miércoles, 14 de septiembre de 2011

¿HASTA DONDE?

Miguel Ángel Vega
Si es que existen mercenarios estadounidenses operando en alguna parte México al servicio de particulares o empresas mexicana que buscan protegerse del crimen organizado, ni el Senado de la República ni la Cámara de Diputados tiene capacidad para comprobar esa situación, y solo puede conformarse con los informes que den las autoridades federales.

“Tuvimos una reunión con el secretario de Gobernación, la secretaria de Relaciones Exteriores, el director del Cisen y el Consejo de Seguridad Nacional, y todos negaron cualquier convenio de trabajo entre empresas privadas y estadounidenses para que mercenarios extranjeros operen en nuestro país”, dijo Rene Arce, presidente de la Comisión Bicamaral de Seguridad Nacional del Senado de la República.

Lo que sí reconocieron, agregó el senador, es la presencia de agentes de la DEA, del FBI, de la CIA, incluso del Departamento de Estado de Estados Unidos que hay en México, pero que operan dentro del marco de los convenios internacionales entre México y Estados Unidos.

 “Ellos aseguraron que no existe ningún acuerdo o convenio que no haya sido aprobado por el Senado en que se dé a un agente extranjero funciones que no estén regidas por las leyes de nuestro país”, dijo Arce en entrevista telefónica con Ríodoce.

Según confirmó el Gobierno estadounidense, la presencia de agentes de ese país en México es real, pero solo como parte de la colaboración que existe entre ambas naciones en la lucha contra el tráfico de drogas.

El convenio establece que los agentes extranjeros no anden armados y que solo operen junto a agentes mexicanos. No obstante, y de acuerdo a una serie de denuncias en diferentes partes del país, incluyendo Sinaloa, los oficiales estadounidenses sí andan armados y sí operan por su cuenta, incluso, en operaciones encubiertas.

 “El Senado no cuenta con elementos que confirmen eso, y todo lo que ha trascendido han sido versiones que se leen o escuchan y por eso citamos al secretario de Gobernación y a otros funcionarios de seguridad nacional para que aclaren, esperando que hayan hablado con la verdad, porque nos mintieron, el día de mañana pueden ser sometido a juicio político”, observó el senador.

Gorgojos en el arroz
A finales de julio, un individuo identificado únicamente con el nombre de Josué, fue interceptado en Montebello por un grupo de agentes, y quienes por su acento y su apariencia, debieron ser extranjeros, específicamente estadounidenses. Según el relato del afectado, publicado en la edición de Ríodoce del 14 de agosto de este año, los agentes viajaban en dos camionetas Ram blancas, que le habrían cerrado el paso cerca de su domicilio.

De las unidades bajaron varios individuos que tras preguntarle nombre y ocupación, sacaron una especie de Ipad, e hicieron que pusiera la palma de su mano derecha sobre la pantalla. En el artefacto apareció una copia digitalizada de su visa estadounidense, a partir de lo cual fue interrogado sobre las razones de sus ingresos a los Estados Unidos.

Le pidieron acta constitutiva de su empresa y después de mostrársela a otros hombres que viajaban en otros vehículos, le dijeron que se fuera. Josué nunca supo si eran agentes de la CIA o de la DEA, u otra clase de personas. En Ciudad Juárez, algunos medios de comunicación publicaron que agentes estadounidenses operan a espaldas del Gobierno mexicano, como lo dio a conocer El Diario de Juárez a partir de una entrevista hecha a un agente, no obstante, en aquel momento el Gobierno mexicano negó toda acción secreta por parte de esos agentes.

Sobre esas situaciones, René Arce indicó que los informes de la Secretaría de Gobernación son en el sentido de que eso no ocurre en nuestro país, incluso, durante la reunión a puertas cerradas que tuvieron con los diferentes órganos de Seguridad Nacional, los funcionarios señalaron que el Gobierno mexicano realiza labores de contrainteligencia para saber qué realmente hacen los agentes de Estados Unidos en suelo mexicano.

 “En base a ello, México puede darse cuenta que Estados Unidos no realice actividades que no le correspondan, o al menos es el informe que nos dieron esos funcionarios”, precisó el legislador. La colaboración De acuerdo con la Comisión Bicamaral del Senado de la República, los acuerdos entre México y Estados Unidos actuales se basan en colaboración en materia de asistencia técnica y colaboración en materia de información.

