Guerrero ocupa el primer lugar, con 463
- Sistema Nacional de Información reporta menos
homicidios dolosos que las procuradurías
- Gobiernos estatales mantienen cerrojo informativo,
al igual que el Federal
- Baja California, en el décimo puesto
- “A tres meses ya de distancia, las cosas no
solamente siguen igual, sino peor”: Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo
Ni los cerrojos informativos de gobiernos Federal y
estatales, tampoco los acontecimientos que más acapararon las noticias, como la
liberación de Florence Cassez, la explosión en el edificio de Petróleos
Mexicanos, la supuesta muerte de Joaquín “El Chapo” Guzmán en Guatemala, ni la
aprehensión de Elba Esther Gordillo, lograron ocultar las ejecuciones en el
país durante los primeros 100 días de gobierno de Enrique Peña Nieto.
La hecatombe que arrojó 83 mil ejecuciones registradas
por ZETA en el sexenio calderonista, continúa en la administración peñista, con
estadísticas que para nada significan un decremento como lo pregonan
funcionarios federales.
Primero, valga recordar el entusiasmo del Gobierno
Federal, manifiesto a través de la Secretaría de Gobernación el 8 de febrero:
“En lo que respecta a los homicidios dolosos vinculados a la delincuencia
organizada, se registró una disminución de 35 casos, al pasar de mil 139 en diciembre
pasado, a mil 104 en enero”.
La conjeturada “diminución de 35 casos” contrasta con
el inicio infausto de la administración peñista, ya que en los primeros 100
días abundaron los cuerpos acéfalos sin brazos ni piernas esparcidos por
doquier, las extremidades humanas envueltas en bolsas negras para la basura,
los cráneos exhumados de entierros, los ojivendados y maniatados con el tiro de
gracia, y los muertos con un narcomensaje escrito en una cartulina.
Como metodología para documentar los primeros muertos
en el sexenio que inicia, ZETA consultó y confrontó los informes del Sistema
Nacional de Información, procuradurías estatales, secretarías de Seguridad
Pública de las entidades, registros hemerográficos en los estados, y a
Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) del país. Se llegó a la conclusión que
en los primeros 100 días de gobierno de Peña Nieto sucedieron por lo menos 4
mil 549 homicidios relacionados con el crimen organizado.
Los primeros 4 mil 549 muertos del gobierno peñista
incluyen los homicidios conocidos como “Ejecuciones”, “Enfrentamientos”,
“Homicidios-Agresiones” y los que son producto de ajuste de cuentas entre
narcomenudistas.
Cerrojo informativo
A diferencia del sexenio calderonista, en la
administración de Peña ha costado más trabajo llegar al resultado final de
ejecuciones, sobre todo tomando en cuenta el cerco informativo que ha
caracterizado al inicio de sexenio.
Más complicado aún cuando Ejército, Marina, Policía
Federal, policías estatales, ministeriales y municipales, “se alinean” a la
lamentable política de desinformación de Enrique Peña Nieto de ocultar datos
sobre homicidios, nombres y hechos del crimen organizado que suceden todos los
días.
Afortunadamente, luego de confrontar la información
federal con la estatal, de inmediato destacan los “datos preliminares” del
Secretariado Ejecutivo, las cifras incompletas como en el caso de Baja
California, que en el mes de enero, el sistema federal reporta solamente 15
homicidios dolosos; mientras tanto, el gobierno estatal da cuenta de 59.
En los primeros 100 días de gobierno de Enrique Peña
Nieto el cerrojo informativo es ya una característica. Otro claro ejemplo es el
Estado de Guerrero, donde ni el gobierno estatal, ni el Secretariado Ejecutivo
del Gobierno Federal, habían dado cuenta por lo menos de los homicidios dolosos
ocurridos en enero.
Ante la falta de información estatal y federal, ZETA
recurrió a sus homólogos periodistas de los estados, como Guerrero, donde el
Sur de Acapulco detalló a este Semanario que efectivamente, esa entidad
federativa no transparenta por lo menos la cantidad de homicidios dolosos.
Afortunadamente, el Sur de Acapulco ha documentado uno
por uno los homicidios en el estado; de hecho el diario especificó a ZETA que
nada más en el puerto de Acapulco, los homicidios sumaron 51 en enero y 71 en
febrero, para un total de 122 en los primeros dos meses.
Este Semanario buscó vía correo electrónico y
telefónica, a la licenciada Guadalupe Rendón Ramírez, directora de
Averiguaciones Previas dependiente de la Procuraduría General de Justicia del
Estado (PGJE) de Guerrero, para preguntarle sobre la información oficial de
homicidios dolosos. La funcionaria no contestó el llamado de entrevista.
