico al que estaban siendo expuestas, les dijo que les pagaría su lápiz labial y, al preguntar el precio, se percató de que le habían cobrado el doble “por abusiva”. Es decir, de 95.50 pesos, fue obligada a pagar 191 pesos en efectivo.

Tras liberarla, los empleados le señalaron que no querían volverla a ver nunca más en la tienda; a lo que ella reviró que no tenían derecho de impedirle el ingreso porque no era una delincuente.

“Me dijeron que les valía madres”.

Y cuando al salir la joven tomó algunas fotos con su celular, de la tienda y los empleados que la habían acusado, la alcanzaron y la obligaron a borrar las imágenes.

La joven se dirigió con su madre a la agencia del Ministerio Público de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), donde le desairaron la denuncia penal, al cuestionarle qué buscaba con denunciar, insinuándole que si acaso ella lo que esperaba era dinero por el agravio.

“Me dijeron que no procedía, porque no había delito que perseguir y que prácticamente yo me entregué por mi gusto y voluntad para que me desnudaran y esculcaran”, mencionó.

A la joven no le quedó otra opción que hacer la denuncia pública en las redes sociales, para alertar a los clientes, dijo, de los abusos y humillaciones que podrían pasar los consumidores en esa tienda departamental.

Interpone queja contra PGJE Ante CEDH

Se negaron a recibir la demanda contra la tienda

Erika Guzmán, estudiante universitaria, interpuso una queja ante la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH), contra autoridades estatales de procuración de justicia, por negarse a atenderla e investigar una denuncia contra la empresa Walmart, a la que acusa de haberla insultado y humillado, luego que la responsabilizaron del robo de un lápiz labial.

La queja contra la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) fue consignada en el expediente CEDH/0443/2014, suscrita por el director general de Quejas del órgano defensor de derechos humanos, Amadeo Nango Lara.

Asimismo, por instrucciones de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), el caso ya es documentado y observado por la visitaduría adjunta en Chiapas de este órgano, a cargo de Dulce María Culebro Velasco.

Erika Guzmán acusó que el lunes pasado acudió a la tienda Walmart, ubicada en el bulevar Belisario Domínguez, en compañía de su madre, a comprar tintes para el cabello.

Relató que en el área de productos de belleza sacó su labial para pintarse frente al espejo de los aparadores, mientras que su madre hizo lo mismo con un labial de muestra. 

Pero una vez en la caja registradora, fue requerida por un agente de la policía preventiva de la empresa, identificado como Alexis, quien le advirtió que no podía retirarse, en tanto no pagara el labial que presuntamente había tomado de los mostradores.

En ese momento, fue cuando el empleado la acusó de “ratera” y le exigió que acudiera a una de las áreas privadas para que fuera revisada.

“Le reclamé que no había tomado nada y que me llevara al sitio donde según él me había apoderado del lápiz labial”, detalló la denunciante.

Erika dijo que enseguida fue llevada ante la gerente de la tienda, identificada sólo como Eunice, quien no le permitió que explicara ni argumentara nada de la acusación en su contra y se concretó a ordenar a Alexis: “Tú procede, si ambas son rateras que se las lleve la Policía”.

Ya dentro del cuarto de revisión, una empleada le pidió que se quitara la blusa y la auscultó ante la presencia de una mujer y un hombre, empleados de la tienda. Luego la gerente Eunice “me corrió y me dijo que no quería volver a verme en su tienda”, señaló.
Erika indicó que ante las circunstancias y el temor, su madre “pagó un lápiz labial que nunca se nos encontró, y que se lo cobraron a precio doble por abusiva y ratera”.

Ese día, la madre de la agraviada cumplía años y acudió a comprarle un tinte para el cabello como regalo, así como también para preparativos del Día de la Madre.

(DIARIO DEL YAQUI/ AGENCIAS/ Sábado, 10 Mayo 2014 00:15)


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