 “Ellos tienen información referente a cómo funcionan los cárteles en la relación Estados Unidos-México, pero además tienen informes respecto a la gente que detienen y cuestionan sobre sus contactos aquí en México”, abundó Arce. Basados en esa información que intercambian Estados Unidos y con las autoridades mexicanas, se realizan labores de inteligencia, precisó Arce.

Generalmente los informes se hacen a través de los agentes de Estados Unidos, que tienen sus oficinas en la Ciudad de México, en el 265 de avenida Reforma, a pocas cuadras de la avenida Insurgentes. Desde ahí operan los 54 agentes de la DEA que México autorizó, además de los agentes de la CIA, FBI, ATF, la Agencia Estadounidense de Control de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos, entre otros.

No obstante, de ser cierto que personas han sido detenidas por agentes de la DEA en diferentes partes de México, incluido Culiacán, el número de agentes pudiera ser mayor. Sin embargo, aparentemente, México no tiene forma de saber eso. Además del intercambio de información, Estados Unidos también trabaja con México en cuanto a asistencia técnica, principalmente lo que tiene que ver con asesoría tecnológica, como es la operación de aviones no tripulados, intervenciones telefónicas de llamadas que se hacen en Estados Unidos y todo tipo de capacitación

. “Eso sería el acuerdo que existe, y según la Secretaría de Gobernación, los agentes estadounidenses no tienen ninguna otra función, como no pueden operar por su cuenta ni tampoco andar armados”, explicó el presidente de la Comisión Bicamaral de Seguridad Nacional.

 Ex soldados estadounidenses en México La noticia de que excombatientes de Estados Unidos en la Guerra contra Irak, Afganistán y otros conflictos armados, se encuentran en México brindando protección a empresas mexicanas, ha trascendido de tal manera que los legisladores mexicanos no pudieran dejar pasar la ocasión para cuestionar a la Secretaría de Gobernación sobre ese rumor.

 “Ellos (el secretario de Gobernación y el vocero del Consejo de Seguridad Nacional, Alejandro Poiré), dicen que son solo rumores, noticias que generan los medios de comunicación, pero que no hay nada”, explicó Arce a Ríodoce.

No obstante, la compañía de Seguridad Privada de Estados Unidos XE Services, ha sido contactada por personas particulares y empresas en México para que les recomienden personas, principalmente excombatientes militares, que puedan venir a nuestro país a brindar servicios de seguridad que los resguarde contra grupos del crimen organizado.

 John Procter, vocero de XE Services, que tiene sus oficinas en San Diego y Virginia, dijo que no comentaría sobre sus clientes en México o en otras partes del mundo, aunque en la página de Internet de la empresa, sí pueden observarse testimonios de empresas que se cree, pudieran operar en México.

 Según una entrevista hecha por el diario Excelsior, de la ciudad de México, a un excombatiente estadounidense que peleó en Irak y Afganistán y que se entrenó además con XE Services, sus servicios habrían sido requeridos para trabajar en Sinaloa, principalmente por su apariencia mexicana y su buen dominio del español.

Según el excombatiente, quien se hace pasar con el nombre de David, el reclutamiento de veteranos de los escenarios de guerra más candentes para Estados Unidos con el fin de enfrentar el narcotráfico en México podría salir contraproducente.

“Blackwater (hoy Xe Services) me trató de reclutar para ir a pelear a México, en la frontera, en la Ciudad de México. Luego un señor mexicano me pidió que me ocupara de la seguridad en Sinaloa. ¡Yo no voy a enfrentar con cuchillo una batalla de pistolas!”, dijo a Excelsior.

 David precisó que otros amigos suyos también los han requerido para que vengan a combatir a México, aunque se cree que David es el primero que abiertamente lo reconoce.

“Me dijo que estaban buscando a gente que hable español y cuando le pregunté si era para ir a México, se puso a reír. La situación en México está bien grave, a mí me angustia porque mi papá es mexicano y ¿you know?, mi abuelo es mexicano.

Yo sé cómo ganar batallas, sé cómo sacar al enemigo, pero en este caso se siente uno como impotente, porque no hay nada que uno pueda hacer”, indicó.

De acuerdo con el Departamento de Veteranos de Estados Unidos, los excombatientes de guerra que regresan de la guerra se quedan desempleados, incluso, según estadísticas, uno de cada cuatro personas que no tienen dónde vivir, son veteranos de guerra. Según la Coalición Nacional de Veteranos Indigentes, el 56 de esos veteranos que no tienen dónde vivir, son de ascendencia latina o afroamericana, mientras que el resto vive en situaciones extremas de pobreza.

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