En el mundo están en decadencia pero la realeza en México vive
sus mejores años. Es la corte de mirreyes, juniors, lady's y lords a
quienes el erario les ha dado vida de monarcas, y cuyo reinado solo ha
sido posible gracias a la impunidad. Conócelos
"Sí son los nobles mexicanos. Personajes de la política que por su falta de
valores, por estar exhibiendo dinero de base no honorable, y su necesidad de
pertenecer, muestran así su riqueza y caen en la burla"
Director de cine
El fenómeno se ha visto en otros tiempos, pero en los nuestros se multiplica.
Las redes sociales han hecho que el gran público se entere de las excentricidades de los líderes sindicales, funcionarios públicos, sus hijos y hasta sus yernos y sobrinos.
En otra época fueron rumores, hoy son hechos contundentes que además se confirman con imágenes. Que, dicen, valen más que mil palabras.
Antes, las locuras típicas de nuevos ricos y fortunas de miles de millones formadas en seis años, y hasta en tres, eran rumores y anécdotas que se escribieron tarde en las crónicas históricas. Ahora tenemos testigos en el momento y el fenómeno de la hija del líder petrolero luciendo sus perros viajeros, yates y botellas de fastuosos vinos, nadie vino a contarlo. Lo publicó en Facebook.
En otros tiempos se rumoraba que López Mateos paseaba en su Alfa Romeo por Reforma. Pero, si acaso, lo vimos muchos años después de muerto el expresidente cuando algunos cronistas lo consignan. Tampoco las excentricidades del hijo músico de Díaz Ordaz, ni las fiestas ruidosas y llenas de celebridades de Miguel Alemán en Acapulco. Hasta el “caserón del perro” nos parece pequeño ante el Bellagio de Zacatecas o los animales exóticos del rancho de Tijuana.
Ahora, en esta época de Facebook y Twitter, vemos a los “inocentes” –y presumidos– hijos de los magnates hechos en menos de un sexenio luciendo lo que sí tiene precio y surge la generación de mireyes, de juniors, de ladys y de lords hijos de algunos padres que reciben sueldos de 25 mil pesos, oficiales.
O vemos a la hija de un funcionario que con una llamada puede cerrar un restaurante y destruir un patrimonio porque no le dieron la mesa que esperaba.
Vemos también, aunque no en redes pero sí en fotos publicadas en medios, las carísimas ropas de la líder sindical que, consignado en imágenes, suma 1 millón de dólares al año en una de las tiendas más caras de Estados Unidos. Y sin ningún pudor La Maestra posaba para los fotoperiodistas con atuendos que sumados a los accesorios, pasaban los 50 mil dólares. Y había cambio de outfit para cada discurso.
Otra nueva rica desde que el PAN llegó a Los Pinos le abría las puertas a Quién y a Hola! para lucir su rancho o su cabaña, sus bolsas y sus trajes que pagaban con fondos del erario porque, decían, eso estaba autorizado. Igual que las toallas, la vajilla y el concierto de Elton John en su castillo.
YouTube también nos mantiene informados y circula audios de un exgobernador que, bastante borracho, presume de los miles de pares de zapatos y sus vueltas al shopping en Rodeo Drive y Miami comprando ropa que reparte en sus muchas propiedades y no se le acaba, dice.
También observamos cómo el hijo de otro exgobernador compra, como cacahuates, más de tres condominios en Miami. Todo se consigna y después nos acusan en lo que resulta que el pecado está en decirlo, no en hacerlo, ya que ninguna prueba dice lo contrario a lo consignado.
Vivimos en la época de las redes y en la época del cinismo. La época de las denuncias, de la prensa libre y la exhibición y las excentricidades. La época de los excesos y la época de muchos nuevos ricos mientras las paraestatales y los sindicatos, quiebran.
Igual que las finanzas de los estados que elevan su deuda y elevan también los saldos de las chequeras y las inversiones de quienes las manejan. Aquí, una muestra de los excesos de una época. De los excesos del cinismo y de la más espléndida impunidad a lo que se puede comprobar, y que todos saben.
Les Petites Deschamps
Paulina y José Carlos Deschamps
Crecieron pensando que el dinero se daba en árboles. Y su casa era unenorme huerto... o un campo petrolero, porque la chequera ilimitada de Carlos Romero Deschamps siempre estaba abierta para sus hijos Paulina y José Carlos.
La niña viajaba por el mundo y combatía el homesick acompañándose con sus tres perros buldog. En la alegría brindaba con un Vega Sicilia de 10 mil pesos y siempre lucía impecable con accesorios de acuerdo a los 24 mil pesos mensuales que ganaba su papá, “el dueño de Pemex”.
Todas esas pequeñas extravagancias, los viajes, los brindis, aviones privados y mucho estilo, las lucía Pau en Facebook. Y también su Birkin, de Hermés, de 12 mil dólares.
Su hermano José Carlos también disfrutaba el sueldo de su papá y compró, en Miami, un Ferrari Enzo cuyo precio puede variar entre 2 y 7 millones de dólares. De colección y de color negro, clásico, el suyo pudo ser la más económica de las versiones.
Pero también invirtió en algunas propiedades y se fue a una inmobiliaria de su ciudad favorita a comprar dos departamentos: una buena idea de 7 millones de dólares, en South Beach. Parece poco para el presupuesto sin fin que el redituable sueldo de su poderoso padre puede comprarles. Lo mejor, de lo mejor. Y así privatizaron, sin necesidad de la compleja reforma, una buena parte del presupuesto de Pemex. Totalmente práctico.
