LAS
BARRANCAS, Cosoleacaque, Ver. (proceso.com.mx).- A través de un
perifoneo “urgente” en la calle principal de la congregación de Las
Barrancas, en el municipio de Cosoleacaque, sus habitantes se enteraron
que migrantes centroamericanos, en su mayoría hondureños, habían sido
asaltados a bordo del tren en la ruta migratoria y decenas de ellos
arrojados al suelo con el convoy en movimiento, refugiándose temerosos
entre la maleza.
Vecinos de Las Barrancas, una pequeña localidad
que sobrevive de la siembra de maíz y de los ingresos de sus albañiles,
herreros y obreros de Minatitlán, aseguran que el pasado 1 de mayo, el
asalto al tren ocurrió en su localidad en medio del escándalo y
detonaciones de armas de fuego, por lo que todo el pueblo salió para
auxiliar a los migrantes.
A través de una bocina colocada en lo
más alto de su casa, don Julio Pérez hizo un llamado a todo el pueblo
para apoyar a los migrantes; un vecino de él alertó que a su casa había
llegado un migrante con la mano cortada y sangrando, pidiendo auxilio
desesperadamente, pues un grupo armado los había amenazado y
“macheteado” y con armas cortas.
En ese primer aviso, todo el
pueblo salió a colaborar con lo que pudo: agua, alimentos, ropa limpia,
calzado y cobijas para apoyar a los caídos en desgracia.
“Con el
aparato de sonido les dijimos a los migrantes que no tuvieran miedo, que
salieran del monte; ellos tenía miedo que los volvieran a atacar,
después de insistirles a través de una bocina, poco a poco fueron
saliendo”, narra don Julio.
Además de hombres con las manos y
brazos cortados, también se dieron casos milagrosos, como el de un niño
que salvó la vida gracias a que de los balazos que el grupo
delincuencial soltó, uno de ellos impactó en su mochila.
Aunque la víctima fue internada no murió, relatan los vecinos.
El
pasado 2 de mayo, el gobierno de Javier Duarte trató de minimizar el
asalto masivo y presumió que sólo se trató de una riña entre los mismos
migrantes. Incluso, a través de un comunicado, el gobierno estatal
aseguró que sólo hubo nueve heridos, ninguno de ellos de gravedad.
Sin
embargo, María de los Ángeles González, habitante del pueblo quien vive
a orillas del tren, asegura que el día del incidente cientos de
inmigrantes salieron de la mesa y asustados se concentraron en la cancha
deportiva y en el parque principal, en donde después de la madrugada
del 2 de mayo tres autobuses subsidiados por el Instituto Nacional de
Migración (INM) se los llevaron a la estación migratoria de Acayucan.
Las
Barrancas es una localidad netamente rural, ahí ya opera el Mando Único
Unificado de la Policía, instaurado hace unas semanas a sugerencia del
gobierno de Duarte; aunque la realidad contrasta con el discurso
oficial.
Un voceador del periódico El Heraldo de
Coatzacoalcos –propiedad de Tony Macías, suegro del gobernador priista–
grita por toda la congregación: “En Minatitlán sí secuestran, sí
secuestran (sic), aunque la policía diga lo contrario, ayer secuestraron
a un bebé de dos años, un grupo de hombres armados y encapuchados
ingresó a una vivienda en la colonia Buenavista”.
Integrantes de
la Misión de Observación de la Ruta Migratoria recorrieron este sábado
la congregación de Las Barrancas. Encabezados por fray Tomás González y
Rubén Figueroa se reunieron en privado con tres migrantes hondureños,
quienes relataron los horrores y el pavor que sintieron durante el
asalto el pasado 1 de mayo.
Los resultados de esta Ruta de
Observación serán presentados el próximo martes en Tenosique, en la
frontera con Guatemala, ante una comisión especial de senadores.
Posteriormente,
Rubén Figueroa y fray Tomás González platicaron con vecinos y
recorrieron las vías del tren en el punto donde sucedió el ataque, para
hacer una reconstrucción del viacrucis de los centroamericanos en la
llamada ruta de La Bestia.
Aunque apenas han pasado poco
más de 20 días del masivo asalto, en todo el recorrido realizado en
Acayucan no se observó ni una sola patrulla, aunque sí una comisión del
Grupo Beta del INM que en todo momento acompañó a los activistas de
migrantes.
/25 de mayo de 2013)
No hay comentarios:
Publicar un comentario