Verónica Espinoza/ Proceso
SAN MIGUEL DE
ALLENDE, Gto. (proceso.com.mx).- Uno de los policías involucrados en el ataque
a dos estudiantes ocurrido el 13 de marzo pasado fue denunciado por dos mujeres
estadunidenses residentes en esta ciudad por golpearlas junto con otros cinco
agentes preventivos durante un desalojo derivado de un juicio contra el ex esposo
de una de ellas.
Helen Snowdew, una
de las dos ciudadanas estadunidenses residentes en esta ciudad, acusó a los
policías de haber hurtado varias de sus pertenencias en ese desalojo –ocurrido
el 11 de marzo-, entre las cuales figuran dos candelabros que tenían como
destino la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos.
“Tengo mucho miedo
es estar aquí…mi familia en Estados Unidos teme por mí; quieren llevarme porque
en México se vive una locura”, dijo Helen Snowdew, quien es originaria de
Florida.
Ambas exhortaron al
alcalde priista Mauricio Trejo a tomar cartas en el asunto y erradicar la
corrupción en la Policía Municipal. “Si hay una manzana podrida en la canasta,
quítala y dilo públicamente”, señaló por su parte Michel Connor.
Las mujeres
identificaron a uno de los policías que acudió ese día con un abogado
particular, al verlo en el video que circula en Youtube donde éste y otros dos
agentes –entre ellos el subdirector de la policía sanmiguelense Gabriel
Gutiérrez Faustino- detienen un automóvil en el que viajaban dos hermanos,
estudiantes de Derecho, a quienes intentan sacar del vehículo por la fuerza,
lanzándoles gas lacrimógeno.
Supuestamente, los
tres agentes preventivos fueron cesados, según anunció en su cuenta de Twitter
el alcalde priista Mauricio Trejo. Sin embargo, el subdirector Gutiérrez
Faustino continúa desempeñando su cargo.
Según la narración
que las dos mujeres hicieron a los medios de comunicación, el 13 de marzo Helen
Snowdew se encontraba en su casa, en la comunidad de Banda de este municipio,
cuando un grupo de seis policías preventivos encabezados por un abogado
ingresaron por la fuerza a su domicilio, con el argumento de que debían
efectuar un embargo por un juicio en contra de su ex esposo Erik Morris.
La mujer les explicó
que Morris ya no vive en el domicilio y que no podían llevarse las pertenencias
puesto que son de su propiedad, pero aun así los policías comenzaron a sacar
diversos bienes.
Helen llamó a su
amiga Michel Connor, quien se presentó y cuando comenzaba a filmar a los
agentes con su teléfono celular, éstos se lo arrebataron y jalaron a ambas
mujeres. A Helen la tomaron por el cuello, le golpearon la nariz y esposaron a
las dos.
Fueron obligadas a
subir a las patrullas 097 y 100 de Seguridad Pública de SMA y llevadas a los
separos, donde pudieron salir luego de pagar 500 pesos de multa, sin que se les
explicaran los cargos en su contra. Tampoco recibieron algún tipo de ayuda
consular, aun cuando Helen no habla español.
Señalaron que en el
Consulado de EU en esta ciudad solamente les ayudaron a recuperar sus
pasaportes, pero anunciaron que procederán a interponer una denuncia penal por
el abuso del que fueron víctimas.
Los policías tampoco
se identificaron ante la solicitud de las mujeres para que lo hicieran.
“Por días no pude
dormir por el golpe en mi nariz…mi hombro no está bien”, comentó Helen, tras
mostrar a los reporteros las huellas de la lesión que le causaron en el hombro.
Posteriormente,
Helen se dio cuenta de que en la lista de las cosas que le fueron embargadas no
figuraba una vajilla de su familia con más de doscientos años de antigüedad,
así como dos candelabros que por su valor histórico serían entregados a la
custodia de la Biblioteca del Congreso de EU y dinero en efectivo, mismos que
se llevaron los policías el día en que irrumpieron en su casa.
La mujer asegura que
los policías han pasado por su casa de manera posterior a los hechos que
denuncia y que amenazaron con matar a sus perros.
(PROCESO/ Verónica Espinosa/ 1 de abril de 2013)
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