Madame Bulgari
Marta Sahagún
La modesta esposa de un veterinario, que luchaba por superarse vendiendo quesos, un día tuvo cerca a un prometedor político de Guanajuato. La ambición llegó y “Vamos, Marta” fue su frase motivadora.
Las redes sociales han hecho que el gran público se entere de las excentricidades de los líderes sindicales, funcionarios públicos, sus hijos y hasta sus yernos y sobrinos.
En otra época fueron rumores, hoy son hechos contundentes que además se confirman con imágenes. Que, dicen, valen más que mil palabras.
Antes, las locuras típicas de nuevos ricos y fortunas de miles de millones formadas en seis años, y hasta en tres, eran rumores y anécdotas que se escribieron tarde en las crónicas históricas. Ahora tenemos testigos en el momento y el fenómeno de la hija del líder petrolero luciendo sus perros viajeros, yates y botellas de fastuosos vinos, nadie vino a contarlo. Lo publicó en Facebook.
En otros tiempos se rumoraba que López Mateos paseaba en su Alfa Romeo por Reforma. Pero, si acaso, lo vimos muchos años después de muerto el expresidente cuando algunos cronistas lo consignan. Tampoco las excentricidades del hijo músico de Díaz Ordaz, ni las fiestas ruidosas y llenas de celebridades de Miguel Alemán en Acapulco. Hasta el “caserón del perro” nos parece pequeño ante el Bellagio de Zacatecas o los animales exóticos del rancho de Tijuana.
Ahora, en esta época de Facebook y Twitter, vemos a los “inocentes” –y presumidos– hijos de los magnates hechos en menos de un sexenio luciendo lo que sí tiene precio y surge la generación de mireyes, de juniors, de ladys y de lords hijos de algunos padres que reciben sueldos de 25 mil pesos, oficiales.
O vemos a la hija de un funcionario que con una llamada puede cerrar un restaurante y destruir un patrimonio porque no le dieron la mesa que esperaba.
Vemos también, aunque no en redes pero sí en fotos publicadas en medios, las carísimas ropas de la líder sindical que, consignado en imágenes, suma 1 millón de dólares al año en una de las tiendas más caras de Estados Unidos. Y sin ningún pudor La Maestra posaba para los fotoperiodistas con atuendos que sumados a los accesorios, pasaban los 50 mil dólares. Y había cambio de outfit para cada discurso.
Otra nueva rica desde que el PAN llegó a Los Pinos le abría las puertas a Quién y a Hola! para lucir su rancho o su cabaña, sus bolsas y sus trajes que pagaban con fondos del erario porque, decían, eso estaba autorizado. Igual que las toallas, la vajilla y el concierto de Elton John en su castillo.
YouTube también nos mantiene informados y circula audios de un exgobernador que, bastante borracho, presume de los miles de pares de zapatos y sus vueltas al shopping en Rodeo Drive y Miami comprando ropa que reparte en sus muchas propiedades y no se le acaba, dice.
También observamos cómo el hijo de otro exgobernador compra, como cacahuates, más de tres condominios en Miami. Todo se consigna y después nos acusan en lo que resulta que el pecado está en decirlo, no en hacerlo, ya que ninguna prueba dice lo contrario a lo consignado.
Vivimos en la época de las redes y en la época del cinismo. La época de las denuncias, de la prensa libre y la exhibición y las excentricidades. La época de los excesos y la época de muchos nuevos ricos mientras las paraestatales y los sindicatos, quiebran.
Igual que las finanzas de los estados que elevan su deuda y elevan también los saldos de las chequeras y las inversiones de quienes las manejan. Aquí, una muestra de los excesos de una época. De los excesos del cinismo y de la más espléndida impunidad a lo que se puede comprobar, y que todos saben.
Les Petites Deschamps
Paulina y José Carlos Deschamps
Crecieron pensando que el dinero se daba en árboles. Y su casa era unenorme huerto... o un campo petrolero, porque la chequera ilimitada de Carlos Romero Deschamps siempre estaba abierta para sus hijos Paulina y José Carlos.
La niña viajaba por el mundo y combatía el homesick acompañándose con sus tres perros buldog. En la alegría brindaba con un Vega Sicilia de 10 mil pesos y siempre lucía impecable con accesorios de acuerdo a los 24 mil pesos mensuales que ganaba su papá, “el dueño de Pemex”.
Todas esas pequeñas extravagancias, los viajes, los brindis, aviones privados y mucho estilo, las lucía Pau en Facebook. Y también su Birkin, de Hermés, de 12 mil dólares.
Su hermano José Carlos también disfrutaba el sueldo de su papá y compró, en Miami, un Ferrari Enzo cuyo precio puede variar entre 2 y 7 millones de dólares. De colección y de color negro, clásico, el suyo pudo ser la más económica de las versiones.
Pero también invirtió en algunas propiedades y se fue a una inmobiliaria de su ciudad favorita a comprar dos departamentos: una buena idea de 7 millones de dólares, en South Beach. Parece poco para el presupuesto sin fin que el redituable sueldo de su poderoso padre puede comprarles. Lo mejor, de lo mejor. Y así privatizaron, sin necesidad de la compleja reforma, una buena parte del presupuesto de Pemex. Totalmente práctico.
