Burócratas en contra, regidores desinformados
Dos proyectos, con múltiples fallas, podrían aprobarse
en el Cabildo de Ensenada, mientras que las posturas ciudadanas no parecen
surtir efecto en las decisiones de gobierno.
La empresa surcoreana GS Inima ya fue favorecida
mientras Ayuntamiento pretende amarrar negocio con una convocatoria de 1 día
para resolver el asunto del alumbrado público.
Ricardo Meza Godoy
Los integrantes del
Cabildo de Ensenada están a un paso de aprobar dos polémicos y multimillonarios
negocios, que privilegiarán a dos empresas privadas durante los próximos 20
años.
La aprobación del
cambio de uso de suelo para la instalación de una planta desaladora, cuyo
contrato el Gobierno del Estado ya aseguró a la empresa surcoreana GS Inima
(antes OHL Inima), por encima de los reglamentos municipales, y la convocatoria
que tendrá una duración de 1 día, que lo regidores locales pretenden publicar
para entregar, rápidamente, el servicio y mantenimiento del 100 por ciento de
las luminarias del municipio a un particular, son dos pruebas más de que el
gobierno no protege los intereses de la ciudad.
Ambos proyectos han
sido anunciados públicamente por las autoridades estatales y locales desde el
año 2012, aunque sus pormenores siguen siendo desconocidos. Los dos surgieron
tras cambios repentinos en los planes de gobierno y las rápidas autorizaciones
que siguieron a esos cambios provocaron la reacción de organismos de la
sociedad civil y funcionarios del gobierno local.
La desaladora en manos coreanas
Lo último que
consideró la empresa GS Inima, en su acelerada decisión de cambio de ubicación
de la planta desaladora, de la zona de El Salitral a la zona de La Lagunita,
fue uno de los primeros permisos que deben solicitarse, antes de la realización
de cualquier construcción, en cualquier sitio en Baja California: la
compatibilidad con el uso de suelo. Algo con lo que al menos hasta el mediodía
del 13 de febrero de 2013 no contaban.
No obstante, el
negocio con Inima ya está hecho. Su cliente, la Comisión Estatal del Agua (CEA)
ignorando los reglamentos del municipio de Ensenada que establecen claramente
la zona de construcción frente a La Lagunita como incompatible con las plantas
desaladoras, les confirmó el nuevo sitio desde el año pasado.
Tal seguridad tuvo
GS Inima que en sus informes de 2012, la planta desaladora de Ensenada ya
aparece enlistada como “en construcción” y es considerada una de sus 14 plantas
desaladoras más importantes en el mundo.
Los planos de
construcción ya están elaborados, al igual que los mapas con las rutas de
distribución y las principales zonas que se beneficiarán con los 21 mil 900
metros cúbicos diarios de agua, que estiman generará la planta.
Integrantes de
organismos de la sociedad civil en Ensenada, entre los que se encuentra
Haciendo lo Necesario A.C, quienes fueron los que alertaron a mediados de 2012
sobre el cambio de ubicación de la planta desaladora, han referido que la
Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) autorizó el nuevo
proyecto de Inima a una velocidad inusual.
De hecho, refieren,
la propia Semarnat violentó sus mismos procedimientos, pues entre los
requisitos que la dependencia federal establece, se encuentra el que exista
compatibilidad con los reglamentos municipales, específicamente el uso de
suelo, que la empresa aún no tiene.
El tema, generó una
fuerte polémica entre autoridades y organismos no gubernamentales a principios
de este año, tras el posicionamiento conjunto de 10 agrupaciones civiles que
solicitaban fueran respetados los reglamentos del municipio.
El Presidente
Municipal de Ensenada, Enrique Pelayo Torres, respondió a los reclamos de las
ONG´s anunciando que promovería una consulta pública respecto al tema, para que
el Cabildo tomara en consideración la opinión ciudadana. Dicha consulta, que no
fue pública, pero sí incluyó opiniones ciudadanas, se realizó el sábado 12 de
enero a través del Comité de Planeación para el Desarrollo Municipal (Copladem)
donde participaron la mayoría de los grupos interesados en el tema.