Otras entidades tampoco han informado desde el mes de
diciembre la cantidad de homicidios dolosos: Guerrero, Veracruz, Yucatán y
Zacatecas, hasta el jueves 7 de marzo no habían enviado las estadísticas de
incidencia delictiva al Sistema Nacional de Información; en esta última oficina
federal informaron a ZETA que por Ley, los estados deben enviar su información
del mes inmediato anterior después de los primeros 15 días del siguiente. Han
pasado 100 días, y estas entidades no reportan las estadísticas el Secretariado
Ejecutivo.
No obstante a la cerrazón de procuradurías estatales y
el Gobierno Federal, este Semanario recurrió a los periódicos de las entidades
que generosamente informaron a ZETA la cantidad de homicidios relacionados con
el crimen organizado.
Los más violentos
Luego de confrontar las estadísticas del Gobierno
Federal y estatal con los informes de diversos medios de comunicación en los
estados, ZETA documentó 4 mil 549 homicidios en los primeros 100 de gobierno
peñista, evidentemente en medio de la guerra que continúa el Gobierno Federal
contra algunos grupos delictivos, además de las masacres entre los mismos
cárteles, en su lucha por el control de “plazas” para el trasiego de droga o el
narcomenudeo.
En estos primeros 100 días, el estado más violento es
Guerrero, con 463.
En segundo lugar, Chihuahua, con 417.
3. Estado de México, con 407.
4. Jalisco, 362.
5. Sinaloa, 324.
6. Nuevo León, 261.
7. Coahuila, 216.
8. Durango, 197.
9. Tamaulipas, 167.
10. Baja California, con 161.
Evidentemente, Guerrero ha desplazado tanto a
Chihuahua, como al propio Estado de México.
De hecho, el Consejo Ciudadano para la Seguridad
Pública y Justicia Penal, A.C., advirtió luego de que ese organismo informara
que Acapulco fue en 2012 la ciudad con más homicidios dolosos, con mil 170:
“Emplazamos al gobierno de Guerrero a que diga cuál es la tasa verdadera de
homicidios dolosos en Acapulco, ya que la que sostenemos con base en datos
oficiales del propio gobierno guerrerense, dice no es la verdadera”, demandó el
licenciado José Antonio Ortega Sánchez, titular del Consejo Ciudadano para la
Seguridad Pública y Justicia Penal.
“Guerrero pretende con sus mentiras, no es otra cosa
que tirar una cortina de humo para intentar ocultar lo inocultable: que la
violencia crece vertiginosamente en Acapulco y en el estado, y que la
administración de Ángel Aguirre Rivero es completamente inepta para
contenerla”, agregó Rendón en una carta pública.
96 por ciento, considerados “presuntos delincuentes”
Cuando el 8 de febrero, la Secretaría de Gobernación
informó que en enero se registró una cantidad de mil 104 homicidios dolosos
vinculados a la delincuencia organizada, dejó clara su política de
clasificación de los muertos: De esa cifra, “mil 068 son presuntos delincuentes
abatidos”.
Los mil 068 muertos representan el 96.7 por ciento; en
pocas palabras, la política del gobierno de Enrique Peña Nieto, por lo menos en
el primer mes de 2013, fue clasificar ese porcentaje como “presuntos
delincuentes”.
Misteriosamente, el gobierno peñista “investigó” entre
el 31 de enero y el 8 de febrero al grado de clasificar el 96.7% de las
víctimas mortales como “presuntos delincuentes abatidos”.
“En lo que respecta a homicidios dolosos vinculados a
la delincuencia organizada, se registró una disminución de 35 casos, al pasar
de mil 139 en diciembre pasado, a mil 104 en enero. De estos últimos, mil 068
son presuntos delincuentes abatidos, 30 servidores públicos caídos en el
cumplimiento de su deber, y 6 personas presumiblemente ajenas a los hechos”,
reza textualmente la postura oficial del gobierno de Enrique Peña Nieto.
Mientras la administración de Felipe Calderón
reconoció que “90 por ciento de bajas está en la delincuencia organizada, solo
un 10 por ciento de esas bajas son de las instituciones y de blancos civiles”.
La política del gobierno de Peña Nieto reconoció
tácitamente que el 3.2% corresponde a servidores públicos y “personas
presumiblemente ajenas a los hechos”.
Mientras el Gobierno Federal habla que del 96% de
homicidios dolosos, son “presuntamente delincuentes”.
El doctor Raúl Plascencia, presidente de la Comisión
Nacional de los Derechos Humanos, da plazos al gobierno de Peña Nieto en cuanto
a la procuración de derechos humanos, antes que declarar “presuntamente
delincuentes” a los muertos:
“Yo creo que el primer año será un plazo importante
para analizar un cambio; el sexenio recordemos que implica ni más ni menos que
seis años, de tal manera que un año será importante para poder visualizar una
tendencia que nos permita observar un cambio en la mejor dirección”.