Madame Bulgari
Marta Sahagún
La modesta esposa de un veterinario, que luchaba por superarse vendiendo quesos, un día tuvo cerca a un prometedor político de Guanajuato. La ambición llegó y “Vamos, Marta” fue su frase motivadora.
De vocera pasó a esposa y se instaló a todo lujo en una cabaña
construida al nivel de su ambición y empezó, también, a luchar por su
independencia económica. Vamos México fue su inspiración.
Como lo hubiera hecho la emperatriz Carlota, Marta vistió el Castillo de Chapultepec de lujo y llevó a Elton John a cantar para los más ricos de México a 10 mil dólares el cubierto. Con lo recaudado, dijo, compró unas bicicletas.
Financial Times le dedicó un artículo que indignó a la señora Fox y la corresponsal Sara Silver tuvo que abandonar México. La argentina Olga Wornat, que dio cuenta también de las riquezas de la familia Sahagún Bribiesca, perdió una demanda.
Pero Marta no paraba. Los vestidos de marca llenaron el guardarropa de la cabaña y sus joyas, que pedía como cohecho por conseguir citas con su esposo, adornaban sus muñecas y su cuello. Le gustaba especialmente Bulgari, que también exigía para sus hijos. Pedir era lo suyo y de paso aclaraba que las modernas joyas eran herencia de su madre.
Y probablemente también herencia, pero del erario, fueron los vestidos Escada, de 15 mil pesos, los zapatos Prada y las bolsas de Vuitton. Mientras, la brujería seguía su curso y a petición de Marta el presidente mandaba a sus hijas con mil 500 dólares mensuales, a Madrid, y los niños Bribiesca empezaban a hacer negocios de muchas cifras.
No hubo hechizo suficiente para que la primera dama se pudiera lanzar de candidata a presidenta y la pareja se retiró a San Cristobal, modesto ranchito guanajuatense que se convirtió en una gran mansión digna de lucirse en Hola!, y Quién. Sonrientes, los Fox posaban.
Y así, hasta hoy, Marta sigue luciendo su guardarropa, muy diferente a las modestas faldas plisadas que usaba en Celaya mientras tenía que vender quesos. Una historia de superación. Increíble.
Lady Neiman Marcus
Elba Esther Gordillo
De Comitán llegó a México y La Maestra en muy poco tenía todo el poder… y todo el dinero.
Aprendió a gastarlo y los maestros, que la adoraban, preferían no aprender, no pasar exámenes y verla aparecerse muy bien vestida en las arengas, que hipnotizaban.
Como decía el antiguo refrán, “Mujer que sabe latín ni tiene marido ni tiene buen fin” –que retomó su paisana Rosario Castellanos–, Elba Esther decidió que ni ella, ni sus maestros consentidos, aprenderían ni latín ni aritmética ni gramática, ni siquiera geografía. Un México educado podría darse cuenta de sus excesos.
Y mientras ganaba poder, empezaron sus lujos. Neiman Marcus le vendía más de un millón de dólares al año y las tiendas de Mazaryck, en su colonia, se peleaban el honor de recibirla.
Dispuso de 2 mil millones de pesos y los distribuyó bien: casas en Polanco, Las Lomas y San Diego. Lujos y vuelos en aviones privados. Cuadros de Botero que escogía en viajes a Colombia, Hummers para sus maestros y millones de dólares para regalar a sus incondicionales.
Sabía gastar Elba Esther y así lo demostraba con los trajes de St John, los abrigos de Burberry, las bolsas de Louis Vuitton, los zapatos de Prada y las bufandas de Hermés. Además de muchas cirugías plásticas.
Dress for success, pensaría la maestra de haber sabido inglés, o latín, mientras arengaba a los maestros consentidos y compartía sus beneficios a parientes, exmaridos, hijas, yernos y exyernos. Todos bien colocados en la Lotería Nacional y la Secretaría de Educación, de las que disponía a cambio de votos.
En medio de un berrinche fundó un partido y formó alianzas. Surtió su clóset y el de muchos políticos mientras las cuotas del sindicato más numeroso de México eran su caja grande para cumplir muchos caprichos y comprar muchas voluntades.
El lujo acabó con el último viaje desde San Diego. Había perdido piso, pero nunca perdió estilo. La maestra de los lujos que llegó desde Balún Canán aprendió a gastar… lo que no ganaba.
Il Cavaliere Bellagio
Miguel Alonso Reyes
Todo caballero debe tener una casa digna.
Y si la residencia cuesta la mitad del presupuesto de vivienda para familias de escasos recursos en el estado... qué más da. Es todo un lujo, pero cree que lo vale.
Es por eso que el joven mirrey vizconde de La Bufa y flamante gobernador de Zacatecas, Miguel Alonso Reyes, no dudó en reconstruir la residencia oficial del mandatario y dejarla a todo lujo.
“Pero, ¿en qué me puedo inspirar para que mis aposentos queden irresistibes para las Lobukis”, quizá se preguntó el prometedor político zacatecano.
La respuesta no tardó mucho en llegar: Debe parecerse al hotel Bellagio de Las Vegas.
Y fue así que –como lo dio a conocer Armando Estrop en Reporte Indigo– Miguel Alonso emprendió el proyecto de reconstruir una casa que emulara la réplica exacta de la suite presidencial del lujoso hotel de Las Vegas.
“Los zapatos y cinturones del gobernador tienen un lugar especial hecho de bronce con un espejo para que admire su imagen. El clóset de Alonso Reyes se pagó en 61 mil 706 pesos”, reportó Estrop en su investigación.
