lunes, 17 de febrero de 2014

LAS SECUELAS DE "RÀPIDO Y FURIOSO"; ENCARCELAN A SINALOENSE

rapido y furioso
A mi hijo lo mataron quienes jalaron el gatillo, pero también quienes les facilitaron las armas, dice la madre de Brian Terry horas después de que sentencian a 30 años de prisión a Manuel Osorio Arellanes, originario de El Fuerte, Sinaloa.

Luego de darse a conocer la sentencia contra el sinaloense Manuel Osorio Arellanes, la familia del agente Brian Terry dijo sentirse “tranquila y en paz”, pero que no celebrarían el castigo hasta que todas las personas involucradas en el homicidio fueran llevadas ante la justicia.

“Ciertamente es un castigo apropiado para esa persona, pero hay otras más involucradas en el caso, que deben ser traídas ante una corte para que enfrenten la ley y se haga justicia”, se lee en un comunicado enviado a Ríodoce.

El lunes 10, una corte federal de Tucson, Arizona, condenó a Manuel Osorio a 30 años de prisión en los Estados Unidos, por el homicidio del agente de la patrulla fronteriza ocurrido en 2010, cuando un grupo de narcotraficantes se enfrentó con agentes estadunidenses en el desierto de Arizona.

Josephine Terry, madre del agente caído, consideró que aunque la sentencia es más que merecida, lo que más la aflige es saber que fue el mismo gobierno de Estados Unidos quien propició la muerte de su hijo, al facilitar las armas a los cárteles de la droga en México durante una operación fallida que desató muerte en ambos lados de la frontera, incluyendo la de su hijo. “Mi hijo hacía su trabajo pero fue víctima de ese operativo, y murió como un héroe mientras protegía las fronteras de nuestro país”, dijo Terry, desde su hogar en Detroit Michigan, de dónde era originario su hijo Brian y el resto de su familia.

Junto con Osorio Arellanes, originario de El Fuerte Sinaloa, hay otras dos personas involucradas que se encuentran libres, Jesús Rosario Favela Astorga y Heraclio Osorio Arellanes —también de El Fuerte Sinaloa—, por quienes Estados Unidos ofrece recompensas de hasta 250 mil dólares a quien dé información que conduzca a su captura.

Según señalan fiscales del Departamento de Justicia de estados Unidos (USDOJ), la muerte de Terry ocurrió la noche del 14 de Diciembre de 2010, luego que agentes de la Patrulla Fronteriza sostuvieran un enfrentamiento con un grupo de ladrones que intentaban asaltar a varios narcotraficantes que traficaban mariguana a Estados Unidos, y caminaban por el desierto de Arizona.

Fue en ese enfrentamiento que Terry, de 35 años, per- dió la vida. Las armas usadas por sus asesinos habrían sido parte de Rápido y Furioso, un operativo dirigido por la Oficina de Alcohol, Armas y Tabaco (ATF), como una estrategia de llegar a los altos capos de la droga de los cárteles de Juárez y Sinaloa.

JOSEPHINE TERRY. Contra Rápido y Furioso.“Todo eso lo sabemos ahora, pero semanas después de la muerte de mi hijo Brian, gente del ATF nos contactó y nos informó lo que verdaderamente había pasado, es decir, que Brian había muerto por el uso de esas armas que el ATF permitió que fueran llevadas a México, y nuestro gobierno negó todo, y yo entiendo porque es una vergüenza para todos nosotros, pero mi hijo merece que se sepa la verdad”, sostuvo la señora Terry.

Agregó: “También se debe castigar a quienes dirigieron ese operativo, no sólo a los que jalaron el gatillo (de las armas), a quienes dirigieron todo sin considerar las consecuencias que tendría, y esa petición se la hice yo directamente al Presidente Barack Obama, pero como respuesta sólo hubo silencio”.

El diario Huffington Post publicó en junio de 2013, que en enero de ese año, el jefe de la policía del municipio de Hostotipaquillo, Jalisco, fue muerto a balazos junto con su escolta, y las armas que se usaron formaron parte del operativo Rápido y Furioso.

También en la muerte de María Susana Flores Gámez, una reina de belleza de Guamúchil, ocurrida en diciembre de 2010 en Mocorito, Sinaloa, las autoridades encontraron armas que formaron parte del operativo estadunidense, que permitió pasar más de 2 mil armas de alto impacto a México, de las cuales sólo 710 de ellas han sido recuperadas. el resto, suponen funcionarios de ambos países, irán saliendo poco a poco.

Lo traicionaron, dice su padre

En una cárcel de Hermosillo espera juicio de extradición otro acusado del crimen de Brian Terry

Luis Fernando Nájera/Los Mochis

Don Agustín Soto vive sólo, en una casa cuyos muros son de aire, adobe y unos cuantos ladrillos. Por techo tiene el cielo, lonas deshiladas y trozos de lo que en sus mejores años fueron láminas galvanizadas. en una esquina de su solar hay una capilla azul y adentro está la efigie de la Santa Muerte.

Su esposa e hijas no están en casa, fueron a la penitenciaría de Hermosillo, Sonora, a visitar a su hijo y hermano, Iván Soto Barraza, que enfrenta un proceso de extradición por 11 cargos criminales por el homicidio del agente de patrulla fronteriza estadunidense, Brian Terry y el ataque a cuatro más de sus compañeros.

Terry fue asesinado durante un tiroteo el 14 de diciembre de 2010, entre agentes de la Patrulla Fronteriza y los hombres de las zonas rurales de Río Rico, Arizona, cerca de la frontera de México, de acuerdo con la acusación.

El agente de frontera fue baleado con armas importadas en el operativo Rápido y Furioso. Dos de ellas se encontraron en la escena del tiroteo mortal.

Iván es uno de los cinco sujetos que desde el 7 de noviembre del 2011 enfrenta cargos de asesinato en primer grado, asesinato en segundo grado y porte de armas de fuego, entre otros, en un tribunal del sureste de arizona. en el caso hay un sexto hombre al que se acusó por conspiración y robo, según despachos de prensa.

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