jueves, 3 de noviembre de 2011

SIGUEN AFERRADOS LOS "VIUDOS" DEL BOURSISMO

 
Uchi qué bárbaro, ya de plano me está resultando demasiado sospechosa la desesperada vehemencia con que siguen los viudos del boursismo tratando de negar y recontranegar los hechos donde le pusieron una moquetiza al ex gobernador, Eduardo Bours Castelo.

Han pasado ya poco más de dos semanas de este bochornoso suceso, ocurrido como usted sabe a la media tarde del pasado miércoles 19 de octubre, y todavía hay colegas panegíricos, reconocidos aduladores por contrato del chapito, que insisten en ubicar al susodicho en diferentes puntos de la entidad y del país a la vez, como si éste tuviera el extraordinario don de la ubicuidad.

 Insisto, qué les cuesta aceptar que sucedió un clásico borrachazo entre Bours Castelo y el agricultor cajemense, Rogelio Díaz Brown Ramos, de todos también conocida su proclividad a tirar trancazos a la menor provocación, y san se acabó; a todos puede pasar, son seres humanos, creo.

Pero por el amor de Dios, ya son más de dos semanas con el tema y éste sigue en la picota por la razón de que ellos mismos insisten en negar los hechos para ponerlo a nivel de mitote; mitote el que hacen sus aduladores de todos conocidos también.

Y mientras tanto, el ex Gobernador sigue sin dar la cara; ¿será acaso que sí fueron algo más que simples cachetadas guajoloteras las que recibió?

Aaahh, fíjese también que este tema ya trascendió la esfera de lo local y ha sido motivo de comentarios también en otros medios impresos y electrónicos del Centro y Norte del país; ni hablar es bueno saber que nos leen más allá del Cerrito de la Virgen rumbo al sur y de la caseta de cobro hacia el Norte, verdad tú?


 HERMANOS Y RIVALES Por cierto, ya también son del conocimiento público en Ciudad Obregón las constantes y fuertes diferencias políticas entre el ya mencionado Eduardo Bours Castelo y su brother el ex alcalde, Ricardo Bours Castelo.

Ahora la más reciente se refiere al hecho de que mientras el chaparrín ha decidido apoyar con todo al diputado local por el distrito XV Ciudad Obregón Sur, Raúl “el Gato Volador” Acosta Tapia, por su lado Ricky, el de la melena a la Diego Verdaguer, le apuesta su resto al todavía procurador General de Justicia del Estado, Abel Murrieta Gutiérrez, el otrora afamado “joven de los espejuelos”.

Cuenta la leyenda que tanto Acosta Tapia como el diputado federal por el distrito 06, Rogelio Manuel “el Rogercito” Díaz Brown Ramsburgh, fueron “sentados” por Eduardo en sus tiempos todavía como Gobernador, al aferrarse éste a la idea de imponer como candidato a la alcaldía a su compadre, Ernesto “el Neto” Vargas Gaytán, mismo que ya en una ocasión había perdido, en 1997, en un primer intento por convertirse en Presidente Municipal de Ciudad Obregón.

Desde entonces se decía que “el Rogercito” era el ahijado político de Ricardo y esto dio pie a que se ventilaran desde entonces esos roces, esas diferencias de éste con su hermano Eduardo; memorable, por ejemplo, aquella larga discusión que ambos sostuvieron en el rancho de Abel Murrieta, conocido como “Abelandia”, misma que no pudo escucharse muy bien dado que el helicóptero que esperaba al entonces mandatario estatal permanecía encendido y cuyas aspas pasaban a poca distancia de las testas de los dos encolerizados carnales.

 Sin embargo, en aquel tiempo Eduardo tronó los dedos y tanto “el Gato Volador” como “el Rogercito” tuvieron que conformarse con ser candidatos a una diputación local el primero, y a la federal el segundo; curioso, ambos ganaron por amplio margen frente a sus opositores panistas mientras “el Neto” Vargas recibió por segunda ocasión una verdadera madr…, una tunda, pues, cayendo ante un candidato grisáceo como lo fue el panista, y hoy alcalde, Manuel “Manolo” Barro Borgaro.

Para siempre quedará la sospecha de que tanto Acosta Tapia como Díaz Brown Ramsburgh operaron con sus grupos por separado para que Vargas Gaytán no recibiera ningún tipo de respaldo.

Ahora bien, todavía hasta hace unos meses el señalado como seguro candidato priista a la alcaldía en el 2012 lo era “el Rogercito” Díaz Brown, previo acuerdo entre Eduardo y Ricardo, pero su buena estrella fue apagándose a partir de ciertas actitudes asumidas por este muchacho de prominente quijada, mismas que han sido consideradas como traiciones hacia la familia Bours Castelo.

De hecho, permítame recordarlo de nuevo, fue este tema del retiro del apoyo político de los Bours Castelo hacia “el Rogercito”, uno de los detonadores de la reyerta entre Eduardo y el padre del diputado federal, don Rogelio Díaz Brown Ramos, pero en fin.

El asunto, ahorita, es que nuevamente Eduardo y Ricardo asumen posiciones encontradas respecto al candidato priista que será impulsado a la alcaldía de Ciudad Obregón, ya que mientras el ex Gobernador ahora sí ha decidido apoyar al “Gato Volador” Acosta Tapia, de clara extracción cenopista, por su lado Ricardo arroja su resto a favor de quien fuera su secretario de Seguridad Pública durante su mandato municipal durante el trienio 2000-2003, el todavía procurador Murrieta Gutiérrez, quien por cierto, sigue en espera de que el gobernador, Guillermo Padrés Elías le firme de recibida y aceptada la renuncia al cargo para entonces sí, irse de tiempo completo a visitar seccionales en su natal Cajeme. Hasta luego

No hay comentarios:

Publicar un comentario