Pero mientras el Gobierno Federal criminaliza el 96%
de las víctimas, en estados como Tamaulipas la situación no es nada alentadora.
“Las cosas no solamente siguen igual, sino peor”
“Estamos totalmente abandonados”, explica a ZETA el
licenciado Raymundo Ramos, presidente del Comité de Derechos Humanos de Nuevo
Laredo, Tamaulipas.
En aquella entidad, por lo menos 167 ejecuciones han
sucedido en los primeros 100 días de gobierno de Enrique Peña Nieto.
“La gente, los mexicanos, las familias mexicanas,
esperábamos un cambio en la estrategia del crimen organizado con la llegada del
señor Peña Nieto, esperábamos mayor seguridad, mayor presencia tal vez, o mayor
eficiencia en los operativos de las fuerzas armadas del país, de tal forma la
delincuencia organizada sintiera el cambio de gobierno y de alguna manera
disminuyeran los actos delictivos, homicidios, secuestros y extorsiones”,
expresa Ramos.
El defensor de los Derechos Humanos lamenta que solo
funcionarios públicos gocen de la seguridad militar y policíaca:
“Ellos (funcionarios públicos) traen la mitad de la
seguridad pública; la otra mitad está en los cuarteles. Entonces, ellos sí
están muy bien protegidos: los alcaldes, gobernador, diputados, senadores; pero
la gente, las familias, la población estamos totalmente abandonados.
“El Presidente Enrique Peña Nieto tiene que venir a
Nuevo Laredo. Felipe Calderón nos abandonó, en seis años jamás vino a Nuevo
Laredo; vino como candidato pero no como Presidente. Y yo creo que la gente de
Nuevo Laredo, la gente de Tamaulipas, las familias de Tamaulipas, quieren
escuchar un compromiso directo del Presidente Enrique Peña Nieto, no queremos
que pasen otros seis años y no venga un presidente a Nuevo Laredo”, expresó
bastante indignado.
“Lamentablemente, a tres meses ya de distancia, las
cosas no solamente siguen igual, sino peor; en Nuevo Laredo y Tamaulipas, en
general las familias vivimos con un temor permanente, nos sentimos igual o peor
de inseguros porque la presencia de las fuerzas armadas sigue siendo las misma:
rutinaria, sin estrategia, y tal vez ahora con mayor desorientación”, concluyó
lapidario Raymundo Ramos.
Finalmente, no obstante a que las ejecuciones en los
primeros 100 días de gobierno no disminuyeron, Enrique Peña Nieto prometió,
como en campaña, resultados el lunes 4 de marzo durante su visita a Sinaloa:
“Se han registrado hechos de violencia en algunas entidades, y estamos
justamente aplicando una nueva estrategia que espero en un mediano plazo, nos
permita reducir sensiblemente los niveles de violencia que tenemos”.
Pero, para empezar, en sus primeros 100 días por lo
menos ocurrieron 4 mil 549 ejecuciones.
En materia económica el Presidente sigue en planes
En el ámbito económico, Enrique Peña Nieto ha llevado
a cabo 8 acciones: firmó un Decreto de Austeridad, al séptimo día entregó el
Paquete Económico 2013, anunció que los recursos para la banca de desarrollo
incluidos en el paquete económico fueron de 14 mil 167 millones de pesos,
garantizó la creación del Tren Transpeninsular, la Secretaría de Hacienda y
Crédito Público dio a conocer los anexos de la Miscelánea Fiscal 2013 y el
Código Fiscal Federal, afirmó la creación del Instituto Nacional del
emprendedor que brindará apoyo a las micro y medianas empresas, puso en marcha
la reforma laboral y se promulgó como facilitador de las inversiones.
Ante tal escenario el economista Francisco González
Bermúdez externó: “Lo que veo está cimentando una forma de gobierno. Más que
nada, está estableciendo los lineamientos para poder gobernar. Me parece que en
cuanto a las políticas públicas estamos en la fase de planeación. Después
tendríamos que ver la parte de la ejecución y el control. Y después, con esto
tendríamos la parte de la evaluación”.
El catedrático agregó que el mandatario tiene
elementos urgentes por trabajar, “por una parte sería la cuestión que tiene que
ver con la reforma hacendaria que ojalá y así fuera. La OCDE ha establecido la
necesidad de una reforma hacendaria que llevara explícitos no solo la parte de
impuestos en alimentos y medicamentos que ya se tiene contemplado, sino que
también que contemplara lo que tendría que ver con el gasto público y no solo
ver de dónde recabar.
