BRUSELAS (apro).- Pierre Urbain, el exsecretario comunal de
la ciudad de Mons y hombre cercano al actual primer ministro de Bélgica,
Elio Di Rupo, es acusado por la prensa belga de haber sostenido
relaciones con el cártel de Sinaloa a través del empresario brasileño
Daniel Fernandes Rojo Filho y la sociedad controladora DWB Holding,
implicada en varios procedimientos judiciales en Estados Unidos por
lavado de dinero y tráfico de drogas.
El 14 de marzo, el juez de instrucción del Tribunal de Primera
Instancia de Mons, Alain Blondiaux, imputó a Urbain por los delitos de
participación en organización criminal, abuso de confianza e
infracciones a la ley sobre la intermediación bancaria. Una semana
después el inculpado fue destituido de sus funciones como secretario
comunal de Mons, al sur de Bélgica.
El diario belga L’Echo reveló en su edición del sábado 18 que Urbain
se habría asociado con el millonario brasileño Daniel Fernandes Rojo
Filho, presidente de DWB Holding, para efectuar inversiones
especulativas y fraudulentas “comparables” al montaje financiero
conocido como “pirámide de Ponzi”, el cual consiste en pagar a los
inversionistas con su propio dinero o el de aquellos que van ingresando a
ese sistema.
El procurador de Mons, Christian Henry, afirmó que Urbain había
creado empresas ‘fantasma’ en Bélgica, Luxemburgo y Holanda para atraer y
engañar a los inversionistas, a quienes prometía altas tasas de
rendimiento de 15 a 20%.
De acuerdo con L’Echo, Urbain y dos cómplices de nacionalidad belga
–Bernard Potvin y Jean-Francois Lecomte— permanecieron en “contacto
directo” con el empresario brasileño hasta el verano de 2008, fecha en
que la estadunidense Agencia Antidrogas (DEA, por sus siglas en inglés)
descubrió más de 80 millones de euros en cuentas sospechosas de DWB
Holding en el marco de una investigación sobre narcotráfico en el estado
de Arizona.
Potvin y Lecomte fueron arrestados y permanecen encarcelados en la
prisión de Mons. Urbain goza de la libertad condicional por su delicado
estado de salud.
El procurador Henry dijo a Apro que no podía confirmar ni negar la
conexión entre Urbain y Fernandes Rojo que filtró la prensa belga, pues
la investigación está en curso y, por tanto, bajo secreto de
instrucción; no obstante, subrayó la “importancia” del caso.
El Institute for Defense Analyses (IDA), un centro con sede en
Virginia que elabora reportes sobre temas de seguridad nacional
exclusivamente para el gobierno estadunidense, afirma que Fernandes Rojo
y el venezolano Pedro Benevides, su socio en diversas compañías, forman
parte de la estructura financiera del cártel de Sinaloa, que comanda
Joaquín El Chapo Guzmán Loera.
En un estudio sobre los “componentes del modelo financiero del cártel
de Sinaloa” –desclasificado por las autoridades estadunidenses y
publicado en abril de 2012–, el IDA expone que ambos individuos han
estado ligados a varias investigaciones sobre estafas financieras y
otras actividades fraudulentas como el uso de esquemas de Ponzi. Más
aún, subraya que Rojo Filho ha ocupado altos puestos ejecutivos en
numerosas firmas basadas en Florida, entre ellas DWB Holding.
Esta empresa, explica el instituto, está asociada a Evolution Market
Group, una compañía establecida en Panamá y propietaria de una operadora
cambiaria, FinanzasForex, que igualmente ha estado involucrada en
fraudes bancarios internacionales.
Skyview Aviation Inc., una prestadora de servicios de renta de
aeronaves, también está asociada a DWB Holding y su vicepresidente es
Rojo Filho. En enero de 2009, dos de sus pilotos fueron arrestados por
transportar cocaína de República Dominicana a Estados Unidos. El
presidente de la compañía, Pedro Benevides, fue inculpado por los
pilotos, detenido y encarcelado, pero salió libre ocho meses después por
“falsedad de testimonios”.
Negocios turbios
Desde mayo de 2009 Urbain era el secretario comunal de Mons –el
administrador principal–, apoyado por el entonces burgomaestre (alcalde)
de la ciudad, Elio Di Rupo, cargo que aún ostenta de manera simbólica.
La justicia belga seguía desde hace tiempo los negocios oscuros de Urbain, e incluso fue objeto en dos ocasiones de registros policiacos.
El periodista Philippe Engels publicó en marzo que el Registro de
Comercios y Sociedades de Luxemburgo indica que el 9 de septiembre de
2005 Urbain fue designado administrador de la empresa Daro Invest SA
ante un notario de Wilz.
Daro Invest SA se especializaba en introducir créditos y otros
activos financieros al mercado de capitales, un tipo de operación
conocido como titulización y que contribuyó en la crisis de los
“créditos basura” o subprimes que estalló en 2007 en Estados Unidos.
