Del CAF, siguen prófugos Fernando Sánchez Arellano,
Enedina Arellano Félix y Manuel Aguirre Galindo
El gobierno de Enrique Peña Nieto no da señas de
querer capturar o eliminar a Joaquín “El Chapo” Guzmán
Al reconocer hasta 80 cárteles en el país, “entre
medianos y pequeños”, la PGR automáticamente debe ir, por lo menos, por igual
número de líderes
“No se está tocando a la dimensión de guante blanco de
las empresas criminales, que son las que realmente llevan las estrategias
criminales de Sinaloa, los Zetas, Los Caballeros Templarios, de Tijuana, de
diferentes grupos criminales hacia la exportación de su presencia en 54 países
del mundo”, advirtió recientemente Edgardo Buscaglia Stratford: “Violencia persistente”
Investigaciones ZETA
A 50 días de
iniciado, el gobierno de Enrique Peña Nieto no ha declarado públicamente que
irá durante el sexenio tras la captura o eliminación de Joaquín “El Chapo”
Guzmán, líder del Cártel de Sinaloa.
Ni lo han mencionado
por su nombre, menos declarado la guerra, ni Enrique Peña Nieto, ni Jesús
Murillo Karam, titular de la Procuraduría General de la República (PGR);
tampoco algún elemento de las Fuerzas Armadas de México. Hasta ahora, Joaquín
Guzmán Loera es el innombrable durante el gobierno de Peña Nieto.
El sexenio de Felipe
Calderón terminó fortaleciendo al Cártel de Sinaloa capturando o aniquilando a
los enemigos de “El Chapo”; y a casi dos meses de iniciada la administración de
Enrique Peña Nieto, el capo sinaloense continúa su poderío transexenal.
Fue el 23 de marzo
de 2009 cuando el gobierno de Felipe Calderón colgó en la página de la PGR el
mapa de los 37 narcotraficantes más buscados; 25 fueron capturados o
ejecutados, y 12 continuaron prófugos.
Obviamente, a los 12
prófugos del sexenio anterior hay que sumarle los que ocuparon el liderazgo
vacante tras la aprehensión o eliminación de los 25 delincuentes más buscados.
De hecho, Murillo
Karam expresó a Carmen Aristegui para MVS que “calcularía entre 60 y 80
(cárteles), entre medianos y chicos”.
“Están en varias
partes del país”, alcanzó a decir el fiscal federal.
En los inicios de la
administración priista, expuso Karam, “estamos identificando exactamente,
geográficamente, sus zonas de influencia”.
Mientras el gobierno
de EPN “identifica exactamente” a los capos, sus grupos armados y
lugartenientes, los siguientes son los que ya están identificados desde hace
años, por lo menos desde la última administración federal.
Los narcos oficialmente prófugos
De acuerdo con el
Programa de Recompensas vigente de la PGR publicado en el Diario Oficial de la
Federación el 23 de marzo de 2009, el Gobierno Federal ofrece 30 millones de
pesos a quien proporcione información relevante y útil para la identificación,
localización, detención o aprehensión de 24 líderes del narcotráfico y 13
lugartenientes; 37 en total.
Hay que recordar que
de los 24 capos “más buscados”, cinco han sido eliminados por las Fuerzas
Armadas, principalmente por la Secretaría de Marina, nueve fueron capturados y
10 gozan de libertad.
Los cinco abatidos
son: Ignacio “Nacho” Coronel Villarreal (Cártel de Sinaloa), Heriberto Lazcano
Lazcano (Los Zetas), Ezequiel Cárdenas Guillén “Tony Tormenta” (Cártel del
Golfo), Arturo Beltrán Leyva “El Barbas” (Cártel Beltrán Leyva) y Nazario
Moreno González “El Chayo” (La Familia).
De los nueve capos
detenidos durante el sexenio de Calderón, entre 2009 y 2012, del Cártel de
Sinaloa solo ha sido aprehendido Vicente Zambada Niebla “El Vicentillo”, hijo
de Ismael “El Mayo” Zambada, posteriormente extraditado a Estados Unidos.
Del Cártel del Golfo
fue arrestado Jorge Eduardo Costilla Sánchez “El Coss”; y de Los Zetas, Iván
Velázquez Caballero “El Talibán” y Gregorio Sauceda Gamboa “El Goyo”.
Por parte del Cártel
de los Hermanos Beltrán Leyva fueron aprehendidos Sergio Villarreal Barragán
“El Grande” y Édgar Valdez Villarreal “La Barbie”.
Del Cártel de Juárez
fue detenido Vicente Carrillo Leyva “El Ingeniero”; de La Familia, José de
Jesús Méndez Vargas “El Chango”; y Teodoro García Simental, del Cártel Arellano
Félix (CAF).