La postura final en
el Copladem, de la que ZETA dio cuenta el 18 de enero, fue en contra del cambio
de uso de suelo para la desaladora en el nuevo sitio, 9 posicionamientos en
contra, 4 a favor y 2 abstenciones. No obstante, lo ahí planteado no tendría
más peso que el de una mera opinión. La decisión final permanece en el Cabildo
donde las opiniones de los regidores, previo a la sesión donde se subirá el
tema, ya se perfilan hacia la aprobación.
Las facilidades que
ha recibido GS Inima para construir la desaladora, de la que obtendrá beneficios
económicos por 20 años, incluyen además el apoyo para financiar el 77.1 por
ciento de la construcción valuada en 637.1 millones de pesos, utilizando dinero
público.
Serían 171.5
millones de pesos, 26.9 por ciento del total, a fondo perdido a través del
Fondo Nacional de Infraestructura (FONADIN), y 320 millones a través de un
crédito con el Banco de Desarrollo de América del Norte (BDAN). La empresa
desembolsará únicamente 145.6 millones de pesos.
Años atrás, cuando
el proyecto lo anunciaba la CEA en la zona de El Salitral, donde también
presentaba incompatibilidades con el uso de suelo, aseguraban que el 60 por
ciento de la inversión sería de la empresa.
Integrantes del
Copladem, explicaron a ZETA que los grupos que se han manifestado a favor de la
instalación de la planta, coincidentemente están vinculados al ramo
constructor, y estiman sería el sector más beneficiado con la desaladora.
El 12 de enero
apoyaron la desaladora frente a La Lagunita, representantes de la Cámara
Mexicana de la Industria de la Construcción; de la Cámara Nacional de la
Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadevi); de la Secretaría de Infraestructura y Desarrollo
Urbano del Estado (SIDUE); y del consejo del Instituto Municipal de
Investigación y Planeación de Ensenada (IMIP), que cuenta entre sus filas con
varios empresarios dedicados a la construcción.
Los mapas de obras
del proyecto ya contemplan una serie de modificaciones al panorama de la
ciudad. 7 mil 658 metros de una línea de alta presión para llevar el agua desde
la planta desaladora hasta los tanques de almacenamiento El Gallo, ubicados al
oriente de la ciudad.
Una tubería que
comenzará un recorrido hacia el norte desde la desaladora a lo largo de toda la
Avenida Pedro Loyola, después doblará hacia el este, a lo largo de todo el
libramiento Esmeralda hasta el entronque con la Calle Delante, doblará
nuevamente hacia el este y sorteará varias calles hasta llegar a los dos
tanques de El Gallo con capacidad de mil metros cúbicos a más de 100 metros sobre
el nivel del mar.
“El objetivo final
es abastecer los desarrollos habitacionales del sector noreste de la ciudad,
donde las empresas constructoras pretenden desarrollar nuevos
fraccionamientos”, refirió en carácter anónimo un integrante del consejo del
IMIP. “El argumento del desabasto de más de 100 litros por segundo de la CESPE
es una vil mentira, si dicen que es cierto que presenten pruebas convincentes,
¡no las hay!”, explicó.
Y es que la supuesta
urgencia por el recurso agua en la ciudad, ha sido uno de los argumentos
centrales del ejecutivo estatal y de empresarios constructores para apresurar
la decisión del Cabildo ensenadense, respecto al uso de suelo de la amarrada
negociación con la desaladora de GS Inima.
Entre los defensores
del proyecto destacan por ejemplo el presidente del Consejo Coordinador
Empresarial de Ensenada, Wenceslao Martínez Santos, quien ha obtenido contratos
(al menos en 1997, 1998, 2001 y 2005) de la CESPE para instalación de
colectores redes y emisores de agua a través de su empresa Paymar S.A. de C.V..
Y César Cuevas Ceseña, quien siendo secretario de administración urbana en la
administración municipal anterior, avaló la instalación a pocos metros de
distancia de donde se proyecta la planta desaladora de Inima, de un Casino
´Caliente´, giro que también es incompatible con lo previsto en el Programa de
Desarrollo Urbano de Centro de Población (PDUCP) de Ensenada para esa zona.
