martes, 26 de junio de 2018

UNA TERMOELÉCTRICA DE 1976 DAÑA EL PARAÍSO NATURAL EN MAZATLÁN Y PONE EN RIESGO LA SALUD DE MILES



La Termoeléctrica no sólo contamina el aire, sino también el sistema estuarino Urías-La Sirena, de donde toma el agua para enfriar turbinas y luego la regresa el estero con altas temperaturas, rebasando en muchas ocasiones la norma oficial mexicana.
Al momento de su inauguración, la Termoeléctrica José Aceves Pozos contaba con la capacidad de generar 316 mil kilowatts, aunque su capacidad total es de 616 mil kilowatts. Es la principal fuente de energía para la ciudad de Mazatlán, pero es una energía “cara y sucia”, advierte Sergio Valle Espinosa, Secretario de biodiversidad del Consejo Ecológico de Mazatlán (Cemaz).

Sibely Cañedo
Mazatlán, Sinaloa/Ciudad de México, 26 de junio (Noroeste/SinEmbargo).- Una tos seca, una carraspera que nunca se le quita, ha padecido María Lizárraga desde hace tanto tiempo que ya no recuerda. Ha pasado toda su vida en el ejido El Castillo, a las orillas de la ciudad de Mazatlán junto a una zona de marisma.

A sus 70 años de edad, tiene que pagar un costoso tratamiento para limpiarse los pulmones del humo, que asegura le han detectado.

A ella le tocó estar ahí cuando instalaron la Termoeléctrica José Aceves Pozos aquel noviembre de 1976, y relaciona su enfermedad con el humo negro que todos los días arroja esta planta generadora de energía, que funciona a base de combustóleo.

“Siempre anda uno con la garganta irritada, y mi mamá tiene una tos que no se le quita, yo le echo la culpa a la Termo…”, declaró mientras se hallaba afuera de su casa. Desde allí se divisan las seis chimeneas que actualmente arrojan a la atmósfera toneladas de dióxido de azufre, monóxido de carbono y dióxido de carbono.

María asegura no ser la única en padecer los efectos de la contaminación.

“Así andan muchos en el rancho, incluso han muerto personas por este problema”.

Otros vecinos entrevistados parecen estar acostumbrados. Afirman no tener ningún problema de salud relacionado con la Termoeléctrica. Algunos otros se quejaron del ruido de las turbinas. Y una de las maestras de la primaria del ejido consideró que hay una parte positiva de estar junto a la “Termo”, pues la central hidroeléctrica ha brindado empleos a muchas de las mujeres de los alrededores, a pesar de no contar con estudios profesionales.

Aunque las partículas contaminantes se dispersan en el aire y no se puede delimitar su campo de afectación, en algunas colonias cercanas se han reportado altos índices de enfermedades respiratorias y de la piel, entre ellas Santa Fe y La Sirena, como se ha dado a conocer en documentos del Senado de la República, donde en 2010 se emitió un punto de acuerdo para destinar mayor presupuesto a la modernización de la planta.

Sin embargo, la Termoeléctrica no sólo contamina el aire, sino también el sistema estuarino Urías-La Sirena, de donde toma el agua para enfriar turbinas y luego la regresa el estero con altas temperaturas, rebasando en muchas ocasiones la norma oficial mexicana.

Con esto se ha creado una zona a la cual los vecinos llaman “Agua Caliente”, donde el ecosistema ha sido alterado para perjuicio de los peces y otros organismos, tal como lo han documentado investigaciones del Instituto Tecnológico de Mazatlán y del Instituto de Limnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).



Y una de las maestras de la primaria del ejido consideró que hay una parte positiva de estar junto a la “Termo”, pues la central hidroeléctrica ha brindado empleos a muchas de las mujeres de los alrededores, a pesar de no contar con estudios profesionales. Foto: Noroeste

VIGENTE, LA DEMANDA COLECTIVA CONTRA CFE

Con estos antecedentes, la asociación civil Acciones Colectivas de Sinaloa (ACS) interpuso en 2014 una demanda contra la Comisión Federal de Electricidad (CFE) por daños a la salud y al medio ambiente, la cual fue admitida pero rechazada ese mismo año tras un recurso de apelación.

Luego de que ACS recurrió a un amparo directo, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) determinó la validez del juicio en su modalidad de acción colectiva difusa, argumentando que intenta revertir un impacto ambiental que daña a miles de personas que no pueden ser representadas en lo individual.

El juicio se retomó apenas el año pasado, y hace unos días se inició con la fase de desahogo de pruebas, tras ampliar la demanda para tomar en cuenta tanto la polución por motivo de las descargas de aguas residuales al estero, como las emisiones atmosféricas.

De esta forma lo explicó el abogado David Cristóbal Álvarez Bernal, presidente de ACS, quien expuso que la exigencia en este litigio es poner un freno a la contaminación, además de reparar los daños al medio ambiente.

Aunque, aclaró, en muchos casos esto es físicamente imposible.

“También se busca que la CFE repare el daño causado durante todo el tiempo que ha arrojado aguas residuales y gases a la atmósfera por arriba de los límites normativos, sin embargo, cuando esto no es posible, peritos ambientales calculan el monto del daño y se le cobra a la entidad contaminante”, precisó.