“Además se tendría que aumentar la base de
contribuyentes que disminuyera la evasión de impuestos y aumentar la
recaudación de impuestos y que a la vez el regreso de los mismos se viera cuál
es el sentido y por qué razón se devuelven tantas cantidades de dinero a las
grandes empresas”.
El consultado alertó: “Lo que puede suceder es que nos
puedan endosar la factura. Es decir, a través de los impuestos a alimentos y
medicamentos y de no seguir cobrando a las grandes empresas o aquellos que no
han pagado impuestos durante tantos años.
El economista abundó que “hay un estado que no tiene
forma, pues no hubo herencia positiva de las formas de administración pública”,
en este rubro la presidencia se concentrará en entre 6 meses y un año. “Es ahí
donde empezaríamos a ver la parte de la ejecución, en el sector, salud,
educación, el petrolero. Y es que los dos sexenios anteriores el estado fue
invisible y eso no permitió que se dejaran herencias”.
Por último comentó habrá que cuestionar las acciones
de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público respecto al análisis del manejo
de las finanzas del sexenio de Felipe Calderón, pues sería ahí donde se verían
los descalabros dentro del estado. “La lectura que hicieron los gobiernos
panistas fue de total neoliberalismo, que mantiene como eje central que el
Estado no debe entrar en lo que es la economía; entonces el hacer y dejar hacer
reinó en los dos sexenios. No tuvieron un proyecto de nación y nunca ese
proyecto de nación pudo bajar a la realización de planes concretos. Se dio el
prontismo sin un planteamiento serio”.
Reformas autorizadas
Por lo pronto, también hay que recordar que en octubre
de 2012 se aprobó la reforma Laboral. Dos meses más tarde el Secretario del
Trabajo, Alfonso Navarrete Prida justificó que los resultados de la misma se
verían en el primer trimestre de 2013.
El documento contempla diversas modalidades de
contratación, regulación en la subcontratación, pago por hora, salarios
vencidos, por mencionar algunos puntos. Con dicha plataforma se espera que el
presente año se generen poco más de 600 mil empleos en el año.
Sin embargo en Tijuana, el vicepresidente nacional
para Franjas Fronterizas e Industria Maquiladora de la Cámara de la Industria
de la Transformación (CANACINTRA), Mario Escamilla Novelo externó en su
momento, que el sector analizaba el documento para posteriormente generar las
reglar de operación, situación que les llevaría por lo menos 6 meses, por tanto
la aplicación de la ley en Baja California se estará dando en junio próximo.
Cabe recordar que la reforma tuvo origen el primero de
septiembre de 2012, con la Iniciativa Preferente presentada por el ex
Presidente Felipe Calderón, misma que fue respaldada por Enrique Peña Nieto,
quien persuadió a los nuevos legisladores en el congreso de su aprobación.
La enmienda pedagógica
En diciembre de 2012, a unas horas de finalizar el
periodo ordinario de sesiones, la LXII Legislatura, la Cámara de Diputados
aprobó la reforma educativa. La propuesta busca
afianzar una educación de calidad, competitividad, económica, productividad,
y el desarrollo social y cultural, que penden del nivel educativo.
La reglamentación contempla la creación del Instituto
Nacional para la Evaluación de la Educación, organismo público autónomo, que
valorará el trabajo y resultados del sistema educativo nacional en los diversos
niveles educativos.
Establece además que la incorporación al servicio
docente y la promoción a puestos con funciones de dirección o de supervisión en
nivel básico y medio superior serán previo concurso de oposición.
Hasta el momento, la ley ha levantado inconformidad
entre los maestros de diversos estados en la república. El descontento ha
llegado a tal que desde la última semana de febrero, estados como Tabasco,
Guerrero, Michoacán, Oaxaca, han generado movilizaciones.
Lorenzo Meyer: “El ritmo de asesinatos sigue
exactamente igual”
Para evaluar los primeros 100 días de gobierno de
Enrique Peña Nieto, el doctor Lorenzo Meyer concedió una entrevista a ZETA para
analizar el ritmo de asesinatos, pero también el contexto y los sucesos que han
marcado la agenda mediática del sexenio que inicia.
“En estos primeros 100 días destaca un esfuerzo por
volver a recuperar una parte, si no es que todo el poder que el
presidencialismo que existió en México en la etapa clásica del priismo”,
expresa para empezar el profesor emérito de El Colegio de México.
El también investigador emérito del Sistema Nacional
de Investigadores, del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) en el
Nivel III, destaca: “No creo yo exagerar si destaco de los primeros 100 días
ese esfuerzo que se ve en varios puntos, pero el más notable hasta ahora es el
arresto y acusación contra Elba Esther Gordillo, la líder indiscutible del SNTE
que se consideraba uno de los poderes fácticos más importantes y que había
restado poder a la presidencia.