Pero ese solo es uno de los detalles que debe tener un castillo digno del linaje de un priista como el mandatario zacatecano.
El piso costó 646 mil pesos, el marmol 515 mil, las ventanas de 19 mil cada una y, por supuesto, los inodoros de 34 mil pesos, entre muchos otros detalles nice.
Como lo hubiera hecho la emperatriz Carlota, Marta vistió el Castillo de Chapultepec de lujo y llevó a Elton John a cantar para los más ricos de México a 10 mil dólares el cubierto. Con lo recaudado, dijo, compró unas bicicletas.
Financial Times le dedicó un artículo que indignó a la señora Fox y la corresponsal Sara Silver tuvo que abandonar México. La argentina Olga Wornat, que dio cuenta también de las riquezas de la familia Sahagún Bribiesca, perdió una demanda.
Pero Marta no paraba. Los vestidos de marca llenaron el guardarropa de la cabaña y sus joyas, que pedía como cohecho por conseguir citas con su esposo, adornaban sus muñecas y su cuello. Le gustaba especialmente Bulgari, que también exigía para sus hijos. Pedir era lo suyo y de paso aclaraba que las modernas joyas eran herencia de su madre.
Y probablemente también herencia, pero del erario, fueron los vestidos Escada, de 15 mil pesos, los zapatos Prada y las bolsas de Vuitton. Mientras, la brujería seguía su curso y a petición de Marta el presidente mandaba a sus hijas con mil 500 dólares mensuales, a Madrid, y los niños Bribiesca empezaban a hacer negocios de muchas cifras.
No hubo hechizo suficiente para que la primera dama se pudiera lanzar de candidata a presidenta y la pareja se retiró a San Cristobal, modesto ranchito guanajuatense que se convirtió en una gran mansión digna de lucirse en Hola!, y Quién. Sonrientes, los Fox posaban.
Y así, hasta hoy, Marta sigue luciendo su guardarropa, muy diferente a las modestas faldas plisadas que usaba en Celaya mientras tenía que vender quesos. Una historia de superación. Increíble.
Lady Neiman Marcus
Elba Esther Gordillo
De Comitán llegó a México y La Maestra en muy poco tenía todo el poder… y todo el dinero.
Aprendió a gastarlo y los maestros, que la adoraban, preferían no aprender, no pasar exámenes y verla aparecerse muy bien vestida en las arengas, que hipnotizaban.
Como decía el antiguo refrán, “Mujer que sabe latín ni tiene marido ni tiene buen fin” –que retomó su paisana Rosario Castellanos–, Elba Esther decidió que ni ella, ni sus maestros consentidos, aprenderían ni latín ni aritmética ni gramática, ni siquiera geografía. Un México educado podría darse cuenta de sus excesos.
Y mientras ganaba poder, empezaron sus lujos. Neiman Marcus le vendía más de un millón de dólares al año y las tiendas de Mazaryck, en su colonia, se peleaban el honor de recibirla.
Dispuso de 2 mil millones de pesos y los distribuyó bien: casas en Polanco, Las Lomas y San Diego. Lujos y vuelos en aviones privados. Cuadros de Botero que escogía en viajes a Colombia, Hummers para sus maestros y millones de dólares para regalar a sus incondicionales.
Sabía gastar Elba Esther y así lo demostraba con los trajes de St John, los abrigos de Burberry, las bolsas de Louis Vuitton, los zapatos de Prada y las bufandas de Hermés. Además de muchas cirugías plásticas.
Dress for success, pensaría la maestra de haber sabido inglés, o latín, mientras arengaba a los maestros consentidos y compartía sus beneficios a parientes, exmaridos, hijas, yernos y exyernos. Todos bien colocados en la Lotería Nacional y la Secretaría de Educación, de las que disponía a cambio de votos.
En medio de un berrinche fundó un partido y formó alianzas. Surtió su clóset y el de muchos políticos mientras las cuotas del sindicato más numeroso de México eran su caja grande para cumplir muchos caprichos y comprar muchas voluntades.
El lujo acabó con el último viaje desde San Diego. Había perdido piso, pero nunca perdió estilo. La maestra de los lujos que llegó desde Balún Canán aprendió a gastar… lo que no ganaba.
Il Cavaliere Bellagio
Miguel Alonso Reyes
Todo caballero debe tener una casa digna.
Y si la residencia cuesta la mitad del presupuesto de vivienda para familias de escasos recursos en el estado... qué más da. Es todo un lujo, pero cree que lo vale.
Es por eso que el joven mirrey vizconde de La Bufa y flamante gobernador de Zacatecas, Miguel Alonso Reyes, no dudó en reconstruir la residencia oficial del mandatario y dejarla a todo lujo.
“Pero, ¿en qué me puedo inspirar para que mis aposentos queden irresistibes para las Lobukis”, quizá se preguntó el prometedor político zacatecano.
La respuesta no tardó mucho en llegar: Debe parecerse al hotel Bellagio de Las Vegas.
Y fue así que –como lo dio a conocer Armando Estrop en Reporte Indigo– Miguel Alonso emprendió el proyecto de reconstruir una casa que emulara la réplica exacta de la suite presidencial del lujoso hotel de Las Vegas.
“Los zapatos y cinturones del gobernador tienen un lugar especial hecho de bronce con un espejo para que admire su imagen. El clóset de Alonso Reyes se pagó en 61 mil 706 pesos”, reportó Estrop en su investigación.
