Luis Fernando Nájera/Riodoce
El Colorado.-
Pescadores ribereños han comenzado a guardar sus redes: chinchorros, suriperas
y cabos. Eso porque la temporada de veda al camarón de bahía llegó, y con ella,
el hambre, la miseria, las necesidades, la violencia, la rapiña a los campos
pesqueros de la entidad.
Además, la situación
parece ser que se agudizará, porque ahora los gobiernos no tienen recursos para
empleo emergente. Y peor aún, parece que para los funcionarios, la miseria que
amenaza a los campos está tan lejana como improbable.
Para los pescadores
locales, el desinterés oficial los lastima más que la propia veda, pues saben
que tendrán que rifársela en la clandestinidad para llevar algo de dinero a la
cocina de la casa. Y en esa misión no solo pueden perder la panga, el motor o
las redes, sino la propia libertad, y en el peor de los casos, la vida. Y es
que al ser clandestinos, y violar las vedas, lo mismo pueden ser atrapados por
la autoridad que por los grupos delictivos, que según la autoridad municipal,
en esta zona se han multiplicado.
Los pescadores
afirman que muy pronto no tendrán qué hacer para ganar dinero, pues las labores
en el campo también se han terminado.
José, así dice
llamarse, amontona sus redes. Las va a guardar, por seis meses. En ese tiempo
él va a sacar sus cañas de pesca, piolas y anzuelos. Buscará primero capturar
escama, venderla bajo sus propias reglas, después, porque el comercializarlas
con introductores es negocio para ellos y no para el que se la raja en el mar.
Eso lo sabe porque tiene años de experiencia navegando, porque nació aquí y su
familia también.
Sabe que lo que se
avecina es la miseria, y por eso echará mano de todo lo que esté a su alcance
para no caer en ella. Y recalca: si el Gobierno no los apoya con trabajo
temporal, muchos pescadores van a cruzar la línea y se internarán en lo
tenebroso, porque no va a ser una miseria normal, sino recrudecida.
Hace votos porque
esto no suceda, pero sabe que con pedir a Dios no es suficiente, sino la acción
que él pretende que el ser humano realice, y en ella, considera que el Gobierno
debe de tomar la iniciativa. “No pedimos nada regalado. No. Queremos trabajar,
nada más, cuando se acabe la temporada de camarón”.
La pesca de camarón
ya se terminó, el tiburón también, la jaiba está por concluir y la escama
sencillamente no produce ganancias, pese a ser temporada de cuaresma.
Aquí no hay más
opción que el empleo temporal, pero para los pescadores este es insuficiente.
Solo el año pasado
el empleo temporal en la vigilancia de la veda al camarón fue tan raquítica que
la temporada fue un fracaso, porque el saqueo de larvas y de juveniles estuvo
siempre presente, tanto en las zonas reproductoras como en las de desarrollo, se
lamenta el regidor y presidente de la Federación de Cooperativas del Norte de
Sinaloa y Sur de Sonora, Leonel Sánchez Cota.
“Ya le hicimos un
llamado emergente, de urgencia, al alcalde Zenén Xóchihua para que envíe
despensas a los campos pesqueros. Dijo que lo haría, lo prometió, pero no
sabemos cuándo va a cumplir”.
Asegura que el
hambre y la miseria golpearán tan severamente a los campos pesqueros, que
muchos de ellos quedarán despoblados en las semanas próximas. “Si no hay apoyo
del Gobierno, la crisis se desatará, porque un padre desesperado por la
manutención de la familia es capaz de todo”.
Sánchez Cota afirmó
que las crisis en los campos pesqueros son recurrentes y se requiere de la
modificación de las políticas públicas.
“Hoy el Gobierno tiene esa misión”.
José Alfonso
Chaparro Bojórquez, presidente de la Federación de Pescadores Siglo XXI,
reconoció que los campos pesqueros no tendrán un verano fácil, sino muy
complicado debido a que la actividad productiva se paralizará durante seis
meses.
“No hay más que
recurrir a los programas asistenciales, de apoyo de los gobiernos, porque no
hay empresa social o de iniciativa privada que pueda contratar a los miles de
pescadores que quedarán desempleados”.
No se necesitan
despensas, ni que les llevan alimentación a los campos pesqueros, sino trabajo.
“Contratarlos para
vigilar la veda al camarón sería una acción tan positiva puesto que además de
proteger y cuidar la especie, se genera ingresos para la familia. Cuidar lo que
mañana será de uno, pues realmente es bueno”.
Chaparro Bojórquez
afirmó que en esa gestión se han centrado, pero el Gobierno parece no
escucharlos, en ocasiones, y en otras, lo hacen a medias.
Las alertas sobre la
miseria que viene ya fueron lanzadas, ahora le toca al Gobierno actuar. Eso es
lo que se espera que haga un sistema que en los últimos dos años ha sido
insensible e insuficiente.
(RIODOCE.COM.MX/ Luis Fernando Nájera/ marzo 10, 2013)
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