Entrevistados por Proceso, el fiscal de
Chihuahua, César Augusto Peniche Espejel, y un alto funcionario de la DEA,
coinciden en que la violencia criminal en la entidad norteña se debe a las
pugnas entre narcotraficantes independientes y pandilleros locales por el
control de la plaza. Pero en lo que respecta a exportación de drogas, el fiscal
sostiene que son los cárteles de Sinaloa y de Juárez los que controlan el
mercado; según el agente de la DEA el Cártel de Jalisco Nueva Generación
también tiene presencia significativa y ya opera en Chihuahua.
CIUDAD DE CHIHUAHUA/CIUDAD
JUÁREZ (Proceso).- La violencia en el estado de Chihuahua, en particular en
Ciudad Juárez, es consecuencia de la disputa entre pandillas, narcotraficantes
independientes y el reposicionamiento de los cárteles. Esta apreciación
corresponde a funcionarios locales y a un agente de la Administración
Antidrogas de Estados Unidos (DEA).
En Juárez, dicen los
entrevistados, la inestabilidad es resultado de la pugna entre las
organizaciones criminales por apoderarse de la plaza como centro de
distribución de drogas hacia Estados Unidos, así como por el narcomenudeo.
César Augusto Peniche Espejel,
titular de la Fiscalía General del Estado (FGE), habla con Proceso sobre esa
problemática:
“Dos organizaciones
delictivas o dos pandillas, la de Los Mexicles y la de Los Artistas Asesinos
–que tradicionalmente trabajaban para los intereses del Cártel de Sinaloa– se
pasaron del lado del Cártel de Juárez, el cual también abandonaron.”
La narrativa del gobierno
estatal, encabezado por Javier Corral, coincide con los argumentos recogidos
por este semanario en fuentes estadunidenses y mexicanas a nivel federal en
Juárez y en la ciudad de Chihuahua.
“De las pandillas que se
asociaron o aliaron con el Cártel de Sinaloa en Juárez y en todo el estado,
algunas se independizaron y otras se reagruparon con el Cártel de Juárez”,
comenta un alto funcionario de la DEA, quien aceptó hablar con el reportero
bajo la condición del anonimato.
La disminución de asesinatos,
secuestros, extorsiones y robo de autos en Ciudad Juárez y otros municipios de
Chihuahua en 2014 y 2015 –tras cuatro años de narcoviolencia incontrolable,
dice– fue resultado de ataques frontales y efectivos por parte de las
autoridades de los tres niveles contra los brazos ejecutores de los cárteles de
Sinaloa y de Juárez.
La aparente tranquilidad no
duró mucho. En términos estadísticos, lo ocurrido a partir de 2016 está por
debajo de las cifras de la violencia durante el sexenio de Felipe Calderón,
señala Peniche Espejel.
Por su posición de ciudad
fronteriza con Estados Unidos, comenta, Juárez es vulnerable y ahí el consumo
de drogas tiene una constante demanda.
Según los entrevistados que
pidieron el anonimato, la exigencia del mercado de las drogas en Estados Unidos
y la que hay en varios municipios de Chihuahua contribuyó a que en 2014 y 2015
grupos criminales como Los Aztecas se fortalecieran.
Aunado a lo anterior,
indican, la traición al Cártel de Sinaloa por parte Los Mexicles y Los Artistas
Asesinos para unirse al Cártel de Juárez desató una guerra muy violenta entre
pandilleros que se expresa en el aumento de las ejecuciones en Juárez.
ESTADÍSTICAS COINCIDENTES
A principios de 2016, cuando
aún gobernaba la entidad el priista César Duarte, la disputa por la venta de
drogas, en especial de la sintética conocida como crystal, desató la violencia
entre los criminales dedicados a ese negocio ilícito.
En febrero del mismo año, de
acuerdo con los informes de inteligencia de la DEA, coincidentes con lo que
sostiene Peniche Espejel, la alianza del Cártel de Juárez con Los Mexicles y
Los Artistas Asesinos se disolvió. Los pandilleros se posicionaron como
narcotraficantes independientes, lo que detonó las ejecuciones durante la
disputa por la plaza de Juárez.
