CIUDAD DE MÉXICO
(proceso.com.mx).- Los lazos entre Rusia y el multimillonario secretario de
Comercio del presidente estadunidense Donald Trump, los negocios secretos del
principal recaudador de fondos del primer ministro canadiense Justin Trudeau,
los intereses offshore de la reina de Inglaterra y de más de 120 políticos de
todo el mundo, quedan al descubierto en 13.4 millones de documentos que
apuntalan la investigación global Paradise Papers.
Los documentos muestran los
vínculos profundos del sistema financiero offshore con otros mundos que a su
vez se superponen: los de la política, la riqueza privada y los gigantes
corporativos, incluyendo Apple, Nike, Uber y otras compañías globales que
evitan pagar impuestos mediante maniobras de contabilidad cada vez más
imaginativas.
Una red offshore conduce
hasta el secretario de Comercio de Trump, el magnate Wilbur Ross, quien tiene
acciones en una empresa naviera que desde 2014 ha recibido más de 68 millones
de dólares de una compañía de energía rusa copropiedad del yerno del presidente
ruso Vladimir Putin.
En los documentos filtrados
aparecen también los vínculos offshore de más de una docena de asesores de
Trump, miembros de su gabinete y grandes donantes.
Los documentos provienen de
dos firmas de servicios offshore, con sede en Bermudas y Singapur, así como de
19 registros corporativos en jurisdicciones que sirven como escalas en la ruta
de la economía sumergida global. Dichos documentos fueron filtrados al
periódico alemán Süddeutsche Zeitung, el cual los compartió con el Consorcio
Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés)
y una red de más de 380 periodistas en 67 países.
La gran promesa de los
paraísos fiscales es el secreto: los entornos offshore facilitan la creación de
empresas cuyos propietarios son difíciles o imposibles de rastrear. Si bien
tener una entidad offshore a menudo es legal, el secreto que ésta incorpora
atrae a lavadores de dinero, narcotraficantes, cleptócratas y otros que quieren
operar en las sombras. Las empresas offshore, a menudo un simple “caparazón”
sin empleados ni espacio de oficinas, también se utilizan en complejas
estructuras de evasión fiscal que drenan miles de millones de las tesorerías nacionales.
La industria offshore
“empobrece a los pobres” y “profundiza la desigual distribución de la riqueza”,
dice Brooke Harrington, gestora de riqueza certificada y profesora del
Copenhagen Business School, autora de Capital sin fronteras: gestores de
riqueza y el uno por ciento.
“Hay un pequeño grupo de
personas que no están sujetas a las leyes como el resto de nosotros, y eso
tiene un propósito”, señala Harrington. Estas personas “viven el sueño” de
disfrutar “los beneficios de la sociedad sin estar sujetos a ninguna de sus
limitaciones”.
Los archivos expanden
significativamente las revelaciones producidas por la filtración de documentos
offshore que generó la investigación de los Panama Papers en 2016 por parte del
ICIJ y sus medios asociados. Los nuevos archivos arrojan luz sobre un conjunto
diferente de paraísos isleños no explorados, incluidos algunos con reputaciones
más limpias y servicios más costosos, como las Bermudas y las islas Caimán.
“EL CÍRCULO MÁGICO OFFSHORE”
Las revelaciones más detalladas
surgen de décadas de registros corporativos de la firma de abogados offshore
Appleby y el proveedor de servicios corporativos Estera, dos empresas que
operaron juntas bajo el nombre Appleby hasta que Estera se independizó en 2016.
Al menos 31 mil clientes
individuales y corporativos incluidos en los registros de Appleby son
ciudadanos de Estados Unidos o tienen direcciones en ese país. Pero también
cuenta con clientes en el Reino Unido, China y Canadá, entre sus principales
fuentes de negocios.
Cerca de siete millones de
registros de Appleby y empresas afiliadas cubren el período de 1950 a 2016 e
incluyen correos electrónicos, acuerdos de préstamos de miles de millones de
dólares y estados de cuenta bancarios que involucran al menos a 25 mil entidades
conectadas con personas de 180 países.
Appleby es miembro del
“Círculo Mágico Offshore”, una camarilla informal de los principales bufetes de
abogados offshore del planeta. La firma tiene su sede en Las Bermudas y tiene
oficinas en Hong Kong, Shanghái, las Islas Vírgenes Británicas, las Islas
Caimán y otros paraísos fiscales.