“El golpe que se le ha dado desde las instituciones
del gobierno, desde la PGR, es un golpe bastante duro que no solamente
desbarata una estructura política, muy
fuerte, sino que también manda un mensaje a otros que están en situación
similar; no exclusivamente a otros sindicatos que sin duda captaron el mensaje
de inmediato, sino también a esas zonas de poder económico, mediático, que han
debido de tomar cuenta lo que sucedió. Entonces ahí hay una dosis importante de
recuperación o de esfuerzo, de recuperar el poder.
“Luego algo más bien simbólico, pero interesante de
todas maneras, es que el PRI, al reunirse hace unos cuantos días para discutir
lo que es su plataforma política, pues integra formalmente a Enrique Peña Nieto
a los órganos directivos del partido, y además, de acuerdo con las propias
señales que ha mandado Peña Nieto, ha quitado de esa serie de compromisos que
el PRI le ofreció a sus electores, algunas cosas que muestran que está
dispuesto a aceptar la voluntad presidencial, como es lo referente al Impuesto
al Valor Agregado, a medicinas y alimentos; o la apertura de la industria
petrolera a la inversión privada.
“Es decir, que el partido casi sin discusión, desde
luego sin oposiciones significativas adentro, se doblega a la voluntad
presidencial, como era el caso en el PRI tradicional, antiguo.
“También tenemos como parte inicial, como la bandera
del banderazo de salida del gobierno de Peña Nieto, el Pacto por México. En el
país, en la historia antigua del PRI, hay varios pactos, aquí se incorporan a
los partidos de oposición de una manera digamos civilizada de acuerdos entre
los partidos, pero recuerda mucho a la antigua forma de gobierno, en donde el
PRI y el Presidente, sobre todo, representa la voluntad de toda la nación.
“Con un pacto suscrito formalmente por el PRI, PAN y
PRD, parece que volveríamos a esa etapa en la que parece que había un solo
camino, una sola voluntad: la del Presidente, que era el reflejo de la voluntad
colectiva nacional, y que no había divisiones, que el horizonte político de
México estaba encarnado en la Presidencia, y que solamente en las márgenes
había alguna voz disidente, ya sea de izquierda o extrema derecha, pero pues
que tenían poca importancia, de poca monta.
— ¿Cuál sería la similitud o la diferencia de los
primeros 100 días de gobierno de Enrique Peña Nieto, en comparación con los
meses iniciales de gobierno de Carlos Salinas de Gortari?
“Bueno, la diferencia principal es que en los dos, la
oposición de izquierda señaló que había habido un fraude, pero aquí tenemos que
no fue el fraude al estilo de Salinas, donde simplemente es imposible aceptar
que se cayó el sistema en 1988, y que él ganó con una mayoría absoluta, muy
pequeña, pero absoluta, como correspondía al sistema autoritario. “Aquí la
acusación de fraude la hace también la izquierda, pero no porque se hayan
alterado las boletas, se hayan robado los votos, o haya habido algún algoritmo
en el conteo; sino que se hizo antes, por la compra de las voluntades, de una
parte del electorado, en particular del electorado pobre, y como quiera que
sea, la victoria de Peña Nieto no es por mayoría absoluta, sino es por mayoría
relativa; quiere decir que, de entrada, acepta que más de la mitad del país no
votó por Peña Nieto.
“En el caso de Salinas se seguía insistiendo en que la
mayoría, aunque fuera pequeñita, estaba detrás de ese presidente; entonces,
aunque hay la sombra del fraude, en el caso de Salinas era más densa, más
fuerte.
“En éste es un tanto más ligera, y luego una parte de
esa izquierda, el PRD, aunque sin dejar de insistir en lo negativo que fue la compra
de voluntades, por vía de Monex o de las formas que tradicionalmente el PRI ha
manejado y que sabe manejar muy bien, pues a pesar de eso se suma al Pacto por
México y queda fuera nada más la izquierda más dura, que es la que encabeza
Andrés Manuel López Obrador, que no está en el pacto, pero que tampoco tiene un
partido. Tiene un movimiento que aspira a ser partido, pero eso todavía está
por verse en el futuro. Así que la división de política que hubo, el encono que
hubo con Carlos Salinas, es mucho menor en el México de Peña Nieto”.
— ¿Cuál es su análisis, doctor, sobre la política de
la seguridad y la lucha contra el crimen organizado en el sexenio de Enrique
Peña Nieto, a diferencia del sexenio anterior?
“Pues es nada más de discurso. En el de discurso de
Calderón se asumió y con gran orgullo, el que se trataba de una lucha abierta,
frontal, militar, policiaca, donde se iba con la idea de acabar físicamente con
el narcotráfico y no atacar sus causas económicas y sociales.
