Precandidatos en alcaldías, ni en el despiste.
Son prácticamente desconocidos. Hechos por su partido
para perder. Cuatro priistas que fingieron una contienda interna. Aunque ni
eso.
Eclipsados por la
instrucción de no hacer nada, pero también sin posibilidades en una selección
de candidatos por demás definida, cuatro priistas se registraron como
aspirantes a las alcaldías en un mero disimulo; se escabullen en el silencio,
evitan entrevistas, declaraciones. Ni en la contemplación figuran. Por ello
son, además, los desaparecidos del PRI.
Por Ley, para que
los interesados de un partido que aspiran a alguna candidatura puedan
promocionarse antes de los tiempos de campaña constitucional, necesitan un
competidor. Elemento necesario para que el proceso encaje en las
características de una contienda interna; en palabras brutas, en la precampaña
en sí.
Si no hay
competidores, no hay precampaña. Si no hay precampaña, no hay autorización
legal para promocionarse antes de la contienda electoral. Por ello el Partido
Revolucionario Institucional registró en cuatro municipios a militantes sin
posibilidades, que sirvan para cubrir el bache de la Ley electoral, y así,
publicitarse en espectaculares, reunirse y tener presencia en los medios de
comunicación a través de la propaganda.
La Ley de
Instituciones y Procedimientos Electorales de Baja California marca que las
fechas para que los partidos puedan promocionar a sus aspirantes, es del 22 de
febrero al 6 de abril para las precampañas.
De ese proceso,
viene otro plazo para los registros como candidatos de los “triunfadores” de
cada partido (del 7 al 22 de abril) y, posteriormente, la campaña, del 22 de
abril al 3 de julio.
Así se explica el
por qué del PRI, al registrar en cuatro alcaldías competidores -por llamarlos
así- totalmente desconocidos y sin posibilidades: la simulación electoral y la
burla a la Ley.
EL PRECANDIDATO FANTASMA EN TIJUANA
El 2 de marzo, en el
único día de registro para los que aspiraban a candidatearse por el PRI a la
alcaldía de Tijuana, un joven alzaba la quijada para que su madre le apretara
la corbata con preocupación.
Ese día, faltaban
minutos para que Jorge Astiazarán se apersonara a registrarse como
precandidato. Las oficinas del PRI, a punto de reventar de acarreados y el
joven mimado, sin nadie que lo saludara, cargaba celosamente sus documentos.
Aunque nadie lo supo, en esa fecha, al igual que el doctor Astiazarán, Elías
Tovar Salas logró su registro.
Lo acompañaban sus
hermanas y dos señoras, al parecer su tía y su protectora madre, quien además
le acomodó el cuello de la camisa y lo retrataba constantemente con una cámara
desechable. Ese es Elías Salas Tovar, oficialmente precandidato a la alcaldía
de Tijuana por el PRI.
Salas pertenece a
una asociación adherente al PRI -ni siquiera considerada por el partido como
organización, obvio, menos un sector priista-. Unidad Revolucionaria (UR) fue
fundada apenas en 2011 en Baja California. Hace semanas, los miembros de la
asociación se pronunciaron a favor del hoy virtual candidato a gobernador del
PRI, Fernando Castro Trenti.
El dirigente estatal
de la UR es Héctor Edgardo Suárez, ex diputado local y actual director de
Auditoría del Órgano de Fiscalización Superior en Ensenada. Y con Elías Salas,
el priista y su asociación “revolucionaria” estrenaron candidatura.
Contraria a
cualquier otra convocatoria, en la más reciente publicada por el PRI para las
alcaldías -el 20 de febrero-, se incluyó a los miembros de la UR como
participantes. Ahí se abrió el espacio para quien está preparado para perder
ante el ungido del partido que de por sí, ya está dicho, es el “candidato de
unidad” en Tijuana.
Para conocer la
precampaña de Salas, su equipo, su proyecto y su discurso, se buscó al
precandidato, quien cobra en la Secretaría del Ayuntamiento de Tijuana. Primero
por su cuento de Facebook, se le envió un mensaje formal para atender una
entrevista. Su salida fue burda: “Soy el webmaster de la pag. yo le daré su
mensaje (sic)”.
Después se le envió
un correo electrónico con la misma invitación. Nunca lo respondió. Al
insistirle por su red social, se le olvidó que era el “webmaster”, respondió en
primera persona: “nose si estaré en la ciudad pero estamos en comunicación
(sic)”.
Ante sus
escabullidas, se le marcó al celular y de nuevo la invitación. En esa ocasión
Elías justificó que tenía “reuniones”. Se le respondió que no importaba la
hora. Luego se zafó: “Es que es en Mexicali y no se si podre regresar” (sic).
