Luis Blancas
Atliaca.- Pobladores
indígenas nahuas de la comunidad de Atliaca del municipio de Tixtla, se
levantaron en armas para impedir el ingreso de integrantes de la delincuencia
organizada, y detuvieron a seis menores de edad y a una mujer, a los que
acusaron de que extorsionaban a los comerciantes del poblado.
Ayer por la tarde se
vio a más de 200 indígenas con escopetas, palos, machetes y encapuchados en un
retén en la entrada de la comunidad.
A las 3:00 de la
tarde, los ciudadanos del poblado a 20 minutos de la capital del estado, en el
tramo carretero Tixtla-Chilpancingo, se percataron de la presencia de presuntos
extorsionadores, que viajaban en dos motocicletas.
Los inconformes avisaron a la Policía Municipal y
detuvieron a cinco estudiantes del plantel 11 del Colegio de Bachilleres de
Tixtla, originarios de cabecera, informó el director de Seguridad
Pública de ese municipio, Rubén Reyes Zepeda.
Minutos más tarde
los pobladores detuvieron a otras dos personas: una mujer que es dueña de una
mueblería y a su hijo.
Los ciudadanos que
se armaron querían linchar a los que detuvieron, juntaron garrafas con gasolina
y piedras, pero los agentes municipales intervinieron y rescataron a los
detenidos.
Para las 7:00 de la
tarde, los detenidos fueron trasladados a la Procuraduría General de Justicia
del Estado (PGJE) para ser procesados legalmente y sólo les decomisaron
dos motocicletas, esta acción fue como protección, porque los pobladores
querían sacarlos de barandillas para lincharlos.
El director de
Seguridad Pública de Tixtla, Rubén Reyes Zepeda, informó que hubo dos
secuestros en el municipio, uno fue en Atliaca, y que por eso la gente se
levantó en armas.
Uno de los detenidos
dijo que los habitantes se “confundieron” que él y sus acompañantes fueron al
poblado a visitar a unos amigos.
Familiares de los
detenidos relataron que la policía les informó que los detenidos no portaban
armas de fuego o droga, por lo que consideraron que los jóvenes eran inocentes
y que no cometieron ninguna falta.
A las 8:30 de la
noche llegó el alcalde de Tixtla, Gustavo Alfredo Alcaraz Abarca, con tres
patrullas de policías municipales y estatales, y pidió a los ciudadanos que se
desarmaran.
A la entrada de la
localidad ya lo esperaban los habitantes armados con quienes acordó que se
reunirían hoy por la mañana para gestionar una reunión con funcionarios del
gobierno del estado y el alcalde se comprometió a enviar a cuatro policías
municipales originarios de Atliaca para
resguardar la zona, pues había zozobra por los raptos.
Los pobladores, con
gritos, demandaban que resguarde el lugar el Ejército y que asista a la
comunidad el gobernador, Ángel Aguirre Rivero, como lo ha hecho en otros
lugares en autodefensa y en donde regala cobertores, despensas y electrodomésticos.
“Ya estamos hartos
de la inseguridad, ya no podemos salir en paz, no confiamos en los policías municipales porque son
cómplices de los malos,
queremos al Ejército para resguardar nuestra seguridad,
queremos al gobernador”, gritó uno de los inconformes.
La acción ciudadana
de autodefensa en este municipio se suma a las que se realizaron en Olinalá y
Huamuxtitlán el año pasado, y a las más recientes de Ayutla, Tecoanapa, San
Marcos y Florencio Villarreal (Cruz Grande) en donde la población instaló
retenes en contra del crimen organizado.
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