FOTOS: cortesía
Organizados, con protección e
información de las policías locales y apoyados en personal que les clona
placas, uniformes y falsifica documentos, los del Cártel Jalisco Nueva
Generación crecen su zona de influencia en Baja California. Los cabecillas de
esta mafia empezaron como delincuentes menores en otros cárteles
Héctor Manuel Morales Guzmán
“El Gabino” y sus socios criminales Jesús Rafael Yocupicio Yocupicio “El Cabezón”, José Juan Pérez
Vargas “El Piolín” y Ángel Alfredo Beltrán Flores “El Compadre”, tienen en
común ser producto del reciclaje criminal, el empoderamiento criminal basado en
el apoyo de la autoridad y encabezar en la zona costa de Baja California al
Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Desde sus respectivos
frentes, a través de narcomensajes han intentado bautizar a su mafia como
Cártel Tijuana Nueva Generación, los
cuatro son considerados por sus competidores delictivos como “chapulines”
porque traficaron antes para otro cártel de drogas.
Asimismo, los cuatro han sido
capturados como delincuentes menores y
liberados con anterioridad.
Resguardan armas en casa de
seguridad
“Culeros, van a pagar caro los que hicieron esto. Actívense todo lo
que sea lacra o cucaracha, trócenles la cabeza.
Esto le pudo haber pasado a
cualquiera de nosotros”, les reclamó a través de mensajes telefónicos a los
otros tres, José Pérez “El Piolín”, después de recibir de un contacto en las
corporaciones locales, la foto de un hombre asesinado y metido en una bolsa
negra.
La imagen en poder de los
criminales fue tomada cuando el cuerpo del hombre estaba sobre una camilla de
Servicios Periciales.
De la investigación de los
agentes infiltrados, un policía dijo a ZETA:
“Ese (mensaje) fue de la Policía Municipal (sabe que
hay de otras corporaciones), lo identificamos, se lo informamos a su mando”.
No sucedió remoción alguna.
Otro mensaje mostrando la furia de estos hombres es anterior y ejemplifica cómo
representantes del CJNG llevan años peleando por Tijuana como plaza criminal al
Cártel de Sinaloa.
El 1 de septiembre de 2015, cuando las
autoridades locales seguían negando la presencia de este grupo en la entidad,
uno de ellos reclamó:
“Buenas noches señores, ahí le va: quisieron levantar
a mi hijo ya valió verga el pedo, pónganse vergas el que haya sido o haya
tenido que ver va a bailar a la verga, el pedo es cabrón con cabrón y las cosas
como son, esto se llama sin llorar”.
Esta información y otra serie
de mensajes que incluyen audios e imágenes, las obtuvo el Grupo Coordinación
del teléfono de uno de sus socios criminales, detenidos en posesión de armas,
antes de junio de 2016, cuando el delito aún se procesaba con prisión
preventiva.
Sin embargo, el material no
se usó para seguir investigando.
Con las revelaciones de otros
delincuentes detenidos y teléfonos revisados, los agentes aprehensores han
podido confirmar que estos traficantes reciben informes completos por parte de
policías corruptos infiltrados en las corporaciones, en por lo menos dos casos
hay identificaciones, pero los oficiales siguen activos.
“EL COMPADRE” ENCARGADO DE LOS COBROS
Además de reportes de
operativos policiacos en las zonas de influencia de este cártel, las
aplicaciones de mensajería por teléfono celular de los criminales en poder de
las autoridades contienen una serie de concentrados de las declaraciones -se
ignora ante cual autoridad- de otros delincuentes capturados, pero no solo de
los competidores del CJNG, también de criminales a su servicio.
Como una comunicación en que
dos hombres de apellidos Zúñiga y Camacho confesaron que los habían enviado a
matar en Tijuana a Arturo Giovanni Gómez Herrera “El Gross” (asesinado en Jalisco en octubre de 2016) y a
José Juan Pérez Vargas “El Piolín”, cuando se habían reunido en un restaurante,
“pero no les acercaron los fierros” (las armas) a tiempo.
En otra, dos jóvenes
vendedores de droga que sirven a los de Jalisco confiesan algunas de sus
actividades delictivas, ofrecen detalles del funcionamiento del cártel y
delatan a sus jefes.
DESDE MEXICALI
A partir de datos aportados
por los criminales detenidos y el seguimiento desde el Grupo Coordinación, se
sabe que la mayoría de la droga del CJNG que se distribuye en la zona costa de
Baja California llega desde Sinaloa vía terrestre a Mexicali.
