A los dos estudiantes y al trabajador
educativo les dispararon en la cabeza. No hubo intervención de ningún cuerpo de
seguridad para capturar a los agresores, dice el abogado Vidulfo Rosales. De
acuerdo con testigos, los estudiantes no se resistieron al despojo de sus
pertenencias, sin embargo fueron asesinados.
Servicios de emergencia tras el
asesinato de los estudiantes. Foto: Cuartoscuro
Luis Blancas, Zacarías Cervantes,
Lourdes Chávez y Carlos Navarrete Romero
Ciudad de México, Octubre 07,
(SinEmbargo/ElSur).- Versiones de testigos del múltiple homicidio ocurrido la
tarde del martes en la carretera Chilpancingo-Tixtla, Guerrero, en donde
murieron los estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, Jonathan Morales Hernández
y Filemón Castro Tacuba, contrastan con la versión oficial.
Según los testimonios
obtenidos por El Sur, los delincuentes sabían que los dos estudiantes eran de
Ayotzinapa y que el otro era un trabajador de la educación y a los tres les
dispararon en la cabeza, señalan. Además acusan que cuando menos hubo dos
heridos más, una mujer con una cangurera que recibió un balazo en el pecho y
otro hombre.
La versión oficial que dieron
a conocer el vocero Roberto Álvarez Heredia y el Fiscal Javier Olea Peláez, el
miércoles, establece que “el móvil de los homicidios en mención, fue el robo de
pasajeros del servicio público de transporte”.
También destaca que los
asaltantes –de quienes los funcionarios no dijeron cuántos eran– dispararon
antes “al aire” para que el chofer detuviera la unidad.
Sin embargo, ninguna de las
versiones de testigos menciona que hayan disparado antes, y menos “al aire”,
pues iban dentro de la camioneta, aunque confirman que primero exigieron la
caja de madera donde el chofer deposita el dinero del cobro del pasaje y
después las pertenencias a los pasajeros.
El parte oficial también
indica que los “asaltantes” dispararon a los normalistas Jonathan y Filimón
porque “se resistieron”, pero las versiones recogidas por los reporteros de El
Sur aseguran que el ataque fue directo cuando ya estaban fuera de la unidad y
en seguida, visiblemente alterados “comenzaron a disparar a lo loco” e hirieron
a otra de las pasajeras.
En la conferencia de prensa,
ni Álvarez ni Olea dijeron dónde recibieron los balazos las víctimas, pero
compañeros de los normalistas dijeron el miércoles desde Los Saucitos,
Tecoanapa, a donde trasladaron el cuerpo de Jonathan, que les dispararon a uno
en la sien y a otro en la cara. Y ayer, fuentes de la Fiscalía General del
Estado (FGE) informaron que los dos normalistas recibieron cada uno un balazo
en la cabeza y en el pecho, uno de ellos otro más en la mejilla. Mientras
tanto, Juventino Carranza Tejacal trabajador del Instituto Estatal para la
Educación de Jóvenes y Adultos de Guerrero (IEEJAG) y originario de Acatempa
recibió, igualmente, un balazo en la cabeza.
Las fuentes señalan que en el
vehículo donde viajaban los estudiantes murieron al instante dos personas, pero
dicen que allí murieron un estudiante y el maestro, y el segundo estudiante falleció cuando era
trasladado a recibir atención médica, pero no identificaron cuál de los dos.
Normalistas despiden a Filimón. Foto: Cuartoscuro
Entre los choferes de la ruta
Chilpancingo-Tixtla que tiene su base a una cuadra del mercado Baltasar R.
Leyva Mancilla en Chilpancingo, se comenta que la tarde del martes dos hombres
hicieron la parada al chofer de la unidad número 40 en la colonia Indeco, sitio
ubicado a unos 5 minutos en vehículo del lugar donde fue obligado a detenerse.
Es común que en ese lugar los
conductores se detengan para subir o bajar pasaje, debido a que es un sitio
donde termina la zona urbanizada de la capital.
Los normalistas Jonathan y
Filemón se habrían encontrado circunstancialmente en la base del mercado, donde
ambos abordaron la unidad.
También subieron a la unidad
en el mercado el trabajador del IEEJAG, Juventino Carranza, Viky, una mujer que
era acompañada de otra, ambas adultas y una joven de la que le colgaba un bolso
de los conocidos como cangurera.
A la salida de la capital los
dos delincuentes esperaban la unidad a la que le hicieron la parada y el
conductor se detuvo para que abordaran.
