Ismael Bojórquez/Riodoce
“Apoye al
gobernador, ya está alineadito, apóyelo, para que nos vaya bien a todos”, le
pidió Germán Escobar, el líder de la Liga de Comunidades Agrarias, del PRI, al
presidente Enrique Peña Nieto, en su visita a Culiacán, el lunes 4 de marzo.
Arrancó aplausos y risas, incluyendo las del presidente y de Mario López
Valdez, que no tuvo momento de sosiego durante el evento donde se proclamaría
el programa para impulsar en Sinaloa la productividad del campo.
Fue la primera
visita presidencial de Peña Nieto a Sinaloa, a punto de cumplir sus primeros
“cien años” (perdón, días) en el cargo, y había despertado mil especulaciones,
sobre todo por la condición de “traidor” que le endilgan a Malova los priistas
todavía resentidos.
No le fue mal al
gobernador. Peña Nieto le expresó todo su apoyo y ordenó al secretario de
Agricultura, Enrique Martínez y Martínez, que de inmediato se coordinara con
López Valdez para sacar adelante los pendientes del sector. Fue un espaldarazo
el del presidente, quien apuntó que desde la presidencia de Malova en la
Conago, facilitaría más la interlocución. Él encantado.
Han sido estos días
de claroscuros para el gobernador. Por las mismas horas en que la Comisión
Nacional de Gobernadores lo nombraba presidente, el PRI ratificaba a Jesús
Burgos Pinto como dirigente estatal del PRI, después de ires y venires en que
se daba por hecho que el partido sería entregado a Malova o que, por lo menos,
pondrían al frente a un líder que sirviera de bisagra entre Jesús Aguilar
Padilla, al frente de los priistas “ofendidos”, y la dupla Malova-Juan Millán
Lizárraga. Óscar Lara Aréchiga era uno de los prospectos, pero había para él
otros planes en el Gobierno federal, pues días después lo nombraron subdirector
de la Comisión Nacional del Agua.
Le habían dado a
Jesús Burgos mano para que, dado el caso, propusiera una terna y ya la tenía
lista, pero se quedó con ella en la mano. En una de las reuniones que tuvo con
César Camacho en el CEN del PRI, este lo ratificó en el cargo. Y entonces
Malova, que estaba empujando para quedarse con la miel y la jícara, tuvo que
decirle a la exsenadora Margarita Villaescusa, su suplente en el Senado y su
alfil en esta partida, que “siempre no se pudo”.
Es evidente que la
posición de Mario López Valdez ha cambiado respecto al PRI, con relación a los
partidos que lo llevaron al poder y frente a sí mismo. Ya no presume tanto su
condición de gobernador “independiente” y hasta muestra su contento porque el
PRI está aceptando de nuevo a militantes que lo acompañaron en 2010 y que
deseaban integrarse de nuevo a las filas del partido.
Ese ímpetu por
brincarse las trancas “maduró” en un hombre obligado a alinearse al partido que
ahora está de vuelta en el poder y decidido a cobrar afrentas. Lo está haciendo
con la maestra Elba Esther Gordillo y el que no ponga sus barbas a remojar es
que no tiene culpa alguna. Pero el PRI es el PRI. Ernesto Zedillo le dijo “mi
brother” a Mario Ernesto Villanueva cuando este todavía era gobernador de
Quintana Roo. Luego se convirtió en un perseguido, del propio Gobierno de
Zedillo, hasta que fue atrapado años después, acusado de narcotráfico.
En todo caso, Malova
escupió mucho hacia arriba cuando defendía su lealtad hacia los que lo habían
apoyado para llegar a la gubernatura… y aquí es donde está la otra cara de la
moneda. ¿Dónde quedan el PAN y el PRD? ¿En qué circunstancia? Se supone —aquí
nadie se chupa el dedo— que Malova apoyaría a los partidos de la coalición en las
elecciones que vienen, en mínima correspondencia por lo que ocurrió en 2010,
pero todo indica que no será así y que el gobernador se alineará al PRI con el
fin de no enfadar al presidente.
Ahora, si el PRI
nacional ha decidido abrirle puertas a la disidencia de 2010 será bajo las
condiciones del partido, no de Malova. Por ello el gobernador parece mear fuera
del retrete cuando pide nueve presidencias municipales, nueve diputaciones de
mayoría, posiciones en la lista de plurinominales y nieve de limón. ¿Están al
tanto el PRD y el PAN de tales negociaciones? Es posible que no, neófitos que
son.
El Gobierno federal
parece haber decidido establecer con Sinaloa una relación institucional, como
corresponde, pero si en algún estado tendría condiciones para dar un manotazo
sería este, precisamente por el carácter independiente de su gobernador y por la
forma en que llegó al cargo. El Pacto por México, suscrito por todos los
partidos, obliga a mantener una relación tersa del Ejecutivo federal con todas
las fuerzas, pero Malova no representa una fuerza y he ahí su debilidad.
Bola y cadena
YO NO VENGO A SUPLANTAR A NADIE, dijo el nuevo delegado del PRI, René Juárez
Cisneros, casi a punto de que arranquen las precampañas. O sea que Jesús Burgos
fue el otro palmeado de la semana, este por el CEN de su partido.
Sentido contrario
QUE EL DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER sirva al menos para acordarnos que en estados como
Sinaloa los agravios contra las mujeres crecen, sin que haya castigo alguno
para los agresores. Empezando por los crímenes impunes.
Humo negro
ONCE JORNADAS
son pocas comparadas con la soledad de cien años. Pero de todas formas
felicidades a maestros y alumnos del Centro de Bachillerato Tecnológico
Agropecuario 133, de Recoveco, Mocorito, por el esfuerzo para inculcarle a la
gente la manía de leer.
(RIODOCE.COM.MX/Ismael Bojórquez/ marzo 10, 2013)
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