Más todavía, Engels reveló que Urbain era el director de Urb
Development y Neyod Development, empresas que estaban basadas en Panamá
en 2007. El Código de la Democracia Local y la Descentralización, una
norma de conducta para funcionarios públicos, le prohibía “ejercer una
actividad comercial”.
Durante todo ese tiempo, Urbain se desempeñó como secretario general de Boussu, una localidad próxima a Mons.
El 21 de mayo de 2010, la policía registró las oficinas de la alcaldía de Mons y confiscó equipo informático, archivos y teléfonos celulares. Oficialmente, ese operativo fue parte de las investigaciones en torno al caso de Edmée de Groeve, la expresidenta de los consejos de administración de la Compañía Nacional Ferroviaria Belga, del aeropuerto de la ciudad de Charleroi y de la Lotería Nacional, acusada de corrupción activa, desvío de fondos y estafa. No obstante, Engels señala que la policía ya le seguía la pista a Urbain y llevó a cabo el registro pensando también en hallar información que lo incriminara.
Posteriormente, a finales de 2011, el Tribunal de Primera Instancia
de Mons abrió una investigación relacionada con el manejo de 82 millones
de euros que había recibido en 2007 la Intercomunal de Desarrollo
Económico y de Ordenación del Territorio (Idea, por sus siglas en
francés) de la región de Mons-Borinage por la reventa de sus servicios
de teledistribución.
A la autoridad judicial le intrigaba cómo se había administrado ese
capital, pues se sospechaba que se había depositado en un banco suizo.
Los funcionarios de Idea declararon que se había depositado en un fondo
gestionado por los bancos Petercam, BNP Paribas y Dexia, pero no dijeron
que a través de una cuenta en Luxemburgo.
Según la prensa belga, Urbain había anteriormente concretado un
encuentro entre la directora financiera de Idea y un agente financiero
de Londres que él conocía y que proponía productos de inversión
altamente redituables, pero el despacho de abogados Linklaters
–contratado por Idea– dio una opinión negativa a tal oferta y hasta ahí
llegó el proyecto.
Fue a través de esa investigación que la policía belga jaló la madeja
en que se habían convertido los negocios financieros de Urbain.
“Víctima”
El 1 de marzo, Urbain declaró a Engels que desconocía la existencia
de Urb Development y Neyod Development; posteriormente, en una carta
dirigida a sus amigos –cuyas partes esenciales publicó el diario La
Libre Belgique el 15 de marzo— él se declaró “víctima de dos
estafadores”, refiriéndose a Potvin y Lecomte.
En esa carta Urbain explica que hace 15 años un amigo suyo, que él
identifica como Bernard D. –de nacionalidad belga pero radicado en la
ciudad francesa de Niza– le propuso administrar dos embarcaciones de
esparcimiento (bateau-mouches) en París, las cuales podrían ser rentadas
para recepciones, además de que el proyecto incluía la explotación
comercial de un amplio estacionamiento y de otros pequeños barcos.
Existía, además, la posibilidad de obtener contratos de concesión con la
alcaldía de París, la inserción de la empresa en los circuitos de
operadores turísticos y la opción de residir en un departamento
utilitario en la capital francesa.
El proyecto, dice Urbain, lo convenció debido a la “perspectiva de cambiar de vida y por su carácter económicamente serio”.
El costo de transferencia se elevaba a 200 millones de francos belgas
de la época (casi cinco millones de euros). Urbain asegura que los
“esquemas clásicos bancarios” no hubieran sido suficientes para
conseguir el dinero, por lo que apareció la posibilidad de utilizar
montajes financieros “ligados a técnicas de hedge funds (fondos de
riesgo) o productos derivados”, las cuales, asegura, él no conocía.
Urbain narra que su amigo “Bernard D”, en la ciudad francesa de Niza,
y él en Bélgica, conocieron a Potvin y Lecomte, quienes no se conocían
entre ellos. Ambos habrían estado en contacto con Rojo Filho.
“Cada uno por su lado, fuimos confrontados a dos estafadores muy
persuasivos que, por voluntad propia o a mis espaldas, me llevaron a
convertirme en administrador de una compañía luxemburguesa y de otra
panameña”.
Urbain señala que él y otras personas inyectaron fondos propios en
pseudoinversiones, especialmente en Estados Unidos, y que los millones
de euros que invirtió sólo sirvieron para llenar los bolsillos de Potvin
y Lecomte. Reconoce que les presentó a otros inversionistas con el
propósito de que él pudiera financiar su “proyecto parisino”.
El procurador Henry manifestó que la inculpación de Urbain “confirma que la justicia no cree” en esa tesis de defensa.
Aconsejado por su abogado, Urbain no ha respondido públicamente a las
acusaciones más recientes, mientras tanto, las investigaciones
continúan.
(PROCESOPrisma Internacional/24 de mayo de 2013)
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