Appleby tiene una reputación
bien protegida de 100 años y ha evitado los escándalos públicos a través de una
mezcla de discreción y costosa supervisión de sus clientes. En contraste con su
imagen pública, los archivos revelan una compañía que ha prestado servicios a
clientes riesgosos de Irán, Rusia y Libia; que tiene auditorías que
identificaron lagunas en los procedimientos contra el blanqueo de dinero y que
fue multada por el regulador financiero de las Bermudas.
Appleby no respondió a un
detallado cuestionario que le hizo llegar el ICIJ. En lugar de ello publicó en
su página web una declaración. Ésta indica que, después de investigar las
preguntas del ICIJ, está “convencida de que no hay evidencia de ningún delito”.
La firma, dice el comunicado,
está “sujeta a controles regulatorios frecuentes y nos comprometemos a alcanzar
los altos estándares establecidos por nuestros reguladores”.
El paquete filtrado de
documentos incluye más de medio millón de archivos de Asiaciti Trust, un
especialista offshore de gestión familiar con sede en Singapur y oficinas
satélite en todo el mundo: desde Samoa, en el Pacífico Sur, hasta Nevis, en el
Caribe.
Los archivos filtrados
incluyen también registros de empresas gubernamentales en algunos de los
paraísos fiscales más secretos del mundo, en el Caribe, el Pacífico y Europa,
como Antigua y Barbuda, las Islas Cook y la Isla de Man. Una quinta parte de
los paraísos fiscales más activos del mundo están representados en estas bases
de datos.
LAS INVERSIONES DE LA REINA
Tomados en su conjunto, las
filtraciones revelan rastros offshore de aviones espía adquiridos por los
Emiratos Árabes Unidos, una compañía de explosivos en Barbados propiedad de un
ingeniero canadiense que intentó construir una “super arma” para el dictador
iraquí Sadam Husein, y la compañía en Bermudas del fallecido Marcial Maciel
Degollado, el influyente sacerdote mexicano fundador de la orden religiosa
católica los Legionarios de Cristo, cuyo legado se vio empañado por acusaciones
de abuso sexual infantil.
La reina Isabel II ha
invertido millones de dólares en compañías de servicios médicos y créditos de
consumo, según muestran los archivos de Appleby. Mientras que los
administradores del patrimonio personal de la reina, el Ducado de Lancaster,
proporcionan algunos detalles de sus inversiones en bienes raíces en el Reino
Unido, como edificios comerciales diseminados por el sur de Inglaterra.
Los registros muestran que, a
partir de 2007, los gestores del patrimonio de la reina invirtieron en un fondo
de las Islas Caimán, que a su vez invirtió en una empresa de capital privado
controlada por BrightHouse, una empresa de alquiler con opción de compra del
Reino Unido criticada por defensores de los consumidores y por miembros del
Parlamento por vender bienes a británicos con problemas de liquidez en planes
de pago con tasas de interés tan altas como 99.9%.
Otros miembros de la realeza
y políticos incluyen a la reina Noor de Jordania, beneficiaria de dos
fideicomisos en la isla de Jersey, incluido uno que administraba su propiedad
británica en expansión; Sam Kutesa, ministro de Asuntos Exteriores de Uganda y
expresidente de la Asamblea General de la ONU, quien estableció un fideicomiso
offshore en las Seychelles para administrar su riqueza personal; el ministro de
Finanzas de Brasil, Henrique de Campos Meirelles, quien creó una fundación en
Bermudas “con fines benéficos”; y Antanas Guoga, miembro lituano del Parlamento
Europeo y jugador profesional de póker, que era accionista de una compañía en
la Isla de Man uno de cuyos socios era un magnate del juego que enfrentó una
demanda por fraude en Estados Unidos.
Wesley Clark, exaspirante
demócrata a la presidencia, general de cuatro estrellas retirado del ejército
estadunidense y quien se desempeñó como comandante supremo de la OTAN en
Europa, fue director de una compañía de apuestas en línea con filiales en el
extranjero, según muestran los archivos.
Un portavoz de la reina
Isabel II le dijo a The Guardian, socio de ICIJ, que el ducado tiene una
inversión en el fondo de las Islas Caimán y que no estaba al tanto de la
inversión en BrightHouse. La Reina paga voluntariamente impuestos sobre los
ingresos del ducado y sus inversiones, dijo el portavoz.