“En el discurso de Peña Nieto está, por el contrario,
el énfasis en las causas profundas que pueden llevar a los jóvenes a militar
dentro de las filas del narcotráfico; pero en el fondo yo no veo ninguna
diferencia, ni en la política de Peña Nieto, ni en la política de los narcotraficantes,
porque ellos siguen con una violencia que los índices que tenemos, de los que
disponemos, son los que nos presenta la prensa.
“El ritmo de asesinatos sigue exactamente igual, y
esta política de largo plazo, de mejorar las condiciones de ciertos municipios,
de mejorar las condiciones de la educación, pues son políticas de muy largo
plazo.
“De aquí a que los cambios en la educación tengan
efectos en gente mayor de 18 años, 17, 16, que son los momentos en que entran
ya algunos de ellos a formar las filas del narcotráfico, pues van a pasar un
decenio o más en modificar las condiciones de pobreza.
“Francamente con las medidas actuales, no sé cuántas
generaciones van a pasar, entonces queda como recurso al Estado, la fuerza
igual que Calderón.
“Se habla de una gendarmería y de una reorganización
de las fuerzas policiacas, pero que ésa es en realidad la primera línea de
combate en el gobierno de ahora, como lo era en el de Calderón.
“El énfasis en el discurso es distinto, pero en la
realidad siguen básicamente el gobierno de ahora las mismas líneas que el
anterior, se las dejó ya trazadas, y no se ha salido de ellas en lo
fundamental”.
— ¿Qué lectura le da al hecho de que el gobierno de
EPN no se dirige a los narcotraficantes por sus nombres o sus alias? Y cuando
hay detenciones no se presentan en conferencia de prensa, como en el sexenio
anterior, no obstante que ha habido detenciones importantes…
“El día que se llegue a detener al ‘Chapo’ veremos si
es distinta o no, pero eso me parece una cosa secundaria, de estilo, cada
gobierno tiene su estilo personal de gobernar, como diría Daniel Cosío
Villegas, para asentar su frase exacta; y bueno, aquí hay un estilo diferente,
pero de estilo a fondo, yo creo que hay un golfo, y en el fondo sigue siendo
más o menos el mismo”.
— ¿Qué papel están jugando los partidos diferentes al
PRI en este sexenio?
“Depende de su dimensión. Los dos partidos grandes, a
la hora de entrar al pacto, están jugando simplemente a mantener su posición.
Es como una lucha defensiva, están en sus trincheras y no quieren perder más
terreno.
“El PAN y PRD, no los veo como una oposición realmente
activa y capaz, están más bien reaccionando a lo que está haciendo Enrique Peña
Nieto, sin que pueda uno decir ‘caramba, tienen un proyecto distinto y lo están
encabezando y voceando con energía’.
“El PAN está tratando de sobrevivir a su lucha interna
entre los calderonistas, que insisten en querer seguir mandando, y Madero, que
es el jefe formal que está tratando de tener su propia voz.
“El PRD pues más bien sumiso a la política de
Calderón, y sin ninguna energía, no se le ve ahí un liderazgo que rete al
proyecto de Peña Nieto; y los otros partidos tan chiquitos, son una pedacería
que francamente juega un papel marginal.
“En realidad la única fuerza que puede llegar a ser
partido, y que podría representar una oposición efectiva, pues es MORENA con
Andrés Manuel, pero ellos apenas se están organizando”.
— ¿Y qué papel podría decir que están jugando el Poder
Legislativo y el Judicial, en estos 100 días, a diferencia por ejemplo del
Ejecutivo?
“Pues en estos
días el Poder Judicial, yo no veo ningún cambio de la Suprema Corte de
los últimos tiempos de Calderón con los primeros de Peña Nieto, me parece que
está igual. Y el Poder Legislativo bueno, en algún momento fue un poder que
pareció igual la disminuida Presidencia de Fox y de Calderón.
“Ahora no veo ese Poder Legislativo como particularmente
fuerte, poderoso y creciente; los dos líderes importantes del PRI en la Cámara
de Senadores y en la Cámara de Diputados, han perdido un poquito de su espacio
original en favor de Peña Nieto, sigue siendo un actor político que hay que
tomar en cuenta, y no ese tipo de Poder Legislativo de hace treinta, cuarenta
años, que era un cero a la izquierda.
“Ahora sigue teniendo poder, hay rejuego, pero no se
le ve con la misma importancia que tenía bajo los dos gobiernos panistas, donde
la pérdida de capacidad de los presidentes, conllevaba un aumento en el Poder
Legislativo.