En este tipo de casos, los pagos pueden llegar a ser millonarios y se van a un fondo especial del Consejo de la Judicatura Federal para promover nuevas acciones colectivas no sólo en Mazatlán, sino en cualquier otra parte del país.

“Es como si nuestro cliente fuera el medio ambiente, aquí uno de los propósitos es que la sanción sea ejemplar para disuadir a otros de contaminar, sean empresas o dependencias de Gobierno”, alegó Álvarez Bernal.

No se espera una sentencia en el corto plazo dado que la etapa de pruebas es la más tardada en cualquier juicio. Sin embargo, la expectativa es que esto sirva de incentivo para que la CFE agilice su reconversión para generar energía menos contaminante.



La asociación civil Acciones Colectivas de Sinaloa (ACS) interpuso en 2014 una demanda contra la Comisión Federal de Electricidad (CFE) por daños a la salud y al medio ambiente. Foto: Noroeste

ENERGÍA CARA Y SUCIA: CEMAZ

Al momento de su inauguración, la Termoeléctrica José Aceves Pozos contaba con la capacidad de generar 316 mil kilowatts, aunque su capacidad total es de 616 mil kilowatts. Es la principal fuente de energía para la ciudad de Mazatlán, pero es una energía “cara y sucia”, advierte Sergio Valle Espinosa, Secretario de biodiversidad del Consejo Ecológico de Mazatlán (Cemaz).

El Cemaz es una asociación civil que ha pugnado por la transformación de la Termoeléctrica desde hace años. En 1997, presentó un estudio en el que se evidenció cómo la central hidroeléctrica emitía 118 toneladas de dióxido de azufre cada día en verano, y 112 en invierno, además de la contaminación térmica al lago estuarino, en ambos casos rebasando los límites máximos tolerados por las normas oficiales.

“Ha sido algo catastrófico para Mazatlán, por eso esperamos que lo más pronto posible comience a funcionar la gasoléctrica, que sería con la entrada del gas natural”, comentó.

Si bien se han realizado algunas adaptaciones, como la instalación de un sistema capturador de partículas en el área de las chimeneas, no se han dado a conocer mediciones más recientes para saber con certeza en qué grado han disminuido las emanaciones tóxicas, agregó Valle Espinosa.

El ambientalista dijo que la gasoléctrica fue una propuesta desde la sociedad civil, aunque hubo otras como la de utilizar los gases generados en el basurón como fuente de bioenergía.

La Secretaría de Desarrollo Económico ha informado que las dos centrales termoeléctricas de Sinaloa, la de Mazatlán y la de Topolobampo, se encuentran en procesos de transformación para utilizar el gas natural, con lo que habría una disminución considerable de contaminantes.

Se habla de un avance importante en las obras, pero no se han precisado los tiempos en que entraría en vigencia la conversión, luego de cuatro décadas de contaminación ininterrumpida.



El ambientalista dijo que la gasoléctrica fue una propuesta desde la sociedad civil, aunque hubo otras como la de utilizar los gases generados en el basurón como fuente de bioenergía. Foto: Noroeste

NORMAS QUE INCUMPLE LA TERMOELÉCTRICA, SEGÚN ACCIONES COLECTIVAS AC

NOM 001-SEMARNAT-1996:

La asociación civil destacó, con base en un estudio del Fondo Sectorial de Investigación y Desarrollo sobre el Agua CONAGUA-CONACYT, se aprecia que la descarga proveniente de la termoeléctrica llega hasta los 48.6 grados Celsius, cuando el límite máximo permitido es de 40 grados Celsius.

NOM-085-SEMARNAT-2011:

Regula las emisiones a la atmósfera de gases contaminantes tales como bióxido de azufre, óxidos de nitrógeno, monóxido de carbono y partículas suspendidas.

CRONOLOGÍA

1976

Inauguración de la Termoeléctrica José Aceves Pozos junto al estero Urías-La Sirena.

1986

Inician los estudios sobre los efectos producidos por la adición de calor al sistema acuático.

1997

Cemaz presenta estudio donde informa que las emisiones de dióxido de azufre, un gas altamente tóxico, es de 118 millones de toneladas diarias en temporada de verano.

2012

Se publica informe sobre el Proyecto Integral para disminuir Emisiones a la Atmósfera por parte de la Termoeléctrica José Aceves Pozos, que incluye

a) Instalación de tres precipitaderos electrostáticos y su respectivo sistema de dosificación de sustancias químicas para el control de partículas suspendidas totales y trióxido de azufre, y se construirán tres chimeneas nuevas de 60 metros cada una.

b) Los subproductos resultantes se recolectarán en unos silos, para después ponerla a disposición final.

2017

Con el impulso del gas natural en Sinaloa, Gobierno del Estado anuncia que las plantas termoeléctricas pasarán a un proceso de conversión energética.

ESTE CONTENIDO ES PUBLICADO POR SINEMBARGO CON AUTORIZACIÓN EXPRESA DE NOROESTE.

(SIN EMBARGO/ REDACCIÓN / JUNIO 26, 2018, 2:00PM)

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