Entre los diez capos
prófugos que ahora corresponde al gobierno de Enrique Peña Nieto ir por ellos,
figuran:
Del Cártel de
Sinaloa, Joaquín Guzmán Loera “El Chapo”,
Ismael Zambada García “El Mayo” y Juan José Esparragoza Moreno “El
Azul”. Por parte de Los Zetas, Miguel Ángel Treviño Morales “Z-40” y Omar
Treviño Morales “Z-42”.
También andan libres
Héctor Beltrán Leyva “El H” o “El General” del Cártel Beltrán Leyva; Vicente
Carrillo Fuentes “El Viceroy”, del Cártel de Juárez; Servando Gómez Martínez
“La Tuta”, líder de Los Caballeros Templarios y Dionicio Loya Plancarte “El Tío”,
de La Familia; y Fernando Sánchez Arellano, del CAF.
Los que para la PGR
no alcanzan el rango de capos son 13 lugartenientes, de los cuales 11 han sido
detenidos o eliminados, quedando prófugos Francisco Hernández García “El 2000”
o “El Panchillo”, del Cártel Beltrán Leyva; y Juan Pablo Ledesma y/o Eduardo
Ledesma “El JL”, del Cártel de Juárez.
El menos encontrado
Durante los sexenios
de Vicente Fox y Felipe Calderón no lo encontraron, pero hasta el Arzobispo de
la Arquidiócesis de Durango, Héctor González Martínez, dio pistas en abril de
2009 sobre el supuesto escondite de Joaquín Guzmán Loera: “Más delante de
Guanaceví (Durango), por ahí vive ‘El Chapo’; todos lo sabemos, menos la
autoridad”, diría seriamente el prelado.
La PGR ofrece 30
millones de pesos a quien proporcione información fidedigna que conduzca al
paradero de Joaquín Guzmán; mientras tanto, la Agencia Antinarcóticos de los
Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) ofrece hasta 5 millones de
dólares.
Hay que recordar que
en los últimos dos sexenios federales, Joaquín “El Chapo” Guzmán ha aumentado
su poderío: En la administración del ex Presidente Vicente Fox, justo el 19 de
enero de 2001, el narcotraficante “escapó” del penal de “máxima seguridad”
conocido como Puente Grande.
El 13 de marzo de
2012, Guzmán “escapó” en días previos a las reuniones informales de cancilleres
del G-20 en Los Cabos, mismas que sucederían el 19 y 20 del mismo mes.
El narcotraficante
reposaba muy a gusto con una dama de compañía en una exclusiva mansión de Cabo
San Lucas, cuando fue avisado que se fraguaba un operativo de la Policía
Federal y la Marina mexicana para capturarlo; la DEA había informado a las
autoridades mexicanas sobre el lujoso escondite de “El Chapo”.
“Sabemos que estuvo
allí”, presumía José Cuitláhuac Salinas, en esa ocasión subprocurador de
Investigación Especializada en Delincuencia Organizada.
Entre los años 2009
y 2012, la revista Forbes ha ubicado a Guzmán Loera entre los hombres más ricos
del planeta, al amasar una jugosísima fortuna valuada en más de mil millones de
dólares.
Apenas a mediados de
junio, el Departamento de Justicia de Estados Unidos informaba que “El Chapo”
Guzmán ya controla Ciudad Juárez, luego de una sanguinaria guerra contra el
Cártel de Juárez.
En los sexenios de
Vicente Fox, Felipe Calderón y en los inicios de la administración de Enrique
Peña Nieto, Joaquín Guzmán es el menos encontrado.
Los prófugos del CAF
Tras la captura en
2006 de Javier Arellano Félix “El Tigrillo” y de su hermano, Eduardo Arrellano
Félix en 2008, el sobrino Fernando Sánchez Arellano “El Ingeniero” quedó como
líder del Cártel Arellano Félix.
Por Fernando Sánchez
la PGR ofrece 30 millones de pesos a quien proporcione información relevante y
útil para su identificación, localización, detención o aprehensión; fue uno de
los 37 narcotraficantes más buscados en la administración calderonista.
En la afamada lista
de la Procuraduría General de la República, no aparece Enedina Arellano Félix,
la lideresa del CAF, por lo tanto el Gobierno Federal no ofrece recompensa
alguna, tampoco el gobierno de Estados Unidos.
No obstante, en su
edición 1784 correspondiente al 6 de junio de 2008, ZETA informó que la PGR
incluyó a Enedina Arellano Félix, también a Eduardo Arellano Félix -hasta ese
entonces libre-, entre “los más buscados” por el Gobierno Federal.
El documento de la
PGR en poder de ZETA consta de 85 páginas y refería a los más buscados por
cártel hasta 2008: Sinaloa, Golfo, Juárez y Tijuana. Por primera vez fue
incluido el nombre de Enedina Arellano Félix.