Al interior Jonathan y
Filemón ya habían entrado en amena plática. Un audio distribuido la misma tarde
que ocurrieron los hechos da cuenta que la mujer que viajaba con Viky, una de
las pasajeras, escuchó cuando los dos estudiantes hablaban de sus prácticas
como maestros frente a alumnos y de que “les estaba yendo bien”.
La mujer supuso que se
trataba de estudiantes de Ayotzinapa y, solidaria, les ofreció plátanos. La
misma mujer conocía de vista a otro de los pasajeros que suponía era maestro,
aunque desconocía su nombre. Resultó ser la tercera víctima.
El audio narra en voz de la
hija de una de las dos mujeres pasajeras parte de lo que pasó al momento del
ataque. La versión es la siguiente:
“Iban dos que mataron a
varios allí, que no saben si eran de la Ayotzi, pero que venían estudiando, o
sea que eran estudiantes y que iban diciendo que estaban bien en sus prácticas.
Entonces dice mi mamá que les dio unos plátanos que traía”.
Sigue: “Los asaltantes venían
en la Urvan, de repente les dijeron que se pararan, a un maestro que dice que
lo conoce pero que no sabe cómo se llama, no podía sacar su cartera, estaba al
lado de mi mamá y le dispararon en la cabeza. Mi mamá está impactada, la sangre
le cayó a ella. A una chica que traía una mariconera se le atoró y también le
dispararon en el pecho. Una maestra que está aquí con mi mamá que se llama Viki
le apuntaron en la cabeza, cortaron cartucho pero entonces un carro pitó y ya
no le dispararon. Están en shock, porque dicen que vieron cómo mataron a todos.
Estuvieron disparándole a los carros que pasaron. En Chilpo hubo otro asalto y
creo que son los mismos”.
El episodio ocurrió apenas
unos cinco minutos después de que los delincuentes abordaron la unidad y entre
los conductores de la ruta se comenta la versión de que atrás de la Urvan
número 40 circulaba un vehículo azul, del que no se conocen más
características, y que se incorporó a la carretera Chilpancingo-Tixtla cerca
del punto donde se subieron los dos maleantes.
Sin embargo de esta unidad y
sus ocupantes ya no se supo nada después del ataque.
Otras versión no confirmada
señala de que atrás de la Urvan número 40 donde iban los estudiantes circulaba
a corta distancia como custodiándola, un vehículo azul con hombres que se
presume eran cómplices de los que atacaron a los estudiantes, pero de ese
vehículo y sus ocupantes ya no se supo después de la balacera.
Asesinato de normalistas pudo ser
represalia al movimiento: Tlachinollan; denuncia anomalías en indagatoria
LA HUIDA
El vocero aseguró en la
conferencia del miércoles que en la Urvan además de los tres muertos hubo sólo
una mujer herida, pero los testigos aseguraron que hubo cuando menos dos
heridos más: la mujer de la cangurera que recibió un balazo en el pecho y otro
hombre del que no se tienen referencias.
En el mismo punto donde
ocurrió el ataque, pero fuera de la Urvan donde viajaban los normalistas, de
acuerdo con la información gubernamental también resultaron otras tres personas
heridas: el chofer de otra Urvan que no se detuvo y un niño de 8 años
originario de Tixtla, y el conductor de un automóvil particular que tampoco se
detuvo cuando le hicieron la parada.
“Los presuntos responsables
en la huida trataron de detener un vehículo que se dirigía a Tixtla y al no
acatar la orden dispararon al conductor, acto seguido trataron de interceptar
un vehículo de los denominados Urvan de transporte de servicio público que se
dirigía de Tixtla a Chilpancingo, igualmente al no hacer parada dispararon,
lesionando al conductor y a un menor de edad que iba como pasajero”, dice el
comunicado oficial.
Agrega que posteriormente
trataron de interceptar una camioneta marca Nissan, propiedad de una empresa
comercial, “al no hacer el alto también accionaron sus armas de fuego, lesionando
al conductor, en esa virtud, al no obtener un vehículo para utilizarlo en su
huida, corrieron hasta llegar a la colonia Nueva Revolución y en ese lugar
interceptaron otro vehículo del servicio público local (Urvan) el chofer al
percatarse que venían armados hace caso omiso a la orden de parada y le
disparan privándolo de la vida”, menciona el boletín.
Luego asegura que finalmente
lograron interceptar un vehículo en el que huyeron con rumbo desconocido.
Por la distancia y de acuerdo
a versiones de la gente que vive por la zona, es posible que quienes atacaron a
los pasajeros de la Urvan número 40 hayan sido los mismos que balacearon y
mataron al chofer en la colonia Ampliación Reforma de Chilpancingo, antes de
dejar herida a la propietaria y a una empleada de una estética en esa misma
colonia, de lo que no da cuenta la versión oficial.