La independencia de
pandilleros para el trasiego de drogas a Estados Unidos y la venta de crystal
en el ámbito local provocó otro pleito entre Los Mexicles y Los Artistas
Asesinos. En junio pasado la disputa provocó una ola de ejecuciones.
“El crystal ha generado un
surgimiento de muchas organizaciones pequeñas e independientes que empiezan a
comerciar con esa droga. Las organizaciones tradicionales, las pandillas,
tratan de quitarlos del mercado porque, por ser una droga más barata y más
adictiva, el crystal les genera un cambio en el comportamiento de los
consumidores”, subraya el fiscal.
El funcionario de la DEA
admite que en Juárez la violencia viene de la disputa de la plaza entre los
independientes y los pandilleros. Sin embargo, anota que, en términos de la
exportación de drogas a Estados Unidos, como heroína, cocaína, mariguana y
metanfetaminas (crystal), son el Cártel de Sinaloa y el de Juárez –en ese
orden– los que siguen mandando y controlando el mercado.
“El Cártel de Juárez se ha
recuperado por sus nexos con las pandillas, pero el de Sinaloa y hasta el
Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) ocupan una parte significativa del
mercado de exportación de drogas a Estados Unidos desde Juárez y, en general,
desde el estado de Chihuahua”, acota.
En Juárez hay otros
criminales que pelean por el mercado local de la venta del cristal. Se les
conoce como Cachuquiados y son independientes, aunque en algún momento
pertenecieron a algunas de las pandillas.
Los Cachuquiados, según el
fiscal general de Chihuahua, venden crystal “en los territorios que ya conocen
y es por eso que en Juárez está muy focalizada la violencia en determinados
momentos y en determinadas zonas”.
En esa ciudad, según las
estadísticas del gobierno federal, hubo 466 homicidios de enero de 2016 a
septiembre de 2017. Las autoridades calculan que 95% de éstos fueron producto
del crimen organizado y el tráfico de drogas.
En enero de 2016 el promedio
mensual de asesinatos allí fue de 30; el nivel más alto se vio en septiembre y
octubre de ese año, cuando llegaron a 80 por mes. Los primeros nueve meses de
este 2017 el promedio de ejecuciones fue de 64.
VERSIONES DIVERGENTES
De acuerdo con El Diario de
Juárez y El Diario de Chihuahua, las estadísticas de los asesinatos cometidos
en Juárez contrastan con las del gobierno federal. Ambos rotativos
contabilizaron 571 casos en lo que va de este 2017, de los cuales 41 ocurrieron
este mes.
Peniche Espejel insiste en
que la violencia en la entidad obedece a la disputa entre narcotraficantes
independientes, pandilleros y los cárteles por el control de las plazas. No
obstante, rechaza el argumento de la DEA según el cual en este pleito por el
trasiego de narcóticos está involucrado el CJNG:
“En la zona de Juárez no
tenemos identificada la presencia del Cártel de Jalisco. Sabemos –algunos
medios lo han publicado– que ese cártel está tratando de incursionar en el
estado y que tiene presencia. Nosotros no la hemos encontrado todavía.”
–La DEA lo dice abiertamente: “el CJNG está en el
estado de Chihuahua y opera en Juárez para exportar heroína a Estados Unidos”
–se le comenta al fiscal.
–Nosotros compartimos normalmente información con la
DEA y por lo menos en la información que compartimos en el papel no vemos la
participación del Cártel de Jalisco.
En zonas colindantes con
Estados Unidos, como Ciudad Madera, el gobierno de Corral identifica
incursiones de narcotraficantes que llegan de otros estados. En esa localidad,
según Peniche Espejel, narcotraficantes de Sonora e integrantes del Cártel de
Sinaloa se están disputando esa plaza con distribuidores independientes y con
pandilleros.
El gobierno de Corral insiste
en que por encima del “sensacionalismo” con el que los medios locales publican
los asesinatos ocurridos en lugares como Juárez, las estadísticas se comparan
con las de 2013, lejos de los números recogidos entre 2009 y 2011.
Según Peniche Espejel, debido
a la disputa entre organizaciones criminales, en estos momentos es difícil
señalar a una independiente o a un cártel como el que tiene mayor dominio en el
trasiego de drogas en la entidad.