Pero ese solo es uno de los detalles que debe tener un castillo digno del linaje de un priista como el mandatario zacatecano.
El piso costó 646 mil pesos, el marmol 515 mil, las ventanas de 19 mil cada una y, por supuesto, los inodoros de 34 mil pesos, entre muchos otros detalles nice.
Y es que la investiduro y el lujo se deben ver hasta en el baño, faltaba más.
Es desde esa residencia donde el monarca zacatecano contempla a un estado que según el Coneval se ubica dentro de las 10 entidades con mayor pobreza en el país.
Afortunado es el gober; tan lejos de su estado, tan cerca del Bellagio.
Monsieur Kilowatt
Néstor Moreno
Monsieur Kilowatt era reconocido en todo el reino por ser escurridizo. Una vez fue arrestado por la Policía Federal Ministerial en el aeropuerto de la ciudad de Toluca, cuando intentaba viajar fuera de México y evadir a la muchedumbre que cuestionaba su riqueza.
Pero es noble y fue liberado.
No había en toda la comarca, quien pudiera contener sus ansias de hacerse a la mar. Tenía un aire de misterio y una mirada electrizante.
A bordo de su yate “Dream Seeker”, embarcación valuada en 1.8 millones de dólares, la cual ganó a pulso por sus buenas relaciones con la multinacional suiza ABB, Monsieur Kilowatt disfrutaba exhibiendo su alma de marinero.
Pero además, era generoso. Gracias a sus negociaciones, ABB Network Management obtuvo en México contratos con la CFE, los cuales le generaron más de 90 millones de dólares en ingresos y 13 millones de dólares en ganancias.
El exduque de la Comisión Federal de Electricidad, fue acusado de enriquecimiento ilícito de más de 33 millones de pesos, pero, insito, es noble y por eso vive feliz, porque sabe que la luz de su nobleza nunca podrá ser apagada.
L’ Enfant Terrible
Jorge Hank
El polémico Virrey de Tijuana nunca dejaba de sorprender a sus cortesanos. Era excéntrico y controversial.
Pero también era amoroso.
Para perpetuar la existencia de su fiel animal “Hermoso”, a quien tenía disecado en su complejo de Agua Caliente, el Virrey Hank Rhon se hizo confeccionar un chaleco de piel de xoloitzcuintle. Una extravagancia digna solo de un noble.
Su riqueza era ilimitada. Ocho de las 27 empresas que cuentan con permisos para operar casinos en todo el feudo, estaban relacionados con el Virrey.
De los 29 estados en los que hay empresas de juego con permisos de la Segob, Hank Rhon tiene presencia en 22 entidades.
Y aunque su territorio colinda con el “suelo americano”, el Virrey no puede aspirar a cruzar esa línea, pues en 2009 el gobierno estadunidense le revocó la visa por presuntas actividades de lavado de dinero. De todos modos, no quería, pues en su terruño lo tiene todo. Es el amo.
Él se despierta temprano rodeado de las 60 hectáreas que componen su residencia y en la que también se encuentra una sucursal del casino Caliente, un zoológico privado, un criadero de xoloitzcuintles y una pista de carreras de galgos. Nada le falta. Como él mismo lo dice, posee “un poquito más de lo que se necesita”.
Il Duce de Playa Blanca
Felipe Enríquez
Este personaje no es de sangre azul, pero eso no fue obstáculo para llegar a codearse con las familias reales de la política mexicana.
Y es que algún encanto especial debe tener Felipe Enríquez ya que se ha convertido en compadre de poderosos políticos, incluido el presidente Enrique Peña Nieto.
Pero no solo el presidente se ha dejado seducir por esos «encantos», Enriquez también ha sellado relaciones de compadrazgo con la secretaria general del PRI Yucatán Ivonne Ortega, el exgobernador de Tamaulipas Eugenio Hernández y el exgobernador de Quintana Roo Félix González Canto.
Quizá por sus relaciones palaciegas o por su «talento» para encontrar «oportunidades» de oro, lo cierto es que la fortuna e influencia de este personaje regiomontano dejaría con la boca abierta a cualquier conde europeo.
Ahí están sus inversiones en Isla Blanca que dio a conocer Hugo Gutiérrez en Reporte Indigo, al norte de Cancún. Sus proyectos en Ucú en Mérida y sus negocios en Tulum.
Además de su mansión en uno de los fraccionamientos más exclusivos de Monterrey, un yate que desapareció de Cancún y fue encontrado en Miami y un avión privado Hawker que lo transporta a todo lujo.
Pero eso no es lo más impresionante de esta historia de éxito. Y es que este duque priista ha logrado toda esta bonanza con sus salarios como fuuncionario público hasta convertirse en un boyante empresario inmobiliario.
Nada mal para un priista que comenzó su carrera como secretario particular del titular de la Reforma Agraria.
Pero la suerte parece seguirle sonriendo a este soberano nuevoleonés y es que en los próximos días se podría anunciar su flamante cargo como embajador de México en algún país de latinoamérica.
¡Larga vida a Il Duce!
El principito verde
Jorge Emilio González
Érase una vez un principito que habitaba un planeta verde, apenas más grande que él. El principito era un muchachito encantador, que reía y quería tener muchos hoteles dentro del corredor turístico de Cancún, aunque hubiese manglares y fuera zona protegida.
Es desde esa residencia donde el monarca zacatecano contempla a un estado que según el Coneval se ubica dentro de las 10 entidades con mayor pobreza en el país.
