Balacera entre narcomenudista termina
con un muerto y ocho lesionados en un antro. El pleito exhibe la venta de droga
en bares de la Avenida Revolución y evidencia la presencia de la célula de “Los
Aquiles” en la pugna por el narcomenudeo en la Zona Centro. Víctima dice que le
disparó “El Shinola”
Los vendedores de droga
tienen tomadas las calles de Tijuana y la zona turística en el primer cuadro de
la ciudad, la cual está entre sus preferidas. Quienes desean consumir drogas,
clientes jóvenes y viejos que vistan la Avenida Revolución, saben dónde
buscarlas, por quién preguntar y a quién pedirle.
Los vendedores de narcóticos
departen y se divierten en los mismos lugares que sus consumidores; los
narcomenudistas son clientes habituales y conocidos en los bares de esta zona
turística de Tijuana.
La madrugada del domingo 22
de octubre, un grupo de vendedores de droga al servicio del Cártel de Sinaloa,
de la célula de Alfonso Arzate “El Aquiles”, se divertía en el bar El Torito,
en la Avenida Revolución. Drogados, alcoholizados, discutieron y varios de
ellos salieron del local. Después regresaron dos y uno disparó contra otro de
sus “conocidos” y las personas a su alrededor.
Las primeras versiones de
testigos y heridos, identificaron al agresor como “El Shinola”.
De acuerdo a los expedientes
oficiales, “El Shinola” es Irving Miguel Lozano Millán, quien tiene como
domicilios conocidos, una casa en la calle Primera y el Hotel Jerez, ambos en
la Zona Norte, además una credencial lo ubica como residente de la colonia
Malvinas, en Los Mochis, Sinaloa.
Su prontuario criminal inició
en el año 2012, en Mexicali, con una aprehensión por robo calificado a lugar
cerrado, posteriormente fue detenido por delitos contra la salud en Tijuana, en
octubre de 2016, así como en agosto y septiembre de 2017. Además cuenta con
varias fichas por faltas administrativas y ahora lo buscan por homicidio.
De acuerdo a los reportes del
Grupo Coordinación, Irving Miguel forma parte de la célula delictiva de “Los
Aquiles”, quienes disputan el control delictivo de la Zona Centro-Zona Norte,
contra los residuos del Cártel Arellano, identificados como “Los Monos”, los
hermanos Toscano Rodríguez.
EL ATAQUE EN EL TORITO
De acuerdo a los testigo,
todo empezó con una riña a golpes en la mesa de uno de los lesionados. Llegó
personal de seguridad y sacó a un hombre, otros se fueron. Momentos después,
reingresó al lugar Reynaldo Morales -detenido poco después del ataque-, echó un
vistazo y salió para que detrás de él entrara Miguel Lozano “El Shinola” y
disparara.
Los hechos se reportaron y se
atendieron a las 03:36 horas del domingo, los oficiales de la patrulla 0443
informaron que mientras hacían su recorrido por la calle Tercera -el bar está
ubicado entre Segunda y Tercera-, escucharon cinco detonaciones de arma de
fuego y se acercaron a “El Torito”, donde señalan, se “percataron que salió
corriendo una persona con vestimenta de pantalón de color negro y sudadera gris
con azul -características dadas por la parte afectada como el agresor- que se
introdujo al estacionamiento Adys”.
En este estacionamiento se
encontró también un arma 9 mm, marca Desert Eagle, cromada con las cachas de
plástico color negras; fue embalada por peritos de la Procuraduría del Estado.
Respecto a la participación
de Reynaldo Morales Sandoval, de 41 años, con antecedentes de grafitero y
ladrón de transeúntes -cadenero, arranca cadenas de oro-, la indagatoria indica
que, al salir Lozano, “El Shinola” le entregó el arma para huir sin ella y que
la desapareciera o la guardara, pero al ser perseguido por la policía, éste la
abandonó en un rincón del estacionamiento donde fue detenido. Inicialmente se
mencionó que había escondido el arma en una jardinera.