A los líderes del cártel
sinaloense en la capital del Estado no les importa la presencia de estos
mafiosos porque “mantienen ocupadas a las autoridades”, como les comentó un
vendedor de droga: mientras las fuerzas del orden se concentra en Tijuana,
ellos pueden continuar con el trasiego y la venta local sin problemas en el
resto de la entidad.
La mayoría de la droga llega
al Estado y se transporta a zona costa de lunes a viernes en los horarios de
mayor tráfico, y los cargamentos van protegidos con punteros y con escoltas. De
quienes participan en este traslado hay poca información:
Juan José Pérez Vargas, “El Piolín”, “R7”, “Jp” – Héctor
Manuel Morales Guzman, “El Gavino” – Ángel Alfredo Beltrán Flores, “El
Compadre”,”El R1″ – Jesús Rafael Yocupicio, Jesús Rafael Córdova García, “El Cabezón”,
”El Danny”, ”El Pepe”.
* Juan Magallanes “El Mireya”, responsable de vigilar
que la carga llegue de Sinaloa a Mexicali.
* “El Castor”, contacto en Mexicali, encargado de
recibir el enervante y resguardarlo si es necesario.
* Un hombre de apodo “Fito”, quien organiza traslados
entre municipios.
* “El Flaco” Martínez, supervisa que la droga se
oculte en carros con compartimiento secreto en Mexicali, y responde por los
cargamentos a los de Tijuana.
* Ángel Aranda “El Tatema”, a la cabeza de los
punteros durante los traslados.
DEL LAVADO Y ENVÍO DE DINERO
Para facilitar su labor
criminal, en el CJNG tienen personal que hace clonación de placas, mexicanas y
de Estados Unidos, falsificación de documentos y facilita uniformes de
empresas.
También emplean a un hombre
llamado Julio Rojas que los apoya rentando casas que usan como de seguridad,
espacios donde guardan armas o bodegas de droga. Y tienen acceso a taxis libres
clonados, los cuales usan para movilizarse en la ciudad.
En lo administrativo, el
dinero de la venta de droga lo envían a Sinaloa y Jalisco, aunque los
integrantes del Consejo Estatal de Seguridad no han interceptado estos
depósitos, que se hacen en su mayoría a través de cuentas en Bancoppel o
Saldazo en Oxxo.
Han logrado detener a las
personas encargadas de enviar el dinero -quienes obviamente no son
encarcelados-, y obtener algunos de los nombres de a quiénes les son
depositados los recursos, identificados como prestanombres de los cabecillas:
Miguel Ángel Paredes Gastélum;
Rosa Isabel Astorga Sánchez; Pamela Villalobos Espinoza; Alexis Beltrán Flores;
Itzel Carrillo y Luis Alberto Ríos Mendivil.
Desde 2016 existen por lo menos
tres depósitos de los representantes del CJNG en Tijuana, dos de 150 mil y uno
de 178 mil pesos, de los que no hubo mayor reporte ministerial.
El dinero se depositó a la cuenta de Solana Automotriz, una las
empresas más reconocidas en Jalisco, dedicada a la venta de autos
particularmente de lujo.
DE UN CÁRTEL A OTRO
Los líderes del CJNG son
señalados por los mafiosos de Sinaloa de haberlos traicionado.
“La mayoría de ellos
traficaban para el Cártel Arellano Félix antes de estar con Sinaloa y ahora con
CJNG, en realidad han seguido la corriente.
Muchos de ellos han sido
sometidos, amenazados a trabajar con el nuevo jefe, incluso los de Jalisco en
este momento llegan y los amenazan: o
venden con ellos, o los matan”, refirió un investigador del Grupo
Coordinación.
En Tijuana, ligados a Nemesio
Oseguera “El Mencho” están:
* Héctor Manuel Morales Guzmán “El Gabino” o “El
Rooster”, de 34 años, aunque aseguran, tiene alguna relación familiar o de
compadrazgo que la familia Oseguera.

* Jesús Rafael Yocupicio Yocupicio “El Cabezón”. A sus 28 años de
edad, es la cuarta vez que el sonorense
cambia de cártel.
En 2011 fue ubicado por los
investigadores en la fracción del Cártel Arellano Félix que bajo las órdenes
criminales de Teodoro García Simental, se escindió del mando de Fernando
Sánchez Arellano.
Pero en 2015, al ser detenido
en una segunda ocasión, estaba en compañía de Adán Castillo Hernández,
cabecilla de una célula delictiva del Cártel de Sinaloa en el área de Alfonso
Arzate García “El Aquiles”.
Hoy lo ubican como principal
trasegador de droga del CJNG.
* José Juan Pérez Vargas “El Piolín” y/o “El JP” de 34
años, nativo de San Diego, tiene largo historial en Tijuana.