La Reina Noor le dijo a ICIJ
que “todos los bienes legados a ella y a sus hijos (por el fallecido Rey
Hussein) han sido administrados siempre de acuerdo con los más altos estándares
éticos, legales y regulatorios”. Meirelles de Brasil dijo que la fundación que
creó no lo beneficia personalmente y apoyará a organizaciones benéficas de
educación después de su muerte. Guoga aseguró que declaró su inversión en la
compañía de la Isla de Man a las autoridades y vendió la última de sus acciones
en 2014. Kutesa y Clark no respondieron a las solicitudes de comentarios.
RICOS Y FAMOSOS
Además de revelaciones sobre
políticos y corporaciones, los archivos sacan a la luz detalles sobre la vida
financiera de ricos y famosos, y de completos desconocidos. Incluyen el yate y
submarinos del cofundador de Microsoft Paul Allen; el vehículo de inversión del
fundador de eBay, Pierre Omidyar, en Islas Caimán, y las acciones de Madonna en
una compañía de suministros médicos. El cantante pop y activista social Bono,
que figura con su nombre completo, Paul Hewson, poseía acciones en una compañía
registrada en Malta que invirtió en un centro comercial en Lituania, según
muestran los registros de la compañía. Otros clientes menos famosos registraron
sus ocupaciones como peluquero de perros, plomero e instructor de esquí
acuático.
Madonna y Allen no
respondieron a las solicitudes de comentarios. Omidyar, cuya Omidyar Network
dona a ICIJ, revela su inversión al IRS, dijo una portavoz.
Los archivos revelan que
Stephen Bronfman, asesor y amigo del primer ministro canadiense Justin Trudeau,
se asoció con Leo Kolber, seguidor incondicional del Partido Liberal y
exsenador de ese país, y con el hijo de éste, para mover en silencio millones
de dólares a un fideicomiso en las islas Caimán. Estas maniobras offshore
habrían evitado el pago de impuestos en Canadá, Estados Unidos e Israel, de
acuerdo con expertos que revisaron algunos de los más de 3 mil archivos que
detallan las actividades del fideicomiso.
A medida que las riquezas
offshore fueron creciendo, los abogados de Bronfman, los Kolbers y otros grupos
acaudalados presionaron al Parlamento de Canadá para que bloqueara las
propuestas legislativas que buscaban gravar los ingresos de los fideicomisos
offshore.
Bronfman sigue siendo un
recaudador de fondos clave para Trudeau, quien ha defendido una mayor apertura
del gobierno y prometió una ofensiva contra la evasión de impuestos en las
jurisdicciones offshore. En septiembre pasado Trudeau dijo ante la Asamblea
General de la ONU: “En este momento, tenemos un sistema que alienta a los
canadienses adinerados a usar corporaciones privadas para pagar una tasa
impositiva más baja que los canadienses de clase media. Eso no es justo y lo
arreglaremos”.
Los abogados de Kolber
dijeron en una carta a CBC, socio de ICIJ, que “ninguna de las transacciones o
entidades en cuestión se efectuaron o establecieron para evadir o incluso
evitar impuestos”. Sostuvieron que los fideicomisos “siempre estuvieron en total
conformidad con todas las leyes y requisitos aplicables”, y dijeron que Stephen
Bronfman no proporcionaría más comentarios.
DEL CÍRCULO DE TRUMP
En Estados Unidos los
archivos de Appleby muestran cómo Wilbur Ross, secretario de Comercio de Trump,
ha utilizado una cadena de firmas de las Islas Caimán para mantener una
participación financiera en Navigator Holdings, una compañía naviera que tiene
como uno de sus principales clientes a Sibur, una firma de energía vinculada
con el Kremlin. Entre los principales propietarios de Sibur se encuentran
Kirill Shamalov, yerno del presidente ruso Vladimir Putin, y Gennady Timchenko,
multimillonario que en 2014 fue investigado por gobierno de Estados Unidos
debido a sus vínculos con Putin. Sibur pagó a Navigator más de 23 millones de
dólares en 2016.
Cuando se unió al gabinete de
Trump, Ross se deshizo de sus intereses en 80 compañías. Pero mantuvo acciones
en nueve más, incluidas cuatro que lo conectan con Navigator y sus clientes
rusos.