A la insistencia, el
precandidato del PRI condicionó la entrevista: “¿Me puede mandar el
cuestionamiento para también saber qué responder?”. Se le dio una negativa y ya
no accedió.
No había forma, días
tras día se le insistió, pero Salas tenía otra idea: “Mejor por qué no vamos a
comer y platicamos”. Otra negativa, y Salas Tovar simplemente enmudeció
acicalado.
LA MECÁNICA EN TECATE
Desde que se retiró
de la función pública, una vez terminada la administración de Joaquín Sandoval,
donde fungía como director de Asuntos Internos de Sindicatura, Alberto García
Molina, precandidato por el PRI a la alcaldía de Tecate, atiende un negocio familiar: un taller de servicios
mecánico automotrices.
Pac Man Automotriz
se localiza en el fraccionamiento Chávez del municipio de Tecate, ahí, el
precandidato del Partido Revolucionario Institucional atiende sus
responsabilidades profesionales como abogado y como encargado del negocio, “yo
los divorcio, y los muchachos les arreglan los carros”, bromea.
En los usos y
costumbres priistas, las convenciones democráticas terminan en votaciones
unánimes por parte de los consejeros, que se asemejan más a dedazos, y como
dice el propio precandidato, “una cosa es unanimidad, y otra unidad”.
El precandidato
menos favorito se siente con posibilidades de resultar candidato: “Claro, pues
si no hubiera posibilidades, no nos hubiéramos metido, creo que hay posibilidades,
como fuimos dos, pudimos haber sido tres, pero todo depende de nuestros
compañeros que tienen derecho a voz y voto dentro de la convención, y si los
podemos convencer con nuestro proyecto”.
Eso sí, acepta que
César Moreno “tiene trabajo ya realizado”, es más mencionado en la prensa, “y
todo eso a veces mueve la balanza, pero bueno, estamos tratando de alcanzar y
presentar nuestra aspiración”.
Toma con seriedad la
precampaña, según dice, se ha dado a la tarea de visitar a los consejeros que
participarán en la convención municipal del 6 de abril. Asegura que algunos
miembros de la CNOP, sector priista donde fundó el Movimiento de Profesionales
y Técnicos, le dará su visto bueno, pero después de unos minutos.
García aclara que no
ha recibido respaldo de ningún actor priista de relevancia, él confía en su
trayectoria como priista en la función pública y dentro de los sectores
tricolores como la CNOP y la CTM, donde participó dentro del Sindicato de
Trabajadores de la Industria de la Radio y Televisión.
García Molina fue
encargado del Registro Civil municipal en la administración de Rubén Adame
Loustaunau, subdirector de Seguridad Pública en el trienio de Alfredo Ferreiro,
regidor durante el mandato municipal de Juan Vargas y secretario municipal con Joaquín Sandoval.
Manifiesta su pasión
por la locución, quizá eso le pueda sumar votos; actualmente ameniza los
eventos del DIF Municipal, y comenta entre risas: “De hecho si sabe de alguien
que necesite un locutor, me apunto aunque tenga que ir a Tijuana todos los
días”.
Alberto García
Molina, precandidato a la alcaldía de Tecate por el Partido Revolucionario
Institucional, no se desanima frente a César Moreno, “candidato de unidad”.
IMPROVISANDO EN ROSARITO
Tan escondidizo como en su registro, Miguel
Guillén López ha hecho de todo por pasar desapercibido durante su precampaña.
Evasivo en las llamadas telefónicas, se mantiene oculto para no ser
entrevistado, admite no haber iniciado actividades de promoción y se dedica
exclusivamente a asistir a “reuniones a puerta cerrada en el comité municipal”.
Quien fuera el
segundo precandidato a registrarse por la alcaldía de Playas de Rosarito,
parece perder cada día el poco ánimo con el cual inició su carrera política.
Desconocido entre los priistas, mientras Enrique Esquivel Haros -su
contrincante- aprovecha los tiempos de precampaña para difundir su imagen en
espectaculares, vallas y paradas de camiones, cada semana Guillen López asegura
que “la siguiente, empezaremos a recorrer las colonias”.
Sin prisas ni
preocupaciones por colocarse como candidato, contesta despistadamente su
teléfono mientras cruza hacia Estados Unidos, se niega a hablar sobre su
proyecto “porque ya casi estoy en el otro lado y la llamada sale muy cara”. Se
compromete a responder al día siguiente, la llamada se realizó, sin respuesta.
