Inseguridad en el tramo Navojoa-Bacabachi, de la
Cuatro Carriles…
“Los gritos de pánico no se hicieron esperar, en mi
caso fue más dramático, íbamos sentados donde se estrelló el proyectil y lo más
grave, mi niña de apenas 10 años iba sentada a un lado de la ventana, donde se
impactó el proyectil, cuando reaccioné (creo que fue inmediatamente) le
pregunté a gritos sobre su situación e inmediatamente me contestó “no me pasó
nada”, un gran alivio con reservas me dio tiempo de manejar la situación”,
narra el ciudadano Alberto Hirales a Dossier Político…
Redacción/ Dossier Político
Hermosillo, Sonora
(DP).- El sonorense Alberto Javier Hirales narró a Dossier Político la
peligrosa odisea por la que pasó al lado de su hija; mientras viajaban en un autobús,
un impacto de bala alcanzó la ventana del autobús Elite donde ellos se
encontraban, al momento de llegar a la Caseta de Cobro y denunciar el hecho a
la Policías Federal, ésta no levantó acta alguna.
“La semana pasada,
en cuatro días seguidos se hicieron destrozos de vehículos en movimiento en la
Carretera Internacional, más conocida como la Cuatro Carriles; vehículos
particulares y autobuses repletos de pasajeros fueron las víctimas, la agresión
se dio entre el tramo de Navojoa a Bacabachi; nada su supo públicamente y a
nadie se le hizo justicia.
Expuso que “a mí
hija y yo nos tocó viajar como pasajero de los autobuses Estrella Blanca,
abordamos la unidad como a las diez de la noche, nos tocó el asiento 31 y 32 y
como a las diez y media pasamos por ese tramo y de repente un fuerte ruido
despertó a todos los pasajeros que iban dormidos o somnolientos.
Los gritos de pánico
no se hicieron esperar, en mi caso fue más dramático.
Íbamos sentados
donde se estrelló el proyectil y lo más grave, mi niña de apenas 10 años iba
sentada a un lado de la ventana, donde se impactó el proyectil, cuando
reaccioné (creo que fue inmediatamente) le pregunté a gritos sobre su situación
e inmediatamente me contestó “no me pasó nada”, un gran alivio con reservas me
dio tiempo de manejar la situación.
Cuando el autobús
bajo la velocidad (sin parar en ningún momento, sospecho que el chofer pensó
que la agresión era con el objetivo de asaltar) y encendió la luz me permitió
observar detenidamente a mi pequeña y de repente me dijo llorando “papá estás
sangrando”.
Me toqué lentamente
el rostro y abrí los ojos y le contesté “no pasa nada, la sangre es muy
escandalosa”; por dentro, y medio de lo ocurrido, me dio una gran felicidad, mi
bella flor estaba fuera de peligro; “lo demás es lo de menos”; pensé.
Cuando nos bajamos
en la Caseta de Peaje me dirigí al baño y me lavé la cara, salí sin mi camiseta
y de repente veo que un grupo de gente estaba protestando y algunos me hicieron
algunas preguntas y a la vez me decía donde tenía mis heridas y mis golpes; en
menos de 15 minutos más de 12 vehículos particulares y pasajeros les fueron
destruidos parte de sus cristales.
Uno de los choferes
de Elite le señala a Policía Federal los daños a los cristales delanteros y le
afirma que si el parabrisas se hubiera introducido seguramente el camión de
hubiera salido de la carretera con pérdidas humanas impredecibles.
El “Federal” lo
escuchó y le sugirió que prosiguiera su camino; a nadie de los agredidos se les
levanto un acta.
Cuando llegamos al
retén de la PGR les recriminamos que en lugar de tener esos absurdos retenes
que su fueran a buscar a los malhechores y que dieran seguridad a los
pasajeros; se escudaron diciendo que esa es responsabilidad de la PFP; la
indignación y el desconcierto total.
Cuando le platicamos
a nuestros amigos, por lo menos a quien yo le conté, nadie le daba crédito y
sólo recuerdo que el chofer dijo que le parecía inexplicable que en los medios
de comunicación no diera nota sobre lo ocurrido.
Y lo más grave, no
es un hecho aislado, pero además recurrente, sólo nosotros fuimos testigos de
12 vehículos agredidos en 15 minutos y ahí se confirmó que esa situación es la
misma desde hace cuatro días.
En efecto, el
silencio es inexplicable; terminó afirmando el chofer que cuando suceda una
gran tragedia, “los medios afirmarán que fue por causa mecánica”; esperemos que
no.
El Gobierno del
Estado de Sonora, debe estar plenamente informado de los que está pasando en
ese tramo y si lo sabe está muy mal que no tomo medidas y si no lo sabe esta
peor; de cualquier forma es una especie de 360 grados todo queda en el mismo
lugar.
En el tramo
carretero Navojoa-Bacabachi hay atentados; lo cierto que ni la PFP, ni la
CAPUFE ni el Gobierno de Sonora encabezado por Guillermo Padrés Elías, han
movido un solo dedo.
Esperemos que una
tragedia no termine justificando con “una falla mecánica”; entonces sí saldrá
en los medios de comunicación. Y sólo se sabrá el hecho y no las causas:
Están a tiempo de
evitarlo, culmina Alberto Javier Hirales.
(DOSSIER POLITICO/ Redacción / 2013-04-08)
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