Estas revelaciones se producen
en un contexto de creciente preocupación por la participación oculta de Rusia
en los asuntos políticos de Estados Unidos.
Sibur es “una compañía de
amigotes”, dijo Daniel Fried, un experto en Rusia que ha ocupado altos cargos
en el Departamento de Estado en administraciones republicanas y demócratas.
“¿Por qué un funcionario del gobierno de Estados Unidos tendría alguna relación
con un amigo de Putin?”.
Los archivos filtrados
también condujeron a otros descubrimientos sobre las relaciones comerciales entre
Rusia y Estados Unidos.
Un documento encontrado en la
base de datos ayudó al ICIJ y sus socios a dirigir su atención hacia documentos
públicos y archivos de Panama Papers que revelan los vínculos entre un par de
firmas financieras propiedad del Kremlin y un multimillonario ruso que hizo
grandes inversiones en Twitter y Facebook.
En 2011, el fondo de
inversión del magnate tecnológico Yuri Milner actuó como intermediario cuando
una de las firmas del gobierno ruso, VTB Bank, invirtió silenciosamente 191
millones de dólares en Twitter Inc. Los documentos también muestran que una
subsidiaria financiera de Gazprom, el gigante energético controlado por el
Kremlin, financió una compañía de fachada que, a través de una compañía
afiliada a Milner, adquirió cerca de mil millones de dólares en acciones de
Facebook poco antes de su oferta pública inicial en 2012.
Más recientemente, Milner
invirtió 850 mil dólares en Cadre, una firma de bienes raíces cofundada por el
yerno de Trump y asesor de la Casa Blanca Jared Kushner.
Milner es un ciudadano ruso
que vive en Silicon Valley. Sus vínculos con Twitter, Facebook y la firma de
Kushner han sido revelados previamente. Pero sus vínculos con las instituciones
financieras del Kremlin no se conocían.
Un portavoz del fondo de
inversión de Milner confirmó que VTB había utilizado el fondo para realizar su
inversión en Twitter. En entrevista, Milner dijo que no estaba al tanto de la
participación de Gazprom en ninguno de sus negocios y que ninguna de sus
inversiones estaba relacionada con la política. Afirmó que invirtió su propio
dinero en la firma de Kushner.
En el otro lado de la esfera
política de Estados Unidos, la predecesora de Ross como secretaria de Comercio,
Penny Pritzker, se comprometió a salir de varias inversiones para evitar
conflictos de interés después de que asumió su cargo en el gabinete del
presidente demócrata Barack Obama. Los archivos muestran que poco después de
recibir la confirmación del Senado, en junio de 2013, Pritzker transfirió sus
acciones en dos compañías de Bermudas a una firma que utilizaba la misma
dirección postal que su firma de inversión privada en Chicago. La compañía era
“propiedad de fideicomisos que son para el beneficio de los hijos de Penny
Pritzker”, según los archivos de Appleby.
De acuerdo con el experto en
ética Lawrence Noble, estas transferencias pueden no cumplir con los estándares
federales de ética para la desinversión.
Tanto donantes republicanos
como demócratas aparecen en registros offshore, incluido Randal Quarles,
donante republicano y nuevo guardián de Wall Street en la Reserva Federal.
Quarles trabajó para dos compañías de las Islas Caimán, incluida una que estaba
involucrada en un contrato de préstamo con un banco de Bermuda, N.T.
Butterfield & Son. Hasta hace poco, Quarles tenía un interés indirecto en
el banco, que está siendo investigado por las autoridades de Estados Unidos por
posible evasión de impuestos por parte de sus cuentahabientes estadounidenses.
Los fondos de capital privado
controlados por el mega-donante demócrata George Soros usan Appleby para ayudar
a administrar una red de entidades offshore, incluida una inversión en una
compañía dedicada al reaseguro –o seguro para aseguradoras–. Su organización
caritativa, Open Society Foundations, es donante de ICIJ.
Un vocero de la Reserva
Federal dijo que Quarles se deshizo de su “interés indirecto” en el banco de
Bermudas luego de que fue confirmado para ocupar el puesto en el gobierno.
Soros no quiso hacer ningún comentario y Pritzker no respondió a las
solicitudes.
SECRETOS DE LA SALA DE JUNTAS
Cuando Appleby no está
sirviendo a los intereses de algunas de las personas más ricas del mundo,
proporciona ayuda legal básica a corporaciones que buscan reducir sus impuestos
en los países donde hacen negocios. Appleby no es un asesor fiscal, pero
desempeña un importante papel en el diseño de los programas de impuestos
utilizados por empresas de todo el mundo.