A la fecha, además
de Enedina y Fernando Sánchez, en la lista de los más buscados del lado del CAF, figura también Manuel
Aguirre Galindo “El Caballo”, uno de los líderes financieros, presuntamente
radicado en el Sur de California en Estados Unidos.
Durante 2008, el
liderazgo criminal de Fernando Sánchez deja de ser hegemónico, y con apoyo de
José Soto “El Tigre”, que procedía del Cártel de Sinaloa, el lugarteniente
delictivo Eduardo García Simental “El Teo” se escinde y da lugar a una pugna
interna.
En medio de la lucha
sangrienta nacen “Los Teos”, actualmente
encabezado por José Soto y la familia Uriarte, todos parientes de Raydel López Uriarte “El
Muletas”
El pleito hace
posible también el asentamiento en Tijuana del cártel sinaloense que ya
controlaba Mexicali. Surgen como nueva cabecilla criminal Alonso Arzate y /o
Arteaga; a finales de 2009, principios de 2010, gana para Sinaloa la plaza de
Tijuana, convirtiéndose en proveedor de
droga de todas las células del CAF, y en una especie de concesionarias
independientes del cártel encabezado por Ismael “El Mayo” Zambada y Joaquín “El
Chapo” Guzmán.
“Los Aquiles” abren
la puerta para la llegada de otros lugartenientes de Sinaloa, como Gustavo
Inzunza “El Macho Prieto” y Cenobio
Flores “El Checo”, quienes al igual que Manuel “El Gordo” Garibay, tienen sus
bases de operaciones criminales en el Valle de Mexicali.
Otro presencia que
ha destacado, es la de grupos que se dicen independientes del Cártel de
Guadalajara, que también pagan plaza al CAF y operan con bajo perfil, cobijados
por Manuel López Núñez “Don Balas”.
Como renteros y
concesionarios del Cártel de Sinaloa, por lo menos siete células que le rinden
cuentas a Fernando Sánchez Arellano siguen operando en la zona costa de Baja
California, encabezadas por “Pelioni”, “El Kieto”, “El Mostro”, “Chikaka”,
Manuel Núñez López “Don Balas”; Mario Montes de Oca “El Mario”, “El Turbo”, “El
Bibi” y Melvin Gutiérrez Quiroz “El Melvin”; además de “El Camacho” o “El
Marino”.
Prófugos que “estamos identificando exactamente”
A partir de la
captura y eliminación de 25 de los 37 más buscados por el Gobierno Federal, han
surgido organizaciones delictivas y por lo tanto lugartenientes y grupos
armados que se disputan las “plazas” dejadas por los capos.
Entre los
narcotraficantes que, según Jesús Murillo Karam, “estamos identificando
exactamente, geográficamente, sus zonas de influencia”, se encuentran los
sicarios del Cártel Independiente de Acapulco que dejaron Isidro Juárez Solís
“El Kirry”, Gilberto Castrejón Morales “Comandante Gil” y Benjamín Flores “El
Padrino”; además de su grupo separado conocido como La Barredora.
También falta por
identificar a los líderes del Cártel de Jalisco Nueva Generación, de manera
independiente del Cártel de Sinaloa que opera, de acuerdo con la PGR, en aquel
estado, además de Jalisco, Guerrero, Morelos, Colima y Veracruz, sobre todo
luego de la captura en 2012 de Nemesio Oceguera Cervantes.
Entre el Cártel de
Jalisco Nueva Generación y La Resistencia-Los Zetas, libran una batalla en
Jalisco, principalmente, además de Colima: “Estos grupos iniciaron una pugna
por el control de las actividades ilícitas en Jalisco y Colima, logrando el
Cártel de Jalisco Nueva Generación imponer su hegemonía, situación ante la cual
La Resistencia se alió con Los Zetas, quienes han pretendido incursionar en
Jalisco, operando desde el sur de Zacatecas”, expuso la PGR en 2012.
En Chihuahua operan
también los autonombrados Artistas
Asesinos y Los Mexicles, además de los integrantes de La Línea y Los Aztecas.
En el Estado de
Morelos, de acuerdo con la PGR, en esa entidad libran una guerra por el control de la “plaza morelense”
organizaciones delictivas como el Cártel Beltrán Leyva y La Familia, además del
Cártel de Sinaloa donde destacan grupos armados como Los Guerreros Unidos La
Nueva Empresa, Los Rojos, Los Negros y hasta Los Mazatlecos.
Luego de detenido
Benicio Flores Hernández en noviembre de 2012 por la Marina, el líder del
autonombrado Cártel del Centro dejó en disputa la plaza “del centro” del país
entre ex sicarios del Cártel del Pacífico.