Afortunado es el gober; tan lejos de su estado, tan cerca del Bellagio.
Monsieur Kilowatt
Néstor Moreno
Monsieur Kilowatt era reconocido en todo el reino por ser escurridizo. Una vez fue arrestado por la Policía Federal Ministerial en el aeropuerto de la ciudad de Toluca, cuando intentaba viajar fuera de México y evadir a la muchedumbre que cuestionaba su riqueza.
Pero es noble y fue liberado.
No había en toda la comarca, quien pudiera contener sus ansias de hacerse a la mar. Tenía un aire de misterio y una mirada electrizante.
A bordo de su yate “Dream Seeker”, embarcación valuada en 1.8 millones de dólares, la cual ganó a pulso por sus buenas relaciones con la multinacional suiza ABB, Monsieur Kilowatt disfrutaba exhibiendo su alma de marinero.
Pero además, era generoso. Gracias a sus negociaciones, ABB Network Management obtuvo en México contratos con la CFE, los cuales le generaron más de 90 millones de dólares en ingresos y 13 millones de dólares en ganancias.
El exduque de la Comisión Federal de Electricidad, fue acusado de enriquecimiento ilícito de más de 33 millones de pesos, pero, insito, es noble y por eso vive feliz, porque sabe que la luz de su nobleza nunca podrá ser apagada.
L’ Enfant Terrible
Jorge Hank
El polémico Virrey de Tijuana nunca dejaba de sorprender a sus cortesanos. Era excéntrico y controversial.
Pero también era amoroso.
Para perpetuar la existencia de su fiel animal “Hermoso”, a quien tenía disecado en su complejo de Agua Caliente, el Virrey Hank Rhon se hizo confeccionar un chaleco de piel de xoloitzcuintle. Una extravagancia digna solo de un noble.
Su riqueza era ilimitada. Ocho de las 27 empresas que cuentan con permisos para operar casinos en todo el feudo, estaban relacionados con el Virrey.
De los 29 estados en los que hay empresas de juego con permisos de la Segob, Hank Rhon tiene presencia en 22 entidades.
Y aunque su territorio colinda con el “suelo americano”, el Virrey no puede aspirar a cruzar esa línea, pues en 2009 el gobierno estadunidense le revocó la visa por presuntas actividades de lavado de dinero. De todos modos, no quería, pues en su terruño lo tiene todo. Es el amo.
Él se despierta temprano rodeado de las 60 hectáreas que componen su residencia y en la que también se encuentra una sucursal del casino Caliente, un zoológico privado, un criadero de xoloitzcuintles y una pista de carreras de galgos. Nada le falta. Como él mismo lo dice, posee “un poquito más de lo que se necesita”.
Il Duce de Playa Blanca
Felipe Enríquez
Este personaje no es de sangre azul, pero eso no fue obstáculo para llegar a codearse con las familias reales de la política mexicana.
Y es que algún encanto especial debe tener Felipe Enríquez ya que se ha convertido en compadre de poderosos políticos, incluido el presidente Enrique Peña Nieto.
Pero no solo el presidente se ha dejado seducir por esos «encantos», Enriquez también ha sellado relaciones de compadrazgo con la secretaria general del PRI Yucatán Ivonne Ortega, el exgobernador de Tamaulipas Eugenio Hernández y el exgobernador de Quintana Roo Félix González Canto.
Quizá por sus relaciones palaciegas o por su «talento» para encontrar «oportunidades» de oro, lo cierto es que la fortuna e influencia de este personaje regiomontano dejaría con la boca abierta a cualquier conde europeo.
Ahí están sus inversiones en Isla Blanca que dio a conocer Hugo Gutiérrez en Reporte Indigo, al norte de Cancún. Sus proyectos en Ucú en Mérida y sus negocios en Tulum.
Además de su mansión en uno de los fraccionamientos más exclusivos de Monterrey, un yate que desapareció de Cancún y fue encontrado en Miami y un avión privado Hawker que lo transporta a todo lujo.
Pero eso no es lo más impresionante de esta historia de éxito. Y es que este duque priista ha logrado toda esta bonanza con sus salarios como fuuncionario público hasta convertirse en un boyante empresario inmobiliario.
Nada mal para un priista que comenzó su carrera como secretario particular del titular de la Reforma Agraria.
Pero la suerte parece seguirle sonriendo a este soberano nuevoleonés y es que en los próximos días se podría anunciar su flamante cargo como embajador de México en algún país de latinoamérica.
¡Larga vida a Il Duce!
El principito verde
Jorge Emilio González
Érase una vez un principito que habitaba un planeta verde, apenas más grande que él. El principito era un muchachito encantador, que reía y quería tener muchos hoteles dentro del corredor turístico de Cancún, aunque hubiese manglares y fuera zona protegida.
Su linaje le venía de herencia. Poco hizo para ganarselo, de hecho,
su padre le heredó incluso hasta un partido político para que el
principito verde lo manejara a su antojo. Así lo hizo durante un tiempo,
pero luego se aburrió.
Pero no todo ha sido fácil para Jorge Emilio González. En abril de 2011, una mujer búlgara de nombre Galina Chankova Chaneva, murió al caer del piso 19 de la Torre Emerald, en Cancún.
El incidente habría ocurrido durante una fiesta, la cual se presume tuvo un costo estimado en 1.5 millones dólares, la cual se realizaba en una propiedad que se le adjudicó al legislador.