Además de bancos
internacionales de primera línea como Barclays, Goldman Sachs y BNP Paribas,
otros clientes elite de Appleby incluyen al fundador de uno de los mayores
conglomerados de la construcción del Medio Oriente, el Grupo Saad, y la
compañía japonesa que opera la planta de energía nuclear paralizada en
Fukushima.
Los archivos revelan que la
empresa más rentable de Estados Unidos, Apple Inc., buscó en Europa y el Caribe
un nuevo refugio tributario después de que una investigación del Senado de Estados
Unidos descubrió que el gigante tecnológico había evitado pagar al fisco
decenas de miles de millones de dólares transfiriendo beneficios a filiales
irlandesas.
En un intercambio de correos
electrónicos, los abogados de Apple le pidieron a Appleby que confirmara que un
posible traslado a uno de seis paraísos fiscales le permitiría a una
subsidiaria irlandesa “realizar actividades administrativas… sin estar sujeta a
impuestos en estas jurisdicciones “. Apple se negó a comentar sobre los
detalles de la reorganización corporativa, pero le dijo a ICIJ que explicó los
nuevos arreglos a las autoridades gubernamentales y que los cambios no
redujeron sus pagos de impuestos.
Los archivos también revelan
cómo las grandes corporaciones recortan sus impuestos al crear empresas
ficticias offshore para mantener activos intangibles, como el diseño del
logotipo “Swoosh” de Nike y los derechos creativos de los implantes mamarios de
silicona.
Uno de los principales
clientes corporativos de Appleby es Glencore, el mayor comerciante de productos
básicos del mundo. Los archivos contienen décadas de operaciones de Glencore,
correos electrónicos y préstamos multimillonarios para operaciones bancarias en
Rusia, América Latina, África y Australia.
Glencore ha sido un cliente tan
importante que una vez tuvo su propio espacio dentro de las oficinas de Appleby
en Bermudas. Las actas de la reunión de la junta de la compañía documentan cómo
los representantes de Glencore se apoyaron en Daniel Gertler, un empresario
israelí con amigos de alto nivel en la República Democrática del Congo, para
ayudar a sellar un acuerdo que les permitiera adquirir una valiosa mina de
cobre. Glencore prestó millones a una compañía que se cree pertenece a Gertler,
descrita en una investigación del Departamento de Justicia de Estados Unidos
como un conducto para realizar sobornos. Gertler y Glencore no fueron nombrados
en el caso.
Glencore dijo que su chequeos
sobre los antecedentes de Gertler fueron “exhaustivos y minuciosos”. La
investigación del Departamento de Justicia “no constituye evidencia de nada
contra el Sr. Gertler”, dijeron sus abogados. La compañía “rechaza
absolutamente cualquier acusación de irregularidad o criminalidad”. “No se
usaron préstamos de forma inapropiada o para fines inapropiados”, aseguraron
los abogados de Gertler.
OPERATIVOS OFFSHORE
La industria offshore es un
laberinto de contadores, banqueros, administradores de dinero, abogados e
intermediarios a los que se les paga para cuidar los intereses de los ricos y
bien conectados.
Appleby, por ejemplo, es un
eslabón de una cadena de actores offshore que han ayudado a estrellas del
deporte, oligarcas rusos y funcionarios gubernamentales a comprar aviones,
yates y otros artículos de lujo. En 2013 los expertos offshore ayudaron a los
hermanos Arkady y Boris Rotenberg, multimillonarios rusos y amigos de la
infancia del presidente Putin, a comprar aviones por valor de más de 20
millones de dólares. Las autoridades estadunidenses incluyeron a los Rotenberg
en una lista negra en 2014 por su apoyo a algunos “proyectos favoritos de
Putin” y por haber suscrito “contratos de alto precio” a través del gobierno
ruso (…).
Los clientes elogian a
Appleby por su experiencia, eficiencia y red global de profesionales. Sus pares
lo eligen repetidamente como el bufete de abogados offshore del año.
Pero décadas de documentos
privados muestran que tiene deficiencias: acepta clientes cuestionables y no
controla adecuadamente algunos flujos multimillonarios de dinero.