“El agua no va para
algún desarrollo en particular, se va a mezclar con toda el agua que es para
Ensenada”, aseguraron a ZETA, sin que se les preguntara específicamente sobre
eso, distintos regidores en relación al cambio de uso de suelo de la desaladora.
La fecha límite
establecida por la Semarnat al momento de otorgar su permiso a GS Inima a
través de su filial local Aguas de Ensenada S.A. de C.V., ya se encuentra
vencida, y el nuevo delegado de la dependencia, el regidor ensenadense con
licencia Alfonso Orel Blancafort Camarena, del Partido Verde Ecologista de
México, refiere que la empresa se ha acercado a pedirle una prórroga para
alcanzar a que el Cabildo de Ensenada autorice el cambio de uso de suelo. Al 12
de febrero la Semarnat en Baja California no le había otorgado prórroga, en lo
formal, a Inima.
Las luminarias y el sindicato
Otro de los temas
que está previsto para la próxima sesión del Cabildo de Ensenada es la
aprobación de la convocatoria para la instalación y mantenimiento de las
luminarias en la ciudad. Destacando que los regidores, al menos en los trabajos
de comisiones, han considerado que en un día la pueden convocar, y al día
siguiente la pueden cerrar y asignar.
La última propuesta
para la convocatoria analizada al interior de las comisiones del Cabildo,
prevén que tras la sesión que podría realizarse entre el 13 y el 14 de febrero
de 2013, se pondría como fecha límite de recepción de solicitudes de las
empresas interesadas en adquirir la concesión para sustituir el 100 por ciento de
las luminarias de Ensenada, darles mantenimiento y prestar todo el servicio de
alumbrado público, el mismo 14 de febrero. Y la fecha del fallo definitivo
sería al día siguiente, el 15 de febrero.
Para Aníbal Santana
Chaires, el único regidor que ha manifestado su oposición al proceso de la
concesión por carecer de elementos técnicos que puedan asegurar su viabilidad,
los tiempos son ridículos. “En reglamentos en el estado de Sonora por ejemplo,
las convocatorias establecen plazos de 30 días, y otros 30 días para emitir los
fallos correspondientes, apoyados con la opinión de especialistas”, explicó
Santana.
La iniciativa de la
concesión, fue lanzada por el regidor Alberto Moreno Garayzar del Partido Nueva
Alianza (PANAL), tras el rechazo del Alcalde Pelayo Torres por la propuesta
(también de Moreno) de un endeudamiento por 140 millones de pesos para comprar
luminarias LED. Es vista con recelo hasta entre los mismos funcionarios del
gabinete de Pelayo. Por ejemplo el director de servicios municipales, José de
la Luz Valdez López, semanas atrás ha advertido que existe un problema serio
con el cableado en el servicio de alumbrado, que no está contemplado en el
planteamiento de Moreno. Colegios de ingenieros y el mismo personal del
observatorio astronómico nacional de la UNAM externos.
El líder del
Sindicato de Burócratas en el Estado Ricardo Medina Fierro dijo haber rechazado
“totalmente” el proyecto. Medina aseguró que no se le ha explicado al personal
sindicalizado que opera en la dirección de servicios municipales y que
actualmente se hace cargo del servicio de alumbrado público, cuál será su
destino.
La falta de
información entre los regidores, promotores de la concesión y el sindicato de
burócratas tuvo su punto más álgido la tarde del miércoles 13 de febrero,
cuando al menos 30 empleados del departamento de servicios se manifestaron en
las oficinas de la casa municipal pidiéndole una explicación a Moreno Garayzar.
Dudas del proyecto
han sido también externadas al Cabildo por el Colegio de Ingenieros Mecánicos
de Ensenada y científicos del Observatorio Astronómico de la UNAM, los primeros
por falta de detalles técnicos y los segundos por buscar la disminución de la
contaminación lumínica en la región.
La convocatoria
continúa en comisiones y tras la manifestación de los burócratas la sesión de
cabildo que pudo realizarse el miércoles 13 apuntaba a postergarse un día más.
(SEMANARIO
ZETA/Ricardo Meza Godoy/ febrero 18, 2013)
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