El principito estuvo abrumado un tiempo, pero su nobleza lo sacó adelante y tras investigaciones, la PGJE de Quintana Roo determinó que se trató de un suicidio y no ejercieron acción penal con él.
Una vez, ya como senador el principioto verde fue remitido a una especial de mazmora llamada el “Torito”. Había tomado mucho, dijeron.
Pero una vez más su nobleza lo sacó adelante, pues en pocas horas consiguió un amparo que lo sacó de ese inmundo sitio, en donde aprendió del frío, la sed y el hambre. Cosas que un príncipito no debería conocer jamás.
Lady Profeco
Andrea Benítez
Con todo un séquito de sirvientes que papi puso a su disposición, siempre bien dispuestos a hacer justicia a todos sus designios, Lady Profeco vivía consciente de la presteza con la que sus deseos serían siempre cumplidos.
Pero tenía una fuerte debilidad: la comida.
Amante de los buenos restaurantes, Andrea Benítez era conocida por todos los aldeanos por montar en cólera si no tenía las grandes viandas a su disposición cuando ella lo requería. En tiempo y forma.
Y así, lo que para los simples mortales era una fantasía irrealizable, como cerrar un comedero cuando la servidumbre no cumpla con los mínimos caprichos, para la heredera del hombre encargado de administrar justicia a los desvalidos compradores de este país, era pecata minuta.
Una mala tarde, hubo quien osara negarle el servicio que, airosa y segura de su condición de noble, solicitó. El cielo se oscureció y Lady Profeco tomó su celular vengador, tuiteó su descontento y, cual doncella en problemas, llamó a los hombres de su padre a que acudieran en su auxilio.
Lady Profeco tuvo el incuestionable mérito de trasmutar una simple pataleta en un tema de Estado. Todo mundo habló de su desplante. De su poder de clausura, de la pronta accion de la Profeco.
Lo que Andrea no sabía es que su desplante costaría la cabeza de su padre.
El Conde de Rodeo Drive
Andrés Granier
Vivía en un edén. En la opulencia y el oro. Andrés Granier nació para ser noble. Y se jactaba de serlo.
Bohemio de afición y amigo de la farra, el exgobernador de Tabasco era un asiduo comprador de lujosos ajuares. Las marcas más exclusivas estaban en su guardarropa.
Desafortunadamente no podía lucir a plenitud sus elegantes atuendos, dada la poca claridad y entendimiento de sus coterraneos. Ahí, en su tierra, para no despertar suspicacias, tenía que andar en “fachas”.
Al exgobernador de Tabasco le gustaba lo bueno, y no tuvo empacho alguno en usar de las arcas públicas el dinero que requería para pagar la vida que merecía.
Así fue, como una tarde, la Procuraduría de Tabasco informó del aseguramiento de cinco cajas repletas de dinero, 90 millones de pesos presuntamente relacionadas con el Conde.
‘Sí se parecen’
Gary Alazraki, el autor de “Nosotros los nobles” dice a Reporte Indigo que sus personajes sí encajan con las características de la clase política mexicana
La película que ha sido fenómeno de taquilla en México, Nosotros los nobles, tiene una gran similitud entre sus personajes y los ricos derivados de la clase política mexicana.
Gary Alazraki, el autor de la película que ha sorprendido por su gran éxito, dice que sí, que realmente sus personajes tienen mucho de lo que exhibe esa clase política, impune y ostentosa porque por su dinero viene de condiciones no honorables, como sucede con sus personajes.
“La clase política que se ha enriquecido con dinero mal ganado peca de lo mismo que exhibe mi película. Encajan perfectamente porque en la película son los hijos de un padre rico, que sin hacer ningún esfuerzo disfrutan de ese dinero de una forma ostentosa para lucir lo que no se ganaron”.
En Nosotros los nobles, un padre preocupado por la conducta de sus hijos decide engañarlos y decirles que sus empresas fueron intervenidas. De pronto se quedan sin nada y pasan de las comodidades a las penurias de ganarse cada día lo necesario para comer y vivir en una casa muy deteriorada.
“Para hacer la película me inspiré en los mirreyes, que nos regresa a la teoría del Macho Alfa, una forma muy primitiva de ligar, muy animal, y basado en las apariencias”.
Alazraki agrega que la conducta de sus personajes exhiben unos valores similares de esa clase que hace dinero en poco tiempo y tiene que mostrarlo con las marcas de ropa y accesorios, las escoltas, la ostentación, el mal gusto.
Pero no todo ha sido fácil para Jorge Emilio González. En abril de 2011, una mujer búlgara de nombre Galina Chankova Chaneva, murió al caer del piso 19 de la Torre Emerald, en Cancún.
El incidente habría ocurrido durante una fiesta, la cual se presume tuvo un costo estimado en 1.5 millones dólares, la cual se realizaba en una propiedad que se le adjudicó al legislador.
El principito estuvo abrumado un tiempo, pero su nobleza lo sacó adelante y tras investigaciones, la PGJE de Quintana Roo determinó que se trató de un suicidio y no ejercieron acción penal con él.
Una vez, ya como senador el principioto verde fue remitido a una especial de mazmora llamada el “Torito”. Había tomado mucho, dijeron.
Pero una vez más su nobleza lo sacó adelante, pues en pocas horas consiguió un amparo que lo sacó de ese inmundo sitio, en donde aprendió del frío, la sed y el hambre. Cosas que un príncipito no debería conocer jamás.