En municipios como Villa
Ahumada, Casas Grandes, Nuevo Casas Grandes y Jano –corredor que va de la
ciudad de Chihuahua a Ciudad Juárez–, La Línea, brazo armado del Cártel de
Juárez, controla el trasiego de las drogas, aunque últimamente la agrupación
criminal se ha visto disminuida por los operativos policiacos realizados por
autoridades federal, estatal y municipal.
En ese corredor un
narcotraficante y líder de la Línea de apellido Escárcega y a quien apodan El
Tigre está buscando asociarse con el Cártel de Sinaloa para recuperar el
control de la zona y municipios como Cuauhtémoc, de acuerdo con reportes de
inteligencia estatales consultados por Proceso.
“Todos estos focos que hemos
encontrado en el estado están perfectamente georreferenciados y tienen una
explicación de carácter social y delincuencial identificada. Descarto
totalmente que Chihuahua pueda regresar al escenario que vivió en 2009, 2010,
2011”, sostiene Peniche Espejel.
En la página oficial de la
organización independiente Observatorio Nacional Ciudadano (ONC), que registra
estadísticas sobre crímenes y otros delitos ocurridos en las entidades
federativas, Chihuahua no está en los primeros tres lugares de las entidades
más violentas.
“SENSACIONALISMO MEDIÁTICO”
Con respecto a los homicidios
dolosos, en términos absolutos, Chihuahua se ubica en el sexto lugar; en
números relativos referentes a homicidios cometidos por cada 100 mil habitantes
la entidad ocupa el séptimo lugar en la página web del ONC. Hasta septiembre de
2016, Chihuahua se colocaba en el lugar número tres en ambas categorías
canalizadas por el ONC.
–¿El gobierno de Chihuahua
considera que los medios de comunicación locales están siendo muy
sensacionalistas con respecto al problema de la violencia? –pregunta el
corresponsal al fiscal Peniche Espejel.
–Indudablemente. Como
gobierno estatal tenemos una relación difícil con los medios de comunicación.
El gobernador Corral sostiene
que los medios ponen mucho énfasis en la nota roja y resaltan la falta de
resultados en áreas como la de infraestructura, dice Peniche Espejel. Y se
justifica: la ausencia de avances se debe a que tuvo que hacerse una
recomposición financiera por el desastre económico que le heredó César Duarte.
“Hay cosas que se han
logrado, pero no se destacan. Yo he visto de manera recurrente a un medio
impreso que dice que la violencia creció en un 60, 70% con respecto al mes de
abril de 2016. Eso es una forma de manejar y manipular la estadística. Si la
vas a comparar buscando un resultado, se tendría que medir el primer año de
gobierno de Duarte contra el primer año de gobierno de Corral en el número de
ejecuciones. No hay forma de compararlo.”
–¿Por qué los medios están
golpeando al gobierno de Corral? –se le cuestiona a Peniche Espejel.
–Tiene mucho que ver con la
política en materia de comunicación social: al no existir la compra de espacios
oficiales viene la presión de los medios para tratar de destacar algo. Se
limitó mucho la publicidad oficial, el gobierno actual no estuvo dispuesto a
pagar sus diferenciados. Se paga lo que cuesta la publicidad en el valor de
mercado y eso también disgustó a muchos medios.
“Ha habido una
racionalización en los gastos de comunicación social, se ha evitado el
dispendio y desde luego hay algunos medios de comunicación que no se han visto
favorecidos con el trato que anteriormente tenían y son los que principalmente
nos están generando la publicidad negativa.”
El corresponsal le hizo la
misma pregunta al funcionario de la DEA, quien respondió: “Lo que puedo decir
es que la prensa reporta lo que ve en el momento, sin revisar los antecedentes
y las razones de la violencia, lo que, desde mi punto de vista, carece de
objetividad”.
Este reportaje se publicó el 29 de octubre de 2017 en
la edición 2139 de la revista Proces
(PROCESO/ REPORTAJE ESPECIAL/ J. JESÚS ESQUIVEL/ 2
NOVIEMBRE, 2017)
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