Los reguladores financieros
de Bermudas multaron a la unidad fiduciaria de la empresa por infringir las
normas contra el blanqueo de dinero, según un acuerdo confidencial alcanzado en
2015 por Appleby y el regulador.
Ese año Appleby pagó 12.7
millones de dólares después de que enfermeras, bomberos y agentes de policía de
Canadá lo acusaron de mover dinero sin cuestionamiento alguno en representación
de un cliente que diseñó un supuesto plan para evadir impuestos. Appleby y el
supuesto autor intelectual negaron haber cometido algún delito.
Las presentaciones de
PowerPoint preparadas internamente por un empleado de Appleby, y otros
documentos, citan ejemplos de personajes con mala reputación que ingresaron a
la lista de clientes de la firma de abogados, incluido un funcionario
paquistaní corrupto, dos hijos del infame dictador indonesio Suharto y un
supuesto traficante de “diamantes de sangre”. En algunos casos, Appleby informó
rápidamente de sus sospechas sobre las actividades de los clientes a las
autoridades, como lo exige la ley. En otros casos, los clientes cuestionables
no fueron identificados durante años.
La empresa familiar Asiaciti
se vende a sí misma como especialista en ayudar a los clientes a acumular y
“preservar la riqueza de los estragos de litigios”, trastornos políticos y
rupturas familiares. Ha atraído a millonarios chinos, familiares de un
funcionario kazajo condenado por corrupción y una amplia franja de
estadounidenses, incluidos médicos, jugadores de póquer y un cultivador de
alfalfa en Colorado.
Los archivos filtrados de
Asiaciti revelan cómo la firma estableció fideicomisos en las Islas Cook para
Kevin Trudeau, un líder infomercial estadunidense que vendió millones de copias
de libros de autoayuda como The Weight-Loss Cure ‘They’ Don‘t Want You to Know
About.
En 2014, un juez de Chicago
condenó a Trudeau a 10 años de prisión federal por desacato criminal,
calificándolo de desvergonzado defraudador que llegó a utilizar el número de
seguridad social de su madre en una de sus estafas.
Appleby asegura en su página
web que está comprometida a cumplir con los estándares de los reguladores.
Sostiene que brinda asesoramiento a los clientes sobre “formas legítimas y
legales de realizar sus negocios”. Afirma que no tolera el comportamiento
ilegal. “Es cierto que no somos infalibles”, dijo Appleby. “Donde descubrimos
que se han cometido errores, actuamos rápidamente para arreglar las cosas”.
Asiaciti no respondió a la
solicitud de comentarios.
Adrian Alhassan, exdirector
de cumplimiento en la sede central de Appleby en Bermuda, le dijo a ICIJ que si
alguien está “decidido” a infringir la ley, no hay mucho que pueda hacer un
proveedor de servicios offshore. “No es el FBI”, comentó. Si el bufete de
abogados pasara años haciendo investigaciones de fondo sobre los clientes, no
“haría ningún trabajo”.
“Es como limpiar una playa”,
graficó Alhassan en una entrevista telefónica. “Si dices que la has limpiado,
al final del día, ¿puedes decir realmente que has recogido cada pedazo de alga
marina?” (…)
——–
*Esta historia fue reportada y escrita
por: Will Fitzgibbon, Michael Hudson, Marina Walker Guevara, Scilla Alecci,
Richard H.P. Sia, Gerard Ryle, Emilia Díaz-Struck, Martha Hamilton, Simon
Bowers, Hamish Boland-Rudder, Sasha Chavkin, Spencer Woodman, Ryan Chittum, Mar
Cabra, Rigoberto Carvajal, Matt Caruana-Galizia, Cecile Schilis-Gallego, Pierre
Romera, Julien Martin, Dean Starkman, Tom Stites, Manuel Villa, Amy Wilson-Chapman,
Miguel Fiandor Gutiérrez, Yacouba Ladji Bama, Delphine Reuter, Petra Blum,
Harvey Cashore, Frederik Obermaier, Bastian Obermayer, Vanessa Wormer, Hilary
Osborne, Frédéric Zalac, Oliver Zihlmann .
La traducción al español fue realizada
por Univision Noticias para el resto de socios de ICIJ
La versión que se publica en este
espació fue editada por Proceso
(PROCESO/CONSORCIO INTERNACIONAL DE PERIODISTAS DE
INVESTIGACIÓN/ 5 NOVIEMBRE, 2017)
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