“Aquí la parte priista del Legislativo, que es la más
importante, ya se une al carro de Peña Nieto, la ha dominado y está sirviéndole
pues de eco, de apoyo; no de igual a igual, sino de subordinado a superior”.
— ¿Qué lectura hace sobre el hecho de que no haya
disminuido los homicidios, tal como se anunciaba y como se pretendía, sino que
al contrario, siguen los asesinatos y ejecuciones por todo el país?
“Siguen quizá con igual o un poquito más de vigor.
Quiere decir que ese poder fáctico, ilegal, ilegítimo, pero que creció
enormemente, no le hace mucho caso al discurso presidencial, ellos (crimen
organizado) llevan su lógica como si nada hubiera cambiado, y no se ve que se
sientan arredrados por el nuevo gobierno.
“Lo que ha sucedido en Ciudad Juárez en estos últimos
días (asesinato del periodista Jaime Guadalupe González Domínguez, de Ojinaga
Noticias) pues es un indicador, se había querido ver a Ciudad Juárez como una
zona que iba crecientemente siendo pacificada, y es una zona de dominio ya del
gobierno, y de retirada relativa de los poderes del crimen organizado, pero se
ve que no es así.
“A la hora de atentar directamente contra medios,
contra la prensa, pues lo que están queriendo decir es tomar un micrófono y
hablarle tanto al gobierno como a la sociedad mexicana, y decirles ‘aquí
estamos, seguimos como antes, y no se crean que vamos en retirada’.
“Peña Nieto pudo haber doblegado a partidos, a actores
políticos formales, a todo el aparato formal, pero el otro poder con armas de
la mano y dinero, que es el narcotráfico, parece no haber tomado cuenta del
cambio y sigue estando igual; quiere decir que ahí el gobierno no tiene
respuesta como la que tiene el campo estrictamente político, pues meter a la
cárcel a Elba Esther, aunque tenga un millón 400 mil su sindicato, pero está
desarmada.
“Con unas buenas técnicas jurídicas se puede mostrar su
corrupción y quitarle el poder político, pero el crimen organizado, bueno, pues
es la corrupción misma, ya no se los pueden quitar legalmente, tiene que ir en
su contra de manera directa, pero eso ya fracasó desde Calderón, y ahorita no
se ve que haya aumentado la capacidad del gobierno en ese campo.
“Se puede ir en contra de ellos socavando sus baches
sociales, como dije hace rato, pero ésa es una tarea, en caso de que se haga
bien y se haga sin corrupción, que dará resultado dentro de un sexenio o dos.
Así que por el momento simplemente el hecho de mantenerse como estaban, es una
muestra de fuerza enorme del crimen organizado y de mostrar el flanco de
debilidad de Peña Nieto.
“Los peñistas podrán decir, ‘oiga, pero es que en unos
cuantos meses pues no se puede, déjenos unos dos o tres años’; hay razón para
darles más tiempo, pero ahorita con la pregunta de Usted, de qué hacer, cuál es
el resultado; es decir, es nulo”.
— ¿Podemos advertir que evidentemente la violencia
seguirá, las ejecuciones continuarán, evidentemente?
“Pues sí, porque ésta es una decisión del crimen
organizado, no de Peña Nieto, ellos han decidido que sigan, y no hay
instrumentos nuevos, se va a hacer esta gendarmería solo Dios sabe cuándo.
“Y en caso de que la gendarmería tenga algún éxito,
pues también van a pasar meses, o quizá algunos años antes de que se vea su
efecto. Por ahorita, en lo que se refiere a crimen organizado, la sociedad
mexicana está indefensa hoy como estaba hace cien días o un año, dos años”.
— Tomando en cuenta estos 100 primeros días de
gobierno, ¿cómo consideraría Usted que será el gobierno de Enrique Peña Nieto a
lo largo del sexenio?
“Bueno, será básicamente un gobierno que tiene el
sello de la historia del PRI, es decir, hay una biografía del partido y de Peña
Nieto, y del priismo del Estado de México, del priismo del Estado de Hidalgo,
en particular, son priismos donde nunca hubo cambios, donde el PRI lleva más de
80 años ininterrumpidos de poder.
“Ahí está la semilla, digamos, del núcleo duro del
gobierno actual, tiene el sello priista, que es el de, por un lado, tendencias
autoritarias, y por otro lado, de flexibilidad ideológica, porque pueden irse
para arriba, para abajo, para la izquierda, para la derecha, para donde la
oportunidad lo señale, no tienen una espina dorsal ideológica, sino que tienen
la capacidad de cambio, de adaptación, pero con un solo propósito: de recuperar
y mantener el poder.
“Entonces, yo creo que van a hacer todo lo posible
para que las siguientes elecciones sean del PRI, y yo no sé por cuánto tiempo
más nos vamos a tener que aguantar con el PRI en el poder”.
