Pelayo dice y se desdice sobre autorización de cambio
de uso de suelo
Desde 2012, Aguas de Ensenada, S.A. de C.V. ha
promovido una nueva ubicación de la planta. Mientras tanto, hay opiniones
encontradas de grupos organizados de la sociedad civil, cuestionando la
instalación frente a la zona de preservación ecológica La Lagunita
Ricardo Meza Godoy
Pese a las opiniones
encontradas entre grupos organizados de la sociedad civil, respecto a la
posible instalación de una planta desaladora de agua de mar frente a la zona de
preservación ecológica La Lagunita, la decisión final recaerá en el Cabildo.
Desde 2012, Aguas de
Ensenada, S.A. de C.V., perteneciente a OHL Medio Ambiente Inima S.A.U., ha
promovido esta nueva ubicación de la planta desaladora.
Antes del año
pasado, el predio frente a La Lagunita no estuvo proyectado en ningún momento.
A partir de 2008 la planta desaladora que construiría esta empresa había sido autorizada
por el Gobierno Federal, para instalarse más al sur, en la zona de El Salitral,
cerca del Estero de Punta Banda, entre las poblaciones de Maneadero y Ensenada.
Sin embargo y bajo
algunos argumentos, como de que El Salitral es una ubicación desfavorable e
incongruente con proyectos como el del Corredor Costero
Tijuana-Rosarito-Ensenada (COCOTREN), la empresa decidió reacomodarla en el
céntrico espacio de Avenida Pedro Loyola, donde las tuberías de la Comisión
Estatal de Servicios Públicos de Ensenada (CESPE) quedan más cerca e implican
un costo de instalación más barato.
A principios de
julio de 2012, y ante un silencio de las autoridades estatales respecto al plan
de Inima, la nueva ubicación fue advertida por asociaciones civiles dedicadas a
la protección del medio ambiente en Ensenada, tras encontrar en archivos de la
Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) que la empresa
extranjera había solicitado el 28 de junio la evaluación y aprobación del
Manifiesto de Impacto Ambiental (MIA) para el predio frente a La Lagunita.
Los reclamos
surgieron primero por la falta de información, y segundo, por considerar que
esa nueva ubicación podría poner en riesgo la zona de preservación y la región
de dunas por donde pasarían las tuberías de toma y descarga de agua de mar.
La SEMARNAT aprobó
el MIA de Aguas de Ensenada bajo varias condicionantes, entre las que se
encuentra la implementación de un programa de vigilancia ambiental; contar con
monitoreos previos y después espaciados, a tres meses del agua de mar en la
zona; delimitar la superficie del encauzamiento del arroyo que abastece La
Lagunita para asegurar que el agua llegue a la zona; e implementar planes de
manejo de residuos y mantenimiento a las tuberías en el mar.
Adicionalmente, la
dependencia federal condicionó el permiso a la autorización y publicación del
uso de suelo del predio, el cual Inima aún no tiene, y debe ser autorizado por
el gobierno municipal a través de Cabildo.
El lunes 7 de enero
de 2013, durante una rueda de prensa, el alcalde de Ensenada, Enrique Pelayo
Torres, manifestó que la empresa todavía no entregaba al gobierno municipal la
solicitud de cambio de uso de suelo para ese sitio, para, dos días después,
decir que siempre sí lo tenía, desde octubre de 2012.
Ese mismo día,
aseguró que citó a una consulta pública para el viernes 11 de enero, a fin de
que el asunto fuera tratado por todos los sectores de la sociedad civil
interesados en el tema. No obstante la consulta, anunciada por el gobierno
municipal no para el viernes, sino para el sábado 12 de enero, no tendrá ningún
impacto directo en la decisión final que tome el Cabildo respecto a aprobar o
no el cambio de uso de suelo.
“No es
vinculatorio”, referiría el regidor Alfonso Orel Blancafort Camarena, del Partido
Verde Ecologista de México (PVEM), quien forma parte de la Comisión de
Desarrollo Urbano y Ecología del Cabildo local. A final de cuentas, la decisión
será única y exclusivamente del Cabildo.
A las 11:00 horas
del jueves 10 de enero, diez organismos de la sociedad civil emitieron un
posicionamiento en conjunto respecto al tema.
