Matanza en Rosario y visita presidencial
Cayetano Osuna/Riodoce
“Coincidencia o
maldición, pero el mismo día que el presidente Enrique Peña Nieto visitaba
Sinaloa, ocurría la matanza de Agua Verde”, manifestó a Ríodoce un abogado
rosarense atribulado porque el nombre de su pueblo natal sonó como tambor de
hojalata la semana pasada a nivel nacional como una tierra de masacres.
El Rosario, al
margen de sus necesidades turísticas y/o políticas de ser “Pueblo Mágico” o
estar en vías de serlo, desde hace décadas es conocido a nivel nacional e
internacional, por ser la “patria chica” de la finada Lucila Beltrán Ruiz,
mejor conocida como Lola Beltrán.
Pero la “magia” del
Rosario (que la tiene) no consiste solo en dar a luz a cantantes que se hacen
famosas siguiendo los pasos de Lucha Reyes, sino también origina silencio de
cementerio e impunidad en cuanto a crímenes de alto impacto se refiere.
La mañana del 5 de
febrero de 2011, unos sicarios armados con AK-47, llegaron hasta la cochera de
la casa del síndico procurador, Jorge Burgueño Betancourt, quien se encontraba
calentando el motor de su camioneta para trasladarse a un evento cívico del Gobierno
municipal, cuando fue abatido a balazos.
La vivienda enlutada
del funcionario municipal está a escasas tres cuadras de la casa del alcalde
Édgar González Zataráin, y a menos de cinco minutos de distancia de donde está
ubicada la Secretaría de Seguridad Pública Municipal.
El pasado 5 de
febrero, Burgueño Betancourt, que también había sido director de la Policía
Municipal en la administración panista de Gilberto Durán, cumplió dos años de
ser asesinado y hasta la fecha nadie, ni las autoridades municipales a quienes
sirvió hasta su muerte, han dicho “esta boca es mía”.
El homicidio de
Burgueño Betancourt viene a la memoria porque era originario de Agua Verde,
donde el pasado 4 de marzo los sicarios perpetraron la matanza en el camino
vecinal que conduce de Ojo de Agua a Mataderos.
El 5 de febrero de
2011 no faltó quien asegurara que los autores del crimen habrían sido Los
Zetas; otra versión extraoficial aventuraba que la muerte le habría llegado
porque desde cuando fungió como director de Policía tenía información
“delicada” sobre los grupos delictivos que operan en el municipio.
Los móviles reales
de la matanza en Agua Verde, ocurrida la semana pasada, así como el asesinato
perpetrado el 5 de febrero de 2011, todavía no han sido dados a conocer por las
autoridades investigadoras.
“En Agua Verde,
aunque la versión no ha sido confirmada, todo apunta a que la masacre fue
perpetrada por Los Zetas”, dijo una fuente extraoficial a Ríodoce, cuando
circuló la noticia de que cuatro policías y tres civiles habían sido ejecutados
por un comando el lunes 4 de marzo en un camino de terracería que conduce del
poblado El Ojo de Agua hacia Mataderos, de la sindicatura de Agua Verde.
De acuerdo con
versiones de algunos habitantes de la comunidad de Agua Verde, el grupo armado,
presunto autor de la matanza, fue visto circulando en caravana días antes en
las inmediaciones de la cabecera municipal del Rosario, pero se asumió que se
trataba del mismo grupo que controla la zona y que “todo mundo ya sabe a quién
pertenecen”.
“Mire oiga, en Agua
Verde desde hace dos años hay gente armada que no son policías de ninguna
corporación y dizque son gente del Chapo (Guzmán), pero a nosotros no nos crea
ni tantito”, dijeron habitantes de la comunidad pesquera.
Los pobladores de Agua
Verde y pueblos circunvecinos, continuó, se sentían (hasta antes del
multihomicidio) más o menos seguros, pero con lo que pasó, aparte de calentar
feo el terreno, pone los pelos de punta, como antenitas, porque ya no se sabe,
cómo, cuándo y dónde va a llegar el zarpazo criminal.
El “más o menos
seguro” se explica con un ejemplo: “Vamos suponiendo que alguien entra en
carro, a pie o a caballo, o en lo que sea a un pueblo ‘caliente’ del sur (como
Agua Verde)’; desde que entra es monitoreado avisándose que un forastero (si
llega en caravana son focos rojos) así o asá acaba de entrar, entonces ‘todo
mundo’ ojo a visor, por aquello de que no te entumas”…
—¿Entonces que fue
lo que pasó con los “focos rojos”, si se ha comentado que los sicarios
transitaban en caravana? —pregunta Ríodoce a su interlocutor.
—¡Ah, de eso yo no
sé nada! —respondió lacónico, enfatizando su silencio.
Por su parte las
autoridades estatales y municipales no han ido más allá de repetir lo mismo
cada vez que ocurren crímenes de alto impacto, de los que contribuyen a hacer
sentir a los ciudadanos la indefensión ante los sicarios.
El 5 de marzo el
diario Noroeste Mazatlán, publicó: Fusilan a 7 en El Rosario.
Luego vienen las
declaraciones consabidas de los responsables de garantizar la seguridad pública
de los ciudadanos.
Gerardo Vargas
Landeros, secretario general de Gobierno, dijo que “la inseguridad no se ha
salido de control”.
El mismo día de la
masacre, el presidente Enrique Peña Nieto y el gobernador Mario López Valdez,
firmaron un acuerdo para potenciar la productividad del campo. Todo el mundo se
quejó de que no había agua. Nadie de que había mucha sangre.
Las víctimas mortales
— Los agentes
preventivos asignados a la sindicatura de Agua Verde: José Guadalupe Toledo
Barrón, David Vázquez Canizales, Antonio Cárdenas Aguilar y Luis Alberto Crespo
Peralta.
— Civiles
identificados: Gustavo Salido Corrales y José Alfredo López Cázarez (el tercero
no había sido identificado)
(RIODOCE.COM.MX/ Cayetano Osuna/ marzo 10, 2013)
No hay comentarios:
Publicar un comentario