Por el lado del
Cártel del Golfo, luego de la captura de Eduardo Costilla, Los Rojos y Los
Metros disputan el liderazgo de esa organización: Los Rojos, muy cercanos a la
familia Cárdenas (Rafael Cárdenas, sobrino de Osiel y Ezequiel); y Los Metros,
fieles a Eduardo Costilla.
Luego de la supuesta
aniquilación de Heriberto Lazcano Lazcano, el que toma las riendas de Los Zetas
es Miguel Ángel Treviño “El Z-40”, quien intenta mantener la unidad de la
organización más cruenta del país.
Por parte de los
autonombrados Caballeros Templarios, sigue prófugo Servando Gómez Martínez “La
Tuta”, y por La Familia, Dionicio Loya Plancarte continúa libre.
Del Cártel del
Milenio, luego de la captura de Erick Valencia, gozan de libertad sus sicarios,
entre ellos Salvador Revueltas Ureña; siguen libres también líderes del Cártel
de Oaxaca, algunos familiares en el ilícito negocio y sicarios de Pedro Díaz
Parada; además de integrantes del Cártel de Colima, cuyos parientes llevan el
apelativo de Amezcua y, finalmente, los autonombrados Matazetas.
Por último, sigue
prófugo también Fausto Isidro Meza Flores, líder del Cártel Meza Flores.
Entre toda esta
proliferación de narcotraficantes y lugartenientes, uno sale fortalecido,
además de los integrantes del crimen organizado “de cuello blanco”.
Prófugos “de guante blanco”
Pero más allá de los
capos y lugartenientes que proliferan en el país, indiscutiblemente el Cártel
de Sinaloa es el principal reto del gobierno de Enrique Peña Nieto; no solo sus
líderes, Joaquín “El Chapo” Guzmán, Ismael “El Mayo” Zambada y Juan José
Esparragoza Moreno “El Azul”; también los narcotraficantes “de guante blanco”.
“Las raíces
políticas de la delincuencia organizada y los niveles jerárquicos de esa
dimensión político-empresarial dentro de las estructuras criminales es algo muy
interesante, razón por la cual le he llamado al señor (Joaquín) Loera, el gerente
operativo de la organización de Sinaloa”, explica a ZETA el doctor Edgardo
Buscaglia, catedrático e investigador del Instituto Tecnológico Autónomo de
México (ITAM) y de la Universidad de Columbia.
“Realmente no
tenemos que ver a estos personajes que los quieren hacer pasar como Osama bin
Laden, como los jefes de jefes y los grandes estrategas; éstas son
organizaciones que incluyen políticos, incluyen empresarios, incluyen
operativos como el señor Guzmán Loera, incluyen a pandillas, incluyen a banqueros,
incluyen a compañías de la construcción”.
El especialista en
temas de inseguridad a nivel mundial expresa:
“No veamos a la
delincuencia organizada solamente desde la función operativa; hay que verla
también como una organización compuesta porciones de estado, porciones del
sector privado, y las porciones que normalmente -como show mediático- a las
autoridades mexicanas les gusta presentar con las AK-47 y las granadas de mano.
Buscaglia lamenta:
“No se está tocando a la dimensión ‘de guante blanco’ de las empresas
criminales que son las que realmente llevan las estrategias criminales de
Sinaloa, Los Zetas, Los Caballeros Templarios, de Tijuana, de diferentes grupos
criminales hacia la exportación de su presencia en 54 países del mundo”.
Por el momento,
Enrique Peña Nieto no ha emprendido una “guerra” contra los más buscados de las
organizaciones criminales, ni contra los grupos de “guante blanco”; y mientras
se decide, la violencia persiste.
Stratford: “Violencia persistente”
“La Guerra contra el
Narco: Violencia Persistente y un Nuevo Presidente”, es el título del informe
que la agencia de investigación Stratford emitió el jueves 17 de enero.
“En 2013, la
violencia en México probablemente seguirá siendo una amenaza importante a nivel
nacional para la ciudadanía, la policía, los militares y las empresas locales”,
advierte la firma.
“En 2013
probablemente no veamos cambios significativos como resultado directo de las
políticas de seguridad internas de Peña Nieto, ya que se necesitará tiempo para
producir resultados”.
A propósito de la
“Gendarmería” de Enrique Peña Nieto, que contempla a 10 mil elementos,
Stratford remata: “La gendarmería no será efectiva hasta después de 2013, ya
que la formación requiere tiempo. Incluso después de que esté en
funcionamiento, se enfrentaría a muchos problemas para cumplir la Ley”.
Para concluir,
Stratford afirma que aunque operan bajo el liderazgo de Miguel Ángel Treviño,
“Los Zetas trabajan en células semiautónomas que operan en todo el país; si
alguna de estas células cuestiona el liderazgo de Treviño, surgirán nuevos
brotes de violencia”.
(SEMANARIO ZETA/ZETA INVESTIGACIONES/ 21D ENERO 2013)
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