Ataques a periodistas
Antes de llegar a sus 100 días de gobierno, en el
sexenio de Enrique Peña Nieto se registró el primer periodista asesinado. Jaime
Guadalupe Domínguez, de 38 años, dirigía el portal informativo Ojinaga Noticias
en Chihuahua, y fue acribillado la noche del 3 de marzo. Tres días después, un
medio impreso y una televisora chihuahuenses también fueron atacados.
Jaime Guadalupe Domínguez, director del sitio
noticioso, comía en un puesto de tacos, acompañado de una mujer, quien resultó
ilesa tras el ataque. De acuerdo a la versión de sus colegas, el periodista
planeaba ir a las instalaciones del medio para descargar algunas imágenes de su
cámara fotográfica, la cual le fue arrebatada a su cuerpo sin vida.
Domínguez recibió 17 disparos provenientes de armas
calibre 5.27 milímetros. En el portal de noticias que dirigía se difundió la
noticia, y con ella su equipo se despidió de la labor informativa; horas
después, la dirección electrónica había sido suspendida.
En los primeros 100 días del sexenio de Peña Nieto ha
sido el Noreste del país, la zona que ha concentrado las arremetidas violentas
contra la prensa.
Durante la última semana de febrero, el diario El
Siglo de Torreón recibió tres ataques a balazos consecutivos, ningún empleado
del diario ha sido herido.
En la balacera del martes 26 de febrero, se detonaron
30 impactos de “cuerno de chivo” sobre las paredes de las instalaciones, dos
civiles resultaron heridos. Al día siguiente, ya con policías que resguardaban
las instalaciones recién atacadas, sujetos armados regresaron, y en la
balacera, asesinaron a un civil.
Previamente, cinco de sus trabajadores fueron secuestrados
el 7 de febrero, y aunque fueron liberados al día siguiente, las
investigaciones no han encontrado siquiera responsables.
El estado norteño de Chihuahua comparte las mismas
condiciones para ejercer el periodismo. La madrugada del 6 de marzo, las
instalaciones de El Diario de Juárez fueron impactadas con siete disparos de
arma de fuego calibre .45. Minutos después, el canal 44 de la misma ciudad, fue
atacada bajo las mismas circunstancias, Diez impactos quedaron registrados en
el lugar de los hechos, las autoridades sospechan que los ataques fueron
perpetrados por los mismos sujetos.
Sin embargo, las investigaciones de estos crímenes aún
no apuntan a responsables, y la capacidad de la autoridad para garantizar la
seguridad en el ejercicio del oficio periodístico está siendo opacada por la
impunidad ahora del gobierno de Peña Nieto.
Extraoficialmente, autoridades policiacas juarenses
consideran que este ataque puede estar relacionado con un enfrentamiento
verbal, que aparentemente tuvieron varios reporteros con otros representantes
de la prensa de Ciudad Juárez.
Los hechos que refieren, se suscitaron el domingo 3 de
marzo de 2013, cuando dos jóvenes residentes de El Paso, Texas -pelones y
tatuados en la cabeza-, presuntamente integrados a la célula delictiva de Los
Aztecas, participaron en un choque al que se presentaron policías y reporteros.
Los responsables arreglaron el asunto pagando los
daños, como no había otros cargos en su contra, fueron liberados, pero los
jóvenes se dijeron agredidos por los reporteros, con quienes se hicieron de
palabras y concluyeron advirtiéndoles en tono de amenaza, que verían más adelante, si en otras
condiciones los reporteros actuaban de la misma manera. Los periodistas no
publicaron nada de estos hechos en sus ediciones del lunes 4 de marzo.
Ejecuciones en los primeros 100 días de gobierno de
EPN
LUGAR
ESTADO
TOTAL
1 Guerrero 463
2 Chihuahua
417
3 Estado de
México 407
4 Jalisco 362
5 Sinaloa 324
6 Nuevo
León 261
7 Coahuila 216
8 Durango 197
9 Tamaulipas
167
10 Baja
California 161
11 Michoacán 156
12 Morelos 156
13 Distrito
Federal 154
14 Zacatecas 154
15 Veracruz 119
16 Sonora 113
17 Chiapas 106
18 San Luis
Potosí 100
19 Puebla 93
20 Guanajuato
82
21 Oaxaca 77
22 Colima 68
23 Quintana
Roo 59
24 Nayarit 27
25 Tabasco 25
26 Querétaro 19
27 Hidalgo 18
28 Tlaxcala 17
29 Aguascalientes
13
30 Campeche 8
31 Baja
California Sur 7
32 Yucatán 3
TOTAL 4,549
No hay comentarios:
Publicar un comentario