Arte y Medio
Ambiente en Armonía Ensenada Artists Association, A.C.; Asociación de
Oceanólogos de México, A.C.; Comité Ecológico Chapultepec, A.C.; Costa Salvaje,
A.C.; Greenlife, A.C.; Haciendo lo Necesario, A.C.; Pro Ciclo Vá; Pro Esteros,
A.C.; Pro Playitas, A.C.; y #Yo Soy 132 Ensenada, expusieron ante medios
locales una serie de argumentos para asegurar que instalar la planta de Inima
frente a La Lagunita, viola los reglamentos locales.
Durante la lectura
de su posicionamiento, las Organizaciones No Gubernamentales afirmaron que el
proyecto Captación y Desalación de Agua de Mar, su potabilización, conducción y
entrega de 250 l/s, y la disposición del agua de rechazo en el municipio de
Ensenada, Baja California, contraviene el Programa de Desarrollo Urbano del
Centro de Población (PDUCP) de Ensenada, publicado en el Periódico Oficial del
Estado de Baja California el 13 de marzo de 2009, dado que este programa
establece como incompatibles las plantas desaladoras en el predio donde se
pretende desarrollar el mencionado proyecto.
La Ley de Desarrollo
Urbano del Estado de Baja California establece que las autoridades
administrativas no expedirán ningún permiso, autorización o licencia que
contravenga lo que determina en Programas de Desarrollo Urbano de los Centros
de Población. Los que se expidan, no obstante esta prohibición, serán nulos de
pleno derecho.
Aunado a su
explicación, las ONGs mostraron una tabla del PDUCP donde se establece, de
acuerdo a la ubicación del predio en cuestión, que se encuentra en el Subsector
CH.6 del Sector Chapultepec, que la instalación específica de plantas
desaladoras es incompatible, e hicieron referencia a las otras alternativas ya
estudiadas para posibles ubicaciones de plantas desaladoras, como La Misión y
El Salitral.
Al mediodía del
jueves, otro posicionamiento respecto a la planta desaladora llegaría por el
lado del sector empresarial, en voz del presidente del Consejo Coordinador
Empresarial de Ensenada (CCEE), Wenceslao Martínez Santos.
A diferencia de las
ONGs, los empresarios esperan que sí se instale la planta desaladora frente a
La Lagunita, bajo los argumentos de la urgencia del recurso para la ciudad y
que no afectaría al medio ambiente, pues fue aprobado por la propia SEMARNAT.
Entre sus
argumentos, Wenceslao expresó que Ensenada tiene “un déficit en el
abastecimiento de agua de 137 lps” (litros por segundo). En otras palabras,
existe un déficit del orden del 15 por ciento, 137 lps es el agua que se
requiere para que 60 mil personas de la ciudad cuenten con agua las 24 horas
del día sin interrupción. Dicho de otra manera, la falta de esos 137 lps es la
principal causa por la que 60 mil ciudadanos en Ensenada no cuentan con servicio
de agua las 24 horas del día de manera ininterrumpida.
De acuerdo al CCEE,
“Ensenada no puede esperar” en materia de abasto de agua, argumento compartido
por las ONGs minutos antes. No obstante, a quien le ha tomado casi cinco años
definirse, ha sido a Aguas de Ensenada, S.A. de C.V.
Hasta la tarde del
jueves 10 de enero, en la Comisión de Desarrollo Urbano y Ecología del Cabildo,
integrada además de Blancafort, quien funge como secretario, por los regidores
Adriana Lencioni Ramonetti como coordinadora, María del Carmen Iñiguez
Casanova, Armando Reyes Ledezma y Graciela Moreno Pulido como vocales, no se
había abordado la petición de Inima. Tampoco se contaba con una fecha para una
próxima sesión de Cabildo, ordinaria o extraordinaria, en la que se pudiera
tratar el asunto. Es decir, el permiso sigue archivado.
Ni las ONGs ni el
sector empresarial se han reunido con los regidores, aunque ambos manifestaron
su interés por plantear directamente sus posturas. Asimismo, ambos dijeron
poder saber con tiempo cuándo se llevará a cabo la sesión de Cabildo donde se
hablará de tan importante y retrasado asunto.
(SEMANARIO ZETA/
Ricardo Meza Godoy enero 21, 2013 )
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