A los 24 años, en 2007, la
Policía Municipal lo detuvo por robo de auto; en 2010, agentes estatales lo
capturaron en dos ocasiones por posesión de drogas y armas de fuego; y en diciembre
de 2011 fue detenido y procesado por delitos contra la Salud y violación a la
Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos. Tras esa captura, informaron
que Pérez era parte del cártel.
La versión actual indica que
desde 2015 es integrante del CJNG y sus negocios siguen siendo familiares, su
cuñado Felipe Cárdenas lo apoya en el control criminal en la delegación Sánchez
Taboada.
* Ángel Alfredo Beltrán Flores “El Compadre” trabajó
para el gobierno de Baja California como custodio penitenciario, en 2013 lo
lesionaron de un balazo, y aunque como sus compañeros, también fue detenido por
las policías locales -12 de marzo de 2016-, en ese momento ya se le
identificaba como parte del CJNG.
A diferencia de los tres
anteriores, tiene una labor más operativa en el Cártel Jalisco, hace funciones
de enlace: entre los otros tres cabecillas, y de éstos con los operadores de
las diversas células del mismo cártel, incluidas las que se dedican al
homicidio; también con los policías y con los responsables del trasiego de Sinaloa
a Mexicali y Tijuana.
Además, supervisa el flujo de
recursos, verifica el dinero de los locales dedicados a la venta de droga, paga
a vendedores y policías, y hace depósitos a los cabecillas
ATAQUES A AGENTES MUNICIPALES
Entre el viernes 7 y el miércoles
11 de abril, un policía municipal de Tecate y un agente municipal incapacitado
en Rosarito fueron asesinados, mientras que un elemento de la Policía Municipal
de Tijuana resultó lesionado por disparos de arma de fuego.
Abraham Flores Ramírez,
elemento activo de la Policía de Tecate, fue atacado la mañana del sábado 8 de
abril, en las inmediaciones del Rancho Tecate, con dos armas de fuego calibre
.223, una de ellas probablemente corresponde a un fusil AR-15.
A decir de las
investigaciones ministeriales, la Dirección Municipal de Seguridad Pública le
había retirado su arma de cargo antes de la agresión.
Su automóvil tipo sedán color
rojo se volcó a unos 200 metros de la Carretera Libre Tijuana-Tecate y los
casquillos se encontraron sobre esa vialidad; la hipótesis de las autoridades,
es que los homicidas se le emparejaron y dos de ellos le dispararon del lado
del conductor.
El miércoles 11 de abril,
Flores Ramírez fue despedido con honores por la alcaldesa de Tecate, Nereida
Fuentes, y el director de la corporación municipal, Francisco Castro Trenti.
Ese mismo día, a la 1:05 am,
fue atacado Robin Nolasco Pérez, de 45 años, quien ingresó a la Policía
Municipal de Playas de Rosarito en el año 2000, pero se encontraba incapacitado
desde hace ocho años por una fractura en la pelvis.
Actualmente seguía un proceso
legal contra el ayuntamiento, ya que solo recibía una parte de su salario y
desde hace años, trabajaba como taxista en esa ciudad.
De acuerdo a las primeras
investigaciones, Nolasco Pérez recibió tres disparos en el rostro, uno de ellos
en la sien derecha.
Fue encontrado a bordo del
taxi que conducía -un Toyota Corolla blanco con verde, número RTT1228- entre
las calles Roberto Barrios y 5 de Mayo de la colonia Crosthwaite.
En ninguno de estos dos
homicidios se reportaron detenidos. Mientras que el viernes 7 de abril en
Tijuana, el agente municipal Alan García García recibió un disparo entre
estómago y pecho.
Los primeros reportes
indicaron que el oficial, quien se encontraba en su día de descanso, fue atacado
a balazos cuando circulaba en su vehículo particular sobre el Bulevar 2000 y
Bulevar Casa Blanca.
Agentes municipales que
respondieron al llamado, lo trasladaron por su cuenta hasta un hospital de la
localidad y montaron un operativo de seguridad para dar con el responsable.
No obstante, García García
declaró que no se trató de un ataque.
Según su versión, aprovechó
el día de descanso para, con su arma de cargo, enseñar a disparar a uno de sus
familiares.
Subieron uno de los cerros
que se encuentran cerca del Bulevar 2000 y, de acuerdo con el oficial, mientras
descendía la pendiente, se resbaló, cayó y el arma se accionó sola. La
Procuraduría General de Justicia del Estado investiga estos tres casos.
(SEMANARIO ZETA/ EDICIÓN IMPRESA
/INVESTIGACIONES ZETA/ DOMINGO, 16 ABRIL, 2017 12:00 PM)
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