“Vamos a ver si a
partir de esta semana empezamos… de acuerdo a lo que platiquemos en la breve
junta y nos ponemos de acuerdo, como planilla, para ver qué podemos hacer”,
titubea Guillén al preguntarle sobre su estrategia de precampaña.
Al momento de
registrarse, aseguró contribuir a su partido con un proyecto diferente,
ciudadano, cercano a los rosaritenses.
Él mismo prohibió al
CDM priista compartir con la reportera, su número personal -con tal de evitar
la entrevista-, y utilizó como pobre excusa, que “ese día ya andaba en
campaña”.
En la única ocasión
que se le pudo localizar, confesó haber contestado “por casualidad”, pues “no
contesto números que no conozco”. En su currículum, se le encuentra como
miembro de la asociación vecinal Nuevo Rosarito, registrada en 2008 y hasta
ahí, lo que el precandidato priista ha querido compartir con quienes desea
gobernar.
Igual con su
planilla, virtuales desconocidos acudieron solamente al registro, cuestión de
diez minutos que les tomó la tarde del 2 de marzo. Catarino Cabrera Rodríguez,
síndico de la planilla, es tesorero de la Unión de Transportistas de Primo
Tapia.
Improvisados como
primer y segundo regidores, Karla Judith Pérez Martínez y Santiago Rodríguez
Velarde, trabajadores de Desarrollo Social Municipal y el Instituto Municipal
del Deporte, respectivamente.
EN MEXICALI NOMÁS POR FIGURAR
Jesús Gómez Torres
fue barrendero en el Ayuntamiento, “barriendo calles con los famosos
cepillines”. Así ingresó a la función pública, recuerda. Hoy, es el aspirante
oficial a perder la candidatura del PRI en Mexicali frente al que llama “el
candidato oficial”, Elí Topete.
A días de la
convención del PRI para elegir candidato, a Gómez al fin le alcanzó para poner
una lona grande de su precampaña el viernes pasado: “Decidimos hacer una
vaquita, poner cada quien una lana, cosa que no se ha llevado a cabo. Nadie ha
aportado lo que decían, habíamos pensado juntar 10 mil o 15 mil pesos cada uno,
y juntamos unos 150 mil, la verdad es que no juntamos 20 mil”.
De topete, se sabe:
“él sí tiene esa lana”.
Sin dinero y sin
apoyo, el aspirante jubilado hace conciencia: “Para ser sincero, tenemos los
pies sobre la tierra”. A sus 62 años, piensa que esta aspiración “ya es la
última jugada”. O quién sabe, pues analiza que esta contienda, aunque es segura
su derrota, le dará proyección para dentro de tres años volver a intentar.
— Ah, ¿entonces (su registro) solo fue para figurar en
una próxima contienda?
“Pues algo así, uno
nunca sabe”.
Pero el profesor
Gómez sabe la estrategia: “Una vez le dije a Elí, ‘te di la oportunidad,
carajo, de que salgas a la calle a hacer tu proselitismo interno, porque me
tocó a mí, para que haya una competencia interna’”. Así de sencilla su tarea.
El ex regidor se
queja de que Francisco Pérez Tejada incluyó a él y a otros a su campaña, y
llegando al gobierno municipal, simplemente los ignoró. Por ello espera
platicar en unos días con Topete y con el candidato a la gubernatura, Fernando
Castro Trenti.
Don Jesús fue
dirigente del PRI en Mexicali hace tres años. Fue su última participación en el
partido. En este proceso primero aspiraba al tercer distrito electoral, pero le
advirtieron: “No, no, en el tercero no te metas, ya hay un personaje ahí y está
ocupado”. Después le ofrecieron: “Si quieres, éntrale al Cuarto Distrito”.
Pero Gómez Torres
reflexionó: “En el Cuarto Distrito no tengo mucho qué hacer, no soy de ahí y no
lo he trabajado”. No había muchos lugares a donde apuntar, piensa: “Había
preparado documentos, y cuando llegó el día, me dijeron que el Cuarto Distrito
estaba reservado para mujeres, entonces, como yo tenía los papeles listos,
decidimos registrarnos”.
Después de la
“sorpresa” de quedar registrado, le quedó el consuelo: “Uno lo hace con el fin
de figurar, como pudimos haberlo hecho como candidato a diputado. Dijimos, si
no es hoy, será mañana, nosotros nos registramos así”.
De esta manera, los
precandidatos del tricolor a las alcaldías, los que no tienen siquiera
oportunidad, dinero ni apoyo, sacados
por su partido únicamente para perder, son, por eso, los desaparecidos del PRI.
(SEMANARIO ZETA/ ZETA Zoom Politico / abril 8, 2013)
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