Lady Profeco
Andrea Benítez
Con todo un séquito de sirvientes que papi puso a su disposición, siempre bien dispuestos a hacer justicia a todos sus designios, Lady Profeco vivía consciente de la presteza con la que sus deseos serían siempre cumplidos.
Pero tenía una fuerte debilidad: la comida.
Amante de los buenos restaurantes, Andrea Benítez era conocida por todos los aldeanos por montar en cólera si no tenía las grandes viandas a su disposición cuando ella lo requería. En tiempo y forma.
Y así, lo que para los simples mortales era una fantasía irrealizable, como cerrar un comedero cuando la servidumbre no cumpla con los mínimos caprichos, para la heredera del hombre encargado de administrar justicia a los desvalidos compradores de este país, era pecata minuta.
Una mala tarde, hubo quien osara negarle el servicio que, airosa y segura de su condición de noble, solicitó. El cielo se oscureció y Lady Profeco tomó su celular vengador, tuiteó su descontento y, cual doncella en problemas, llamó a los hombres de su padre a que acudieran en su auxilio.
Lady Profeco tuvo el incuestionable mérito de trasmutar una simple pataleta en un tema de Estado. Todo mundo habló de su desplante. De su poder de clausura, de la pronta accion de la Profeco.
Lo que Andrea no sabía es que su desplante costaría la cabeza de su padre.
El Conde de Rodeo Drive
Andrés Granier
Vivía en un edén. En la opulencia y el oro. Andrés Granier nació para ser noble. Y se jactaba de serlo.
Bohemio de afición y amigo de la farra, el exgobernador de Tabasco era un asiduo comprador de lujosos ajuares. Las marcas más exclusivas estaban en su guardarropa.
Desafortunadamente no podía lucir a plenitud sus elegantes atuendos, dada la poca claridad y entendimiento de sus coterraneos. Ahí, en su tierra, para no despertar suspicacias, tenía que andar en “fachas”.
Al exgobernador de Tabasco le gustaba lo bueno, y no tuvo empacho alguno en usar de las arcas públicas el dinero que requería para pagar la vida que merecía.
Así fue, como una tarde, la Procuraduría de Tabasco informó del aseguramiento de cinco cajas repletas de dinero, 90 millones de pesos presuntamente relacionadas con el Conde.
‘Sí se parecen’
Gary Alazraki, el autor de “Nosotros los nobles” dice a Reporte Indigo que sus personajes sí encajan con las características de la clase política mexicana
La película que ha sido fenómeno de taquilla en México, Nosotros los nobles, tiene una gran similitud entre sus personajes y los ricos derivados de la clase política mexicana.
Gary Alazraki, el autor de la película que ha sorprendido por su gran éxito, dice que sí, que realmente sus personajes tienen mucho de lo que exhibe esa clase política, impune y ostentosa porque por su dinero viene de condiciones no honorables, como sucede con sus personajes.
“La clase política que se ha enriquecido con dinero mal ganado peca de lo mismo que exhibe mi película. Encajan perfectamente porque en la película son los hijos de un padre rico, que sin hacer ningún esfuerzo disfrutan de ese dinero de una forma ostentosa para lucir lo que no se ganaron”.
En Nosotros los nobles, un padre preocupado por la conducta de sus hijos decide engañarlos y decirles que sus empresas fueron intervenidas. De pronto se quedan sin nada y pasan de las comodidades a las penurias de ganarse cada día lo necesario para comer y vivir en una casa muy deteriorada.
“Para hacer la película me inspiré en los mirreyes, que nos regresa a la teoría del Macho Alfa, una forma muy primitiva de ligar, muy animal, y basado en las apariencias”.
Alazraki agrega que la conducta de sus personajes exhiben unos valores similares de esa clase que hace dinero en poco tiempo y tiene que mostrarlo con las marcas de ropa y accesorios, las escoltas, la ostentación, el mal gusto.
“Es una conducta global. Es como querer ser Paris Hilton, es seguir
la escuela de pertenecer. Muy diferente a las personas con dinero bien
ganado, con fortunas honestas que educan a sus hijos a ser más
retraídos, más sencillos. Sin mostrar esas conductas que son más el
reflejo de la necesidad de pertenecer”.
En su película Gary Alazraki hace una burla de los nuevos ricos, del dinero que no se hizo en condiciones honorables: “Sí son los nobles mexicanos. Personajes de la política que por su falta de valores, por estar exhibiendo dinero de base no honorable, y su necesidad de pertenecer, muestran así su riqueza y caen en la burla”.
Y concluye que, la conducta es global. En todo el mundo hay mirreyes y “rich kids”, personas que no han hecho ningún esfuerzo por ganar el dinero y lo exhiben para intentar pertenecer a un mundo que no es suyo.
Los nobles mexicanos son nuestra clase política enriquecida muy rápido, y sin mucha justificación.
En su película Gary Alazraki hace una burla de los nuevos ricos, del dinero que no se hizo en condiciones honorables: “Sí son los nobles mexicanos. Personajes de la política que por su falta de valores, por estar exhibiendo dinero de base no honorable, y su necesidad de pertenecer, muestran así su riqueza y caen en la burla”.
Y concluye que, la conducta es global. En todo el mundo hay mirreyes y “rich kids”, personas que no han hecho ningún esfuerzo por ganar el dinero y lo exhiben para intentar pertenecer a un mundo que no es suyo.
Los nobles mexicanos son nuestra clase política enriquecida muy rápido, y sin mucha justificación.
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