La zona donde ocurrió el
primer episodio violento se ubica en línea recta a unos 500 metros de distancia
con el punto del segundo hecho (y no a 5 kilómetros como erróneamente
publicamos ayer en estas páginas), y existen varias veredas por donde se puede
cortar distancia y llegar caminando desde la carretera hasta las primeras
colonias de esa zona, al poniente de la ciudad.
En un recorrido este jueves
desde el lugar conocido como el ex basurero de la carretera Chilpancingo-Tixtla
ubicado a cinco minutos de las primeras casas de la salida de capital, se
observaron cuatro brechas de terracería en las colonias Lomas de Xocomulo y
México.
Desde donde ocurrió el ataque
a los pasajeros de la Urvan de la ruta Chilpancingo-Tixtla hay una brecha en
picada que llega al fraccionamiento Ampliación El Naranjo a un lado de la
carretera estatal Chilpancingo- Tixtla.
En la entrada del
fraccionamiento hay una casa abandonada y otra en la que albañiles construyen
una vivienda de concreto, en ese punto parte otra vereda empinada de terracería
que lleva a la colonia Nueva Revolución, misma que pudieron utilizar los
sicarios y en menos de 15 minutos corriendo desde el primer ataque. Esta brecha
es de difícil acceso para transitarla en vehículo.
Además, antes de llegar al
lugar conocido como el ex basurero que se encuentra en una curva hay una brecha
para dirigirse a la colonia México y Tomatal.
Aquí el recorrido se puede
hacer en vehículo hasta la colonia Ampliación Reforma.
Del ex basurero donde ocurrió
el primer ataque los delincuentes pudieron tomar una de las brechas que en unos
10 minutos los llevaría a la colonia Ampliación Reforma.
En esta colonia se ubica la
estética Fama’C, donde los delincuentes hirieron a la propietaria y a una
empleada, a unos 200 metros de la base del transporte público. Ahí hay tres
calles cerradas y a unos 500 metros en línea recta se ve la carretera donde
ocurrió el ataque en la Urvan de Tixtla.
La otra Urvan en la que se asesinó al
conductor. Foto: Cuartoscuro
VIDULFO ROSALES: PARECE INTENCIONAL
No hubo intervención de
ningún cuerpo de seguridad para capturar a los agresores, “todos los elementos
nos dan a entender que no es delincuencia común y que cuentan con la
protección, por lo menos, de alguna fuerza de seguridad”, señala el abogado
Según la relatoría preliminar
de hechos, hubo una intención dirigida contra los dos estudiantes de la Normal
Rural de Ayotzinapa asesinados en la Urvan del transporte público el martes,
informó el abogado del Centro de Derechos Humanos de la Montaña, Tlachinollan,
Vidulfo Rosales Sierra.
El abogado consideró que la
tesis de la FGE de que los homicidios fueron por un asalto, es una conclusión
apresurada y errónea, y se debería ampliar el espectro de la investigación.
Ratificó que la percepción de
los estudiantes y padres es que la agresión no viene de la delincuencia común,
aunque las razones se tendrán que esclarecer mediante una investigación.
Adelantó que la Normal Rural
solicitará al gobierno del estado la creación de una oficina o fiscalía
especial, que tenga independencia y equipo propio, personal policial y peritos
capacitados para una investigación exhaustiva pronta e imparcial.
Informó que la Fiscalía
entregó un informe preliminar de los hechos, donde deduce la intencionalidad y
planeación de los agresores contra los normalistas: “se subieron en la Urvan en
la que iban los normalistas, recorrieron un tramo escuchando la conversación y
agredieron primero a los estudiantes, los ejecutaron”.
Mencionó que las demás
víctimas fueron atacadas en su intento de huir de los agresores, y la
obligación de la Fiscalía es determinar por qué los agredieron, “nosotros no
creemos que sea la delincuencia común, (el ataque) es (de) un grupo de
profesionales”.
En el reporte de la
investigación confirmó que se habla de seis personas y en tres días no ha
quedado claro si despojaron a alguien de sus pertenencias. Lo único que queda
claro es la agresión directa a los estudiantes de Ayotzinapa, insistió.
Agregó que puede haber una
sola línea de investigación pero es trabajo de la Fiscalía indagar, no cerrar
el caso en la ruta del asalto, porque que dejaría fuera a otros posibles
responsables.
ESTE CONTENIDO ES PUBLICADO POR
SINEMBARGO CON AUTORIZACIÓN EXPRESA DE ELSUR.
(SIN EMBARGO.MX7 EL SUR/ REDACCIÓN / OCTUBRE 7, 2016 - 12:00 PM)
No hay comentarios:
Publicar un comentario