Saltillo, Coah.- “¡Ay mi chiquito, ay mi niño, bájate de la
ambulancia!, ¡dime que estás bien! ¿Por qué no pude hacer nada? ¿Por qué
no pudimos hacer nada por ti? ¡Ay mi niño, mi chiquito! Ya ibas a
cumplir años. ¡No, mi niño, no!”.
Estos fueron los desgarradores gritos que daba una madre al golpear la ventana de una carroza donde subieron el cuerpo de Paquito, su hijo; la mujer tenía el alma destrozada luego de que encontró a su pequeño flotando en una fosa séptica y a pesar de los esfuerzos que hizo por salvarlo, el angelito no sobrevivió.
Apenas iba a cumplir sus 5 años, sus padres ya estaban preparando una fiesta para celebrarlo el próximo 27 de mayo, pero la muerte se apareció, sin tener compasión por el menor, quien jugaba cerca de un pozo sin imaginar que ahí terminaría su vida.
NO LO ESCUCHARON
Fue durante la tarde de ayer que la tragedia comenzó a gestarse, lo que parecía ser un día tranquilo para Érika Janeth Moreno Duque, de 25 años, se convirtió en una terrible tragedia, tal vez la peor de su vida.
Eran alrededor de las 12:20 horas de ayer y Érika Janeth salió al patio de su hogar, ubicado en el ejido Cuautla, a dos kilómetros de la carretera a Torreón; Érika llamaba a gritos a su hijo, quien se encontraba jugando afuera de la casa.
El pequeño Francisco Emiliano no contestaba y Érika comenzó a preocuparse, un instante después un grito desgarrador rompió la tranquilidad del poblado, el niño había caído a una fosa séptica de poco más de metro y medio de profundidad, la cual estaba llena de agua tras las lluvias que se presentaron en los últimos días.
Érika no dudó un instante y se metió al pozo, de donde sacó al niño, trató de reanimarlo pero Paquito, como le decían de cariño, no respondía; esperanzada en que su hijo aún viviera, la mujer pidió ayuda a su suegra y se trasladaron abordo de un vehículo a la caseta de cobro Plan de Ayala, a unos kilómetros del poblado.
Estos fueron los desgarradores gritos que daba una madre al golpear la ventana de una carroza donde subieron el cuerpo de Paquito, su hijo; la mujer tenía el alma destrozada luego de que encontró a su pequeño flotando en una fosa séptica y a pesar de los esfuerzos que hizo por salvarlo, el angelito no sobrevivió.
Apenas iba a cumplir sus 5 años, sus padres ya estaban preparando una fiesta para celebrarlo el próximo 27 de mayo, pero la muerte se apareció, sin tener compasión por el menor, quien jugaba cerca de un pozo sin imaginar que ahí terminaría su vida.
NO LO ESCUCHARON
Fue durante la tarde de ayer que la tragedia comenzó a gestarse, lo que parecía ser un día tranquilo para Érika Janeth Moreno Duque, de 25 años, se convirtió en una terrible tragedia, tal vez la peor de su vida.
Eran alrededor de las 12:20 horas de ayer y Érika Janeth salió al patio de su hogar, ubicado en el ejido Cuautla, a dos kilómetros de la carretera a Torreón; Érika llamaba a gritos a su hijo, quien se encontraba jugando afuera de la casa.
El pequeño Francisco Emiliano no contestaba y Érika comenzó a preocuparse, un instante después un grito desgarrador rompió la tranquilidad del poblado, el niño había caído a una fosa séptica de poco más de metro y medio de profundidad, la cual estaba llena de agua tras las lluvias que se presentaron en los últimos días.
Érika no dudó un instante y se metió al pozo, de donde sacó al niño, trató de reanimarlo pero Paquito, como le decían de cariño, no respondía; esperanzada en que su hijo aún viviera, la mujer pidió ayuda a su suegra y se trasladaron abordo de un vehículo a la caseta de cobro Plan de Ayala, a unos kilómetros del poblado.
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