De la escena al interior del
bar, el informe inicial indica que los policías encontraron cinco indicios
balísticos calibre 9mm y nueve personas lesionadas, seis mujeres y tres
hombres. En el Hospital General falleció por las heridas de bala la joven
Jhoana Díaz, de 19 años. Otra de las
lesionadas explicó que ella entró al bar a las 02:30 horas, que estaba en la
pista cuando escuchó los balazos y vio correr a los presentes, como estaba en
el antro con una amiga y no la veía, salió a buscarla, fue entonces que se dio
cuenta que tenía un rozón de bala y estaba sangrando.
“LOS CHUCHOS” DE LOS ARZATE
José Eduardo, de 19 años, fue
uno de los dos hombres lesionados, y de acuerdo a los primeros indicios, era el
objetivo del ataque armado. Denunciándolo por el apodo, la víctima indicó que a
él le disparó “El Shinola”, pero detalló que el pleito no lo habían iniciado
ellos dos. Explicó que se estaban divirtiendo y llegaron al bar “El Chucho” y “El Shinola”, acompañados de
otros hombres, que después llegó “El Faino”, hermano de “La Tensa” y lo “ajeró”
-lo provocó con ánimo de pelear- y Eduardo no se dejó. Aseguró que “no traía
broncas”.
También identificó a Reynaldo
Morales Sandoval -el primer detenido por los hechos- como uno de los que estuvo
reunido con el grupo, pero no como el que disparó.
De acuerdo al organigrama
delictivo en posesión del Grupo Coordinación, “El Chucho” es en este momento
representante de “Los Aquiles”, en la Zona Norte y se llama Jesús Antonio
Martínez Arizmendi, también usa los alias de “Jesús Pérez Castro, Jesús Antonio
Trejo Campos”, y “Jesús Antonio Martínez
Macías”. También señalan que tiene varias casas de seguridad localizada, dos en
la Zona Norte, dos en la colonia México, una en la rampa Alemán, otra en la
colonia Linda Vista y una más en el fraccionamiento Los Altos.
Empezó como grafitero a los
14 años, lo detuvieron en 2007 y 2008; lo turnaron varias veces en los últimos
siete años; en 2010, en dos ocasiones por robo violento; una por robo sin
violencia, en el 2011, cuando era menor de edad. En el 2012 lo aprehendieron
por daño a vehículo, y en tres ocasiones por daño a casa habitación. En 2013,
2014 y 2015, lo turnaron por robo sin violencia. Por delitos contra la salud,
ya metido en el narcomenudeo, fue turnado en cinco ocasiones, de 2014 a 2017,
una vez por año al inicio, dos en éste.
“El Chucho” tiene seis
órdenes de aprehensión cumplidas, por delitos contra la salud y portación de
arma prohibida, dos en 2015 y tres en 2017, además de una por robo calificado,
en 2017.
De la apodada “La Tensa”,
informaron que es la mujer de “El Chucho”, mientras “El Faino” fue identificado
como el cuñado de Martínez Arizmendi.
Con esos antecedentes, el 24
de octubre, la Secretaria de Seguridad Pública de Tijuana anunció la captura de
“Jesús Antonio “N”, alias “El Chucho”, señalado como presunto responsable de
causar lesiones con arma de fuego a nueve personas en bar “El Torito”.
Jesús Antonio “N”, alias “El
Chucho”, de 23 años de edad, fue capturado en un operativo de Policías
Municipales y elementos del Ejército, en la calle Juan Escutia, de la colonia
Hidalgo. Le fue decomisada un arma de fuego tipo Uzi, calibre .45, con
silenciador, que llevaba dentro de una mochila, también ocho envoltorios de
droga (aparentemente “cristal”), indicaron en el boletín; también de la aprehensión
de su hermano, Miguel Ángel “N”, alias “El Bisok”, de 25 años de edad, quien
llevaba diez envoltorios de droga identificada como heroína. Los hermanos
fueron señalados de “presuntos responsables de la venta de droga en la Zona
Norte”.
Como parte de este grupo
delictivo, el Consejo Estatal de Seguridad también tiene identificado a Tomás
Hernández Flores “El Apache”, detenido en septiembre, en la colonia Altamira
por portación de arma de fuego y tentativa de homicidio contra Germana Elías
Zaragoza, quien a su vez tiene antecedentes
por robo violento y posesión de arma. Hernández también fue aprehendido
en octubre por “privación ilegal de la libertad y posesión de arma”, cuando
subió a la fuerza a su camioneta a una mujer llamada Alexa, a quien llevó con
un hombre apodado “El Poncho” para obligarla a vender droga para este grupo.
Presentados ante el
Ministerio Público, Reynaldo Morales y Jesús Martínez “El Chucho” fueron
puestos en libertad dado que la fiscalía no encontró elementos para vincularlos
como los homicidas del caso de “El Torito”. Ahora temen que la víctima se
retracte de sus señalamientos, dado que pertenece al mismo grupo delictivo.
DE LOS BARES DONDE SE VENDE Y CONSUMEN DROGAS
Luego del tiroteo que se
registró la madrugada del domingo 22 de octubre al interior del bar “El
Torito”, ZETA conversó con asiduos visitantes y vecinos del bar, quienes
señalaron que en ese antro, como otros de la zona, se podía conseguir y además
consumir diferentes tipos de droga.
De origen mexicano, pero radicados
en Estados Unidos, dos clientes aseguraron que cada semana visitaban el lugar
porque, aparte que se puede bailar y disfrutar del ambiente, también podían
conseguir sus dosis de cocaína o cristal, transacción que se realizan en el
baño con una persona que dijeron desconocer si era parte del personal, pero que
casi siempre se encontraba en el sitio.
Conforme a lo que ellos
saben, ahí se pueden conseguir “bolsitas de coca de a 20 bolas (dólares)”, 400
pesos mexicanos; del cristal desconocieron los precios debido a que nunca
llegaron a comprarla, sin embargo, manifestaron que esta práctica de la
compra-venta de enervantes es común, “al menos en la gran mayoría de los bares”
a los que han acudido en la Avenida Revolución, Zona Norte.
El subprocurador de Investigaciones
Especiales, Miguel Ángel Guerrero Castro, también resaltó en conferencia que se
tenía el conocimiento que “al parecer, en dicho bar se vendían y consumían
drogas”, por lo que adelantó que se llamaría a los dueños a rendir declaración,
además porque no se brindó la seguridad correspondiente a los comensales
durante esa acción.
Como antecedente de este tipo
de tiroteos dentro de bares, está el caso de la agresión que sufrió un mesero
en un bar ubicado en la calle Sexta; resultó herido por arma de fuego, el lunes
17 de enero de 2017. El día 5 de abril de este año, dentro del bar “Chips”,
también de la calle Sexta, tres jóvenes resultaron heridos por bala luego de
que una persona les disparara a quemarropa dentro del lugar.
El secretario de Gobierno del
Ayuntamiento, Raúl Felipe Luévano, explicó que sí han recibido “quejas y molestias
porque algunos clientes se sientes afectados y ofendidos” por el tema de la
droga, y por ello hacen operativos aleatorios, con Grupo Coordinación, GOE y
Reglamentos.
HASTA LAS 3 DE LA MAÑANA
Del horario en que se suscitó
la balacera, Luévano dijo que el local estaba en su tiempo legal. “Se considera
que los lugares deben cerrar a las 3 de la mañana y se les da un tiempo
prudente para que desalojen, y según la versión de la policía y el encargado
del lugar, ya estaban apagadas las luces y estaban saliendo los clientes
conforme pagaban las cuentas; el tiempo de gracia es a las 4 de la mañana,
cuando debe estar totalmente cerrado sin gente adentro. “La persona que entró
-me dicen que la puerta estaba cerrada- se aventó con pistola en mano, las
personas que cuidan estaban por dentro y aventaron la puerta”.
Respecto a la seguridad en
los bares en la zona turística, el secretario explicó: “En algunos lugares que
se quedan más tarde con horas extras, por lo regular contratan policía
comercial que son armados, pero también tienen la opción de contratar seguridad
privada, que es lo que tiene El Torito”.
De la efectividad en la
vigilancia concluyó: “Siempre hay patrullas, me indican que en la huida lo
pudieron detener porque estaba cerca”. Sin embargo, algunos integrantes del
Grupo Coordinación consideran que fueron los “arreglos” entre la Policía
Municipal y “El Shinola” lo que le permitió escapar, mientras los uniformados
correteaban a su subordinado delictivo.
(SEMANARIO ZETA/ EDICIÓN IMPRESA/ INVESTIGACIONES ZETA/LUNES, 30 OCTUBRE, 2017
12:00 PM)
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